-no hablas mucho ¿verdad?-
-¿y eso que MIERDA importa, acaso quieres que cuente mi vida entera?-
-*sonrisa*eh~~…sí que hablaste-
-grrr…”pero que….”-
Ya pasó un año y medio desde que conozco al estúpido de Trafalgar y por alguna razón acabé trabajando en su gigantesca casa donde vive con su “hermano”, por así decirlo y unos cien empleados en toda la casa.
-“…nunca creí que acabaría así”-pensé mientras construía la pequeña mansión para la mascota de la familia-¿por qué diablos tuve que elegir esta casa?”-
……………………………………………..HACE UN AÑO Y MEDIO………………………………
-¡TÚ MALDITO MOCOSO!-gritaban los policías de la ciudad mientras me perseguían, por haber robado un par de cosas a unos adinerados que visitaban la ciudad.
-que os jodan IDIOTAS-dije al subirme al tejado de una casa. Los policías ya no estaban detrás de mí, seguro que los despisté en ese sitio. Seguí corriendo hasta llegar a la zona prohibida de la ciudad, esa zona era mi territorio, todos con tan solo observarme escapaban sin ningún motivo, me enfurece que escapen de mí pero también me alegra, no necesito a nadie que me aprecie.
-¡TE DIJE QUE NO VOLVIERAS A HACER ESO!-me regañó mi “hermano” Killer
-ah! ¡Deja de estar golpeando cada minuto!-le grité. Killer es por así decirlo mi hermano, desde pequeño siempre me cuidó, pero yo nunca lo obedecí, él es feje de un banda muy fuerte en la ciudad son conocidos como yakuzas, a mí me gustaría entrar alguna vez a la banda pero Killer me lo niega.
-*suspiro* eres un mocoso desobediente-dijo mientras encendía su cigarrillo
-deja de llamarme MOCOSO, tengo 16 años y el mes que viene cumpliré los 17, a partir de esa edad formaré mi propia banda y me largaré de este lugar-le dije con enojo, ya estaba harto de que me viera con superioridad
-vez sigues siendo un mocoso-me revolvió los cabellos y se largó a fumar
-encontré un sitio en donde haré mi golpe fuerte-le dije mientras salí tras él
-has lo que te de la puta gana, tengo trabajo así que me voy por unas semanas-
-cuando llegues seré tan rico que tendrás que pedirme préstamos-
-*sonrisa*eres un hermanito demasiado confiado, si te pillan arréglatelas tú mismo-
-no me pillaran-
-*sonrisa*-Killer sonrió y se fue, yo lo observaba hasta que su figura desapareció entre las porquerías de esta zona.
……………………………………………………………………………………………………….
Me encaminé en dirección a aquella gran casa que se encontraba en las afueras de la ciudad.
Al llegar vi como todas las entradas estaban siendo vigiladas por gigantescos gorilas, según yo. Me quedé en la parte trasera hasta que callo la noche, volví a revisar todas las entradas y aún seguían ahí “¿es que nunca duermen esos gorilas? “Pensé “que digo ahora parecen koalas”. Me quede pensando un par de minutos y decidí irme del lugar pero de repente uno de los “koalas” entró en casa y detrás de él otros cuantos más, al fin era mi oportunidad.
Escalé la puerta que en este momento estaba desolada. Escalar esa enorme puerta no me costó nada y pude entrar dentro, pero caí encima de algo. Caminé sin ningún rumbo por el patio trasero y de repente sentí como algo pesado se tiraba encima de mí y empezaba a empaparme la cara de babas.
-pero que mir…-ese perro no dejaba de lamerme la cara, era realmente asqueroso-venga ya es suficiente…aparta-intenté apartarlo pero era imposible.
-¿Doctor?-se oyó un voz que se acercaba-¿Dónde se habrá metido…?-
Intenté apartar al perro rápidamente, pero no podía ya que se había echado en todo mi cuerpo, hasta que apareció un chico con una lámpara y la alumbró en dirección mío.
-… vaya… parece que ya tienes un nuevo juguete, Doctor-dijo mientras me miraba, lo único que podía hacer era sonrojarme y enfurecerme.
……………………………………………………………………………………………………………
-así que intentaste entrar en mi casa y robar mis objetos ¿verdad?-me dijo mientras preparaba quien sabe qué.
-espera yo no dije nada aún-Por alguna razón ese chico supo al instante mi objetivo y ni siquiera se lo expliqué
-… ten Doctor, tu comida-me ignoró
-¿oye estas escuchando?-
-te propongo que trabajes en esta casa si no quieres pasar toda la vida en la cárcel-me miró con seriedad y una sonrisa retorcida.
