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Buscando una salida por Sapphire69

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Notas del fanfic:

Mmm… solo puedo decir que espero le den una oportunidad a este fic. La idea surgió de manera extraña y en cierta parte de alguna anécdota mía. Espero les guste u,u

Notas del capitulo:

Mmm... espero disfruten del texto. Seria mi segundo fic que hago n,n

Si les llega a gustar, continuare escribiendolo ;)

La mañana silenciosa se anunciaba a través de la persiana. Sonó la alarma. Con gran esfuerzo la apago. A pesar de haber dormido sus ochos horas se sentía cansado. Quizá se debía al trabajo que tenía. Ser ayudante de construcción no era un trabajo sencillo. Aunque quería seguir durmiendo no podía darse ese lujo. Tenía que llegar temprano a la escuela.

Desde que sus padres se escaparon, él y su hermano empezaron a trabajar para solventar los gastos de la casa. Cuando sus padres huyeron, él era un niño. No comprendía sobre los problemas de los adultos. Con gran esfuerzo lograron pagar las deudas de sus padres y de alguna manera logró vivir feliz al lado de su hermano. Pero ahora nadie podía ayudarlo. Su hermano también lo dejo solo. No entendía por que su hermano fue capaz de hacer lo mismo que hicieron sus padres. El dolor lo invadía cada vez que recordaba ese día.

 

Se despertó temprano. Quería hablar son su hermano acerca de los fuegos artificiales que se verían mañana en la noche. Bajo a la sala a desayunar. En la mesa encontró una nota:

“Misaki, salí temprano al trabajo. Quizá venga a altas horas de la noche. No me esperes y no te preocupes. Comeré afuera. Cuídate y esfuérzate en los estudios.

                                                                                                 Takahiro”

No era raro que su hermano comiera afuera. Tal vez encontró un nuevo trabajo y mejor que el anterior. No lo pensó mucho. Se apresuró a comer la tostada. Miro el reloj: ¡se le hacía tarde!

Llego a su casa. La casa emanaba un aura de soledad. Su hermano aún no estaba en casa. Tenía que hacer sus deberes del colegio. Se quedó hasta tarde esperando a su hermano. El reloj marco las dos de la madrugada y aun no volvía Takahiro. Se dirigió al cuarto de su hermano para alistar su ropa. Cuando llegara, su hermano estaría tan cansado que le pediría ayuda. Anticiparse a esa situación no estaría nada mal. Abrió el armario. Retrocedió unos pasos. ¡No estaba la ropa de su hermano! No lo podía creer. ¿Su hermano fue capaz de abandonarlo como lo hicieron sus padres? ¡No, no, no! Su hermano no era como ellos. Regresaría. Estaba seguro. Su hermano regresaría.

Espero en vano. El reloj marco las 8 de la mañana. Takahiro no había regresado. Tenía ojeras muy grandes. No quiso ir al colegio. Quizá Takahiro regresaría por esas horas. Esperaría a su hermano. Ya luego se pondría al día con las tareas. Le pediría a Shinnosuke, su amigo, sus notas después.

Así llego el  mediodía y nada. Almorzó. Mientras lo hacía, tocaron el timbre. Corrió a abrir la puerta. Un señor de bigotes extraños le entrego la factura de la corriente eléctrica. No se resignó. Continúo esperando. Su hermano vendría a casa.

Se sentó en el patio de su casa. Su mirada estaba ida. Después de tanto tiempo, lágrimas cayeron por sus mejillas. Ahora estaba solo… completamente solo… a lo lejos se escuchaban las explosiones de los fuegos artificiales…

 

La escuela le aburría. Parecía que todos los estudiantes vivieran en una especie de burbuja. No tenían preocupaciones. Solo hablaban del programa de televisión que vieron, del chico que les gusta, del partido de futbol, la canción de moda, la fiesta de fin de semana, etc. Miro el cielo azul a través de la ventana. Después del colegio se dirigiría al trabajo y estaría allí hasta las 8 pm.

-Si el dinero cayera del cielo…

-¿Qué paso, Misaki?

-¡! –lo tomaron por sorpresa del hombro. Shinnosuke sonreía. Su único amigo en la escuela. –Nada importante…

-¿Estas comiendo adecuadamente? Se te ve delgado… -no le prestaba atención. -¿Otra vez en la luna? ¿Por qué no vienes a mi casa a comer?

-De acuerdo… iré después de mi trabajo.

 

La cena estuvo deliciosa. Se sentía un poco raro. La casa de Shinnosuke era muy cálida y acogedora. Su madre tan amorosa y el padre que aconsejaba a sus hijos. Una familia casi perfecta. Una familia que se apoyaba mutuamente. Hacia tanto tiempo que no se sentía así. Pero cuando llegara a su casa nadie lo estaría esperando.

