Siento tu respiración contra mi pecho desnudo y poco a poco puedo escuchar como tu corazón se tranquiliza.
Amo verte de esta forma; tu rostro sereno y completamente a mi merced.
Te acurrucas más a mi lado y me abrazas pasando un brazo por mi cintura. Entonces me pongo a observar tu delicado rostro. Tu pálida piel reluciente bajo la poca luz de luna que entra por la ventana, tus perfectos labios que me incitan a besarlos cada vez que los veo, tu flequillo castaño que ahora se pega a tu frente por el sudor que emanaron nuestros cuerpos. Eres perfecto para mi.
Entonces recuerdo que esta será nuestra última noche juntos y la nostalgia me abruma. No quiero llorar, no quiero que veas mis lágrimas caer, pero es que realmente siento que mi corazón se rompe al recordar lo que estoy a punto de hacer.
Aún así se que aún me queda esta noche, en que puedo dormir con el perfume de tus cabellos impregnando mis fosas nasales, haciendo que tu olor se quede grabado en mi memoria de la misma forma en la que se gravo cada parte de tu cuerpo.
Se que soy tu dueño, pero eso muy pronto se va a terminar...
Justo cuando creo que ya has caído dormido te apegó más a mi cuerpo en un intento desesperado por sentirte, por sentir que aún estas aquí y beso tu frente. Te he dicho muchas veces que te amo, pero la siguiente vez que lo haga será la despedida; es por eso que cuando terminamos de hacer el amor no te lo dije, aún no quiero decir adiós.
Y como si pudieras leer mi mente suspiras en ese momento y aún sin abrir los ojos tu lo dices.
-Te amo...- susurras con una voz dulce
-Vinnie...- añado yo mientras tu diriges tu mano hacia la mía entrelazando nuestros dedos y abres tus ojos, haciendo que me pierda en ellos una vez más.
-¿Cuando te irás?- me preguntas. Y yo se muy bien que estas haciendo un esfuerzo enorme por no ponerte a llorar.
-Mañana...- respondo yo y tu simplemente asientes y apartas la mirada. Se que te estoy haciendo daño, se que algún día me odiarás, pero justo en este momento estoy haciendo lo que debo hacer.
-¿Prometes que no me olvidarás?- aquella pregunta la susurras por temor a mi respuesta. Se que no te olvidare, te haz grabado en mi corazón de una forma indeleble.
-Jamás podría olvidarte...
-¿Prometes que me amarás siempre?- me interrumpes y fórmulas una nueva pregunta que no puedo contestarte la manera que tu estas esperando.
-No puedo jurarte amor eterno Kevin. Pero justo en este momento puedo decirte que mi corazón es sólo tuyo- siento como tu respiración se agita, tu intentas controlarla para que no me de cuenta, pero es muy tarde se que estas llorando y mi corazón se rompe un poco más. Levanto tu rostro, obligándote a mirarme y veo el preciso momento en que una lágrima se escapa de tus ojos.
Entonces se que por más que retrase el momento, este ha llegado.
-No sigas...- me pides en un intento desesperado, a sabiendas de lo que sigue
-Te amo Kevin- murmuro sin hacerte caso- te amo, pero una vez que me valla esto no podrá continuar.
Siento que tu respiración se corta y muerdes tu labio para evitar que sollozos se escapen de tu boca. Y aún después de estas palabras y del dolor que te estoy causando se que no me odias. Cierras los ojos con fuerza y más lágrimas salen de ellos, dejando un camino salado a su paso. Después de unos minutos te tranquilizas lo suficiente y haces un esfuerzo para que tu voz no se quiebre.
-Supongo que esto es un adiós kibum. Mañana por la mañana volveremos a ser amigos, tal como lo éramos hace un año, pero esta noche no me apartes de tu lado- me pides y yo paso un brazo por tu cintura, sintiendo tu tersa piel erizararse bajo mi toque.
-Enamórate te alguien más cuando me valla. No esperes a que regrese, por que tal vez nunca lo haga- No respondiste. Sólo te acercaste a mis labios y me besaste delicadamente. No se como haré para vivir sin ti, pero tengo que intentarlo.
