Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL CHICO DE LOS OJOS FRÍOS por suicidal teddy

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

SONG FIC: "Poprocks and Coke" de Green day

 

Wherever you go
You know I'll be there
If you go far,
You know I'll be there
I'll go anywhere,
So I'll see you there 
 (...)
I don't care if you don't mind
I'll be there not far behind
I will dare
Keep in mind
I'll be there for you

ESE CHICO

Recostado sobre su cama, recordó las circunstancias que lo habían llevado a sentirse así; culpable. Tan solo deseaba deshacerse de él, pero al parecer su terquedad era inagotable.

- Jake, estaba pensando que deberíamos pasar más tiempos juntos. – le había hablado corriendo hacia él. Lo esperaba, todas las mañanas, junto al poste, al frente de la casa -. ¿Sabes? Se me ocurrió…

- Tengo prisa. Deja de seguirme.

- Esta bien, pero espera a que te cuente – insistió alegremente -. Se me ocurrió que demos un paseo por el parque. A las tres. ¿Qué dices?

- No.

- Ah ¿Por qué? Vamos, di que sí – tomó su brazo; el contacto hizo que lo retirara bruscamente. Era un pesado.

- De acuerdo – cambió de opinión. De pronto se le había ocurrido una buena idea para alejarlo de una vez por todas.

- Genial, allí estaré – le sonrió -. No lo olvides ¿sí?

Lo dejaría plantado. Tal vez así entendería que no quería ser su amigo. Ese chico era un fastidio, lo supo desde la primera vez que lo vio y oyó que gritaba su nombre. “Jake Bugg viviendo en la casa de Alex. ¡Increíble! Qué suerte”. Enseguida lo había abrazado como si fuese su algo querido. Le había informado, todavía en shock, que adoraba su música y su persona. Gracias a él, la decisión de pasar una temporada en casa de su amigo Morgan, pronto se había convertido en un. Aquel sujeto tan fastidioso se llamaba Mark, el compañero de clases del hermano menor de Morgan y, un conocido snowboarder canadiense que había ganado muchas competencias. En realidad, poco le importaba quien fuese, pero ese chico había comenzado a entrometerse en sus cosas.

Lo esperaba todas las mañanas frente a la puerta de la casa. Al verlo le daba el alcance, pretendiendo con descaro, que era producto de la casualidad porque era su trayecto regular a la universidad. Por supuesto ignoraba sus comentarios. No estaba interesado en hacer amigos como él; tan estúpido que apenas se daba cuenta en dónde estaba parado. Era sólo un niño mimado que jamás había conocido un no por repuesta y él no sería un capricho más.

Un chico engreído, adinerado, feliz, carismático, con suerte. Un idiota.

Esperaba que su indiferencia le hiciera entender que le desagradaba, pero Mark no conocía los límites ni siquiera del orgullo propio. Continuaba hablándole, preguntándole cosas a pesar de su silencio o sus frases sarcásticas. Su buen humor era inagotable e impresionante. Toda esa persecución solo podía significar una cosa; el chico estaba enamorado de él. Por lo tanto, dejarlo esperando en el parque era una gran idea. A las tres y media, recibió un mensaje de texto.

“Jake ¿Dónde estás??? Avísame si te demoras, ¿sí?  Mark”

Inexplicablemente había conseguido su número. Era el colmo; se preguntó quién diablos se había atrevido a dárselo.  Al llegar a casa lo descubrió.

- ¿Ya regresaste? – le había preguntado Alex, el hermano menor de Morgan -. Mark llamó hace rato. Me dijo que habías quedado con él y que todavía no llegabas.

- Le diste mi número…

- Lo siento, parecía muy consternado. ¿No irás? – abrió sus ojos claros de par en par.

Un nuevo mensaje lo acosó.                             

“Supongo que debes haber tenido un percance. Escríbeme apenas leas mis mensajes. Estaré esperándote en la banca al final del puente…tengo mucho tiempo :P”

Consultó su reloj; las cuatro de la tarde y aún seguía allí. En ese momento no le importó. Jamás se quedaría esperando tanto tiempo. Por eso decidió dormir un poco; de esa forma los minutos transcurrirían con rapidez.

Lo atrapó un sueño tedioso, semiconsciente. Oyó su voz alegre y melodiosa, vio su semblante risueño aproximarse a él. Su boca…lo besó…fue casi real. Al despertar descubrió que eran cerca de las seis de la tarde. Mark le había escrito por última vez a las 5:23.

“¿En dónde estás? Estoy preocupado. Espero que no te haya ocurrido nada”

Gracias a su terquedad, ahora se sentía culpable. ¿Por qué aún seguía allí? ¿Qué se proponía? Suspiró. Maldita sea, tenía que ir a buscarlo.

