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Secret Crush por Lazzefire

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Notas del capitulo:

Hola! Ok a diferencia de todo lo que he publicado antes, esta no es una traducción. Es escrito por mí de principio a fin Yay!! Creo que lo que me animó a hacerlo fue darme cuenta de que estoy por tener un año completo en el fandom de EXO y no había escrito ni la primera cosa sobre ellos yo misma, sólo me había dedicado a traducir hasta ahora..así que sip…este es el resultado. 

"Esto no está bien." Se quejó Luhan, por milésima vez en lo que iba de día. A su lado, Kyungsoo lo miró de reojo y se mofó.

"No entiendo por qué lo dices, eres el pingüino gay más perfecto que he visto."

A diferencia de Luhan, quien estaba cubierto de pies a cabeza con kilos de felpa y algodón, el uniforme de Kyungsoo sólo consistía en pantalones blancos y un enorme suéter celeste con la insignia del local que leía PlayWorld.

"Aun no te he perdonado por hacerme esto. Te mataré mientras duermes." Juró Luhan fríamente. Su voz salía un poco amortiguada,pero Kyungsoo podía escucharlo muy bien y sonrió.

"¿Ah, sí? Entonces prepárate para comer ramen instantáneo por un largo tiempo."

"No me importaría. Así al menos se acabaría tu régimen dictatorial."

"Luhan, mientras yo viva, no volverás a entrar en la cocina."

"Sólo cometí un error—"

"Casi la volaste por completo."

Kyungsoo no podía ver a Luhan, pero sabía que eso le había cerrado el hocico. Luhan tenía prácticamente prohibido entrar en la cocina desde que casi causo una explosión la semana pasada al intentar calentar algo en el microondas, con todo y el tenedor. Así que era un hecho que sin Kyungsoo, Luhan probablemente moriría ya fuera de hambre o por algún trágico accidente que él mismo causara. Kyungsoo se preguntaba vagamente cómo Luhan había logrado sobrevivir antes de que fueran roommates.

Sabiendo que no podía refutar contra eso, Luhan simplemente se dejó llevar por algo que deseaba hacer desde hacía rato y pateó a Kyungsoo.

"¡Hyung!" Chilló él, sobando su ultrajada pantorrilla, "Ya basta, al menos te encontré trabajo tan pronto dijiste que necesitabas uno!"

Bueno, eso era cierto, pero no quitaba el hecho de que le había mentido, o mejor dicho, ocultado la verdad.

"No me dijiste que tendría que usar un puto disfraz todo el día."

"Nunca me lo preguntaste." Eso le valió otra patada.  "¡YAH!"

"Sabía que tu trabajo quedaba el centro comercial y que involucraba niños, pensé que no necesitaba saber más!"

A Luhan ya se le hacía rara la insistencia y ánimos de su amigo en que se viniera a trabajar con él. Ahora, el puesto del disfraz (que antes le pertenecía a Kyungsoo) era exclusivamente suyo, y el otro se dedicaría a reunir a los chiquillos para los distintos juegos programados. Había caído en su vil trampa.

Aunque pensó que se acostumbraría, este era su segundo día de trabajo y estaba siendo tan mierda como el primero.

"Si no te gusta, siempre puedes renunciar."

Luhan suspiró, "No puedo, mi carrera de arquitectura no se pagará sola."

"Exacto," Kyungsoo asintió sabiamente, "Pagarla es tu prioridad… sólo no pienses en la prostitución."

"No me des ideas." Gruñó Luhan aburridamente, luego hizo una mueca. "Este traje da comezón."

"Ya lo habías dicho."

"Te lo estoy recordando. Ahora cállate y ráscame la espalda."

"En la escala del 1 a Jongin, qué tan molesto puedes llegar a ser?" Preguntó Kyungsoo, pero aun así obedeció, o trató de hacerlo, porque era imposible rascar algo a través de tanta esponjosidad. Escuchó a Luhan reírse ligeramente.

"Ayer me tocó de Panda, ¿puedes creer que Jongin casi me ofreció  dinero para que cantara la canción del Panda del acoso sexual?"

"Si, puedo creerlo…" Dijo el otro con sinceridad.

"Le dije que no debería ver más South Park."

"La oferta sigue en pie, por cierto."

Ambos saltaron ante la voz. Jongin estaba reposado contra la mesa de legos junto a ellos, portando su típica sonrisa sensual y arrogante. Sólo que Luhan sabía que aquello no era más que una fachada para enervar a Kyungsoo. Y le funcionaba bastante bien, porque este en seguida enrojeció y se giró con expresión irritada, continuando su tarea de inflar globos con helio.