-debes de estar bromeando…” ¿¡trabajar aquí? ni de coña!”-
-Eusstas Kidd, un chico procedente de la zona prohibida, robo a mano armada, violación de las normas ciudadanas y asesino… me sorprende que no hayas violado a alguien-
-no soy un descontrolado como otros y ¿Cómo sabes todo eso?- dije sorprendido
-tengo mis motivos-respondió con una pequeña sonrisa
Me pasé la noche en una habitación de huéspedes, no pude dormir ya que me preguntaba cada segundo por qué acepté en quedarme en esta casa “¿qué diablos me pasa?”.
…………………………………………………………………………………………………
La mañana siguiente me desperté de golpe, ya eran pasados el medio día, salí de la habitación y me choqué con una mujer.
-¡OYE TEN MÁS CUIDADO!-se enfadó
-N-Nami cálmate-dijo otra chica
-ah… esto era para Yuu-chan, y por cierto ¿quién eres?-me miraron ambas empleadas
-es el nuevo empleado-respondió el chico de la otra noche
-oh! Disculpe el desorden señor Trafalgar-dijo la empleada de pelo naranja y junto a ella la de pelo azul, ambas se inclinaron
-así que te llamas Trafalgar-
-no exactamente pero sí-me miró
-¿huh? … que tal Law-detrás mío se acercó un chico peliverde, estaba bien vestido
-….-
Trafalgar no respondió y se fue dentro de una habitación
-“que le pasará…”-pensé mientras observaba la gran puerta de la habitación
-ya que eres nuevo aquí deberías empezar a trabajar-me cogió del brazo la chica de pelo naranja
-¡EH! ¿Yo nunca dije que trabajaría a…?-antes de acabar la frase recordé lo que me dijo Trafalgar en la noche, la peli naranja me miró, no le dije nada y me llevó a la parte trasera.
-seguro que sabes de construcción así que será mejor que acabes esto-me mostró una pequeña casa destrozada- algún idiota lo habrá destrozado por la noche-al decir esto pensé que tal vez podría haber sido yo ese idiota. Sin más demora empecé a construir una nueva pero pequeña casa.
-tú debes de ser el nuevo- se me acercó una chica alta
-sí “creo”-respondí
-mi nombre es Robin soy encargada de cuidar el jardín, gusto en conocerte-
Me sonrió
-igualmente-me sonrojé un poco ya que era la primera vez que alguien me hablaba normal
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Ya pasó un par de semanas desde que trabajo en esta casa, pocas veces podía hablar con Trafalgar y algunas veces solo lo veía. Durante todo este tiempo me hice amigo de todos los demás y me enteré de que ese tal Zoro, el que fue ignorado por Trafalgar el primer día de mi estancia en esta casa, se casó con un tal Sanji que era un chef reconocido por todo el mundo, pero yo ni siquiera conocía su nombre, también me enteré de que tuvieron una hija, al principio pensé ¡¿PERO QUE MIERDA….?! Pero luego me explicaron la razón. Me sorprendí al oír esa leyenda que viajaba entre generaciones en esta familia lo único que podía pensar fue “tal vez Trafalgar…”pero luego sacudía la cabeza para dejar de pensar en esas cosas.
Entré en la casa y vi como un hombre alto, demasiado, se acercaba hacia mí o eso creía, me ordenó que me apartara y yo lo hice, abrió la entrada principal y salió con prisa.
-¿ya se fue?-me pregunto Trafalgar asustándome
-ahhh!! No te me acerques por detrás, IDIOTA-dije asustado, lo que más odiaba era que la gente me asustara, ya que así mostraba una parte débil de mí y eso no podía consentirlo.
-no me respondiste-me miro-¿ya se fue?-
-¿idiota, no viste que salía? Y además ¿Quién era?-
-mi hermano-se dio la vuelta
-parecía un poco apresurado ¿le pasaba algo o qué?-
-su hijo está a punto de nacer-respondió y empezó a caminar
-oye, ahora que estas aquí me gustaría saber por qué siempre estas encerado en este sitio-cogí su brazo y lo miré
-*sonrisa*¿acaso estas preocupado?-dicho esto me besó. Al sentir sus labios rápidamente me separé de él e inconscientemente me sonrojé-¡PERO QUE COÑO HACES!-me quejé
-estás sonrojado-
-¡N-NO LO ESTOY!-seguí sonrojándome más, incluso sentí como la sangre se me quedaba quieta en toda la cara provocando que me ardiera.
-…*sonrisa*-sonrió y se fue.
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-¡FELICIDADES!-gritaban los invitados en la sala.
-jejeje sí que están animados-dijo alegre Vivi
-es verada-sonrió Nami-bueno será mejor que nos apresuremos-
-SÍ-respondieron los de la cocina.
