“Me gustas”
Estaba corriendo como si se le fuera la vida en ello recorriendo los pasillos del set del programa, tenía que salir de allí antes que los chicos terminaran de vestirse para irse juntos a casa. Le había dicho a la asistenta que les dijera que se iba antes para no tener que enfrentarse de nuevo a la mirada de Minho.
“Me gustas”
Aquellas palabras no querían salir de su cabeza, estaba analizándolas buscando el lugar donde se encontraba la broma pero no había sido así, era enserio. No quería coger el ascensor por si les daban tiempo a atraparle en su huida así que bajó por las escaleras de dos en dos hasta llegar al piso inferior unos minutos después, donde salió por la puerta ignorando la despedida del portero y cogió el primer taxi vacío que pasó frente a él recitando la dirección de su casa como una ametralladora.
- Como mande señor- respondió el taxista antes de arrancar.
Estaba sudoroso, jadeando, acalorado y para rematar no le había dado tiempo a recoger todas sus cosas antes de escaparse de aquella forma. Se abrazó a su bolsa de entrenamiento fuertemente mientras hundía su rostro en él, como si de esta manera pudiese bloquear los pensamientos que desfilaban por su cerebro, no deseaba pensar.
Quince minutos después habían llegado a la puerta de su casa, pagó rápido y volvió a correr hacia su cuarto sin mirar atrás en cuanto entró por la puerta de su casa.
- Hijo ¿Ya estas…?- fue lo único que alcanzó a decir su madre antes de verle subir las escaleras de dos en dos.
Cerró la puerta del cuarto y se tiró de bruces sobre la cama sin pensárselo dos veces con las manos estiradas después de dejar caer la bolsa al suelo.
“Me gustas”
De nuevo aquellas palabras aparecían en su cabeza ¿Es que acaso no se había propuesto olvidarlas? No quería pensar en ellas.
“Me gustas”
- ¡¡SAL YA DE MI CABEZA!!- gritó mientras tiraba con fuerza la almohada contra la pared.
Pero no consiguió que saliera de su cabeza, la declaración de Minho lo había tomado completamente con la guardia baja, era algo que no se podía esperar y que lo dijera como si fuera lo más normal del mundo empeoraba completamente su actitud.
Volvió a tumbarse de espaldas a la cama mirando el techo, reconstruyendo mentalmente los años que llevaba con Minho para saber dónde había fallado como amigo para que el ahora insinuase que le gustaba y de nuevo su intento fue completamente en vano.
Finalmente se quedó dormido con lo puesto tras analizar su situación en todos los ángulos.
"-¿Quien se cree que es?
- Solamente porque le escogieron en SM se piensa que es mejor
- Sigue siendo un Don Nadie
- ¡¡CUIDADO!! MIRA POR DONDE ANDAS IDIOTA- le gritó un chico alto con el que casi se choca antes de empujarle contra la pared para que se apartara.
Sintió como su hombro crujía del dolor cuand su cuerpo se empotró contra la pared, como un rayo por su cuerpo el dolor fue expandiéndose por todas partes, se agarró fuerte el lugar donde le dolía mientras se mordía el labio fuertemente el labio inferior para no llorar.
Con la cabeza agachada y la mochila en la espalda se dirigió lo mas rápido que podía a su clase, se puso los cascos con la música alta aunue todavía podía escuchar los insultos de la gente y las risas... aquellas risas que le quitaban las ganas de volver a pisar aquel lugar.
Abrió la puerta de la clase y todos se giraron a mirarle, vió como los chicos se juntaban para murmurar cosas que seguramente fueran sobre él y algunas chicas le sonreían. Bajó la cabeza y se puso la capucha de la sudadera azúl que llevaba para ir avanzando hasta su mesa situada en la penúltima fila de la clase, cerca a la ventana.
Alguien le puso la pierna en medio de su camino y tropezó, con tanta malasuerte que al intentar agarrarse a una silla para no caerse esta también se volcó terminando sobre el.
¡¡PATOSO!!
¡¡IDIOTA!!
¡¡PRINGADO!!
Se encogió sobre si mismo, le dolía el cuerpo de la caida, se había golpeado la cadera y seguramente le haya dejado marca. Quería desaparecer, quería huir, quería morirse...
