Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Back In The Storm [GTOP] por LoveFujoshi

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Atrápame como resfriado en una nevada, atrápame como las hojas de primavera, como tus labios sobre los míos y deléitame con los hoyuelos de tus mejillas al sonreír, mírame como todas las mañanas en que salíamos a pasear sin importarnos el extraño comportamiento de la gente hacia nosotros, mírame de la forma en como lo hacías hace un tiempo atrás, con amor, desbordando la atracción mutua, hazme tuyo como la infinidad de veces que nos entregamos en cuerpo y alma sin preocuparnos los demás, vuelve a casa, es lo único que pido, mi corazón resuena tantas veces dentro de mí que no soporto el dolor que provoca, es tan opaco el sentimiento  que estoy a punto de olvidar el cómo amar.

“1…2…3 ¿porque me dejaste?

Extraño tus abrazos y tu olor

Una vez más 4…5…6 empiezan a caer lágrimas…

Extraño tu olor que me abrazó

Tú dijiste que eras para mí…

Me mentiste, empezaste a ser más frio conmigo, ¿porque?”

                                                                                                                                                                                

Sólo me ilusionaste y te marchaste. Tu ‘’Lo siento’’ en aquel escrito no significa nada para ti ni para  mí… Bueno, solamente que de verdad no me amaste, pero por favor, vuelve a mí, lo sé, estoy muy loco.

Cada trazo, cada línea y símbolo que marco en este papel está dedicado a ti, tu nariz tan refinada y tus labios… los labios que tantas veces logré besar, aquellos ojos negros…

Abro los ojos y te tengo frente a ti, la luz que entra por mi ventana me brinda tu reflejo, mi corazón se acelera mucho más y acerco mi mano, pero, ya no estás, ese sentimiento no me abandona, mis ojos se abren el doble y caen las lágrimas mas amargas que jamás haya derramado, por mi mente pasan todas las imágenes de ti y de mí… juntos.

“… Hey! Seung, ¿Dónde estás? - Gritaba Ji-  no es broma, ¡devuélveme mis pinturas y mi estuche! –Pronunciaba mientras hacía pucheros, los cuales admiraba con anhelo Seung en alguna parte de la habitación oscura-  … aissh… Ya Seun---Ah!! ¿Pero qué? – unos fuertes brazos y los labios más bellos lo atraparon impidiéndole el alejarse- Vamos Ji, no te molestes- lo besó con delicadeza- mejor ven, vamos a que me pintes- lo sostuvo de la mano y un enamorado Ji Yong seguía a otro tonto enamorado hasta el estudio, sonriendo como verdaderos estúpidos-  …”

“… No comprendo como el amor nos transforma…”

“… El amor nos transforma porque si no lo hiciera, nadie en el mundo sería feliz…”

“… Seung…”

“… mmm? …”

“… ¿Qué es el amor? …”

“… Es lo que yo siento por ti…”

 

--¿Por qué?, porque te has ido lejos

Vuelve a casa ¿puedes volver a casa?

No me dejes en este mundo frio, vuelve a mi lado

Vuelve a casa ¿puedes volver a casa?

Mi dolor me está empujando hacia atrás y

Todavía estoy esperando a que te guste--

 

Un relámpago iluminó todo el lugar, decenas y decenas de retratos, todos de él, infinidad de temas y colores, combinando esto y aquello con tal de resaltar lo guapo y sexy que era Seung, aquella seductora mirada, aquella sensación, la sensación de deseo y amor primerizo, porque sí, lo recordaba perfectamente, lo conoció en una de las exhibiciones que realizaba en el centro, mientras él explicaba, observaba como un hombre de rasgos tan varoniles evaluaba una de sus pinturas, la de él mismo, Ji se había auto-retratado, exagerando un poco los destellos para así lucir más apuesto, estaba contento, aquella “obra” llamaba mucho la atención y había sido un éxito rotundo que hasta la mayoría de personas que se acercaba a ella quedaban asombrados y le preguntaban qué presupuesto tenían, pero él no quería vendérsela a nadie, o eso tenía planeado hasta que ese hombre se acercó y además de pedirle el costo, le pidió su número telefónico.

Quedó flechado, aquel hombre era de un alto rango social, con aspecto serio y duro, con aspecto de nunca sufrir una decepción o  sentir que es la tristeza, un hombre llamado Seung.