"¡Buenos días, bienvenido a PlayWorld!" Saludó Luhan con todo y reverencia, y Jongin levantó una ceja divertido. No había necesidad de saludar a Jongin con tal formalidad, porque era un cliente regular, (demasiado regular para el disgusto de Kyungsoo) y ahora prácticamente venía y se paseaba como perro por su casa.

Jongin lo señaló con exagerada aprobación. "¿Ves? Al menos alguien está haciendo bien su trabajo y saluda a sus clientes." Kyungsoo  dejó escapar una seca carcajada.

"Este es un sitio para niños, Jongin, se que tu edad mental es la adecuada para estar aquí, pero eso no justifica que tengas que venir casi todos.los.días."

"Ah ah," Jongin se examinó las cutículas con tranquilidad. – Hoy he venido por obligación, ves ese niño de allá?” Señaló un chiquillo que se divertía botando sobre una pelota gigante. "Es mi primito y estoy a cargo de él, no tuve más opción."

Luhan soltó una risita y Kyungsoo le lanzó una mirada por traidor, pero sus miradas asesinas ya no le hacían efecto como antes. "Ya ves? No vino a verte a ti, no te hagas ilusiones." Bromeó.

"Exacto…" Asintió Jongin, "venir cada vez que puedo, saltarme una que otra clase de baile, escuchar los gritos de los niños y salir con los ojos ardiendo por exceso de colores y con brillantina pegada en la ropa, crees hago todo eso por ti?" Jongin se mofó, luego pareció considerar algo, "Pero si quieres igual podemos salir a tomar un café, cuando quieras."

Luhan no se molestó en esconder sus carcajadas al notar cómo Kyungsoo se veía afectado. Se puso rojo como una granada y frunció el ceño, tratando de contener su frustración.

"Ustedes dos, son idiotas." Sentenció, tratando furiosamente de ignorarlos de nuevo y normalizar su respiración.

Con un resignado suspiro, Jongin se volvió hacia Luhan, - ¿Y qué hay de ti? - Esta vez lo miró de pies a cabeza, con una expresión entre divertida e incrédula. "¿Pororo? ¿Es en serio? Cuanto te están pagando…?"

"Menos de lo que merezco," Dijo Luhan, "Pero podría ser peor."

"¿De verdad?"

Kyungsoo le lanzó un lego a Luhan, que rebotó en su cabeza, "Ya deja de quejarte. Pororo no es tan malo. De hecho es el traje menos espeluznante que tenemos."

"No me jodas." Jongin achicó los ojos sospechosamente, "No tendrán un disfraz de Espurr por ahí, o si?"

"Oh! Ese no me molestaría usarlo!" Saltó Luhan.

"Lo siento, no hay Espurr.." Negó Kyungsoo. "Pero creo que tenemos un Pikachu."

"Meh, ¿Pikachu? Que le den." Luhan hizo una mueca.

Kyungsoo sonrió peligrosamente, "A los padres de los niños les encantaría escucharte decir eso."

Abriendo los ojos, Luhan comenzó a mirar nerviosamente alrededor. Cuando se cercioró de que nadie había escuchado y que al parecer podría mantenerse en su nuevo empleo un poco más, sintió alivio. Fue ahí cuando notó que algunos niños le estaban llamando. Suspiró, tomó algunos globos y se fue a trabajar. Jongin inmediatamente rodeó la mesa y se reposó al otro lado de la baja pared frente a Kyungsoo, cruzando los brazos para descansar su barbilla en ellos. "Entonces… ¿el sábado te parece bien?"

Kyungsoo se limitó a enviarle una plana mirada.  

 

"¡Quiero uno! ¡No, ese no! El amarillo! El amarillo con morado! Sabes hacer perritos?"

Luhan nunca había alimentado gallinas con maíz, pero supuso que debía ser muy parecido a esto. A pesar de que no lo podían ver, sonrió mientras repartía los globos entre los hiperactivos niños que lo rodeaban, haciendo bromillas de vez en cuando. De pronto notó que más gente entraba por la puerta, así que se volvió para recibirlos… y paró en seco.

Por poco el instinto le obliga a lanzarse a la piscina de pelotas, pero recordó que no era necesario, estaba totalmente oculto y a salvo.

Al otro lado, una niña de no más de 6 años avanzaba mirando ansiosa a los alrededores. Pero eso no era lo impactante, si no a quién prácticamente estaba arrastrando con ella. Era Oh Sehun.

Oh-Fucking-Sehun.

El Oh Sehun estudiante de Arte Contemporánea, el que veía siempre en los alrededores del campus, el chico que era asquerosamente popular sin hacer nada para conseguirlo (salvo ser hijo de importantes inversionistas y donantes generosos de la universidad)...pero, honestamente, quizás aunque no proviniera de una familia influyente, recibiría la misma atención.