El dueño de la casa Doflamingo tuvo su primer hijo con un amigo de la infancia Crocodile. Aquella vez cuando Doflamingo salió corriendo de la casa era para ser el primero en llegar al nacimiento de su hijo. Después de ese día, el siguiente apareció ya con su hijo y su “esposa” y proclamó que celebrarían con una fiesta. Y así fue.
-me llevo esto-dije mientras cogía una bandeja de pequeños entrantes y salí de la cocina dirigiéndome a la sala en donde repartí a todos un poco de cada bocado. Vi sobre todo a parejas de dos hombres con un hijo entre ellos Zoro y Sanji con su hija Yuu, a Ace y Marco con su hijo Seki y su hija Saki, los dos gemelos y acompañados del hermano menor de Ace Luffy, También puede ver a mi ¡¿HERMANO?! Sí mi hermano con un chico llamado Sabo, de estos dos me enteré que aún no nacía su hijo, pero me pregunté quien lo tendría. Me fui silenciosamente de la sala y corrí a la cocina, todos me preguntaron el porqué de mi prisa y el porqué de mi extraño disfraz.
Volví a la sala con un aspecto diferente y me acerqué a mi hermano y su “acompañante” le ofrecí unos pastelillos y ellos aceptaron, al ver de cerca, a mi hermano vi que se lo pasaba bien, estaba muy alegre y cuidadoso, no digo que no era así conmigo solo me preguntaba si se preocupaba de mi repentina desaparición.
-*sonrisa*espero que lo disfruten-dije en voz baja, mi hermano me miró y me sonrió me di cuenta de que posiblemente ya sabía que era yo incluso con este estúpido disfraz.
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Miré en todos los alrededores y no pude encontrar a Trafalgar, antes oí que no estaba en la fiesta quien sabe por qué. Busqué fuera del salón y en todas las habitaciones hasta que llegué a la parte trasera y lo encontré sentado totalmente solitario, bueno estaba acompañado de su perro.
-¿te pondrás a llorar?-le pregunté, asustándolo
-…eres tú *suspiro*¿ahora espantas a los demás?-dijo como burla
-je, tengo que cobrar ya que me metiste en esto-dije mientras me sentaba a su lado
-deberías agradecerme, se te ve bien con los demás-
-“gracias” ni de coña diré algo como eso-me quejé
-*sonrisa* me voy a la cama-
-¿no piensas ir a la fiesta de tu hermano?-lo miré
-él estará bien incluso sin mi presencia-me respondió -…feliz cumpleaños- dicho esto entró dentro y se fue, dejándome sorprendido.
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La noche fue larga, así que me quedé durmiendo hasta muy tarde. Al despertar fui sorprendido por todos.
-¡FELICIDADES!-gritaron en la cocina
-aquí tienes-dijo Dai, el cocinero, puso frente a mí una tarta con 17 velas encendidas, “¿Cómo saben que hoy es mi cumpleaños?” me pregunté
-te preguntas por qué sabemos lo de tu cumpleaños ¿verdad?-dijo Nami
-eh…puede que sí…-respondí apartando la mirada
-jejejej nos lo contó Taro-respondió Vivi
-¿Taro?-Taro es el mayordomo principal de la casa, al principio no hablábamos pero cuando empezamos a interactuar nos hicimos buenos amigos y le dije lo de mi cumple “debe ser por eso que Trafalgar…”-venga sopla las velas o la tarta se incendiará-dijo Taro, sin más demora soplé las velas y todos aplaudimos, luego comimos la tarta y volvimos a nuestros trabajos. Fue divertida esta mini fiesta.
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Me pasé ya un año entero en esta casa, nunca pensé que llegaría a hacer buenos amigos e incluso conocer personas que seguro algún día acabaría robándoles o no.
-“me pregunto cómo estará mi hermano”-pensaba mientras me dirigía a la habitación de Trafalgar. Al entrar sin llamar, lo común, vi que aún no despertaba, dejé la comida en la pequeña mesita que estaba al lado y decidí levantarlo comome solía leventar mi hermano.
-HOOOORA DE LEVANTARRRRRRRRSEEEEE-dije mientras estiraba la amplia sabana y lo deja completamente destapado, Grande fue mi sorpresa al ver su figura durmiendo, me fijé en su rostro y por alguna razón lo encontraba adorable, me sonrojé por completo, Trafalgar empezó a moverse y pude ver su rostro al completo, por alguna razón mis ojos se situaron en sus finos labios provocando que me acercara más a él, de repente me encontré con él ojos a ojos. Lo desperté.
-¡AHÍ TIENES TU COMIDA, BUEN PROVECHO…!-grité mientras salía corriendo de la habitación totalmente avergonzado….”eso estuvo cerca…arf…arf” pensé mientras intentaba coger aire e intentaba librar mi mente de su imagen.
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-oye, siempre me pregunté cuándo es tu cumpleaños-le dije
-eso no tiene importancia-me respondió mientras leía uno de sus tantos libros de medicina.