.. Los edificios cayendo mientras la tormenta torrencial acechaba a todo Seúl, no dejaba de llover, y un Ji Yong apresurado, tratando de alcanzar a aquel ser viviente que minutos atrás había tomado rumbo en su auto hacia Busan, se estaba yendo. 

"... -¿Qué no entiendes, que ya no te quiero? Mas bien... Escúchame bien, JAMÁS TE QUISE, simplemente fue la curiosidad de saber cómo era el estar con un pordiosero como tú, JAMÁS JAMÁS, alguien de mi talla va a estar con alguien como tu"...

 …

Odiaba tantas cosas de Seung, pero su amor sobrepasaba cualquier detalle como esos. Le amaba incondicionalmente…

….

Pero ahora as lo que tienes que hacer

Te odio por no responderme nunca

Me pregunto a veces por ti, pero luego se me olvida

Estoy atrapada en un tiempo sin ti

No puedo mirar hacia delante, estoy muy asustada

Hay demasiados días que están sin terminar

….

Abre los ojos apresuradamente mientras siente aquel frío líquido recorrer su cuerpo, estaba sudando, sudando tan frío que se sentía morir, nunca en su vida le habían hecho eso, y fue cuando las lágrimas amenazaron con salir despreocupadas, necesitaba respirar, se sentó en su cama, observando toda la oscuridad a su alrededor, la soledad que emanaba había hasta marchitado aquella preciosidad de margarita que se encontraba cerca del lugar donde se quedaba... Él... Otra vez él, todo le recordaba a él, los niños le recordaban a sus actitudes, los adultos a sus acciones y pensares, el agua le recordaba lo tan sincero y transparente que era él, los arboles le hacían recordar su frescura, el viento le recordaba lo bien que su compañía le hacía, el sol le recordaba aquella lección que le enseñó "El sol, a pesar de estar lejos de la Luna, la sigue amando, esperando el tiempo que sea necesario para reencontrarse de nuevo", la Luna y su alrededor le recordaban la profundidad de los ojos de Seung y el brillo que emanaba... No podía estar tranquilo. Se llevó las manos al rostro, y sollozos comenzó a escuchar de sí mismo, lloraba y lloraba desconsoladamente, lo amaba y estaba seguro que el otro le correspondía pero, algo había y no estaba seguro de ello, pero, cabía la posibilidad de que fuera... Su padre.

Seung era importante, reconocido por  así todo Corea en internacionalmente también, no había tenido relación por mucho tiempo y que un día llegue con un pintor de la zona centro diciendo que son novios, no cabían. Nadie se lo imaginó y menos pensó en la imagen que su "suegro" mostraría al enterarse de aquello.

……

Las piernas le flaqueaban, quería y necesitaba aquellos susurros y suspiros, que le besara de la forma tan dulcemente sensual, sólo como él sabía, pero, solamente le quedaba rezar, día tras día, semana tras semana, mes por mes, año por año, contar los segundos, minutos y horas en que el otro tardaría para regresar.

Admiraba a las personas que tardaban años en reencontrarse y al final quedaban juntos y terminaban con finales felices, típico, un cuento de Adas, Ji a pesar de atraer a tantas personas, hombres como mujeres nunca se fijó en ninguno, solo se asomaba por las persianas de la vitrina esperando ver regresar a su amado, el amado que nunca llegó.

Vuelve a casa ¿puedes volver a casa?

Mi dolor me está empujando hacia atrás y

Que todavía estoy esperando a que te guste

Pero ahora as lo que tienes que hacer

 

Lo único que queda aquí es tu sombra

Mi anhelo por ti me tortura más que mi soledad

Parece que puedo captar el sonido de tu risa

Pero los momentos se dispersan como un castillo de arena

Las tormentas al parecer eran un símbolo en su historia, cuando llovía, siempre pasaba algo significativo, o por lo menos que le marcara su vida, aquellos días de tormenta le recordaban lo bien que lo había pasado con Seung y también el día en que este lo abandonó, después de dos años de su abandono un paquete llegó a su local, él era un fanático de los regalos, le encantaba la sensación que tenía al abrir uno, por lo que no se detuvo a pensar siquiera quien lo había mandado.

Espero y sepas cuál es tu lugar, él no regresará” Una nota, una fotografía y un sobre que contenía dinero… Su corazón se hizo añicos cuando en la imagen visualizó a Seung y a la famosa actriz del momento, tomados de la mano, sonriendo, con unos anillos, él en traje, ella en vestido, un sacerdote al fondo, al aire libre, al lado de un árbol, sobre una montaña, aquella montaña, donde fue su primer beso…

….