Porque estaba condenadamente bueno

Mientras ambos se acercaban, Luhan se preguntó si de verlo sin el disfraz, Sehun sería capaz de reconocer su cara. Le gustaría pensar que sí; habían hecho contacto visual antes. Bueno, sólo fue una vez…Sehun estaba leyendo bajo un árbol, con sus gigantescos y caros cascos puestos, y Luhan pasaba por ahí camino a su próxima clase. En ese momento Luhan atrapó la mirada de Sehun, y el contacto visual fue más largo de lo que esperaba. 5 segundos de pura tensión…al menos del lado de Luhan. Eso debería bastar para que lo recordara… ¿no? Ah! A quien quería engañar. Seguro el cabrón no lo reconocería ni que lo tuviera de frente.

"¡Oppa! Mira! ¡Pororo!" La niña se detuvo frente a él con una amplia sonrisa y Luhan incluso olvidó recitarles la bienvenida, sólo atinó a darle unas palmaditas en la cabeza y acercarle un globo rosa, que ella aceptó inmediatamente.

"Si, genial…" Respondió Sehun, soltando su mano para que la niña pudiera ir a jugar. "Sunkyo, estaré justo por all—" Pero por ese momento la chiquilla estaba bien lejos, así que él ni se molestó en terminar la frase.

Lucía tan serio y aburrido como siempre, pero había cierto tinte de resignación en su rostro mientras se daba la vuelta y caminaba a reposarse de brazos cruzados contra un pilar, cerca del área de juegos.

Mientras trabajaba, Luhan lo miraba de reojo de vez en cuando. Se veía atrozmente sexy con esa chaqueta de cuero negro. Maldición, él era atrayente de cualquier forma, incluso aunque siempre luciera molesto, irritado, o como si tuviera un mortal desinterés por el mundo y todos sus habitantes.

A veces, Sehun deslizaba su lengua para humedecerse los labios.

A veces, Luhan sentía el ardiente deseo de golpearlo, duro.

Fue una increíble sorpresa cuando Jongin se le acercó y lo saludó con un complicado juego de manos. Sehun casi nunca sonreía, pero lo hizo en ese momento, y Luhan parpadeó varias veces con curiosidad, no teniendo idea de que aquellos dos se conocieran. A juzgar por la forma en que se trataban y conversaban, eran amigos de confianza. Perfecto, ya acorralaría luego a Jongin para sacarle información…no es que Luhan fuera un acosador ni nada, pero enterarse de algunas cosillas nunca estaba de más.

Por un rato se concentró solo en los niños, y para cuando volvió a mirar Jongin ya no estaba. Seguro se había ido a molestar a Kyungsoo otra vez, pero no era todo. Esta vez Sehun lo estaba mirando. A él. Y por un loco instante, sintió como si pudiera verlo a través del traje.

Sin embargo, antes de que fuera capaz descifrar la mirada que le daban aquellos ojos oscuros, Sehun le quitó su atención de nuevo, con un suave, pero arrogante movimiento de cabeza. 

Puto.

Actuaba de esa forma incluso con alguien que no podía ver, ¿qué tan soberbio era el muy hijo de—¡! Oh como deseaba hacerle daño físico y borrarle esa maldita e irresistible mirada suya, si tan sólo pudiera poner sus manos sobre él y—un momento.

Podía hacerlo.

No era como si supiera quién era, ¿verdad?

Justamente, Sehun se había despegado del pilar, quizás se había aburrido e iba en busca de Jongin. Luhan lo siguió en silencio con los ojos, y cuando le pasó por un lado, movió su mano…

y le dio una nalgada.

No era conformista, se aseguró de darle un apretón y todo. Y fue genial. Ver el shock en el rostro de Sehun le dio una increíble satisfacción.

El chico se quedó ahí, congelado, y Luhan sonrió. Eso le enseñaría a no ser un imbécil. Cuando Luhan se giró como si nada para seguir su camino, una mano se lanzó y tomó su muñeca con fuerza. Sehun lo giró y a Luhan se le secó la garganta. Lo estaba mirando directamente a los ojos esta vez, y desde una distancia tan corta, era casi letal, pero no tan letal como la sonrisa que lentamente apareció en sus labios.

Luhan no tuvo tiempo de asimilarlo todo cuando de pronto se vio arrastrado en otra dirección. Trató de soltarse, pero Sehun era fuerte y no lo dejó ir. Oh Dios mío, lo despedirían, estaba seguro. No debió haberse pasado de listo. Luhan giró la cabeza con terror, pero nadie parecía estar notando la forma en que estaba siendo secuestrado.

