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Un ángel llora (One Shot KaiDO - KaiLu (KaiHan) por ExoShidae

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Notas del fanfic:

One Shot KaiSoo - KaiLu

www.youtube.com/watch?v=BSKX4afudms‎

Notas del capitulo:

Bien, aquí les dejo un one shot KaiSoo y KaiLu inspirado en una canción

Espero que les guste

www.youtube.com/watch?v=BSKX4afudms‎

“Las flores ya no llegan el poema se acabó
Lo que un día fue amor en amargura se volvió…”

 

 

 

Se recostó en su pecho por última vez… ese era uno de los momentos en el que el tiempo parecía detenerse, solo un poco más; quería aferrarse a él y así poder estar juntos toda una vida. Pero él es un hombre prohibido, con todas sus letras, tenía un esposo y un par de mellizos hermosos, ¿cómo podía quitarle a esos pequeños al ser que les dio la vida? Se sentía un miserable cada vez que pensaba en eso. No había nada que pudiera hacer, se había enamorado… completamente. Después de 10 minutos Jong In estaba frente al tocador acomodándose las mangas de la camisa, sintió una mano aferrarse a su pecho para después abotonar sus botones; depositó su cabeza en la espalda del moreno y soltó un suspiro — ¿A dónde fuiste esta vez?—preguntó con cierta timidez

 

— A Gangnam-Gu— respondió Kai volteándose para abrazar al más pequeño (en estatura). Hace una semana le había dicho a su esposo que viajaría por siete días a dicha ciudad, cuando en realidad serían cinco, por conclusión estuvo los dos días restantes con Luhan,su amante y amigo de su esposo.

 

—Los niños están dormidos— comentó con cierta astucia y picardía en sus ojos

 

 —Estoy cansado Jong In, ahora no — se envolvió en las sábanas y cerró los ojos quedando en un profundo sueño, Jong In resignado hizo lo mismo. Al día siguiente dejó a los niños en la guardería, como siempre; se preguntaba cuándo había llegado a eso, las cosas habían dado un giro tremendo desde que Kyungsoo comenzó a trabajar para aquella empresa, su estadía en casa eran 4 horas escasas, sin contar las horas de dormir; ya no estaba con los niños, ahora los dejaban en guarderías… Kyungsoo había descuidado mucho a su familia, en especial a su esposo; sin darse cuenta estaba perdiendo el control sobre lo que pasaba, las labores lo consumían poco a poco.

 

—Luhan — le estrechó la mano en forma de presentación, había entrado a aquel trabajo apenas dos días atrás; sin embargo, nunca lo había visto

 

 —Jong In — tomó la mano ofrecida, su piel era suave y blanca, los dedos delgados y largos, la cara de niño, ojos deslumbrantes, frente muy bien proporcionada, cabellos delgados y castaños, silueta delgada y cintura bien delineada. El terno daba fe de ello. Con el paso de los días ambos estaban juntos en los almuerzos y reuniones empresariales, incluso fuera del trabajo, después del término de cada jornada, algunas veces iban a una cafetería cercana. Luhan conoció a Kyungsoo en una reunión navideña organizada por la empresa de Jong In, esa vez fue la primera en que los felices esposos compartían un tiempo, juntos; pero algo iba mal en Jong In, no estaba cómodo con la presencia de Kyungsoo… las veces que se tomaban de las manos el moreno intentaba de cualquier otra forma zafarse, en uno de sus intentos imagino que el poseedor de esa mano fría era Luhan, la apretó más fuerte de lo usual dejando a Kyungsoo muy sorprendido por el acto.

 

*****

 

— ¡Kim Dae San! ¡Kim Danae! — llamó la profesora de aquel kínder al cual recién habían entrado los pequeños, los niños salieron tomados de la mano corriendo hacia donde su papá,  quien retrocedió unos pasos a causa del impacto.