Se puso las zapatillas y salió a toda prisa. Al llegar, la tarde se extinguía tranquila, llevando consigo los últimos rayos del sol. La banca al final del puente se hallaba desierta, tan solo rodeada de palomas que danzaban a su alrededor… un sentimiento de congoja se apoderó de él. Mark se había marchado; después de todo, ese era el objetivo. Se detuvo y contempló el lugar; el invierno le confería un matiz sombrío, apacible, como si la tristeza habitara plácidamente aquel parque. Frotó sus manos; el aire gélido congelaba sus dedos. Se preguntó si Mark habría pasado por lo mismo. No importaba, era hora de irse.

- Jake, Jake, espera – escuchó su voz. Lo buscó con la mirada; se acercaba corriendo a toda prisa, con el cabello ondeado bailando sobre su nuca. Tomó su brazo con una mano; con la otra oprimió su pecho tratando de recuperar la respiración -. Casi te pierdo – dijo agitado -. Eso hubiera estado muy mal.

Sin pensarlo, lo apretó contra su cuerpo. A pesar de la hora no mostraba señal de reproche. Era desconcertante. Talvez…había estado un poco preocupado por Mark.

- Tu calor se siente maravilloso – suspiró Mark apoyándose sobre su hombro. La intensidad de sus palabras lo sobresaltó -. Oh no, me he pasado de la raya. Lo lamento – resolvió intentado apartarse, pero lo abrazó con más fuerza. Deseaba quedarse así por mucho tiempo - ¿Vas a besarme? – le preguntó Mark con ternura.

- No – respondió volviendo a la realidad. Lo liberó al instante. ¿Qué le sucedía? ¿Por qué actuaba de esa forma tan incongruente?

- Ah, ahora sí lo eché a perder – se lamentó -. Jake, te tardaste mucho, incluso te mandé tres mensajes. ¿Los leíste?

- Sí.

- ¿Y por qué no me respondiste? Hasta creí que te había pasado algo – inquirió moviendo sus brazos en señal de alarma.

- Porque no.

- Debes haber estado muy distraído con tus cosas, los artistas son muy raros. No te preocupes, yo comprendo. Por un momento creí que no vendrías ¿sabes? Llamé a Alex y me dijo que me fuera, que estabas en casa, pero luego pensé que si hacía eso tendría una verdadera razón para enojarme contigo. Te habría esperado una eternidad para no pelearme. Por eso me quedé…Tus manos están frías – agregó cambiando de tema -. Si las guardo en los bolsillos de mi saco, de esta forma, te abrigarás – le sonrió. ¿Qué pretendía? Definitivamente se estaba insinuando -. Y entonces yo coloco las mías en tu casaca y listo. Ya estamos calientes – ¿Cómo podía decir eso de forma casual? Acercó su rostro otra vez contemplando su expresión risueña. Era una persona dulce, tan distinto a él que de repente tenía deseos de…- ¡Está nevando! – exclamó Mark mirando al cielo -. Espectacular. Demos una vuelta, Jake. Quiero caminar contigo bajo la nieve.

- Tengo cosas que hacer – resolvió apartándose de él. Necesitaba ordenar sus pensamientos. Ese chico lo aturdía con su actitud.

- Ah si, claro. No te molesto más. Nos vemos mañana ¿si? Abrígate mucho. No quiero que te enfermes – lo abrazó por última vez.

Definitivamente algo andaba mal; jamás le habían atraído los hombres, pero por un momento había estado a punto de besarlo.

- ¿Mark te está molestando? – le preguntó Alex apenas llegó.

- No sé de que hablas.

- Lo digo por hoy; llamó de nuevo para preguntar por ti – entrecerró los ojos -. Yo lo conozco, te está acosando. No le hagas caso, hace unos años se obsesionó con un chico llamado Daniel. Incluso parecía que estaba enamorado de él. No te alarmes – agregó al instante -. Sale con muchas chicas, pero parece que se te está pegando. Si te incomoda, puedo decirle…

- Está bien. No hablo con él – soltó colocándose su casaca otra vez. Moría de hambre; iría comer algo.

Salió con las palabras de Alex resonando en su interior; obsesionado con un tal Daniel ¿De la misma forma? Recordó su semblante risueño y cándido. Mark decía todo lo que venía a su mente sin meditar. No había falsedad en sus palabras, ni en sus acciones…así se sentía. Además no tenía importancia. Lo ocurrido horas antes había sido una tontería.

Llegó al parque otra vez; quería pasar por el puente, donde se había negado a caminar bajo la nieve con él. De ser así, aún estarían juntos y probablemente lo habría besado. A lo lejos, visualizó a dos personas frente a la banca. Una de ellas era Mark…estaba con una chica; le acomodaba el gorro de lana que cubría su larga cabellera rubia; ella levantaba el mentón y lo…besaba…lentamente. Parecía que lo disfrutaban; algo en su interior dio un vuelco repentino.

Alex tenía razón; era una de las tantas mujeres con las que salía Mark.

Notas finales:

PROXIMO CAPITULO: Solo quería herirte, por Mark.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).