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ÁMAME o los problemas comienzan por mayita1513

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Notas del capitulo:

Holaa!!!! He regresado y como lo prometí hoy tenia que subir el primer capitulo. :) Muchas gracias a ustedes mis lectoras. Les estoy muy agradecida por ser pacientes y continuar con la historia... Gracias Gracias Gracias!
Trararé de subir cada fin de semana, como ya les dije tengo avanzado hasta el quinto capo. Pero si me demoro por algún motivo, todo es culpa de la universidad. Espero su comprensión y sus lindos comentarios.
Besos y disfruten del primer capitulo. He cambiado y quitado muchas cosas como para no aburrirlas tanto. ESPERO LES GUSTE.
Byeeeee

Cualquier consulta o sugerencia a @MayraCrdova

4 MESES DESPUÉS...

 

(Luhan)

 

-¡¿Cómo dijiste?! - sostuve muy fuerte el teléfono para que no se me resbalaran de las manos.

-Tienes que tomarlo con calma - me pidió Jaejoong del otro lado del teléfono.

-¡¿Cómo?! ¿Cómo puedo mantener la calma cuando me dices que Jongin está con Victoria?

-Intenté hablar con él, pero se negó a verme.

-¿Mencionaste que ibas de mi parte?

-No. Me dijiste que solo lo espiara. Cuando fui a verlo fue por mi decisión.

-¿Tienes alguna idea del por qué se negó a verte?

-No. Victoria fue la que me atendió fuera de su casa, al parecer vive ahí. Jongin en ningún momento bajó y le dejó el recado que no volviera otra vez.

-¡Es imposible! Jongin no es de tratar así a la personas.

-Luhan, me temo que no puedo hacer más por ti. Lo siento - respondió apenado.

-No te preocupes. Veré que puedo hacer. Gracias... - colgué el celular y casi lo mando a volar por la habitación si no fuera por Yixing que me miraba desde un lado de la sala.

 

No podía explotar de esa manera y mucho menos estando en su departamento.

 

-¿Sucede algo Luhan?

-Nada - negué.

-¿Es por Jongin? - quiso saber.

-Si - a estas alturas Yixing sabía todo lo ocurrido de mi repentina visita a New York. Intentó convencerme de regresar con Jongin, pero aquí me sentía muy a gusto que prolongué mi regreso.

-¿Qué sucede?

-Aún no lo sé con exactitud, pero está saliendo con Victoria. Ella está viviendo con él... - se me quebró la voz al pronunciar en voz alta la verdad. Lo había perdido, él había elegido no esperarme y quedarse con Victoria. Había sido una buena decisión, al final de todo yo tuve la culpa de perderlo. Era un perdedor.

-Tienes que regresar...

-¿Crees que ya es hora?

-Lo creo. Ya pasó mucho tiempo. Tú decides, o regresar con él o lo pierdes para siempre.

 

(Jongin)

 

-¡Esta lista la cena! - gritó Victoria desde la cocina. Apagué el televisor con el control y me desplacé con mi silla de ruedas hasta la mesa del comedor.

 

Ella se acercó con los platos servidos, los dejó sobre la mesa y luego regresó por los palitos. Cuando se sentó delante de mí comenzamos a cenar. Casi nunca mencionaba palabra alguna, había perdido mi humor y carisma. Todo ahora me parecía aburrido.

 

-¿Qué tal la cena? - me miró sonriendo.

-Te quedo bien - respondí a penas.

-Siempre dices eso...

-Está delicioso - dije sin muchos ánimos. ¿Qué más podía decirle? ¿Qué no se daba cuenta que no tenía ganas de hablar?

 

Dejó de hablar y se concentró en su plato. Yo hice lo mismo. Estaba cansado como para entablar una conversación. Al terminar ella lavó los platos y yo me desplacé hasta mi habitación. Me apoyé en la silla de ruedas para poder caer sentado sobre el borde de la cama, por lo menos ahora podía hacer eso solo.

 

Me acomodé en el respaldo de la cama y me saqué el pantalón, luego la chompa que traía. Las coloqué a un lado de la cama y me metí bajo el edredón. Reflexioné sobre lo que había sucedido, sé que estuvo mal hablarle así a Victoria. Pero no puedo ser gentil con ella. No quiero que se ilusione en que puede llegar a suceder algo entre nosotros. Por lo menos eso no sucederá mientras Luhan aún ocupé mi corazón.

