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Juegos de poder por desire nemesis

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Notas del fanfic:

Advertencia:

                       En este fic el primer hombre de Joseph no será Seto. Yugioh no es mi creación, tampoco sus personajes como Tokio Babilón y X1999 y los suyos tampoco lo son. Los uso sin fines de lucro para divertir nuestra imaginación. ¡¡¡Adelante Fujoshis!!!

 

 

Fue una suerte para el conseguir trabajo en Kaiba Corp al menos pensaba hasta que se encontró ante esta inesperada disyuntiva.

 

Pero vayamos al comienzo de todo.

 

Él se reía de Seichirou Sakurazukamori pues le contó algo gracioso. El tipo lo trataba bien pese a ser tan o más jefe que el amargado de Kaiba al que había logrado evadir pese a trabajar en el mismo edificio. No quería que el otro supiera que trabajaba ahí pero eso era otra historia. Siguió su camino divertido con sus melados ojos sonriendo.

 

Sin que ellos se hubieran percatado el castaño los vio y una idea había eclipsado en su inteligente cerebro. Por eso un rato después mandó llamar al recadero 091 a su despacho.

 

Cuando recibió el mensaje el rubio se tranquilizó pensando que la secretaria de Kaiba necesitaba mandar algo o una cosa así pero cuando se vio empujado dentro del despacho del mandamás se puso nervioso.

 

Pasa Wheeler—dijo el otro mirándolo con el frío acero de sus ojos que taladraron al joven desde que penetrara en la habitación.

 

¡Si me vas a despedir dilo ya!—dijo el otro a la defensiva.

 

El castaño sonrió. Mala señal--¿Y por que iba a hacer eso si me puedes ayudar bastante y a la vez yo puedo ayudarte?—preguntó activando  la curiosidad del otro.

 

¿A que te refieres?—preguntó desconfiado el otro. Conocía al tipo bien y tenía muy pocos escrúpulos.

 

A lo que dije—dijo terminante y abrió una carpeta que tenía ante si mientras añadía—Sabes muy bien quien es la espina en mi zapato—

 

Sakurazukamori—pronunció el otro.

 

¡Exacto!—aplaudió verbalmente el otro—Y he descubierto su punto débil. Y quiero usarlo en su contra—explicó luego.

 

No veo que tenga yo que ver en eso—dijo el ojos mieles confundido.

 

¿En serio?—preguntó irónico el otro—¡Pensé que tendrías más imaginación! Pero bueno… estás aquí porque tú eres su punto débil—dijo el castaño.

 

¿Yo?—preguntó Wheeler.

 

Si. Parece que ese idiota se siente algo atraído por ti y yo quiero explotar eso, pagándote un sobresueldo por supuesto—le explicó el CEO.

 

¡Estás muy equivocado si crees que por dinero yo…!—comenzó a replicar Joseph.

 

¿Estás seguro de no querer mi dinero?—preguntó el otro con mirada siniestra que dijo al rubio que venía un golpe oportuno por parte del otro y no se equivocaba—Sé de buena fuente que aunque la operación de tu hermana fue exitosa seguir el tratamiento para tus padres es muy dificultoso pues es muy caro. De hecho por eso  buscaste un trabajo. Para ayudar con sus gastos. Si cumples con lo que te pido no tendrás que preocuparte por eso en el futuro. Yo me encargaré personalmente de todos los gastos que impliquen su tratamiento Wheeler. ¡Piénsalo! De salir por esa puerta sin acceder no volverás a tener esta oportunidad—advirtió Seto.

 

Yo no… no sé como. ¡No puedo! Yo no tiro para ese lado Kaiba—trató de excusarse el más joven viéndose en una encrucijada.

 

¡A mi no me importa eso! Yo lo único que quiero es que ese idiota me devuelva lo que me quitó con engaños. Usó todas las trampas que sabe para hacerse del 51 por ciento de Kaiba Corp y quiero que me devuelva lo que es mío. En líneas generales pido lo que es justo—dijo el empresario.

 

Si, pero con esos métodos…--dijo Joseph.

 

¡Crece Wheeler! Estás en el mundo de los adultos ahora. Ya dejaste la preparatoria hace rato. Es hora de que te comportes como un adulto—dijo el que solo le llevaba dos años al melado—¡Ahora dime! ¿Harás lo que te pido o no?—preguntó luego.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Cómo seducir a otro hombre?

 

¿Qué hacer?

 

¿Qué decir?

