Prólogo
Se quitó la camisa que cubría sus anchas espaldas, de un tono pálido bajo los rayos platinados que ingresaban por la ventana. La forma de sus omóplatos sobresalían notablemente, y una línea honda bajaba hasta sus caderas. Los cabellos rubios cenizas que poseía tomaban una tonalidad casi blanquecina, resaltando el color negro de esos ojos que al mirarlo lo conducían al más grande abismo.
—Jess.
El pequeño sobre la cama salió por un momento de sus ensueños al escuchar esa voz gruesa decir su nombre.
—S-sasha.
Tomó asiento a su lado y hundió la mano sobre sus cabellos castaños. Jess se doblegó ante el contacto frío de esos dedos que le erizaban la piel.
La estrecha cabaña donde estaban se mecía bajo los aullidos estrepitosos del viento golpeando las paredes. Una fuerte borrasca se avecinaba. Pero ellos allí dentro tenían su propio universo de colores, con una impermeabilidad tal que nada a su alrededor podía despertarlos de ese sueño, que ambos compartían sin la necesidad de dormir, tan sólo al verse a los ojos ese sentimiento emergía en ambos, conduciéndolos a una dimensión más allá de los prejuicios, de los celos, de las dudas… más allá de todo, eran ellos dos contra el mundo.
—La noche está gélida—murmuró el de cabellos claros, pasando con disimulo el brazo tras los hombros de Jess. Le pellizcó una de sus mejillas sonrosadas, robándole así una sonrisa— ¿Por qué tienes esa carita?
—E-es que…—se tropezó con sus propias palabras al sentir esa mirada sosteniéndole tan fijamente la suya. Sus ojitos azules temblaron de la confusión cuando el mayor recortó la distancia entre ambos y se detuvo a pocos centímetros de su boca— S-sasha…
—No hables —alzó la mano hasta rozar su rostro suavemente y acercarlo al suyo. El tono de su voz era tan sutil como el pétalo de una rosa— No esta noche.
¿Qué define el grado de pasión de dos amantes? ¿Es acaso posible? ¿No es quizás una medida inconmensurable, tan destructiva como las llamaradas del fuego, que los consume hasta convertirlos en cenizas?
Sasha acercó a Jess con un golpe suave, y unió sus labios en un ademán lento, casi tortuoso. Podía sentir su lengua cálida recorriendo cada sitio de su boca, conquistando su interior sin ni siquiera detenerse a respirar en el acto. El sabor de su saliva era tan dulce como el néctar de la miel.
Fue reduciéndolo sobre la cama, sin dejar de hundir los dedos en la nuca del menor, sintiendo la suavidad de esas hebras castañas entre sus yemas. El pecho de Jess subía y bajaba agitadamente. Sus pequeñas manos tiritaban al tocarle la espalda, se aferraban trémulas sobre los hombros de Sasha.
Él es tan pequeño, tan frágil entre mis brazos. Quisiera tomarlo y jamás dejarlo ir. Protegerlo de todo, hasta de mí mismo. Ser su guía, su compañero, la persona en la cual siempre a pesar de todo, aunque el mundo se caiga sobre sus hombros, indiscutiblemente pueda confiar. Quiero ser el único que le arranque los suspiros, el único que conozca la forma tan tierna que se dilatan sus ojos azules cuando lo beso.
Él es grande, es fuerte, es decidido, es cálido, es dulce… él lo es todo. Puede reducir mi corazón en un puño con una de sus palabras, y luego hacerlo cabalgar como loco cuando se acerca y me toma desprevenido, cuando es ágil y acechante como una fiera. Él es cambiante, pero infinitamente siempre hará lo imposible por hacer que mi alma siga clamando su presencia.
Temo perderlo. Somos tan opuestos. Él es seguro de sus actos, capaz de engendrar la más bella de las sonrisas incluso cuando todo se derrumba a su alrededor. Él podría vivir sin mí… pero yo no podría vivir sin él.
Temo espantarlo. Es difícil de predecir. Un día puede amarme, y luego tan sólo ignorarme. ¿Cómo saber que nunca dejará de decir mi nombre de esa forma tan dulce saliendo de su boca?
Con el tiempo aprendí a comprenderlo, a esperarlo. Porque aunque seamos de mundos totalmente opuestos…
Aunque él ame la noche y yo el día, aunque sea impredecible como la marea fiera de una noche borrascosa, aunque muchos digan que un amor tan puro jamás podría dar sus frutos…
Definitivamente, a nosotros dos…
~Nos une la misma luna~
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