“… “Espero y te encuentres bien mi elegante pintor, que te parece un descanso, te veo frente a la Catedral de Myeongdong a las 6:00 pm, ok?, no faltes, att: Seung”

Un pequeño grito salió de sus labios seguido de algunos saltitos, asustando un poco por tal reacción a los visitantes de su local, estaba emocionado, avergonzado y contento, hace una semana que se habían visto y era la primera vez que el mayor lo invitaba a un lugar, tenía que verse bien, eran las 2 en punto, tenía tiempo de ir a comprar ropa, bañarse, alimentarse un poco, arreglarse y salir temprano para llegar del mismo modo, odiaba llegar tarde a algún lugar, era joven, le gustaba llamar la atención, y verse guapo era su prioridad, porque después de compartir tantos mensajes de texto en siete días, Seung lo conquistó con los poemas y frases bonitas que le brindaba, casi no hablaban de sus vidas, solo se la pasaban recitándose hermosas líneas, y quería gustarle, que el otro le quisiera de la misma forma que él al más alto…

“Me gustas, yo te gusto, vamos a estar juntos”…”

 

Fueron felices juntos, tres años vivieron juntos, en su casa, desayunaban juntos, comían juntos, cenaban juntos, estaban juntos, fueron momentos tan confusos, bellos y felices para el menor.

Después de su abandono decidió el día en que se enlistaría al servicio militar, con esperanza se quedó mirando fuera del lugar, que el otro llegase y le profesara amor eterno, pero Seung tenía la costumbre de no llegar en el momento adecuado, y no llegó.

A su regreso, después de dos años, su corazón se fortaleció, aprendió a vivir con la soledad que el otro le había dejado y con la mirada al frente decidió continuar, su destino le depararía algo mejor, estaba seguro.

Ahora, ya no lloraba ante su recuerdo, ahora sonreía, tenía presente cuan feliz lo hizo, y ya no tenía planeado el volverle a ver, comenzaba a olvidar aquello de que volviera a casa, pero si el otro lo hacía lo recibiría con los brazos abiertos, porque le amaba, no aceptaría disculpas y dejaría todo el pasado en el olvido, al menos eso creía que haría y ESTABA SEGURO QUE LO LOGRARÍA, PERO NADIE SABE LO QUE REALMENTE LE SUCEDERÍA A SUS PENSAMIENTOS.

Sabía por uno de sus clientes que la modelo pronto tendría a un hijo y eso lo hizo feliz, pero más feliz lo hizo, que no fuese de Seung, la modelo lo había engañado y ahora, estaban en proceso de divorcio.

Su corazón latía aun con fuerza, demostrándole que aún lo amaba y añoraba de la misma forma.

…..

La lluvia llegó, seguido de una tormenta, el frío le daba bellos mensajes a su imaginación, brindándole tanta inspiración como Jamás la había tenido, antes de comenzar, echó un vistazo a su alrededor, todo estaba lleno de… él… Respiró hondo y sonrió ampliamente, haría su mejor esfuerzo.

Días, días de ideas nuevas y más inspiración lograron que JiYong no prestara atención y no fuera consciente de lo que sucedía fuera de su casa.

 

El estridente sonido de golpes en la puerta hizo que Ji Yong dejara aun lado el lienzo y saliera de su estudio. Estaba cansado, sin embargo tenía una muy buena idea sobre aquella pintura, no podía desaprovecharla, llevaba varios días sin dormir adecuadamente, aunque tampoco es como si lo pudiera hacer de todos modos, la lluvia fuera se hacía más fuerte, ahora lograba darse cuenta realmente que era nuevamente temporada de lluvias, temporada de recuerdos.

A paso lento avanzó hasta llegar a la puerta, la cual no dudo en abrir, aunque debido a su cansancio eso tardó más de lo normal.  Lo primero que los cansados y casi cerrados ojos de Ji, marcados por grandes ojeras, pudieron divisar, fueron unos grandes y elegantes zapatos negros.

—Ji Yong. —Murmuró el visitante, aun parado en la puerta, siendo examinado con sumo detalle e incredulidad por Ji Yong.