 

-¿Dónde estás, Luhan? ¿Por qué me has abandonado? - alcé la mano hacía la mesita de noche. La lámpara aún estaba encendida y me ayudó a buscar aquella fotografía en el cajón.

 

El rostro que mostraba era el rostro más perfecto al igual que su sonrisa. Recuerdo claramente ese día. Fue el día que se mudaba a vivir conmigo, eran las primeras horas de la mañana y ya habíamos desayunado. Ese día él quería salir al cine o a cualquier otro lado. Por más que me haya gustado esa idea, no podía aquel día. Era mi última presentación con Victoria. La fotografía la había tomado cuando me insistía en no irme de su lado, se sorprendió cuando le tomé desprevenido, pero luego me rogó por que tomará otra foto. En la segunda se preparó mejor, y me dedicó la sonrisa más hermosa junto con la señal de La Paz. Luego de eso me quitó la cámara y empezó a tomarme varias fotos. Al poco tiempo mandé a revelar algunas fotos, y cuando él vio la suya escribió detrás con una delicada caligrafía.

 

"Ámame.

Luhan"

 

Me entró la nostalgia cuando volví a leer aquella palabra. La primera vez que lo hice me reí por su juego de mensajes. Pero ahora ya no me causaba tanta gracia. ¿De qué me sirvió amarlo tanto si ahora ya no estaba conmigo?

No me había servido de nada haberle otorgado mis caricias cada mañana, de haberlo amado en la cama cuando él tomó la primera oportunidad y se largó. ¿De qué me servía el amor si ahora se estaba transformando en odio? No servía de nada.

¿En dónde estaba cuanto más lo necesitaba?

 

 

(Baekhyun)

 

-¿Regresar? - me sorprendí.

-Pienso regresar lo más pronto posible. ¿Vienes conmigo o te quedas?

-Sabes la respuesta. Estoy impaciente por ver a Chanyeol.

-¡Perfecto! Compraré los vuelos online.

 

Luhan salió de mi habitación en busca de su iBook. Me quedé recostado sobre la cama, la puerta estaba abierta pero no opté por cerrarla.

 

El momento de regresar había llegado. El estar aquí con Yixing me entretenía en cierta forma en no pensar en Chanyeol, pero durante las noches no podía dejarlo de lado en mis sueños. ¿Qué estaría haciendo ahora mismo? ¿Habría encontrado un nuevo trabajo? ¿Estaría viviendo con su madre y hermana?

No le he preguntado a Jaejoong sobre Channie, él ya tuvo muchos problemas solo por apoyarnos. No quiero meterlo en más problemas por más que la curiosidad de preguntar me mate.

 

-¿También regresarás? - preguntó Yixing cuando se asomó al marco de la puerta.

-Si - le sonreí - Quiero verlo, creo que esta es la oportunidad.

-Los extrañaré a ambos - pronunció con tristeza y ojos decaídos. Me conmoví por mi amigo, yo también le extrañaría.

-Siéntate aquí - pedí dando golpecitos al borde de la cama.

 

Hizo lo que le pedí y se recostó sobre mi almohada.

 

-¿Recuerdas cuando nos conocimos? - preguntó.

-Sí. Fuiste tú quien se sentó en mi mesa.

-No habían otras disponibles - se defendió.

-Igual me agradó que te sentarás conmigo.

-Lo cierto es que un día antes ya te había visto ahí. Estabas sentado solo y luego que terminaste esperaste por alguien.

-¿Me viste? - me sorprendí - ¿Por qué te quedaste hasta que vinieran a recogerme? Las mejillas de Yixing se ruborizaron. Él miró al techo y yo no le quité la mirada de encima.

-Me gustaste la primera vez que te vi. Fue por eso que me quedé, no sabía si hablarte o no, pero cuando al fin me había decidido, te pusiste de pie y saliste del lugar. Salí para buscarte, pero no te encontré.

-¡Qué acosador eres! - me burlé.

-No te burles - se indignó - no sabes cómo anhelé para que aparecieras al día siguiente.