Cuando iba a pasar por una esquina, se encontró con un hombre de cabellera plateada y porte alto. Llevaba una pequeña maleta. No le prestó atención. Continuaría su camino, indiferente.

-Hey, amigo, ¿conoces esta dirección?

-¿Mmm? –Misaki no pensó que le hablaría. No había nadie excepto ellos. Aunque no habría nada de malo si lo ayudaba, ¿no?

Miro la hoja que sostenía el joven. Se quedó atónito. Si no se equivocaba, esa dirección pertenecía a… Shinnosuke le había comentado que una familia rica se mudaría por esos alrededores. También le había enseñado la casa. La enorme y lujosa casa les había gustado.

-Sí, llegaras allí si tomas ese camino y doblas a la izquierda. –señaló un caminito blanco.

-¿Podrías acompañarme?

-¿Eh? –apenas se conocían. ¿Cómo era posible que le pidiera eso a un desconocido? –Pero…

-Es que recién he llegado de Inglaterra y no conozco mucho este lugar.

“Un extranjero…” “¡Genial! Ahora se demoraría en ir a casa…”

-De acuerdo. –acepto un tanto desganado. Solo acepto porque le daba lastima.

Mientras caminaban, el silencio era incómodo. ¿Y que se suponía que diría? Solo quería llegar pronto e irse a casa para dormir. Avanzaron rápido. Misaki dejo al extranjero en la entrada de la gran casa.

-Gracias por acompañarme. Y disculpa las molestias. Felizmente me ayudo usted.

-No se preocupe. Disfrute su estadía en el país. –sin más dio la vuelta.

-¿Cuál es tu nombre?

-… -pensó que no hacia ningún daño decir su nombre. –Misaki.

-Misaki, un gusto conocernos. –sonrió.

No había duda, los extranjeros eran raros. Tal vez por sus costumbres. ¡Ops! Se había olvidado preguntarle su nombre. ¡Ah! ¡¿Que más daba?! No lo volvería a ver otra vez. Vivían en mundos muy distintos. Aunque no sabía que este acto cambiaría su vida.

Pasaron dos semanas. En su trabajo le iba bien. Se escuchaban rumores de que los obreros tendrían una mejor paga. ¡Por fin algo bueno pasaba! Ya con ello se despejaba una buena parte de sus problemas económicos.

Regreso de su trabajo. Caminaba lentamente. Miraba las estrellas. Tenía que continuar viviendo. No se dejaría arrastrar por los problemas. Sobreviviría solo, como sea.

Cuando pasaba por la esquina para ir a su casa, se encontró con el joven de cabellera plateada. Se sorprendió al verlo.

-¿Cómo estas, Misaki? –pregunto de manera casual.

-¡…! Supongo que bien. ¿Qué hace usted por aquí?

El joven de cabellera plateada no respondió. Solo rio un poco y le miró fijamente. Por primera vez, Misaki vio el color de los ojos del joven. Eran violetas. Muy bonitos y extraños a la vez.

-¿Estas solo?

-¿Por qué esa pregunta, señor?

-¿No quisieras acompañarme a algún lugar?

-Disculpe pero no soy allegado suyo…

-Eso que importa, todas las personas antes de tener vínculos con otros son desconocidos. Vamos, acompáñame.

-Y-yo lo siento, tendré que rechazar su invitación. –por alguna razón, Misaki se sintió incómodo. –Hasta luego.

Antes de que lograra avanzar, le sujetaron su brazo. Parecía que el extranjero no estaba dispuesto a soltarlo. Forcejearon un buen rato.

-¿Qué le ocurre? ¡Suélteme!

Esto tenía que ser una buena broma. Por fin recibía una buena noticia en el día y ahora un desconocido quiere… ¿Qué diablos quería? Solo sabía que no era algo bueno… lo podía presentir…

Misaki se preparaba para darle un puñetazo en la cara, sin embargo el joven pareció notar sus intenciones. Bloqueó el ataque y cogió sus brazos. Aun en esta posición trató de zafarse, sin éxito alguno.

-No me dejas de otra…- saco un pañuelo. Tapo la boca y la nariz del pequeño castaño.

Sentía que sus fuerzas se disminuían. Pero no se iba dar por vencido. Aún en esta situación pensaba que todo se trataba de una broma, una broma muy cruel. Quería pensar que todo lo que le estaba pasando fuera una pesadilla.

“¡Ayúdenme!” “¡Alguien, quien sea, por favor!”

Ya no podía más. El aire le faltaba. A pesar de que se negara a quedar inconsciente, su cuerpo cedió y la oscuridad se apoderó de él.

 

Notas finales:

Gracias por leer el fic. Tratare de actualizarlo a la par que el otro fic que tengo. Espero sus reviews, si es que alguien se anima a comentar…

Cuídense. Nos leemos n,n


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