El joven Kwon no podía ni parpadear… ¿Es acaso qué su cansancio lo había llevado una vez más a delirar?...A volver a ese anhelo descontrolado porque Seung Hyun volviera…

Ji Yong se tuvo que sostener del picaporte de la puerta para no caer al suelo, cerró los ojos e intentó alejar esa imagen de su rostro, del rostro de la persona que ama.

—Ji Yong, ¿Estas bien? —Seung Hyun tomó el brazo de Ji con preocupación, no se veía nada bien.

— ¡No me toques! —Sorpresivamente Ji Yong se alejó tres pasos atrás, con enojo. Seung no se esperaba esa reacción por lo que su rostro estaba lleno de desconcierto, tener que empaparse con esa lluvia y que el ser que tanto ansiaba ver le rechazara hizo que la inquietud le carcomiera.

—Ji…—El mayor avanzó los pasos retrocedidos por Ji Yong, entrando a la casa, cerrando la puerta tras de sí.

Ji Yong no sabía que pasaba con exactitud, no se creía que Seung Hyun estuviera ahí después de tantos años…él había regresado ¿De verdad?

—Creí que te alegraría verme. —Una pequeña risa salió de Seung Hyun, aunque más que una risa eran sonidos desconcertados.

— ¿Qué? —Soltó Ji Yong, reaccionando de una vez, dándose cuenta al fin de que de verdad Seung Hyun estaba a su lado, igual que hace años, con ese espeso y abundante cabello negro, esa pesada esencia y ese orgullo al hablar. —Tú…te atreves a venir a mi casa…después de tantos años y…—Las palabras se atoraban en su garganta, sin saber si gritar o llorar. —Y pretendes que me lance a tus brazos… ¡¿Qué luzca feliz?! ¡Eres un maldito idiota! —Explotó molesto, ya los gritos eran inevitables. Las lágrimas pronto aparecieron al igual que la desesperación al ver como el recién llegando no hacía nada más que escuchar. —Te odio…te odio tanto. —Ji Yong se dejó caer al suelo, sin fuerzas ya para mantenerse de pie.

Un rayo alumbró más de lo normal aquella estancia, iluminada solo por unas tenues lámparas.

— ¿Ji estas bien? —Seung Hyun se arrodilló con rapidez, tomando los brazos de Ji Yong, pues temía que el menor se hubiera desmayado.

— ¡No me toques! —Gritó Ji Yong haciéndose hacia atrás, pero lo único que logro fue terminar totalmente acostado sobre el alfombrado suelo. —No me toques más…no quiero. —Sus sollozos se intensificaban, mientras sus manos intentaban desesperadamente limpiar sus lágrimas. —No quiero verte más…te fuiste hace mucho tiempo… ¿Por qué regresar?... ¿Por qué atormentarme más Seung Hyun? —Volvió a gritar, sin siquiera intentar levantarse. No tenía energías ya, sólo quería quedarse ahí y que Seung desapareciera.

Todas las noches tengo pesadillas

Incluso en mis sueños yo digo tu nombre

Y de un momento todo cambia, pero lo único que no cambia

Es que yo soy tu reina, y tu mi rey

---Ahora todos lo sabemos: Siempre que alguien te abandona, no entenderemos nuestras actitudes en su regreso.--

—Volví porque te amo. —Dijo de manera tajante Seung Hyun, aun arrodillado al lado de Ji.

Ji Yong sonrió con incredulidad, siempre había odiado esa manera tan molesta y orgullosa de expresarse que tenía el mayor. Había tantas cosas que odiaba de él…

— ¿Me amas? —Soltó con gracia forzada Ji Yong, sentándose a un molesto, su llanto había cesado. — ¡¿Dices que me amas?! —Gritó con furia. — ¡Cuando te fuiste yo te amaba y no te importó! ¿Por qué deberían importarme tus sentimientos ahora? —Toda la tristeza y conmoción del momento se habían convertido en enojo.

—Entonces hare que me ames una vez más. —Comentó Seung, sacando de quicio a Ji Yong.

Siempre ambos habían sido polos totalmente opuestos, Seung Hyun siempre tan propio y directo, con aquellos modales innecesarios y su altanería con orgullo, en cambio Ji Yong era alguien amable, siempre tan alegre con todo, era una persona muy simple y fácil de tratar.

—Vete… ¡Vete de mi casa, ahora! —Ordenó demandante Ji Yong.