-Fue por eso que te acercaste a mi mesa - concluí.

-Sí, fue por eso.

-¿Por qué me cuentas todo esto?

-Porque ahora ya no siento nada por ti. Solo quería que lo supieras - se giró para verme.

-¿Ya no sientes nada por mí? ¡Eso es imposible! ¡Soy irresistible!

-Cuando me di cuenta que tu corazón pertenecía a otro no quise interponerme. Así que lo mejor para mí era dejarte ir, fue por eso que te aconsejé que regreses con Chanyeol la primera vez.

-¿Querías olvidarte de mí? - me apené. Por alguna extraña razón esa confesión me dolía.

-Al contrario. No quería enamorarme de ti.

-Lo sé, soy imposible de olvidar - alardeé.

-Ya deja de bromear - tomó la almohada en la que estaba recostado y la lanzó hacia mi rostro.

-¡¿Quieres guerra de almohadas?! - chillé.

 

Una vez más tomó la misma almohada de me la tiró. Alcé mi brazo como defensa y tomé mi almohada. Empezamos a tener una guerra de almohadas hasta quedar agotados sobre la cama. Nadie había ganado, simplemente nos rendimos. El estómago nos dolía de tanto reír.

 

-Ven con nosotros... - le pedí. Me miró confuso y negó con la cabeza.

-No puedo. Solo me queda medio año para graduarme. Pero prometo que lo haré cuando termine. Primero iré a China a ver a mi mamá y luego te iré a visitar.

-Trato hecho - le sonreí - Pero no será necesario que me vayas a visitar.

-¿Por qué?

-Vendré con Chanyeol a New York. Le propondré venir a vivir aquí y trabajar juntos. Aquí nadie nos conoce y mi padre no puede hacer nada a la distancia.

-¡Estás loco!

-Es la única opción que tengo, no pienso quedarme allá. Será para que mi padre me haga la vida imposible.

-Se nota que lo vienes pensando de tiempo.

-Lo he hecho, ya he pensado en todo. Vendré con Chanyeol y punto.

 

 

COREA 9:00 AM

 

(Luhan)

 

Solté un suspiro después de inhalar el aire Coreano. Me sentía en casa una vez más. No veía la hora en ir donde Jongin y buscarlo yo mismo. ¿Se negaría a verme? No lo creo, él no me haría eso.

 

-¿En qué piensas Luhan? - preguntó Baek quien ya estaba caminando hacia el aeropuerto - Camina de una vez si quieres ver a Jongin lo antes posible.

 

Corrí para darle el alcance. Entramos y esperamos a que nos sea entregado nuestro equipaje. Al cabo de media hora ya nos dirigíamos a la salida, pero luego alguien me detuvo.

 

-¿Señor Xiao? - preguntó el policía. Era alto, un poco más que yo. Me miraba con el ceño fruncido.

-¿Si? - Miré mi equipaje por si algo se me había olvidado. Baekhyun aún se mantenía a mi lado sin decir nada.

-Podría acompañarme, por favor.

-¿A dónde? - ¿Qué quería de mí? ¿Acaso mis papeles no estaban en orden?

-Será mejor que venga conmigo si no quiere que esto se convierta en un escándalo.

-¿Cómo? - me tomó del brazo con fuerza y empezó a arrastrarme hacia una zona privada.

-¡Hey! ¡¿Qué sucede?! - se alarmó Baek.

-¡Suélteme! - exigí al hombre, pero ni me escuchó.

 

Muchas personas me miraban con susto, algunos por curiosos. Baek empezó a seguirnos dejando los equipajes de lado.

 

-¿A dónde se lo lleva? - chilló Baek intentando hacer que el policía me suelte.

-El señor Xiao está detenido.

-¿Detenido? ¿Por qué? ¡No he hecho nada!

-Todo lo que digas será usado en tu contra.

-¡Esto debe ser una error! ¿Por qué mi amigo está detenido? - quiso saber Baek.

-Es sospechoso de la muerte del Señor Shao Xiang.

 

La noticia fue un balde de agua fría, muy fría. ¿Xiang muerto? Esto tenía de ser una broma. ¿Cómo sucedió todo?

 

-Yo no lo he matado - comenté muy despacio por el shock.