Con nada más que una mirada atrás para inspeccionar, Sehun abrió una puerta solitaria en un rincón del establecimiento y empujó a Luhan dentro, cerrándola firmemente después.

Si no fuera por el disfraz, Luhan estaba seguro de que le habría dolido el golpe cuando fue apresado contra la pared. Era el cuarto de suministros, estaba bastante oscuro, pero algunos destellos de luz que se filtraban por la puerta le permitían distinguir perfectamente los rasgos de Sehun. Tragó saliva con fuerza. Quería hablar, pero estaba mudo.

"¿Tratas así a todos los clientes?" Preguntó Sehun. Su tono era bajo y sensualmente perezoso, y Luhan sintió su espalda siendo asaltada por intensos escalofríos.

Sehun tomó la cabeza del traje de pronto, con intención de quitársela, y entonces el pánico se disparó en él. Puede que no lo reconociera de todos modos, pero no quería correr riesgos. Además, seguro que de ahora en adelante sí que sabría diferenciar su rostro en la multitud y sólo imaginar encontrárselo en la universidad luego de esto lo hacía querer morir de vergüenza. Aferró sus manos a las muñecas de Sehun con fuerza y éste se detuvo.

"Bien…" Sehun sonrió de medio lado, bajando sus manos. Luhan pensó que iba a dejarlo en paz, pero estaba equivocado. Sólo le dio la vuelta rápidamente, y Luhan se encontró de pronto encarando la pared. "No necesitas quitarte la cabeza para lo que vamos a hacer."

Dios

Sehun encontró la cremallera en su espalda y comenzó a bajarla. Luhan cerró los ojos con fuerza.

"E-espera…creo que no lo entiendes," Dijo ahogadamente, "Soy un-"

"Chico."

Luhan se paralizó, sintiendo la ráfaga de aire correr contra él mientras era liberado del sofocante traje. No pudo distinguir sorpresa ni consternación en la voz de Sehun. Así que Sehun jugaba para el otro equipo también…

"¿No te importa?

"Soy de mente abierta."

Sehun lo giró otra vez, empujó el traje hacia abajo y Luhan ayudó a sacarlo de sus piernas.

"No." Dijo Luhan.

"¿No qué?"

"No trato así a todos los clientes."

"Entonces debo ser especial." Sehun se apartó levemente, comenzando sacarse la chaqueta.

"Ningún otro cliente me ha intentado violar antes, así que diría que lo eres."

La suave risa de Sehun se dejó escuchar de repente, y tuvo un raro efecto en los oídos de Luhan, un efecto embriagador, tranquilizador. Definitivamente le gustaría escucharlo más a menudo.

"Si es así, tengo permitido pedir un tipo de juego distinto…no?" Sehun puntualizó esto lanzando su chaqueta a un lado, y a Luhan se le antojó como un gesto tan sexual, que su cerebro comenzó a hacer corto circuito.

Una oportunidad así no se presentaba todos los días, ¿Oh si?

Oh, a la mierda todo.

"Por supuesto." Se permitió reír, notando que su voz sonaba distinta incluso para sus propios oídos...era baja, invitante. "Vamos a jugar."

Sin esperar más, acercó su mano a la entrepierna de Sehun y se mordió el labio al sentirlo contra su palma, comenzando a frotar suave pero insistentemente. Sehun dejó salir un gruñido y reposó sus manos en la pared, a cada lado de la cabeza de Luhan.

Quizás era el factor de que su identidad permanecería oculta, o quizás era simplemente porque se trataba de Sehun, su crush secreto desde hacía más de un año. Qué más daba. El hecho era que en ese momento, Luhan se sintió total y peligrosamente desinhibido.

Necesitando más, Luhan rápidamente desabrochó el botón del jean, bajó la cremallera, y se deleitó con el jadeo del otro cuando encontró su miembro dentro de sus bóxers, tomándolo en su mano y comenzando a acariciarlo descaradamente.

"De verdad…me encantaría que…te la quitaras…"

Luhan sonrió, se refería a la cabeza del disfraz.

"No. Es parte del juego."

Antes de que Sehun pudiera replicar, Luhan los hizo invertir posiciones, de modo que ahora fuera Sehun quien estuviera contra la pared, y luego se agachó.

"Wow, me está gustando este juego." Exclamó Sehun.

Luhan continuó moviendo su mano, alcanzando un ritmo más rápido y urgente hasta sentir la completa erección llenando su palma.

Levantó ligeramente la cabeza del disfraz sólo para liberar la mitad de su rostro. Quedó ciego al haber movido las aberturas que le servían como ojos, pero aun así, no tuvo problemas en conducir la erección hacia su boca.