-sí, sí que la tiene- me acerqué a él-además….-
-fue ayer-
-¿EH, ayer?-
-sí-
-y como es…digo…pero…yo…-no sabía que decir ¿ayer? ¡Pero si ayer Trafalgar estaba en su habitación!
-nunca se lo dije a alguien ¿contento de ser el primero?-me miró y sonrió
-¿cómo que “contento”?-me enojé-debería haber una gran fiesta por tu día ¿no crees?-
-… no me gusta el ruido y odio las fiestas-
-sí que eres raro…-
-debería decir yo eso-
-¿Cuántos años tienes?-
-…18, soy un año mayor-
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Año y medio que estoy trabajando en esta casa, volviendo a la actualidad.
Al fin terminé de construir la pequeña mansión del perro, ya que hace un par de semanas a tras tubo sus crías.
-sí que eres bueno en esto-dijo Trafalgar mientras cogía a una cría
-jejeje, claro que soy bueno-respondí con una gran sonrisa
-aunque tendría que haber sido de unos bonitos colores ¿no crees?-
-eh…”es verdad”-pensé
-bueno parece que a Doctor le gusta su hogar aunque el color sea desastroso-dijo mientras ponía a la cría cerca de la madre y de Doctor.
-sí que se ven felices-dije sin pensar
-tener hijos es lo más lindos ¿no crees? –Trafalgar observaba a las crías que luchaban por amamantar.
-“puede que…”-al oír lo que dijo me sonroje un poco, ya hace un par de semanas que me di cuenta de que el estúpido e idiota de Trafalgar me gustaba.
-…este pequeñín está siendo ignorado-dijo mientras cogía a la pequeña cría que estaba de lado, la puso cerca a la madre y buscó un sitio por donde poder dejarlo amamantar. Ante esta escena pensé que él también se sentía ignorado pero me negué a preguntárselo por temor a no ser respondido.
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Hoy era un día de descanso así que la casa se encontró deshabitada ya que todos fueron a visitar a sus familiares y amigos. Yo también quise ir a visitar a mi hermano ya que me entere de que su hija nació, me daba curiosidad por saber quién la tubo, pero me negué y decidí quedarme aquí ¿la razón? Es más que clara, todos se fueron y no regresarían por unos cuantos días, Doflamingo también se fue de vacaciones con su hijo y su “esposa”, por lo tanto Trafalgar se encontraría solo.
-¿eres el único?-preguntó Trafalgar mientras se acercaba a la nevera y cogía un refresco.
-sí, pensé que estarías solo así que me quede-dije sin pensarlo
-…-
-….”mierda”-pensé y me sonroje un poco
-no entiendo por qué haces esto, yo ya estoy acostumbrado-me miro
-no deberías de estarlo-lo miré enojado-¡tienes a un montón de gente que se preocupa por ti!-le grité. No era mentira todo lo que decía, en la cocina, en el jardín, en todas partes se preocupaban por él.
-tú no sabes nada ¿verdad?-me miro-¡que mierda sabes tú, tuviste una vida no muy normal pero eras libre, no estas todos los días encerrado preguntándote por qué, tienes un montón de amigos, tienes a todas esas personas que siempre te rodean y te sonríen!-gritó mientras intentaba contener las lágrimas. Me dolió verlo así.
-¿tú crees eso?-pregunté con voz dura, lo cogí de los hombros y lo acerqué a mí sorprendiéndolo -¿¡SABES POR QUÉ HIZE TODO ESO, ROBAR INCLUSO ASESINAR!?-grité como si nada-¡TODO LO HIZE PARA SOBREVIVIR!-vi como su rostro cambiaba, tal parece que le di una idea diferente a la que tenía-¡MI VIDA NO FUE COMO LA TUYA, AL MENOS TUVISTE DONDE VIVIR Y COSAS QUE COMER, NO TENIAS QUE BUSCAR TU PROPIA COMIDA EN LOS ASQUEROSOS SITIOS DEL CUAL YO ME ALIMENTA, NO FUISTE ABANDONADO EN MEDIO DEL VERTEDERO ASÍ QUE SI ALGUIEN TIENE QUE ESTAR QUEJANDOSE ESE TENDRÍA QUE SER YO!-era la primera vez que contaba una gran parte de mi vida a alguien, en este momento solo quería golpear aquella patética cara que tenía Trafalgar.
-…-al parecer puede tirar a la mierda toda la idea que él tenía de mi vida.
-ya sabes la verdad así que deja de cerrar tu corazón a aquellas personas que quieren entrar y estar junto a ti-dije al soltarlo y proseguí a salir de la cocina pero sentí como mi brazo era cogido.
-… lo siento…-dijo Trafalgar en voz baja, imposible de oírse y cayó al suelo.