-¡Luhan no mató a nadie! - gritó Baek.

-Eso dígaselo a los detectives que cubren el caso - el policía me jaló con más fuerza y apartó a Baekhyun del camino.

-¡Baek, busca a Jaejoong y pregúntale qué es lo que está pasando! Anda, ve. Yo estaré bien.

 

Baekhyun asintió y desapareció por donde habíamos venido. Sin darme cuenta llegamos a una puerta muy alejada del lugar. Al entrar, me sorprendí porque dentro había muchas otras personas más. El policía me sentó en una esquina del lugar y me esposó las manos, se alejó un rato sin quitar los ojos de mí y empezó hablar por la radio. Luego me di cuenta que las otras personas también estaban esposadas y hasta algunos estabas quitándose la ropa mostrando que no tenían nada consigo. Los policías buscaban entre sus maletas y en algunas sacaban pequeños paquetes envueltos con polvo blanco dentro.

Esto era indignante, estaba con la gente sospechosa de transportar droga. Cuando el policía dejó de hablar se acercó sin decirme nada al respecto.

 

-¿Cuánto tiempo voy a estar aquí? - pregunté.

-El tiempo que sea necesario. Le vendrán a recoger dentro de poco.

-¿Quiénes?

-Los detectives del caso de su esposo.

-¿Qué ha sucedido con Xiang?

-Creo que no soy la persona apropiada para decírselo.

 

No hice más preguntas, solo esperé a que alguien me sacara de aquel lugar. Baekhyun ya tendría que estar hablando con Yunho. Ellos vendrían por mí o tal vez me encontrarían en una comisaría rodeado por más policías.

¿Cómo es que pasó todo esto? ¿Quién pudo haberlo matado? ¿Habría sido el esposo de su amante? Era lo más seguro, él era narcotraficantes y Xiang siempre estuvo en peligro de morir por manos de aquel sujeto.

 

--------------------

 

-¡¿Qué te declaras inocente?! - preguntó sin creérselo.

-Lo soy - aseguré - Según las fechas, yo viajé antes de su muerte. Usted mismo puede comprobarlo si revisa mi pasaporte.

-Eso es cierto. Pero eso no descarta que seas un sospechoso.

-Mi conciencia está tranquila.

 

Abrió la boca para agregar algo, pero alguien tocó la puerta. El agente salió con rostro molestó y cerró la puerta. No pasó ni diez segundos cuando el agente entró con alguien acompañado, mi abogado. Choi Seung Hyun.

 

-Usted no tiene pruebas en contra de mi cliente - aclaró Seung Hyun - No puede retenerlo por más tiempo.

-Tiene razón. No las tengo. Pero no lo perderemos de vista.

-Lo tendremos en cuenta.

-Ayudaré con las investigaciones - intervine - Puede contar conmigo. Estoy muy interesado en saber quién asesinó a Xiang.

-Contaremos con ello - concluyó al fin.

 

Me incorporé y salí de aquella habitación con paredes blancas y un espejo inmenso en un lado del cuarto.

Al salir encontré a Baekhyun junto con Jae y Yunho.

 

-¡Lu! ¿Qué te dijeron? - quiso saber Baekhyun.

-Todo está bien Baek - intenté calmarlo. Luego miré a Jaejoong y Yunho - Hola chicos, espero no haber incomodado por todo esto.

-No te preocupes, Luhan. Nos da alegría tenerte de vuelta - me sonrió Yunho.

-A mí también me alegra haber regresado.

-Luego conversamos mejor. Es mejor salir de aquí - intervino Jae, se veía muy incómodo o tal vez solo era mi imaginación.

 

No esperamos más, los cinco salimos de aquel lugar. Mi abogado se fue a otro lugar y al día siguiente vendría a verme y revisar mejor el caso de Xiang. Por nuestra parte, Jaejoong nos llevó a su nueva casa.

 

 

(Minseok)

 

Cansado. Realmente estaba cansado. El día de hoy había sido un día festivo para mi universidad. Era el aniversario número cincuenta a lo que hicieron una gran fiesta invitando a alumnos de otras universidades.

Para mi mala suerte, yo no podía celebrar como se debía. Por ser los patrocinadores, teníamos que atender a los visitantes. ¡Qué ironía! Se supone que era una fiesta y no podíamos divertirnos.