"¡Ah! Joder..."

Sehun cerró los ojos con fuerza y dejó caer su cabeza contra la pared, mientras Luhan movía su lengua en círculos, concentrándose en la punta de su miembro, y pasándola de vez en cuando por la diminuta ranura. Su boca bajó de pronto hasta la base, besando, succionando, sólo para deslizar luego su lengua por toda la longitud en un movimiento dolorosamente lento, como si fuera la paleta de su sabor favorito.

Colocó una mano sobre el muslo de Sehun como apoyo y con la otra sostuvo su miembro mientras se lo metía completamente a la boca. Sintió movimiento allá arriba, como si Sehun tratara de aferrarse a algo desesperadamente, y comenzó a mover su cabeza, de adelante hacia atrás, ahuecando sus mejillas.

Pronto la habitación estuvo inundada de sonidos húmedos y gemidos que Sehun no se molestaba en contener.

"Ven aquí…"

Sacándoselo de la boca con un grosero pop, Luhan dejó que Sehun lo levantara sin esfuerzo y lo presionara urgentemente contra el lado opuesto de la pared, donde había un escaparate de metal con algunas cajas que temblaron levemente.

"Lo siento-" Dijo Sehun rápidamente, seguro no planeaba ser tan brusco.

"No hay problema…" Jadeó Luhan, notando las calientes manos sobre su cintura, por debajo de la camisa. Sehun no tardó en levantarla para revelar su torso y atrapó uno de sus pezones con su boca. Sentir su lengua y aliento tibio en un área tan sensible fue electrizante, y cuando Sehun lo mordió juguetonamente, una sacudida de excitación pasó a través de Luhan, hundiéndose en su vientre con un cosquilleo de placer.

Mientras ávidas manos trabajaban rápidamente en su pantalón, Luhan no pudo evitar preguntarse si esto era un sueño. Si, seguro lo era. Seguro en cualquier momento despertaría duro, en su cama, sudando y con el corazón a mil por hora.

Sólo que este sueño era deliciosamente vívido.

Para cuando se dio cuenta, Sehun ya lo había despojado prácticamente de toda su ropa. "Wow, eres rápido."

"¿Preferirías que fuera más lento?"

No. La urgencia lo estaba volviendo loco. "Ni se te ocurra."

"Vale, que si no puedes caminar después de esto, no me culpes…"

Sí, claro, como si fuera a haber mucha conversación cuando acabaran. Estaba seguro de que tan pronto como las necesidades de su inauditamente hormonado cuerpo estuvieran satisfechas, Sehun se piraría de ahí sin más. Pero Luhan no tenía el tiempo ni las ganas de preocuparse por esto.

Lo vio apresurarse a sacar un pequeño envoltorio plateado de su billetera y tratar desesperadamente de desgarrar la lámina por algunos segundos. Al ver que le tomaría más de lo que estaba dispuesto a esperar, se ayudó con los dientes. Luhan no pudo evitar reír un poco ante su impaciencia.

Sehun se humedeció los dedos con la resbalosa sustancia del condón, y no hesitó en buscar a tientas la entrada de Luhan. Cuando la encontró insertó un dedo y Luhan se tensó de inmediato, reteniendo el aliento por algunos segundos hasta relajarse, y entonces Sehun insertó otro dedo.

Luhan se mordió el labio con fuerza y bajó la mirada cuando entró el tercero, sólo para encontrarse con la poderosa erección de Sehun, lista para él. Tragó lentamente, pensando que lo de que no podría caminar luego de esto no era precisamente una broma.

"Ya está bien." Se encontró diciendo con apuro. Tan pronto las palabras salieron de su boca Sehun retiró sus dedos y a continuación, lo levantó del suelo. Luhan pegó un gritito de asombro, pero se calló al instante que sintió su polla presionando directamente contra su entrada. Rodeó la delgada cintura de Sehun con sus piernas y buscó de donde aferrar sus brazos en la estructura metálica.

Sehun sostuvo el trasero de Luhan firmemente con una mano, y con la otra, se ayudó a entrar en él. Los dos gimieron aliviados al instante, y Luhan apretó sus piernas en torno a él instintivamente.

Al principio, fueron un completo desastre cuando Sehun comenzó a empujar. Era difícil encontrar el ritmo adecuado en esa posición, pero no tardaron en estabilizarse y conseguir un compás con el que ambos se sintieron cómodos.

