CAPITULO 1: Prólogo
Wolfram von Bielefeld, el bisnieto de Shinou y Rufus von Bielefeld, fue coronado hace diez años como Maou de Shin Makoku cuando su madre renuncio al trono que administro desde que su padre falleció décadas atrás. Ahora, él, a sus dieciocho mazoku, es un gran monarca que lleno de paz su reino con la ayuda de su asesor y hermanos: Lord Gwendal von Voltaire, Conrad Weller y Lord Günter von Crist. Este primero y último eran parte de la congregación de los diez nobles, los cuales, admisnistraban sus propias tierras y obedecían las ordenes que dictaba el rey en el país.
Hoy en día, el monarca debía partir en un viaje a las tierras de Caloria para negociar sobre las nuevas rutas de comercio que debía haber entre estos países y su cuidado ya que ha habido muchos bandidos tratando de robar las diferentes cosas a importar o exportar. Pero antes de eso, tuvo que ir a desayunar acompañado de sus hermanos, madre y consejero. Los últimos no lo dejaban tranquilo y siempre estaban con la misma cantaleta
_¡¡Heika!!
_¡¡Wolfy!!-dijeron su consejero y madre al mismo tiempo- Tienes que conseguir una consorte-volvieron a decir de igual forma
_Ustedes ya saben lo que opino de eso-dijo el rubio rey con algo de irritación masajeándose la sien al estilo Gwendal, curiosamente, este tambien lo estaba haciendo ya que no soportaba las voces chillonas de su madre y amigo
_Ya, ya creo que deberían dejar tranquilo a Wolfram- dijo el castaño a lo que el rubio le dedico una mirada totalmente agradecida como si le debiera la vida
_¡¡CONRAD!!-grito el consejero y la reina-¡¡NO TE METAS EN ESTO!!-dijeron y a los otros hermanos les empezó a dar un tic en el ojo
_¡¡Miren!!-dijo el rubio con irritación total- cuando necesite un prometido o una prometida lo buscare, así que, o se callan u otra persona y yo más vamos a terminar matándolos aunque los respetemos y queramos- dijo hablando con una fría tranquilidad tratado que ellos se callaran ya que Gwendal y él estaban a punto de explotar
_¡¡Bien!!-dijeron la rubia y pelilila resignados a la amenaza del rubio ya que vieron que era verdad
_Al fin- suspiraron tranquilos por primera vez en la mañana los dos mazokus
_Wolfram creo que es hora de irnos- hablo el castaño unos minutos después
_¡¡Si!!-dijo el joven rey animadamente ya que quería salir de ese horrible y aburrido desayuno. El rubio rey, al pararse, se vio que estaba vestido con una camisa que era más larga en uno de los extremos con chaleco negro con bordados de oro además de su espada en su cintura y, por último, algo parecido a una calza, tambien negra, que va hasta por debajo de la rodilla y unas botas marrones que le cubren parte de la anterior prenda
El rubio rey estaba en un carruaje por seguridad, mientras, que sus súbditos cabalgaban a su alrededor. Cuando el rey estaba mirando por la ventana noto como los habitantes de un pueblo golpeaban al que, en su opinión, era solo un chico lo que determino por sus gritos.
_¡¡Paren!!-ordeno el ojiesmeralda al cochero y, cuando lo hizo, se bajo saltando del transporte. Para luego, ir donde se encontraban esos aldeanos golpeando al muchacho
_¡¡Que demonios están haciendo!!-grito el rubio a los aldeanos, los cuales, empezaron a darse vuelta
Continuara...