 

Mientras la fiesta continuaba en el auditorio de la universidad. Busqué mis cosas en mi casillero y opté por regresar a casa. Al salir del campus crucé la avenida. Jongdae me esperaba dentro de su camioneta y cuando me vio salió a recibirme con una casaca en manos.

 

-Hace mucho frío. ¿Por qué estas así? - me reclamó mientras me ayudaba a ponerme la casaca.

 

Rodeé el carro para entrar del lado del copiloto. Jongdae entró molesto y encendió el vehículo.

 

-¿Sucede algo? - pregunté de forma inocente.

Tomó de mi mano con brusquedad y luego la soltó - Estas helado. Deberías preocuparte más por tu salud.

-Estoy bien - recalqué.

-Toma - sacó de sus bolsillos un par de guantes - póntelos.

-¡Si, señor! - bromeé.

-Antes de ir al apartamento. Pasaremos a comer algo.

 

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Durante la cena Jongdae seguía molesto, pero me mantuve bromista todo el tiempo que cenamos. La molestia se le quito cuando regresamos a casa, él también empezó a bromear y en el camino a casa todo fue risas.

 

Subimos por el ascensor tomados de la mano. Al llegar a la puerta para ingresar a su piso, me tomó de la cintura con posesión y besó mis labios. Sabía el significado de aquel beso. Una vez que cruzáramos esa puerta solo nos dedicaríamos a darnos caricias.

 

-¿Tienes condones? - pregunté separándome de él.

-¡Rayos! Se me olvidó comprarlos. Era lo primero en la lista. - sonrió.

-¡Tonto! - le golpeé el hombro.

-Iré por ellos.

-Voy contigo.

-No. Tú entra y espérame en la cama - guiñó un ojo.

-Te esperaré desnudo - le provoqué y le planté un beso rápido.

-Me voy cuanto antes...

 

Lo vi desaparecer cuando las puertas del ascensor cerraron. Solté un suspiro, tan pronto como se iba sentía que ya lo extrañaba. Marqué la contraseña de la puerta y entré al piso. Antes de encender las luces dejé mis zapatillas en la entrada. Caminé hacia la sala y encendí las luces.

 

-!Ahhhhhhhhh¡ - solté un grito muy fuerte al ver a una mujer sentada en el mueble de la sala.

 

Ella se cubrió los oídos y me miró de una forma desagradable. Me llevé las manos a la boca para guardar silencio. Pero fue entonces que habló.

 

-¡No seas escandaloso muchacho! - chilló.

-Perdón, pero... ¿Quién es usted?

-Soy la madre de Jongdae - respondió muy seria.

 

Solté un suspiro de alivio. Le sonreí por ser agradable, pero ella en ningún momento lo hizo.

 

-¡Mucho gusto! - me incliné - mi nombre es...

-¿Dónde está mi hijo? - interrumpió.

-¿Perdón?

-¿Qué dónde está mi hijo? Tú debes ser su empleado. ¿No? - me miró de pies a cabeza - ¿A qué hora regresa?

-Dentro de un rato.

-Bien. Esperaré.

 

Se acomodó en el mueble y sus ojos penetrantes no me abandonaron en ningún momento.

 

-¿No piensas ofrecerme nada, muchacho?

-¡Oh sí! Disculpe. ¿Qué desea tomar?

-Nada - se encogió de hombros.

 

Me sentí burlado en ese momento. ¿Cómo le podía decir que yo no era empleado de su hijo, sino su novio? Viendo como era su trato, lo más seguro es que no le guste para nada la sola idea.

 

-Mi hijo demora en llegar. ¿Dónde está? - exigió.

-No tardará, Señora.

-Anda ve y llámalo. Quiero que llegue cuanto antes.

-No se preocupe. No tarda en llegar.

-¿No vas a obedecerme? - pronunció con voz molesta y con una mirada mucho peor que la de antes. - ¿Quieres pasar de mis órdenes?

-No, Señora - negué con miedo.

-¡Ubícate! - gritó - ¡No eres más que un simple empleado! ¡No te atrevas a darme la contra!

-Yo...

-¡Cállate! ¡Ahora, fuera de mi presencia!