-¿oye estas bien?-pregunté mientras cogía su cabeza, al ver que no respondía lo cargué y me lo llevé a su habitación.
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Tal parecía que se desmayó por no haber comido lo suficiente, como no tenía la puta idea de preparar comida, hice un experimento al saber que salió. Por suerte encontré una receta muy sencilla en el libro de Dai y la preparé. Fue muy difícil.
Llevé el plato a la habitación y vi que Trafalgar estaba despierto.
-¿te encuentras mejor?-le pregunté mientras dejaba el plato en la mesita de a lado.
-….-asintió con la cabeza sin mencionar ninguna palabra
-…será mejor que comas un poco-acerqué el plato asía mí y empecé a coger una porción con la cuchara, la soplé un poco porque estaba fría e insistí en que Trafalgar la comiera. Lo conseguí.
-¿esta buena?-pregunté con curiosidad y Trafalgar asintió con la cabeza. Me alivié por la respuesta.
-pues será mejor que te lo acabes o te obligaré-lo amenacé y él se sonrojo un poco.
Al terminar la comida me llevé el plato a la cocina y lo lavé, ya que si lo dejaba ahí seguro se me olvidaría y si Nami lo viera empezaría a regañarme.
-“debería disculparme”-pensé mientras volvía a la habitación de Trafalgar.
Al entrar lo vi intentando levantarse, lo detuve y lo obligué otra vez a recostarse.
-lo siento-me disculpé totalmente avergonzado-…-
-yo soy el que debería disculparse… l-lo siento-me dijo Trafalgar un poco sonrojado
-*sonrisa* a partir de ahora serás más abierto con los demás ¿verdad?-lo miré
-…sí…-me respondió y sonrió conformemente. Esa sonrisa izo que mi corazón latiera y provocó que me acercara a él. Lo besé sin pensarlo.
-¡! L-l-l-l-lo siento-dije al apartarme de golpe-yo…tu…eso…¡AH! MIERDA-estaba totalmente avergonzado y furioso conmigo mismo, sin pensarlo mostré la parte más vergonzosa de mi persona y eso me enfurecía –“mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda…”- repetía una y otra vez en mi mente sin darme cuenta de que Trafalgar se me acercaba.
-…no importa-me abrazó
Al sentir aquellos delgados brazos rodear mi cuerpo, sentí como si todas aquellas frustraciones que luchaban por acabar mi alma entera y destruirla fueron tranquilizándose una por una.
-me gustas…-dije en voz baja para que solo pudiera oírlo él
-…*sonrisa* a mí también-me respondió.
No pude aguantar más tiempo mi deseo por poseerlo, así que lo besé, al principio solo lo besa gentilmente pero luego fui a lo más placentero y exitoso que supe, entré en su cabina vocal y empecé a recorrer todos los rincones con mi lengua que después acabaría encontrándome con la suya.
El beso duro un par de minutos hasta que ambos no separamos por falta de respiración, Trafalgar un muchacho con un año mayor que yo ahora se encontraba bajo mis manos. Seguí con mi labor y empecé a quitarle la camiseta y acariciar sus pezones y a lamerlos para crear más diversión. La voz de Trafalgar era distinta a la que mostraba a los demás.
………………………………………………………………………………………………………………….
Al terminar de hacer el recorrido por todos los lugares del cuerpo de Trafalgar y acabar de desnudarlo al completo. Pasé al siguiente paso.
-¿q-que haces…?-me preguntó un poco cansado
-esto tiene que ser necesario-le respondí e inserté un dedo en su entrada intentando agrandarla para así entrar con facilidad-¡AUGHAH…!-gritó de dolor al sentir la repentina introducción de mi segundo dedo.
-solo un poco más-Dije mientras introducía un tercer dedo. A Trafalgar parecía odiarlo pero luego logré que lo disfrutara, y aquellos quejidos de dolor se volvieron en gemidos de placer.
“ya debe de estar” pensé. Saqué mis dedos de su interior e intenté introducir mí ya erecto miembro, al principio era difícil pero pude meterlo. Al meterlo sentí como me apretaba, el interior era completamente estrecho, pero no me molestó y empecé a moverme.
-AHH…NH…AAAHH-gemía Trafalgar, un adolecente de 18 años como él y en este estado era realmente irresistible, no me lo negué más y empecé a moverme con fuerza y velocidad, la entrada era un poco más blanda y podía entrar y salir con facilidad.
La habitación se llenó con los gemidos de Trafalgar y el choque de ambos cuerpos.
-m-más despacio…AH-dijo entre jadeos, pero dude en obedecerlo. Nunca lo hice.
En cambio aumente mis estocadas provocando más placer para ambos, un par de minutos después sentí que ya llegué al clímax e intente salir de su interior pero sentí como sus piernas me lo impedían y su interior me apretaba más así que sin más negación me corrí dentro de él, provocando que él también se corriera ensuciando su vientre de aquel líquido blanquecino.