—También es mi casa. —Seung no estaba dispuesto a dejar todo tan fácil, no después de haber podido volver a ver al amor de su vida, no lo perdería de nuevo, ya no.

—Hace mucho lo dejó de ser. —Ji Yong se puso de pie, casi escupiendo esas palabras con total odio. —Ahora alárgate. — Seung se levantó, quedando frente a frente con Ji Yong.

— Te he extrañado mucho. —Murmuró el más alto, acariciando las puntas azuladas del cabello de Ji Yong.

Ji volvió a retroceder, dándose media vuelta. No estaba dispuesto a quedarse más tiempo discutiendo con alguien tan terco como Seung Hyun.

—Sólo vete. —El menor comenzó a caminar, se encerraría en su habitación toda la vida si era necesario, pero tan sólo pudo dar escasos tres pasos, pues los brazos de Seung Hyun no lo dejaron seguir más.

Seung se aferró al cuerpo de Ji, lo abrazó con tanta fuerza que el menor sintió ahogarse por unos instantes, aquellos brazos, aquellos que tanto esperaba volver a tocar, ahora lo abrazaban como si no hubiera mañana. Aspiró el aroma de su cuello, seguía tan dulce como siempre.

—Tu cabello sigue igual de hermoso. —Murmuró el mayor, pasando su rostro por este, era suave y fresco.

Ji Yong intentaba mantenerse firme, no se dejaría engañar, ya no, sin embargo las caricias tan conocidas de Seung Hyun comenzaban a tener algún efecto en él, pues su cuerpo se sentía cada vez más liviano, sobre todo cuando Seung se atrevió a tocar aquella parte tan sensible en su pantalón.

Seung sujetó con más firmeza el delgado cuerpo del pintor, sintiendo su calor corporal, sin importarle a él que estaba mojado por la fuerte  lluvia que caía sobre la ciudad.

—Ji Yong…te amo. —Susurró al oído de Ji, haciendo que su cuerpo temblara y se sintiera más débil, cosa que aprovechó para girarlo de frente a él.

Otro rayo y la luz se fué, dejándolos en completa oscuridad, y una vez más, después de tantos años, sus ojos se encontraron, era la misma sensación, aquella encantadora sensación. Hubo un silencio prolongado durante tensos segundos. Ji Yong deseaba apartarse de él y correr, sin embargo todo su cuerpo le decía que no, no podía, no quería…

La luz volvió y un trueno llenó la estancia de sonido, grandioso momento.

Para Seung Hyun el poder ver esos rosados labios una vez más era demasiada tentación y no pudo resistirse, junto sus labios con los de Ji Yong, en un desesperado beso, quería arrancarle los labios, quería comerse todo… lo deseaba tanto. Un desesperado beso fue lo que comenzó todo aquello. Ji Yong había tardado en corresponder, sin embargo ahora lo hacía libremente, chocando su lengua con la de aquel hombre que no dejaba de atormentarle.

—Exquisito…—Susurró un agitado Seung. No tardó mucho en volver a apoderarse de aquellos labios necesitados, en pequeños besos comenzó a descender hasta el cuello de Ji, una zona muy peligrosa ya.

—No…Seung…—Ji Yong se resistía, debía estar furioso, debía correrlo…sin embargo estaba haciendo todo lo contrario. Las cosas comenzaban  ser confusas ya, sólo atinó a levantar el rostro más para que Seung pudiera besarle y morderle a su antojo. —Ah~ —Jadeó al sentir la fría mano del mayor debajo de su camisa, acariciándole lentamente.

—Aun sé lo mucho que te gusta. —La grave voz de Seung Hyun parecía una droga en ese momento, pues hipnotizaba cada vez más  a Ji Yong que se comenzaba a dejar llevar.

Un pequeño pellizco en uno de los pezones de Ji provocó que este jadeara mucho más fuerte y se aferrara al cuerpo del otro. Seung Hyun sonrió complacido, descendiendo sus manso hasta las piernas de Ji Yong, acariciando con fuerza, incluso apretándolas, hasta sujetarlas con fuerza, forzando a que Ji se agarrara fuertemente de su cuello ya que lo había cargado, enredando la piernas de Ji en su cadera.

Para cuando Ji Yong pudo abrir los ojos ya no estaba en el pasillo principal, sino en una habitación, su estudio de arte. Todo el lugar estaba tapizado de cuadros y pintura, el olor resultaba exquisito y propio para Ji Yong. Su torso estaba desnudo, pudo sentir el cuerpo frio del sofá tocar su espalda desnuda.