 

—Lo lamento — dijo al sentir que había empujado a alguien, lo reconoció al instante

 

— ¡Oh! Kyungsoo…. — comentó el castaño un poco más alto —Que alegría verte por aquí— esbozó una enorme sonrisa

 

—Luhan… vine por mis hijos — su interlocutor observó las manos de Kyungsoo entrelazadas con las de sus pequeños, uno en cada lado — ¿Es tuyo? — preguntó al notar a un niño detrás de Luhan, quien negó como respuesta

 

—Es mi sobrino — volvió a sonreír. Después de haberse conocido por segunda vez, el más bajo le pidió que fuera a su casa tratando de entablar una amistad con él, quien gustoso acepto cenar esa noche con la familia de su colega. Kyungsoo y Luhan se iban haciendo cercanos a medida que Luhan visitaba su casa, los niños ya lo conocían; Tío Luhan, le decían con mucho respeto y cariño. Luhan iba a verlos cuando Kyungsoo no estaba en casa, los cuidaba como si fueran suyos, Jong In llegaba mucho más temprano que su esposo y de vez en cuando se encontraba con su colega y mejor amigo de su esposo. Al verlo tan cercano a sus hijos, muchas veces deseo que él fuera el padre de los niños… estaba mal, pero él lo quería así.

 

Sin soportar más Jong In se atrapó los labios del blanco en un apasionado beso que no dejaba riendas sueltas, estaba consciente de que los niños en cualquier momento podrían despertar a causa de los jadeos de Luhan, quien se dejaba ser con el paso de los segundos, pronto estaban en la cama de los esposos repartiéndose besos en el cuello. Ese día Luhan no pudo ocultar lo que sentía, amaba a Jong In desde hace mucho, sus salidas después de cada jornada, los pequeños detalles que Jong In le daba por cuidar de sus hijos, las ayudas que a veces necesitaba en el trabajo, el tiempo compartido con sus hijos… no podía luchar más contra eso, no había vuelta atrás; estaban locos tanto uno por el otro.

 

 

—Enserio ¿Quieres hacerlo? — gesticuló Luhan ante el comentario de Jong In

 

—No aguanto — resopló No puedo mirarlo a los ojos, ya no me siento bien dormir a su costado, me siento agobiado cuando veo que los niños nos acercan para que nos besemos; en verdad… no quiero seguir así — Jong In estaba dispuesto a contárselo todo a Kyungsoo, esta situación lo mataba dolorosamente, tan solo al pensar qué podría pasar con sus hijos si Kyungsoo reaccionaba de mala manera, pero no importaba… él los protegería. Luhan lo valía… él había llenado el vacío que Kyungsoo había dejado, hizo que él creyera que podría ser feliz, le daba fuerzas para seguir con su familia que ahora estaba rota; pero bajo el mismo techo. Era agonizante tener que compartir la cama con alguien que ya no amaba, era duro recordar que hasta hace años se había jurado amor eterno, no poder cumplir con aquella promesa lo atormentaba aún más, tanto como el pensar la gran decepción que sentirían sus hijos al enterarse cuando puedan comprenderlo. Encontró en Luhan lo que Kyungsoo dejó de darle mucho antes de que conociera al blanco, Luhan no descuidaba ningún detalle al momento de atender a Jong In tanto como atenderlo en la cama.

 

 

“Pasaron ya los años, ya él se olvidó

Del amor que prometió, cuando lo conoció”

 

 

—Es ridículo que me esté pidiendo eso — comentó de mala gana Kyungsoo —no puedo dejar el trabajo solo porque quieres que esté con los niños — él había olvidado completamente lo que significaba tenerlos, ¿acaso ya no los quería?

 

—Son tus hijos Kyungsoo, ¿no puedes hacer esto por ellos? — Jong In estaba furioso con la respuesta anterior pero trató de controlar su ira en un puño

 

—Lo que me pides es ridículo — dijo mientras revisaba unos papeles de su empresa —No lo haré— se sacó las gafas, caminó hacia la mesita de noche para dar un sorbo al vaso de agua

 

— ¿¡Entonces el trabajo es más importante que tus hijos!? — Jong In no aguantó más y tiró todo el material de trabajo de su esposo quien frunció el ceño por dicha acción. Después de casi una hora de gritos e insultos Jong In amenazó con irse de la casa, otra vez; era ridículo que lo haga pues él sabía perfectamente que no dejaría a sus hijos con la persona ahora desconocida de Kyungsoo, quien no mostraba el mínimo remordimiento o el más pequeño aprecio por los mellizos. Jong In sintió los brazos de su hija mayor por su cadera, lo presionaba muy fuerte repitiendo constantemente que no se vaya. Esa escena se había hecho común en la familia Kim-Do.