Ambos estábamos agotados, yo salí de su interior y me recosté al lado suyo, vi que Trafalgar ya se había dormido, lo tapé con algunas sabanas que encontré y dormí junto a él.
……………………………………………………………………………………………………………….
Ya pasó un par de semanas desde que tuve sexo con Trafalgar, desde entonces él se veía más alegre incluso todos se sorprendieron de increíble cambio que hizo hasta llegaron a preguntármelo a mí.
También me entere de que la gente de la ciudad me daba por muerto y de que mi antiguo territorio pasó a ser de alguien más “me pregunto dónde estará mi hermano…”pensé mientras echaba un vistazo al periódico de la mañana.
………………………………………..
Últimamente Trafalgar tenía mareos y a veces vomitaba sin más. Me preocupe.
Al día siguiente fui obligado a irme de aquella casa, que digo ¡fui tirado! de esa casa por el hermano de Trafalgar, no tenía ni le menor idea del porqué. Pero no me molestó aunque me dolía no ver más al idiota de Trafalgar quien no se presentó en ese instante.
Caminé por la calle de la ciudad nadie sabía quién era “debe ser por el cambio…”pensé
-mira a ese de ahí~~ ¿no te parece apuesto?-
-“debería haberle dicho que viniera conmigo”-pensé sin darme cuenta de que dos chicas s me acercaban
-oye~~ pareces un chico demasiado apuesto-me dijo una de ellas-¿no quieres divertirte un poco?-
-tranquilo no tienes que pagar, haremos un excepción contigo- dijo la otra. En este momento no estaba de humor para hacer ese tipo de cosas –dejen de joder putas- dije mientras caminaba en dirección a la zona prohibida, oí como esas dos me gritaban y me insultaban pero no le preste importancia.
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Al llegar a la zona prohibida vi como varios chicos me rodeaban-¿eres nuevo muchacho?-me pregunto uno de ellos-aquí tenemos varias normas, sí eres nuevo tienes que pagar-dijo otro mientras me mostraba un estúpida navajilla, los demás también sacaron algo de sus bolcillo todos era realmente insignificantes y patéticas.
-¿con esas porquerías pensáis atacarme?-pregunte burlándome y los ataqué sin piedad.
-tú gilipollas-dijo uno mientras corría hacia mí. Este chico hizo mal en atacarme, ya que fácilmente lo derribé a él y su demás compañeros. Todos eran débiles.
Después de esta pelea tan aburrida llegué a mi antigua casa, al entra vi que no había nadie, bueno no me importaba en lo más mínimo “que estará haciendo….”pensé mientras me tiraba a mi antigua cama.
……………………………………………………………………………………….
Pasó una semana desde que me tiraron de la casa de Trafalgar, por curiosidad fui a ver si lo encontraba en el patio trasero ya que ahí era donde más tiempo pasaba leyendo un libro de medicina.
Al llegar a la casa parecía solitaria, él no se encontraba en ese sitio, o estaba enfermo o solo le dio ganas de probar nuevas cosas. Con algo de preocupación salte la gran muralla y entré en la casa, miré cada lugar hasta que llegué a la cocina en donde oí hablar a Dai y también oí unos llantos, me acerqué un poco más.
-vamos Nami no sufras…-dijo Vivi intentando calmar a Nami
-todos estamos preocupados-dijo Dai
-lo siento, si no hubiera hecho caso a ese capricho él aún estaría aquí-
-Nami…-
-¿Quién es “él”?-pregunte enojado
-Kidd… ¿qué haces aquí?-se sorprendieron todos de mi presencia
-eso no importa quién es “él”-
-se trata de TRAFALGAR-me respondió Vivi-él desapareció hoy cuando Nami lo llevó a la ciudad-al oir esto sentí como mil mundos caían encima mío
-Doflamingo al oír aobre la inesperada desapareción del señor Trafalgar corrió a buscarlo pero no lo encontró y decidió avisar a la policía, todos te culpan a ti por la desaparición-me informó Dai
-intenté decirle al señor de que yo era la responsable, perdón por dejarte toda mi responsabilidad-se disculpó Nami
-no tienes por qué hacerlo… yo lo encontraré-al decir esto decidí salir a toda prisa de la casa ya, según la información que me dieron, Trafalgar no se encontraba por la ciudad así que seguro habrá entrado en la zona prohibida, de tan solo imaginar lo que podrá pasar corrí lo más rápido que pude, busqué por todos los sitios del vertedero miré incluso debajo de las piedras, estaba totalmente preocupado.
-¿piensas que podría caber en esa lata?-dijo una voz detrás de mí.