 

Quise decir algo más. Ella no podía ser tan detestable, claro que no. Jongdae era una persona maravillosa, su madre también tendría que serlo.

 

-¡Ya llegué, cariño! - se escuchó la puerta cerrarse - ¿Me estas esperando en la cama? He comprado... - Silencio. La estancia se volvió silenciosa cuando Jongdae me vio parado en el centro de la sala, y a su madre sentada en uno de los muebles - ¿Mamá? - tenía miedo en la voz. Sentí que no estaba muy feliz de verla - ¿Qué haces aquí?

 

Su madre se incorporó con elegancia y caminó hasta su hijo. Jongdae no dijo nada cuando ella le quitó de la mano el paquete de condones.

 

-¿Compras condones? ¿Con quién estás jugando esta vez?

-No juego con nadie - los labios de Jongdae empezaron a temblar y me miró para darse un poco de confianza.

-¡Ohhh! Ya veo - su madre me miró con desprecio - Es con este con quien te acuestas - luego caminó hasta quedar en mi delante - ¿Crees que eres del tipo de mi hijo? ¡Mírate! Se nota que eres un pobretón de primera. ¡Ahora, despierta de tu sueño!

-¡No le hablas de esa manera a Minseok! - gritó Jongdae. Por un momento me asusté por lo fuerte que había gritado, nunca le había visto en ese estado. Su rostro estaba rojo y se le notaban las venas del cuello y frente. - ¡No tienes derecho a llegar a mi casa y tratar mal a mi novio!

-¡¿Tú novio?! ¡¿Qué demonios tienes en la cabeza?!

 

Jongdae agarró a su madre del brazo y la arrastró hasta su habitación. Cerró la puerta con seguro, tendrían una conversación en privado, o ese era el propósito de Jongdae porque los gritos aún seguían.

Desde la sala pude escuchar toda la discusión.

 

-¡Cállate, mamá! ¡Cállate!

-¡A mí no me vas a callar! Ahora mismo le dirás a ese muchacho que se largué del apartamento.

-¡Su nombre es Minseok! Y no se irá a ningún lado. Él vive aquí.

-¡Mírate en que te has convertido! ¡AHORA TE ACUESTAS CON LA SERVIDUMBRE!

-¡Él no trabaja para mí! ¡ES MI NOVIO Y LO AMO!

-¡Termina con él! ¡Ya te divertiste suficiente! ¡Regresarás a New York conmigo!

-¡No regresaré! ¡No lo haré!

-¡Jongdae! - se escuchó la puerta abrirse y luego ser azotada.

 

Yo aún me mantenía parado en el centro de la sala. Consternado por todo lo que había oído. Su madre no me quería y el motivo era por ser menos que ella.

 

-¡Minseok, mi amor! - Jongdae llegó hasta mí y me tomó el rostro. - No llores, por favor. No llores.

 

No me había dado cuenta de ese detalle. No hasta que me pasé la mano sobre mi rostro y sentí mi cara húmeda.

 

-Disculpa por este mal rato.

-Estoy bien... - mentí - Iré a casa. - me alejé de él.

-Estas en casa.

-Iré con mi abuela - caminé hasta la puerta y me coloqué las zapatillas.

-Minnie, déjame que te lleve.

-¡NO! - grité y me giré para verlo - ¡No quiero que me lleves! - le empujé.

 

Se quedó atónito sin decirme más nada. Sus ojos brillaban por las lágrimas que se estaban formando. No quise mirarlo más, abrí la puerta y salí. Al llegar al ascensor me dejé caer. Todo esto me estaba matando y me dolía de forma tan intensa que deseaba desaparecer en ese momento.

 

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-Mi amor... ¿Qué haces aquí tan tarde? - se sorprendió cuando abrió la puerta

-Omma... - me lancé a sus brazos. Ella era la única persona que podía y quería que me consolara.

-¿Dónde está Chen?

 

La abracé más fuerte y comprendió que no quería hablar del tema. Ella me reconfortó y me dio un beso en la mejilla.

 

-No importa, amor... Bienvenido casa...

Notas finales:

¿Cómo les a parecido?

 

Byeee

 

Nos leemos el siguiente fin de semana!! :) 


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