Las rosas son rojas
Las violetas son azules
Te quiero muerto,
Te mataré.
-Un poema por Do Kyungsoo, siete años.
Ah, Kim Jongin, ¿Por dónde comienzo?
Kim. Jong. Jodido. In.
En resumen, estoy planeando su muerte mientras hablamos.
¿Qué quién soy?
Soy Do Kyungsoo
¿Qué por qué quiero matar a este bastardo, Kim Jongin?
¿Debería sacar mi lista?
~Doce años atrás~
-“¡Hey, miren todos, cabeza de dodo se orinó en sus pantalones!”- Un chico de cinco años chilló, luego de derramar agua sobre mis pantalones nuevos.
Este chico era Kim Jongin o como todos llegaron a llamarlo, Kai.
Me quede ahí, mortificado. Todos se reían de mí mientras trataba de frotar mis pantalones los cuales se estaban poniendo cada vez más incómodos. No podía imaginarme, el porqué este chico había empezado a agarrárselas conmigo. Todo empezó, al comienzo del kinder dos meses atrás.
Apenas entre al salón en ese fatídico día, lo vi seleccionarme. Pude ver la sonrisa siniestra que curvo mientras observaba a su presa. Esa presa era yo.
¿Y cuál era el deber de este predador?
Hacer mi vida un infierno por 12. Putos. Años.
~ Diez años atrás~
De alguna manera este cretino logró entrar a la misma primaria que yo. Estaba en mi asiento dibujando un cachorro, cuando Kai se me acercó. Yo lo fulminé con la mirada, preguntándome con que payasada saldría hoy.
Ayer fue el día de “Esconde la mochila de Kyungsoo”. Anteayer fue el día de “Pone una cucaracha en los pantalones a Kyungsoo”.
-“¡Hey, Kyungie!”- me saludó, con su característica sonrisa de suficiencia.
-“No ahora, Jongin”- Le advertí, queriendo terminar mi cachorro.
Lo estaba dibujando para el cumpleaños de mi mamá.
Estaba
-“Ah, ¿Qué estás dibujando?”- instigó, cogiendo el inocente papel de mi escritorio.
-“¡Jongin!, déjalo”-
Lo agito sobre mi cabeza de forma provocadora.
-“¿Dejar qué? ¿Dejar de ser tan genial? Bueno, primero que nada, eso es imposible. Segundo…”-Rompió el papel en dos y yo estallé.
-“¡Yah! ¡Eso era para mi mami!”- rompí en llanto y la profesora inmediatamente corrió a mi lado.
Un poco demasiado tarde.
-“¿Qué pasa?”-
-“¡J-jongin mato a mi cachorrito!”- apunté al culpable, sabiendo que la justicia prevalecería.
-“¡No lo hice! Profesora ¡Kyungsoo está mintiendo! Él, sólo esta triste, porque su perro murió”- ni siquiera tenía un perro. Me refería a mi dibujo.
-“¿Podrían los dos parar? Kyungsoo, voy a contactar al asesor para que los dos puedan hablar sobre tu cachorro muerto.”-
~ Cinco años atrás~
-“¡Jongin! ¿Dónde está mi ropa? ¿Dónde la pusiste?”- estaba cabreado, tuvimos natación y ahora no tenía ropa con que cambiarme.
-“Es Kai, pero hyung, no sé de qué estás hablando.”- Fingió inocencia, el muy bastardo.
-“¡Jongin! Te voy a acusar”- fui donde mi profesor de gimnasia, de secundaria.
Irrumpí en la oficina, seguro de que me creerían esta vez.
-“¡Sr. Lee! Jong-“-
-“¡Kyungsoo-hyung! ¡Encontré tu ropa por ti! Estaban en las duchas por alguna razón.”- Kai entró corriendo, luciendo afligido.
Debería ganar un premio por el mejor actor del mundo porque ese profesor de gimnasia le creyó.
-“Pe-“-
-“¡Yah, Kyungsoo!”- agradécele a Jongin y anda vestirte. Hace bastante calor así que se secará. Encontraremos al sospechoso otro día.”- Mi confiable profesor de gimnasia me aconsejó.
Mis hombros cayeron mientras me tiraba encima la ropa, que se pegaba a mí como adherente.
-“Nos vemos, hyung.”- Me guiñó Jongin y yo apretaba mis dientes. El odio quemando como fuego.
Solo sigue agregando leña puto enfermo.
~Un año atrás~
-“¡Estamos en la misma clase! ¡Este va a ser un gran año!”- La sarcástica, sádica serpiente silbó, haciéndome querer romperle el cuello.
Estaba a punto de decir algo pero la profesora entró tumbando por la puerta, al mismo tiempo que la última campana sonó.
-“H-hola clase, soy la Señorita Suh”- Hizo una reverencia -“Bienvenidos a la preparatoria, los de primer año. Vamos por la sala presentándonos, uno por uno. Empezando contigo”- Apunto a Kai.
-“Hola, Soy Kim Jongin pero me pueden llamar Kai. Me gusta tomar largos paseos por la playa y también me gusta la piña colada, virgen por supuesto, oh, y perderme en la lluvia. Este de aquí es mi amigo gay, Kyungsoo a quien le gusta que le den por el trasero y teñirse el cabello. Todos acéptenlo, por favor.”- El me apuntó e inmediatamente toda la atención estaba puesta en mí.
Mi cara paso de pálida a roja en cuestión de segundos. Todos se doblaron de la risa y yo quería morirme ahí mismo.
Dios, ayúdame.*
-“¡Suficiente! Así que tú eres Kyungsoo?”- La Srta. Suh señalo hacia mí y yo asentí.
-“No, a él le gusta ser llamado B.O. o algo así”- Kai interrumpió con una sonrisa.
D.O. no B.O.
-“¿B.O.?”- todos estallaron en un ataque de risitas nuevamente y ahí fue cuando supe que necesitaba acabar con esto.
De ahí en adelante, supe que mi paso por la preparatoria iba a sufrir si no eliminaba mis obstáculos.
Empezaré con Kai.
~ Presente~
-“Como alumno de segundo año, juro hacer la vida de Kim Jongin un infierno antes de asesinarlo de la manera más creativa posible”- Una de mis manos estaba sobre el libro “1.000 Métodos de Tortura” mientras la otra estaba alzada. Palma de frente a la pared.
Esto era mi rutina diaria. Me despertaría, realizaría mi voto, vestiría, lavaría los dientes, escribiría un poema e iría a la escuela. Ya no tenía tiempo para el desayuno porque usaba ese tiempo para leer mi libro o escribir un poema.
¿De que trataban mis poemas?
¡Matar a Kai, por supuesto!
Comencé escribiéndolos a la tierna edad de 6 años. Después de mi traumática experiencia en kinder, una tormenta ha estado creciendo dentro de mí. Ahora era tiempo de liberarla por toda la cara de Kai.
La perra no verá lo que está por venir.
Verás, todo este tiempo he estado tomando toda su mierda con los brazos abiertos. Okay, no realmente pero no he peleado de vuelta, no, eso sería muy fácil. Tengo que usar esto para mi ventaja. Él me ve como un blanco fácil pero no más. Lo castraré y mantendré sus pelotas sobre mi repisa. ¿A quién le importa si sueno como un psicópata? Si tengo sus pelotas, él seguramente sucumbirá a mi voluntad. El tomará todo como un chico bueno, como yo lo he hecho por los pasados 12 años.
Cuando entré en esta preparatoria, respiré el aire saturado y sonreí.
Este va a ser mi año.