-Tra…Trafalgar-dije al tirar la lata en la que pensé que estaría, sin decir nada más lo abracé.
-oye, esto es demasiado…suéltame-me ordenó pero no le hice caso, nunca hice caso a sus ordenes.
-te dije que comieras bien no que te sobrepasaras-le dije al sentir la gran barriga que tenía.
-no estoy gordo-me respondió
-¿eh?-no entendí nada, si no estaba gordo… ¿entonces que era?
-voy a ser madre y tú eres el padre-dijo así sin más, cosa que me sorprendí provocando que casi me salieran los ojos de mis orbitas.
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La llevé a casa y lo deje en mi cama, aún seguía sorprendido, ¡iba a ser padre! Esto era realmente sorprendente y reí sin más no poder, estaba muy alegre.
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Pasaron unos meses después y Trafalgar se encontraba cada vez más peor, vomitaba cada media hora pero no era normal, según lo que oí, el vómito de una persona embarazada es como cualquier vómito, pero el de Trafalgar venían acompañados de una cierta cantidad de sangre, no puede entender nada.
Ambos estuvimos de acuerdo en volver a la gran casa pero Trafalgar temía ver a su hermano, ya que me contó de que él fue el primero en darse cuenta de su estado y que por eso me tiró.
Al llegar a casa Nami corrió a abrazar a Trafalgar y los demás también lo hicieron, Doflamingo no se encontraba.
-…ya veo-Dijeron todos a la vez cuando les expliqué la verdadera historia.
-pero no tenéis a donde ir ¿verdad?-dijo Nami
-no-respondí
-podéis quedaros en mi casa, la próxima semana serán vacaciones así que os podré preparar algo-sonrió. Ambos asentimos con la cabeza.
……………………………………………………………………………………………….
Ya paso un semana y Nami preparaba algo para evitar, por lo menos un poco, los dolores de Trafalgar.
-es raro que tengas estos dolores en este corto tiempo-dijo preocupada
-aquí tienes las toallitas que me pediste, Nami-entré y dejé las toallitas con un poco de agua
-espero que con esto te sientas un poco mejor-
………………………………………………………………………………………………..
Ya era muy temprano de la mañana, Nami se iría el día siguiente, sentí que Trafalgar no estaba a mi lado y en ningún lugar de la habitación.
-¡KIDD!-oí como Nami me llamaba, el grito procedía de la sala, baje lo más rápido que pude y encontré a Nami y trafalgar.
-¿Qué pasa?-pregunte preocupado
-deja de quedarte ahí, coge agua caliente y muchas toallas y tráelas aquí, él está a punto de dar a luz-dijo seria, yo solo sentí que mi corazón iba a mil, sin perder ni un minuto más corrí a la cocina, calenté agua y preparé la toallas y me apresuré en llevarlas asía Nami, casi me mato en el camino. Oí como Trafalgar gritaba de dolor.
……………………………………………………………………………………………………………
Al cabo de unos minutos oí el llanto de un bebe, no podía creer lo que oía, estaba realmente alegre.
-q-que te pasa señor Trafalgar… ¡K-KIDD!-gritó Nami entré y vi una escena que odiaría toda mi vista.
-déjanos solos…-dije conteniendo las lágrimas
-p-pero…deberíamos- Nami empezó a soltar lágrimas
-*sonrisa* no pasa nada…-dijo Trafalgar con voz apagada, Nami salió con el bebe y me dejo a solas con Trafalgar.
-eres un mentiroso…-dije mientras mordía mi labio inferior e intentaba llorar
-lo siento, pero no quería que muriera-Me respondió con lágrimas
-¡debiste habérmelo dicho, maldito idiota!-me enfadé y me acerque a él, esa escena se volvía cada vez más aterradora.
-al menos él está bien ¿no?-me miró con lágrimas
-s-sí-respondí
-¿lo cuidaras…Kidd?-esta era la primera vez que me llamaba por mi nombre, era realmente difícil responderle ahora, pero no quería dejarlo así.
-*sonrisa*nunca pensé en maleducarlo y dejar que viva la misma vida que yo viví, prometo no dejarlo solo, así que…Law-no podía aguantar más, el dolor me consumía todo, sentí como mi corazón era apuñalado por un centenar de navajas y mi alma destrozada.
-*sonrisa*-
-Law…espera…aún…yo…- sentía que el mundo iba a acabar pronto, Law empezaba a cerrar los ojos y yo lo único que podía hacer era evitarlo pero sé que todo esto no duraría.
Law cerró los ojos intenté despertarlo, me acerqué a él, cogí su mano su calor iba disminuyendo, su respiración iba desapareciendo y su corazón se iba deteniendo.
Ya no pude más lo abracé con fuerza y empecé a llorar, era la primera vez que sufría por alguien, él era la primera persona a quien amé y también fue la primera persona que me amo. En este momento lo único que quería era desahogar mis penas, solo quería llorar y llorar hasta que ya no me quedara más lágrimas por derramar.