Esta noche, lo último que vi antes de caer profundamente dormido, fueron tus ojos y estoy seguro que jamás lo olvidare.
A la mañana siguiente suspiro al saber lo que se avecinaba. Busco tu cuerpo al lado mío, pero me sorprendo al darme cuenta de que no estas aquí.
Abro los ojos y me recuesto en tu almohada, aspirando tu olor.
Muerdo mi labio cuando me doy cuenta de que las lágrimas se han juntado en mis ojos, así que me levanto rápidamente y me meto a la ducha.
Tengo un boleto de avión a Japón dentro de tres horas. Después de eso mi hermano me estas esperando para acompañarme a donde debo ir.
Después de salir del baño, me visto y me aseguro de que mis maletas llevan todo lo necesario, aunque se que la mitad de las cosas que llevo ni siquiera las necesitare.
Me veo en el espejo y me doy cuenta de que en mi dedo anular sigue el anillo... Aquel anillo que tiene un gemelo, un gemelo que sigue en tu mano.
Por un segundo siento mucho no poder cumplir mi promesa, pero no quiero arrastrarte conmigo.
Me planteo dejarlo ahí para que tu te lo quedes, pero necesito algo que me recuerde que nosotros fuimos reales.
Salgo de nuestra habitación con la cabeza gacha y me encuentro con Xander. El es el único que sabe por que me voy realmente, el también se va de la banda, así que me deja tranquilo saber que no podrá decirte nada.
-Xander yo...
-Eres un idiota Kibum- me dice con lágrimas en los ojos- pero se que esto es lo mejor. No se como se lo tomaría Kevin si lo supiera...
-Hyung prométeme que no dirás nada de esto a nadie- entonces Xander me abraza y asiente con la cabeza
-Eso no tienes ni siquiera que mencionarlo. No se lo diré a nadie- entonces mi Hyung se separa de mi y me regaña una de esas sonrisas que el siempre porta.
Soohyun y los demás me acompañan al aeropuerto, pero no vienes tu. Eli me dice que tu le dijiste que debías ir con tu hermana a algún lugar, y que ya nos habíamos despedido. Asiento y miro por la ventana. Podría jurar que en este mismo momento estas llorando.
Los chicos, a excepción de Xander, nunca supieron de la relación que tu y yo llevamos, pero estoy seguro de que después de esto ya no les quedará duda alguna.
Ahora estoy a pocos minutos de abordar el avión. Me despido de aada unos de los chicos.
A Soohyun le pido que siga siendo un buen líder, como hasta ahora, a Kiseop le pido que siga siendo tu mejor y que no te deje por ningún motivo, a Dongho le pido que siga siendo el chico dulce y tierno que siempre te la pasas protegiendo y que por esta acción te llama Omma.
Y por último a Elison... A él le pido que te cuide ahora que yo ya no estaré. Se que esta enamorado de ti y se que por esa razón te cuidará.
Xander dice que me alcanzará en Japón en unos días y yo le prohibo que me busque allá. No quiero que ni el ni nadie me vea así.
Entonces entra tu llamada.
No quiero responder, pero necesito escuchar tu voz una vez más.
-¿Vinnie?- susurro a mi teléfono.
-Kibum... Yo... Lamento no haber podido ir a dejarte al aeropuerto... Tenía... Tenía cosas que hacer- no escucho ningún sollozo, pero por el tono de tu voz, se que haz llorado.
-No te preocupes...
-Que tengas un bien viaje Kibum- y sin dejarme decir algo más, cuelgas.
-Te extrañare...- susurro aunque se que ya no me escuchas.
Y se que en cuanto aborde el avión ya no habrá marcha atrás. Tengo el tiempo contado, no hay manera de que nadie me salve, pero yo aún puedo evitarte este dolor.
No me voy por que no te ame Kevin, si no por el contrario, me voy por que te amo demasiado y no quiero que tu llores por mi muerte.
Por qué es una maldita enfermedad la que nos separa para siempre amor mío.
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