Tener a Sehun caliente dentro de él, golpeándolo sin piedad, hacía que quisiera dejarse ir y gritar. Gritar que siguiera así, que no parara, gritar una sarta de cosas sucias que estaba seguro que al otro le encantarían, porque tenía pinta de ser del tipo de jovencitos cachondos que disfrutaban de esas cosas. Sin embargo, no estaba en sus planes causarle un trauma severo a algún niño que tuviera el infortunio de escucharlo, así que se contuvo lo mejor que pudo.

Lo cual no era mucho, porque cuando Sehun aumentó la velocidad comenzó a lloriquear. El obsceno golpe de sus pieles y las respiraciones entrecortadas llenaban sus oídos por completo.

Por las embestidas y el constante golpe del cuerpo de Luhan contra el soporte metálico de las cajas, una de ellas en la parte superior se cayó y volcó  su contenido sobre ellos, que resultó ser una lluvia de pelotas de colores, probablemente de la piscina. Pero esto sólo sirvió para sacarles un par de risas ahogadas, sin detenerse ni por un segundo.

Era como si todo lo demás hubiera dejado de existir. Por un momento, lo único para Luhan era Sehun. Su voz, su cara, las gotitas de sudor que empiezan a perlar su rostro, su frunce de concentración, el temblor en sus brazos por el esfuerzo. Saber que él mismo era quien estaba provocando esas reacciones era mil veces mejor. Sin darse cuenta, su boca empezó a moverse por sí sola. "Se-Sehu—"

Se mordió la lengua en shock, y un estremecimiento lo recorrió cuando se dio cuenta de lo que estuvo a punto de hacer. Lo miró rápidamente, pensando que quizás no lo había escuchado, que quizás aquello no se había diferenciado del resto de sus gemidos incoherentes, pero quedó desconcertado cuando todo lo que vio, o creyó ver (su juicio no era de confianza en esos momentos) fue una pequeña sonrisa en los labios de Sehun.

Sin previo aviso, Sehun subió una mano hacia la cabeza de felpa que cubría su rostro. Luhan se quedó con la protesta en la garganta, porque todo lo que hizo fue descubrir la mitad de su rostro y besarlo.

Fue un beso extraño, desesperado, muy diferente de lo que debería ser un primer beso entre dos personas…pero ey, ellos no estaban precisamente tomándose un café y conociéndose ahora mismo. Así que Luhan rodeó su cuello con sus brazos y cerró los ojos, permitiéndose disfrutar de él, de su sabor, de su calidez, que era todo y más de lo que se había imaginado. Sus lenguas bailaron y se arremolinaron entre ellas por un rato, hasta que Sehun terminó el beso con un pequeño mordisco en su labio inferior.

La cabeza del disfraz fue colocada de nuevo en su lugar y Luhan apenas tuvo tiempo de abrir los ojos mareado cuando Sehun lo devolvió al suelo, lo hizo girar, y presionó una mano en su espalda para hacer que se inclinara. Luhan abrió espacio entre las cajas como pudo y cuando lo encontró Sehun volvió a entrar en él. Sehun dejó salir un ronco gemido y Luhan pensó que podría ser la cosa más sexy que había oído. Entonces comenzó a embestir otra vez, sus testículos golpeando su culo en cada arremetida y empujándolo más sobre las cajas. Luhan apenas podía sostenerse del borde de ellas para estabilizarse, sus dedos aferrándose con fuerza mientras Sehun se lo follaba, profundo y duro.

La mano de Sehun, que había estado afirmada en la espalda baja de Luhan, se movió de pronto. Y Luhan abrió los ojos cuando la sintió cerrarse alrededor de su pene. Sin más Sehun empezó a masturbarlo ferozmente, sin disminuir los movimientos de su cadera, y entonces Luhan pensó que perdería el conocimiento y dejó caer su cabeza derrotado. No podía ser que estuviera teniendo el mejor sexo de su vida en un lugar como este, en una situación como esta.

Pronto le fue imposible seguir soportando. "V-voy a—"

"Yo también!" Lo escuchó decir sobre él.

La respiración de Luhan se volvió errática mientras las intensas sensaciones se arremolinaban salvajemente en su vientre y entonces… procedió a venirse tan fuerte que pensó que se iba a desmayar.

Y en cierta forma lo hizo, porque cayó inutilizado sobre las cajas, ahora siendo embestido más ferozmente que nunca mientras Sehun se concentraba en alcanzar su propia liberación.

La ahora húmeda mano de Sehun lo soltó y volvió a su cintura, apretando tan fuerte que seguro dejaría algunas marcas de dedos. Luhan cerró los ojos apenas, escuchando cómo la respiración del otro se hacía más entrecortada a cada segundo, hasta que de pronto escuchó un sublime "¡Ah—!" que sabía que le sería imposible de olvidar.