—Ji…—Murmuró Seung Hyun, mientras mordía todo rastro de piel del menor, quería marcarlo, hacerlo suyo igual que antes. — ¿Aun me amas? —La pregunta había sido tan repentina que hizo que el cuerpo de Ji se tensara.

Seung Hyun sintió como se tensaba, no había mucho que decir entonces.

—Lo entiendo. —El mayor retrocedió apenado. Al fin comprendía lo mal que estaba haciendo las cosas. —Quizá debería irme…

Pero tuvo que callar, pues sintió los brazos de Ji Yong aferrarse ahora a él.

—Eres un cobarde…—Nuevamente el llanto apareció en Ji Yong. — ¿Piensas abandonarme otra vez? —Preguntó dolido, sin soltar el torso de  Seung. —Terminaras matándome algún día, Seung Hyun…yo…—Ji tuvo que tragarse su rencor. —Te amo tanto, igual que hace años…no vuelvas a marcharse por favor.

No tuvo que decir nada más para tener nuevamente a Seung Hyun sobre él, besándole desesperadamente. La temperatura de sus cuerpos aumentaba poco a poco, hasta llegar a un punto en el que ambos estaban desnudos.

—Ji…Déjame hacerte el amor. —La mirada tan vulnerable y tímida de Seung Hyun, hizo que Ji Yong sólo pudiera asentir y aferrarse al cuello de éste.

Vuelve a casa ¿puedes volver a casa?

No me dejes en este mundo frio, vuelve a mi lado

El mayor se posiciono entre la piernas de Ji, casi desesperado, sin embargo quería ser gentil.

—Por favor…hazlo tan fuerte como puedas, no quiero olvidar este momento. —Ambos sonrieron y Seung entró en Ji, de una sola estocada, provocando que el menor enterrara sus uñas en el otro. Dolía, dolía demasiado, sin embargo el dolor para Ji no significaba mucho ya, sólo quería estar al lado de Seung, siempre.

Las estocadas comenzaron lentas, aun provocando dolor en la entrada de Ji Yong, pues no había sido preparado adecuadamente. Pronto la habitación se llenó en ruidos extraño del choque de sus cuerpos, la temperatura era demasiada.

—Si~ Seung…así está mucho mejor. —Ji se movía con desesperación contra el cuerpo de Seung, quería mucho más contacto, quería sentirle. —M-más rápido…—jadeó, acelerando el ritmo de sus caderas, chocando contra Seung con cada estocada.

—Sigue siendo exquisito…estar dentro de t-ti. —Murmuró Seung, tomando el miembro de Ji con una de sus manos, comenzando a masturbarlo con velocidad. Las caricias sólo hicieron que Ji Se retorciera de placer y gritara palabras incoherentes al aire.

—Yo voy a…—Ji Yong no pudo terminar la frase, se corrió en la mano de su amado, tensando su cuerpo, lo que provocó que Seung terminara corriéndose dentro de él también, para después salir del pequeño Ji.

Ambos agitados y cansados se quedaron tumbados en el espacioso sofá, mirando la nada.

—Aquí…aquí he pintado cientos de retratos tuyos…—Dijo jadeante Ji Yong, aferrándose al cuerpo desnudo de Seung, depositando un beso en su pecho, aun no podía recuperarse la tan exquisita sensación —Rogué mucho tiempo porque regresaras a casa.

Un rayo seguido de un trueno, acompañó a la escena de su beso, el beso de un regreso, el beso de su reencuentro, un magnífico beso.

Y otra tormenta le indicó que ese día sería uno de los tantos que le marcarían para siempre…

 

Vuelve a casa ¿puedes volver a casa?

Mi dolor me está empujando hacia atrás y

Que todavía estoy esperando a que te guste

Pero ahora has lo que tienes que hacer

 

“Gracias por volver a casa en esta tormenta.”

Att: Kwon Ji Yong

Notas finales:

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO... TUVE LA MAGNIFICA AYUDA DE UNA DE MIS ESCRITORAS FAVORITAS... 

http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewuser.php?uid=47912 Daymin Vip (Estoy emocionada *w*)

 

 

Y waaaa... *-* estoy que muero... espero que les haya gustado... lo hice (HICIMOS) con mucho cariño.. :3

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).