"Dejarme en paz... no os he echo nada.... por favor... parar... parar ya" pensaba mientras se abrazaba a su propio cuerpo temblando.
¡¡FAMOSO DE PACOTILLA!!
¡¡TE VAN A ECHAR ANTES DE DEBUTAR Y NO SERÁS NADIE!!
" Por favor que alguien me ayude... por favor" gritó su mente. "
- Tae hijo… Tae…- escuchó la voz de su madre bloqueando su pesadilla- soy yo mama levántate.
Como si la voz de su madre fuera un salvavidas a aquel mundo de pesadillas se aferró a el para salir de su sueño y abrir los ojos casi ahogándose. Miró a su madre que lo estaba sonriendo mientras llevaba una bandeja del desayuno y se dio cuenta que todo había sido una horrible pesadilla y que ahora estaba a salvo.
- Es hora de levantarte, el manager ha llamado tenéis ensayo dentro de poco porque en la tarde vais a actuar en un programa.
- ¿Más tarde? ¿Qué hora es?- preguntó buscando su móvil.
- Ya son las diez de la mañana, llevas horas durmiendo hijo.
¿Las diez de la mañana?¿Había estado sumido en aquella pesadilla durante tantas horas? Se frotó los ojos para despejarse antes de extender la mano y agarrar la bandeja que seguís sujetando su madre.
- Gracias- la dijo antes de dejarlo a un lado.
Se metió en la ducha rápidamente antes de volver a desayunar mientras se vestía para ir al ensayo con prisa, no deseaba llegar tarde y tener que aguantar la bronca del manager ni de los chicos por hacerlos esperar.
Pasadas las horas ya estaba frente al edificio de SM, salió corriendo del coche con la bolsa de entrenamiento y se metió en el edificio escopetado. Al llegar a la puerta de la sala de entrenamiento su mano se quedó en el pomo de la puerta petrificada, entonces todo lo que había ocurrido el día anterior volvió de nuevo a su cabeza.
“Te quiero”
“No me jo das ahora mente” pensó soltando el pomo de la puerta.
Intentó retroceder y volver en casa para fingir que estaba enfermo pero en el mismo instante que se giró para irse se encontró de bruces con Cecy la ayudante del grupo. En cuanto Cecy lo vio sonrió.
- Me alegra que vinieras te estábamos esperando- le dijo sin esperar su respuesta abrió la puerta- Chicos Taemin ya está aquí, podéis empezar ahora- gritó.
Cerró los ojos para que la furia contenida no saliera y sus mejillas rosadas no se notaran lo suficiente como para delatarlo. Tomó aire y se metió dentro de la sala para encontrarse cara a cara con Minho y Key que estaban practicando los pasos del baile frente al espejo.
Cuando entró ambos dejaron de ensayar y se giraron a mirarle, sus ojos se toparon con los de Minho y el color rosado de sus mejillas se volvió tan rojo que sintió que quemaba, volvió a apartar la vista.
- Siento llegar tarde- dijo mientras se acercaba al sofá negro de la sala para sentarse.
- No pasa nada- respondió Key acercándose – ayer te marchaste rápidamente después del concierto ¿Se puede saber a dónde fuiste?- le preguntó.
“A un lugar donde esconderme” respondió su mente.
- Mi madre me llamó para algo urgente en casa, lo siento- mintió mientras sacaba las zapatillas de la bolsa para ponérselas.
Intentaba realizar cualquier acción que no conllevara tener que mirar a Minho a la cara porque podía sentir que la mirada de Minho si estaba clavada en el.
- Bueno entonces no pasa nada, los demás bajaron a la cafetería ahora cuando lleguen seguimos- le soltó alejándose de nuevo para el espejo.
Taemin respiró aliviado mientras se ataba los cordones, no más preguntas que responder.
- Mentiroso- escuchó decir a Minho.
El corazón comenzó a palpitarle fuertemente y tuvo que morderse el labio inferior para que los nervios no se le notaran. Minho se fue acercando a el hasta estar de frente y se agachó hasta su altura, pero Taemin tenía la mirada fija en los cordones de sus zapatillas fingiendo no hacerle caso.