 

 

—Lo amo… — suspiró, su ritmo cardiaco aumentaba a medida que los ojos de Kyungsoo se agrandaban y se cristalizaban. Lo había hecho, había confesado su infidelidad. Pero no dijo el nombre de Luhan en ningún momento. Tomó sus cosas aun con el dolor en su rostro, la marca se había vuelto profunda pero era pequeña. Observó una vez más a su pronto ex-esposo afligido encima de lo que alguna vez fue su cama, pasó por el cuarto de sus hijos sin entrar, tan solo a observar.

 

 

Ha pasado tiempo desde que vive en la casa de Luhan, Kyungsoo desconoce de la situación pero en algún momento tendrá que enterarse…

 

Yo abriré — Jong In seguía nervioso de solo pensar las preguntas de sus hijos, a quienes ha estado visitando desde su partida.  La última vez le preguntaron cuando regresaría a casa, que lo extrañaban y que no querían que Kyungsoo llorara siempre por las noches, a lo que Jong In evadió. Kyungsoo había dejado el trabajo, se dedicó más a sus hijos; incluso más de como era antes. Pero la depresión y el dolor se apoderaban de él cada vez que la luna salía.

 

Kyungsoo entró desesperado al departamento de Luhan, buscando a alguien con quien hablar, para su gran sorpresa; encontró a su aun esposo envuelto en una toalla por la cadera.

 

—Malditos… — no dijo más, golpeó a Luhan como si no hubiera un mañana, no le importaba que Jong In hiciera esfuerzos por detenerlos

 

—Cuando yo llegué, tu matrimonio estaba en la ruina. Por favor, perdóname. Amigo — Luhan se alejó para poder hablar con más claridad. Kyungsoo se fue inmediatamente después de abrirle la herida de su rostro a Jong In.

Maldijo completamente el haber conocido a Luhan, el que haya confiado en él plenamente. Maldijo muchas otras cosas, pero nunca odio la vez en que conoció a Jong In, porque a pesar de querer odiarlo con todas sus fuerzas simplemente no podía, él se había convertido en su pilar, él y sus hijos… llegó a su casa después de pedirle a su hermana que recogiera a sus hijos y los llevase con Jong In, ese día era para que los tres compartan; no podía impedirle el derecho de padre, no tenía derecho a hacerlo. Estaba angustiado de que pasaría cuando los deje en su casa. Tocaron el timbre, Kyungsoo abrió la puerta algo nervioso, notó la cara pálida de Jong In, los ojos decaídos y las ojeras a flote, la herida se veía a simple vista. Jong In no estaba en sus sentidos, se desvaneció en los brazos de Kyungsoo, quien lo llevó adentro con dificultad, curó su rostro y le colocó pañitos tibios en la frente, ese momento bastó para que se diera cuenta que nunca podría olvidar al moreno, por más que vuelva a casarse con alguien mejor. Nunca amaría a alguien como amó a su moreno, su Jong In. Empezó a temblar, el más bajo se hizo un espacio en el sofá, lo abrazó y se acurrucó, era cálido… era especial.

 

 “Él quiere regresar el tiempo que pasó

Para poder revivir los placeres del ayer”

 

Solo una vez más… por esta vez… quédate conmigo Jong In.

 

Al despertar se vio solo nuevamente, rompió en llanto por un par de horas. Al día siguiente el abogado de Jong In tocó su puerta presentándole los papeles del divorcio, con pluma en mano dispuesto a firmar, detenía las lágrimas… pero algo lo impidió…

 

****

 

Corrió hacia la habitación indicada por la recepcionista, se vio perdido de pronto entre un pasillo angosto y largo, cuando lo vio… ahí… abrazado de su madre y consolado por su hermana. De inmediato entró a aquella habitación encontrando algo que jamás hubiera querido ver… las sábana blanca cubría todo, sin dejar ver alguna parte de su pequeño cuerpo. Se dejó caer reposando su cabeza en la pared fría, gritó… gritó mucho al volver a ver aquel objeto blanco encima del frio cuerpecito.

 

¿Esto en realidad está pasando? Por favor díganme que todo es un sueño, quiero verla de nuevo… quiero que me toque con sus pequeñas manos. Despierta…

 

Las flores ya llegaron, el poema empezó

Sobre una tumba fría, él llora su dolor

Él solo quiere regresar el tiempo que pasó

Para poder perderse así, en la dulzura de su voz

 

A pesar de todo el apoyo que tuviera, a pesar de tener a la persona que amaba… no podía superarse, la muerte de una hija no se supera tan rápido… pero se supera con el tiempo, no del todo… siempre duele, pero la vida sigue. Sin embargo para él, para ellos… la vida no tenía sentido. Entendieron entonces que un pequeño los espera en casa… un ángel al que cuidar, porque un ángel se les fue.