…………………………………………………….
-Kidd…-dijo Dai mientras se me acercaba, Nami estaba al lado suyo tapándose la boca pero llorando sin parar.
-solo déjenme solo…-dije con furia y tristeza, no quería que me molestaran, no quería hablar con nadie, no quería verlos.
…………………………………………………………
Al día siguiente fui a cas de Trafalgar, al parecer Doflamingo quería verme.
Al entrar todos me miraban, y me animaban para superar esto pero para mí era imposible.
Entré en la oficina de Doflamingo y me prepare para lo que viniese.
-siéntate- dijo, e senté en un silla que se encontraba por ahí. –fue muy repentino ¿verdad?-
-a qué te refieres-
-al nacimiento, fue muy pronto ¿no crees?-
-…s-sí-
-era de esperar, ¿sabes por qué no dejaba que Law-chan saliera?-
No entendía a qué punto quería llegar este tipo, así que dude en responder.
-… él tenía el cuerpo débil, posiblemente desde que nació, no quería que se arriesgara y decidí no dejarlo salir, puede que eso lo haiga echo solitario-empezó a explicarme-yo era como tú, vivía al margen de la ciudad, pero un día encontré a Law-chan, al verlo decidí dar un giro a mí vida y hacer algo para poder protegerlo, hasta que llegué hacer algo como esto, cuando llegaste aquí no comprendí porqué pero vi como él se divertía junto a ti-
-yo…-intenté decir algo pero era imposible, sentía como mi garganta me picaba y mis ojos volvían a querer llorar, al parecer aquella noche no sequé hasta la última lágrima de sufrimiento.
-fui el primero en darme cuenta del estado de Law-chan y al enterarme de que fuiste tú el responsable tuve ganas de matarte al instante, pero al ver la cara de felicidad que puso Law-chan al enterarse de que tendrían un hijo me negué rotundamente y solo decidí tirarte, pero fue aún peor-por algún motivo Doflamingo me explicaba todo detalladamente. –Incluso los mejores doctores no podrían haberlo salvado-al oírle decir esto sentí como toda la culpa caía en sima mío, no digo que no lo sentía antes solo que ahora era más pesada.
-¿podrás olvidarlo?-preguntó, al oírlo me dí suenta que luchaba por contener sus lágrimas, incluso llegué a ver una fina gota caer por su rostro, esa fina gota brillaba con la luz que se colaba por la ventana.
-¿”olvidarlo” dices?-pregunté con rabia -¡¿CREES QUE SOY IDIOTA?!-me enfadé-“¿olvidarlo? NI DE COÑA”-pensé mientras apretaba mis puños y mordía mi labio inferior.
-*sonrisa*…quiero dejarte mi casa-dijo mientras se levantaba de su sitio-ya no tengo motivos para quedarme-
-que…-
-¿estás seguro de no querer olvidar?-preguntó mientras se iba
-sí-respondí pero creo que no llegó a oírme.
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Ya pasó 16 años exactos desde la muerte de Law, decidí quedarme en casa de él y cuidar de mi hijo, pero me costó un poco más de lo que pensaba.
-PAPÁ YA ME VOY…-gritó Kentaro
-¿papá que haces?-me preguntó. Yo estaba viendo algunas fotos que dejó Doflamingo antes de irse y también tenía las que saqué yo mismo.
-algunas fotos-dije con voz nostálgica
-pareces un idiota con esa cara~-sonrió
-¿¡PERO QUE DIABLOS DICES!?-
-jejje estás sonrojado-
-¡n-no…no lo estoy y lárgate ya o llegaras tarde!-grité furioso y avergonzado
-oh! Es verdad, bueno me voy-sonrió y se fue
-*suspiro* cada vez se parece más a ti-
Pero heredó tu lenguaje
-*sonrisa*parece que no se educar bien a un niño-salí de la habitación y me dirigí a la parte trasera en donde solía quedarme junto a Law, recuerdo que él siempre iba a ese sitio a leer uno de sus tantos libros de medicina, quien sabe con qué propósito.
Me senté en el mismo lugar de siempre y observé los árboles de cerezo ya florecidos, los recuerdos de esos tiempos se paseaban por mi mente, aquel rostro concentrado que tenía Law cada vez que leía uno de sus libros se quedaban gravadas en mis recuerdos, ligeramente sentí como otro cuerpo se apoyaba en mi espalda con un aire cálido.
-*sonrisa* gracias- dije mientras las flores de los cerezos que caían me obligaban a ver un escena de la cual siempre disfrutaba con Law incluso en este momento sentí su presencia y su cálido cuerpo. Estos són mis RECUERDOS INOLVIDABLES.
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