- Digamos que más bien te escapaste- le dijo en voz baja – huiste de mi-.
Taemin apretó aún más fuerte los dientes que aprisionaban su labio inferior, era verdad que huyó y aún más cierto que en estos momentos tenía ganas de huir también ¿Es que acaso Minho no tenía vergüenza? ¿Cómo podía decir aquello como si nada?
Terminó de atar los cordones y se levantó rápidamente para irse al espejo a ensayar con Key pero entonces Minho le agarró de la muñeca y acercó sus labios hasta su oreja.
- Voy a esperar mi respuesta- le susurró con una sonrisa.
Taemin sacudió la mano para que Minho lo soltara sin poder mirarlo porque todavía sentía el calor abrasante de sus mejillas.
- Solo intentas molestarme y no tiene gracia- le respondió a Minho alejándose hacia el espejo.
Minho lo vio irse completamente rojo y no pudo evitar sonreír, estaba monísimo cuando se sonrojaba, pero lo mejor era que ni el mismo se había dado cuenta que no lo había rechazado todavía eso era buena señal.
Ya llevaba demasiados meses enamorado de su amigo y el día anterior sin poder evitarlo mas tiempo se le confesó. Al principio pensó que se moriría tras decir aquellas palabras pero en cuanto fluyeron de sus labios se dio cuenta que era de verdad lo que quería, quería decirle a Taemin que lo quería y deseaba que él lo acepte. Taemin controlaba sus sentimientos, si estaba contento el también, si se cabreaba el también, si estaba triste algo dentro de él se moría por hacerle sonreír y por eso quería tenerlo junto a él sin importarle lo que opinara el resto.
Minho se colocó al lado de Taemin para los ensayos sin darle opción a huir de el, sabía que así era Tae, siempre que algo lo molestaba o sentía presión huía de ello, pero esta vez el le mostraría que no tenía por qué huir de él y si hiciera falta lo seguiría hasta el mismísimo infierno.
El resto llegó de la cafetería y se pusieron a ensayar durante horas hasta que sus cuerpos les impidieron seguir más dejándoles tirados en el suelo empapados en sudor.
- Buen trabajo chicos- dijo Cecy mientras entraba en la sala – me ha dicho el manager que mañana tienen que viajar para hacer un contrato con una empresa de instrumentos y base por lo que vais a tener unos días de relax.
- ¿De verdad?- gritó Onew levantándose de un golpe.
- Verdad- respondió Cecy.
- Chicos vamos a comer a el restaurante nuevo que abrieron- gritó Onew hacia sus amigos.
Taemin no tenía energías para salir a comer con los demás y aún menos humor para hacerlo. Minho no se había separado de el en ningún momento y había aprovechado el ensayo para tocarlo… lo había abrazado, acariciado y manoseado, si no fuera por la confesión no se hubiera preocupado porque casi siempre los ensayos eran así pero…
“Maldito seas Minho” pensó ruborizándose mientras su mente divagaba en lo extraño que se había sentido.
Se levantó despacio para acercarse a la silla y recoger sus cosas sin decir nada. El resto se quedó mirándolo mientras se movía.
- ¿No vas a venir?- le preguntó Jonghyun
- No tengo ganas, tengo cosas que hacer en casa- respondió suspirando.
Al final podía alejarse de Minho y relajarse en su casa como es debido.
- Pero tio… ¿De verdad no vas a venir? Me han jurado que la comida está buenísima- le gritó Onew.
- De verdad no me apetece, otro día será- respondió.
No esperó a que siguieran atosigándolo y salió volando por la puerta para su casa con el miedo que Minho lo siguiera para insistir en la misma tontería de nuevo.
Llegó a su casa y se metió de nuevo en su cuarto, se quitó la ropa y metió bajo la ducha para dejar que el agua llevara sus preocupaciones. No podía comprender por qué se ponía de ese modo, no era la primera vez que un chico se le declaraba, de pequeño de vez en cuando le confundían con una chica y pasaban cosas como esta, y en otras ocasiones lo hacían porque querían molestarlo y meterse con él. De nuevo los recuerdos del pasado vinieron a su mente y para pararlos giró el grifo a la zona de agua fría.