Luhan podría haber apostado que Sehun también había llegado con la misma intensidad que él, porque tardó un poco para decidir salirse de él. Siguió moviendo sus caderas, lenta y suavemente, saboreando su orgasmo por unos segundos, hasta que se quedó inmóvil.

Sin fuerzas para absolutamente nada, Luhan sólo se concentró en respirar, pero notó vagamente cómo Sehun se apartaba con cuidado y se sacaba el condón, lanzándolo en un cubo de basura cercano repleto de chécheres con restos de brillantina. Luhan ya podía escuchar los gritos horrorizados de quien sea que tuviera que limpiar este lugar.

Poco a poco, Sehun lo levantó, lo ayudó a colocarse de nuevo sus jeans y luego los dos cayeron al suelo, contra las cajas. Ambos exhaustos, esperando que sus respiraciones se normalizaran por completo…en silencio.

Ahora que la niebla de la lujuria se había despejado, Luhan sintió sus mejillas arder al caer en cuenta de todo el peso de la situación. Había tenido sexo antes, pero no mucho la verdad. Siempre había sido un sexo muy  modesto, y sólo lo había hecho con dos chicos, las únicas parejas sentimentales que había tenido. Pero esto…esto no sabía cómo llamarlo, ¿qué se suponía que se debía hacer ahora para que la despedida no fuera tan incómoda? ¿Qué se suponía que se decía luego de tener sexo casual?

Ladeó el rostro y lo miró. Sehun no parecía estar pensando en cosas complicadas como él. De hecho, lucía bastante relajado, con la cabeza descansada sobre una caja y los ojos cerrados. En ese momento Luhan sintió una punzada en el pecho al pensar que nunca antes lo había visto tan hermoso. Sus mejillas estaban coloradas, su cabello estaba alborotado y algunos mechones se pegaban a su frente y sienes. Luhan tuvo el poderoso deseo de quitarse la maldita cabeza del disfraz y besarlo.

Fue tomado por sorpresa cuando Sehun habló, aun sin abrir los ojos.

"Eso fue interesante."

Luhan tragó, y decidió que prefería actuar relajado en vez de dejarle saber lo apenado que estaba. Se acercó y le dio un golpesito en el hombro, "Te divertiste, eh? Al menos tu bitchface ya no está."

"Acabo de tener sexo con Pororo." Señaló Sehun, "Si eso no es divertido entonces no sé lo que es."

A Luhan se le ocurrían muchos otros adjetivos para describirlo, pero prefirió reservárselos.

"Apuesto a que no te lo imaginabas cuando lo veías de chico en la televisión…" Dijo traviesamente, pero la cara de Sehun se enserió de pronto.

"Quizás sí me lo imaginaba."

Luhan no dijo nada, profundamente perturbado por unos segundos, hasta que de repente Sehun estalló en carcajadas y empezó a golpear sus palmas sobre sus muslos repetidamente. Seguro había sabido interpretar su silencio muy bien.

"Es broma." Aclaró cuando recuperó el aire, "No tenía ningún fetiche raro con Pororo a los 10."

Luhan relajó sus hombros.  "Oh…no sabes cuánto me alivia escucharlo…"

"Pero ahora gracias a ti creo que empezaré a tenerlo." Sehun sonrió de nuevo, y Luhan no podía evitar sonreír por reflejo cada vez que lo veía.

"Eso es retorcidamente halagador, gracias." Contestó.

Se dio cuenta de que estaban teniendo una conversación decente por primera vez. Quizás se debía a que todo era en broma, a la total falta de seriedad entre ellos, pero se sentía increíblemente cómodo…agradable.  

En alguna parte de su mente, Luhan comenzó a preguntarse por qué Sehun seguía ahí con él, por qué no se había marchado aun.

"Y además de Pororo, qué otras cosas se llevan tu atención?" Preguntó Luhan, deseando mantener viva la conversación. Sehun permaneció callado por un largo tiempo, y Luhan temió que el Sehun que conocía -o mejor dicho, el que no conocía- hubiera vuelto. Pero ese pensamiento se esfumó cuando Sehun lo miró de nuevo, y sus ojos le dijeron que no se había ido a ningún lado. De repente, se acercó, y Luhan lo miró con expectación.

"No muchas cosas." Respondió. "Pero si, hay excepciones. Como… los chicos uno o dos años mayores que yo," Sonrió, "rubios." Los ojos de Luhan se abrieron. "Estudiantes de arquitectura, Chinos," Sehun comenzó a acercarse más y él dejó de respirar. "Cuyos nombres comiencen en Lu y terminen en Han."  