 

Wheeler estaba nervioso. No sabía que camino seguir. Si estaba haciendo esto era por Serenity. Kaiba lo tenía entre las cuerdas. Todo lo que había dicho era verdad. Si perdía el trabajo ahora…

 

Sorprendentemente fue mas fácil de lo que él pensara pues al otro día el pelinegro de ojos castaños le invitó a comer cuando “por casualidad” se encontraron en un pasillo. El aceptó sin dudar y después se asustó a morir.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Veo que te gusta comer—dijo con semblante risueño el pelinegro viéndole comer con voracidad.

 

¡Oh lo siento!—se disculpó el otro.

 

¡Oh no! ¡No lo sientas! No me molesta. Tienes un apetito… saludable—le dijo el otro sonriente.

 

Su semblante relajado y su cordialidad eran tan distintas a las de Kaiba que se sintió más relajado pero a la vez culpable.

 

En repetidas ocasiones durante la cena y la vuelta a casa donde el otro le llevo se repitió que lo estaba haciendo por su hermana. Fue cordial con el otro. Habían hablado de deportes, de cine, de videojuegos (a lo que se dedicaba la compañía). En total el otro era agradable a la hora de charlar y era ameno estar con él en cualquier lugar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al otro día entró al despacho de Kaiba y le dijo que no tenía nada que informar. Le contó lo que habían hecho y hablado.

 

¡Date prisa! Quiero que averigües las argucias que usó para obtener mi compañía. ¡Obtén pruebas de su delito! Él no le compró las acciones a quien la compañía se las vendió. ¡Usó testaferros y quiero pruebas de ello! Si las obtengo tendré fuera a esa basura—dijo el ojos azules.

 

¿Y si el quiere…?—preguntó cohibido el rubio. Hasta ahora el otro no había intentado nada pero podía…

 

¡Vamos Wheeler! Hablamos de miles de Euros. ¡Haz lo que sea necesario! En un tiempo habrás olvidado todo esto. No es nada que te vaya a afectar de por vida—dijo Seto sin saber que sus palabras serían tiradas a su cara en el futuro de manera dolorosa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Ahora hablemos de tí!—dijo Seichirou interrumpiendo la alegre plática del joven melado.

 

¿De mi?—preguntó el joven de ojos mieles sorprendido.

 

Si—dijo el otro—De seguro tienes mucho que contar. ¡Dime! ¿Qué tal es tu familia? Digo…¿Tienes hermanos?—preguntó el otro interesado. Sus manos blancas y largas de pianista estaban alzadas y cruzadas sobre la mesa. Como no era lo correcto sus codos no se apoyaban sobre esta pero casi y estas desde el punto de vista de Joseph parecía que iban a tocar la barbilla del joven ejecutivo de mirada aguileña.

 

Yo… si—dijo el ojos mieles pensando en su hermana. Estaban pisando terreno sensible.

 

¿Qué sucede?—preguntó el otro preocupado como si hubiera atisbado la verdad.

 

Ella… está enferma—era difícil hablar de ella con el otro para Wheeler.

 

Pero no es algo grave. ¿Verdad?—preguntó Sakurazukamori y se veía preocupado de verdad.

 

Joey le contó la verdad sobre su hermana sobre todo para ser lo más sincero con el otro así la culpa no sería tan grande. Tal vez si llegaba a saber la verdad en el futuro le perdonaría al adivinar porqué lo había hecho.

 

¡Yo te daré el dinero!—dijo llanamente el empresario.

 

Pero… ¿A santo de que?—preguntó nervioso y desconfiado Joey.

 

¡No te preocupes! Lo he hecho ya otras veces. Tengo una fundación que se ocupa de ayudar con tratamientos médicos costosos a gente de pocos recursos. Cursaré una solicitud para tu hermana pero como estoy en la directiva estate seguro de que tendrá la cobertura—dijo el otro poniendo la culpa de Joseph por las nubes—Entiendo que creas que tengo motivos ocultos pero no es así aunque debo admitir que lo hago porque me caes bien. Eres un joven digno y trabajador y me agradas—añadió y Joseph se sintió peor todavía. Mañana si el otro cumplía con todo eso le diría a Kaiba que disolvía el acuerdo—Aunque debo admitir que hay algo más. Para ser sincero me interesas. Por lo mismo que dije antes—admitió Sei.

 

¿Interesarte? ¿Para un trabajo?—preguntó nervioso el rubio.

 

No nos hagamos los distraídos Wheeler. Sabes de que hablo—le retrucó el pelinegro y por un momento al otro se le representó Seto Kaiba en su actitud y palabras pero luego eso cambió cuando el otro añadió—Solo te lo digo porque quiero ser honesto. No creas que uso lo de tu hermana en esto por…--se detuvo cuando el otro tomó su mano derecha.

 

No lo creo—dijo el ojos mieles y el otro le sonrió.

Notas finales:

Espero les guste esta combinación

ja ne

^^


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