Se había duchado y vio una peli y miraba por la ventana a la gente pasar mientras el sol se iba poniendo.
“Los chicos deberán estar pasándoselo genial” pensó triste.
Entonces como si sus palabras fueran un conjuro la puerta se abrió y Minho apareció en el dejándolo completamente petrificado.
- ¿Qué haces tú aquí?- le gritó levantándose de golpe.
Minho sonrió y levantó la bolsa que llevaba en la mano.
- Te traigo algo de la tienda ya que no quisiste venir con nosotros- le respondió mientras cerraba la puerta y se acercaba a la mesita.
- No tengo hambre- respondió Taemin.
- No pasa nada, lo tendrás, pero seguro que no comiste nada desde que llegaste-
“Mierda” le gritó su mente.
Era verdad, se había olvidado completamente de comer desde que llegó a casa, estaba tan centrado en pensar cosas sin importancia que su mente se había ido por completo. Quiso protestar y negar las palabras de Minho pero en ese instante su estómago rugió al mirar la comida que iba sacando Minho.
- Tu madre me dio los cubiertos, no seas testarudo y come algo- le dijo sentándose frente a él y extendiéndole los palillos.
Taemin se quedó mirando los palillos mientras dudaba.
- Si sigues mintiendo que no tienes hambre tendré que darte de comer yo mismo- le amenazó.
Agarró los palillos que Minho le ofrecía rápidamente y cogió lo primero que vio. Sus mejillas se habían vuelto rosas de nuevo y esperaba que comiendo se disimulara un poco que estaba avergonzado y quería desaparecer del planeta tierra en ese momento.
Probó el primer tupper que contenía fideos y le gustó tanto que se lo terminó enseguida, luego el pollo cayó enseguida, estaba tan hambriento que la presencia de Minho desapareció durante uno instantes en su cabeza hasta que levantó la vista de nuevo y se lo encontró mirándolo fijamente con la barbilla apoyada en las manos y sonriendo.
- ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?- se molestó.
- La verdad que sí... te has manchado deja…- iba a decir Minho.
- ¡¡NOO!!- gritó Taemin alejándose de el mientras agarraba fuertemente la comida – Esto lo he visto en muchos Doramas, tu mientes que tengo una mancha cerca el labio para luego seducirme y besarme, así que ni se te ocurra, estate quieto o te echo de mi casa – le dijo mirándole con una mirada asesina.
Minho se echó a reír al ver la expresión de Taemin, una mezcla de miedo y confusión. Pero.. ¿Por qué diablos seguía resultándole tan terriblemente encantador? No sabía por qué quería molestarlo, quería ver todas sus emociones, no solamente las de amistad que les mostraba a todos, quería aquellas emociones que solamente muestras a tu pareja.
- ¿De qué te ríes?- le preguntó Taemin – No tiene gracia Minho.
- Me rio porque al menos ya reconoces que de verdad intento seducirte y no es una broma- le dijo.
Taemin quería matarlo por burlarse de él y aún más por la vergüenza que negaba a abandonarle ¿Y ese era el que consideraba un buen amigo?. Se le habían quitado las ganas de comer y dejó el tupper con los palillos en la mesa y se limpió la boca con una de las servilletas que había dentro de la bolsa.
- Ya estoy lleno- le dijo mirando a otro lado – ahora quiero estar solo.
- Mmmm… está bien- respondió Minho levantándose de la silla- pero…-
Taemin se giró para mirarlo ir y se lo encontró justo frente a el con su nariz a escasos centímetros del suyo.
- Gracias a ti me di cuenta que de verdad quiero besarte ¿Puedo?- le susurró mirándole a los labios.
El cuerpo de Taemin tembló al escuchar aquellas palabras dichas tan lentamente que parecían acariciar su piel, por milésima vez aquel día su cara estaba ardiendo.
- Deja de decir tonterías y lárgate- respondió.
- De acuerdo me voy – dijo alejándose el Taemin y permitiendo que este consiguiera respirar al fin. Cuando llegó a la puerta se giró a Taemin – A la próxima no pediré permiso-
Tras eso cerró la puerta.
“Te voy a matar si lo haces” pensó ruborizado al verlo desaparecer tras la puerta.