 

 

Tocó temerosamente la puerta, ahora estaba solo… comprendió que no puede arrastrar a su dolor a alguien que trató de sacarlo del pozo depresivo en el que se encontraba, Luhan esperaría el tiempo suficiente, lo amaba Luhan estaba seguro. Jong In… ahora dudaba de sus sentimientos. Al notar que nadie abría la puerta sacó sus llaves e hizo uso de ellas. Lo vio recostado, le dio un beso en la mejilla y salió del cuarto de su segundo hijo. Buscó a Kyungsoo, no estaba en la cocina ni en la sala, entró a lo que era antes su habitación; nada, pasó por la recamara de su hija descubriéndolo llorando, abrazaba fuertemente aquel peluche que Jong In le había dado en su último cumpleaños, entre el pecho de su ex – esposo y el peluche, estaba  la foto de su hija, lloraba desconsoladamente rogando al cielo que le devolviera su ángel mayor.

 

Sintió aquellos brazos, los que una vez lo atraparon con lujuria cuando lo hicieron por primera vez, los que lo sostuvieron cuando su padre falleció, los mismos fueron su apoyo cuando presenciaron la llegada de sus pequeños, los mismos que la tomaron por primera vez, aquellos que la abrazaron cuando lloró por primera vez en lo que iba de ese año.

 

Papi está aquí… repetía un sinnúmero de veces… se abrazaron fuertemente ahogándose con los jadeos, se sentía protegido a su lado. Entendió que esa escena no se volvería a repetir en cuanto él saliera por esa puerta, ahora ya no era suyo… estaba ahí por el divorcio, después de eso… perdería lo que una vez fue suyo, le confortaba saber que estaría bien, ahora tendría a un excelente esposo. Alguien que cuide su amor, que esté con él en las buenas y malas, Luhan haría todo lo que él descuido, de  eso estaba seguro. Lo único que los unía, era Dae San, su pequeño ángel.

 

Estando recostados en la cama de su hija, los tres… sus dos grandes amores le brindaban una vista preciosa. Cuanto hubiera querido poder verse así con ella… los cuatro juntos, de nuevo.

 

Cuando es verdadero amor, los obstáculos no importan; no importa cuán enamorado crees que estés de alguien que lleno el vacío que dejo esa persona, pase lo que pase… si es verdadero amor, siempre lo amarás a él. Te das cuenta que no tiene caso seguir luchando contra tus sentimientos, el verdadero amor llega, y Jong In… iba a perderlo en cuando salga con unas hojas firmadas… no quería… amaba a Kyungsoo por más errores que haya cometido, lo amaba.

 

Nuevamente juntos, un ángel con ellos y otro cuidándolos a lo lejos, era perfecto ahora. Jong In lo creía así, las cosas habían cambiado rotundamente, todo volvió a ser igual o mejor que antes, no lo creía… era un sueño. Esta vez no lo dejaría, cuidaría de él como sea necesario; la vida le estaba dando una nueva oportunidad… sin embargo; Kyungsoo se sentía vacío, por más que intentaba ser feliz, lo era… pero no todo fue como antes para él; tenía a dos hombres maravillosos amándolo, pero le faltaba oír esa aguda y dulce voz. Cada noche; cuando Jong In dormía, sin despertarlo iba a la guarida (como ella solía llamara su recamara) de su hija. Desfogaba todas las ganas de tenía de verla de nuevo, las lágrimas se habían convertido en una rutina para él…

 

¿Cómo podría verla de nuevo?¿Por qué se había ido? ¿Por qué Dios se la quitó cuando apenas se la dio por cuatro años? ¿Qué tendría que hacer para tenerla en sus brazos?

 

“Entro a la habitación y en la cama él lo vio

Toca su cuerpo frío, la tristeza lo mató”

 

Si todo iba bien… ¿Por qué Kyungsoo?… Tan solo quiero verla una vez más…

 

Te amo

 

El verdadero amor es aquel que sobrevive a todo, el verdadero amor es aquel que deja ir…

 

Te amo

 

“Las estrellas miran… la luna lo abraza

Y un ángel llora”

Notas finales:

Sus comentarios son importantes para mí, GRACIAS


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