Una leve brisa acarició sus ardientes mejillas cuando su cabeza fue liberada de aquella prisión, y sintió unos suaves labios presionándose directamente contra los suyos.

Este beso fue delicado y gentil, completamente distinto al anterior. Lástima que Luhan estaba demasiado en shock como para responder apropiadamente. No podía moverse, no podía respirar ni pensar. Su mente era un caos, montones de preguntas revoloteaban y colisionaban entre sí.

Con un dulce movimiento final de sus labios, Sehun se separó, y luego acercó una mano para apartar uno de los rebeldes mechones de Luhan, que apenas logró balbucear torpemente. 

"Co-cómo es que—"

"Jongin." Contestó Sehun. "Mencionó tu nombre, entonces supe que eras tú."

El corazón de Luhan latió tan fuerte que pensó que se le iba a salir. "¿Me conoces?"

"Uhumm..." Sehun asintió vagamente, "Puede que siempre me quede mirándote cuando te veo pasar en la universidad. Puede que haya preguntado un par de veces por ti. Sólo te diste cuenta una vez, ¿te han dicho lo distraído que eres?"

Sí. Kyungsoo se encargaba de recordárselo a diario.

Luhan estaba tan absorto en las palabras de Sehun que apenas notó cuando se puso de pie y recogió su chaqueta del suelo, mirando la hora en su reloj de pulsera. Su voz lo regresó a la realidad, "Será mejor que salgamos, se estarán preguntando por nosotros."

"¿Quién es la niña?" Preguntó Luhan con curiosidad.

"Sobrina." Respondió Sehun.

"Oh…"

Hubo un pequeño silencio, y Luhan se dio cuenta de que Sehun estaba esperando por él.

"Vete primero." Dijo, sin intenciones de moverse del suelo. Un destello de alarma pasó de repente por los ojos de Sehun.

"Lo siento, no te pregunté cómo estabas. ¿Te sientes bien? No tienes problemas en caminar? Aquello lo había dicho en broma, no quería hacerte dañ—"

"Estoy bien." Remarcó Luhan. "Sólo que prefiero que salgamos separados, podría ser sospechoso si salimos a la vez. Bueno, lo será de todas formas. Pero es mejor no correr riesgos."

"Nadie pareció notarlo cuando entramos."

"Sehun…" Dijo Luhan, casi con advertencia, y el otro sonrió de inmediato. Era la primera vez que lo llamaba directamente por su nombre.

"Está bien." Se colocó la chaqueta y fue hacia la puerta. Se sonrieron una vez más. “Nos vemos, Luhan.” Dijo y luego salió, cerrando la puerta tras él.

Cuando se vio solo, Luhan dejó caer su cabeza y botó todo el aire de sus pulmones. Podía parecer calmado en el exterior, pero en su interior estaba haciendo piruetas, dando volteretas, rodando empinadas cumbres de pasto verde bajo nubes de algodón de azúcar.

Sehun lo conocía. Sabía de su existencia desde antes.

No supo cuánto tiempo se quedó ahí sentado, reuniendo sus dispersos sentidos, pero finalmente se dio cuenta de que tenía que volver. Con lentos movimientos, se colocó aquel traje de nuevo. Descubriendo que de hecho si se le dificultaba caminar, aunque nada que no pudiera disimular. Antes de irse se aseguró de tomar una de las cajas con pelotas de colores, como excusa por si alguien le preguntaba qué hacía allí.

Naturalmente, Lo primero que hizo cuando salió fue buscarlo con la mirada, pero ya no había rastros de Sehun ni de la niña. Fuera de eso, todo estaba tal y como lo había dejado… excepto por un Kyungsoo ligeramente más temperamental.

"¿Se puede saber qué DEMONIOS estabas haciendo?" Estalló Kyungsoo en cuanto lo vio.

Luhan sonrió, decidiendo ser sincero.

"Estaba jugando con niños malcriados." Contestó.

 

Más tarde en el apartamento, mientras Kyungsoo volvía a recalcar que Luhan estaba baneado para siempre de su cocina, el teléfono de Luhan vibró y él se apresuró a cogerlo. Era un mensaje.

 

"Le pedí tu número a Jongin. Te paso buscando para que vayamos a comer, mándame tu dirección.

Sin disfraces esta vez ;) "

 

En ese momento no se molestó en contener la emoción que explotó dentro de él así que saltó sobre el sofá y gritó a todo pulmón. Allá en la cocina, se escuchó el fuerte estruendo de un plato al romperse seguido del chillido aterrado de Kyungsoo.

"¡¡MALDITA SEA!!! LUHAN!!"

 

FIN

Notas finales:

Apreciaría mucho sus comentarios ^^


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