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SENSEI por yumiyu

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Notas del fanfic:

Quise empezar este a ver que tal se me daba, un poco de lemon, un poco de drama, un poco de amor, un poco de todo =) Eso si, prometo no dejar de lado mi otro fic =)

Notas del capitulo:

Bueno a ver que tal se me da este género xD Llevaba unos dias queriendo escribir algo así y como taaanto tengo tiempo libre (Es sarcasmo, en realidad no tengo casi tiempo) xD

No tenía ningunas ganas de empezar el nuevo curso y menos con mi estado de ánimo, solo me quedaba un año para acabar este infierno y poder largarme de esta casa. El verano había sido tan perfecto, no fue nada complicado convencer a mis padres de que me iba a pasarlo fuera con unos amigos, estaban encantados de librarse de mí unos meses, claro que lo que no sabían es que nos íbamos tan solo Marcos y yo. Había empezado como un sueño para mí, los dos solos en una cabaña en frente de la playa, tomando el sol, practicando el sexo en cada rincón y sin mis padres alrededor, perfecto.

Lo que sí que no esperaba era llegar un día y encontrármelo con otro. No, por supuesto que no me lo esperaba, ese estúpido de Marcos se estaba tirando al camarero del chiringuito de al lado de la casa. ¡A quién coño se le ocurre! A Marc por supuesto.

Tuve que volver a mi casa dos semanas antes de lo previsto, llevándome además la bronca de mis padres por haber vuelto así sin avisar.

Y mañana empezaban las clases de nuevo, lo que significaba, volver a ver a Marcos, no había cogido el teléfono ni una vez desde que pasó eso y había evitado a toda costa cruzarme con él, pero no podría huir atrapado en el instituto.

Necesitaba un cigarrillo e incluso una copa, estaba demasiado nervioso. Cogí las llaves de casa y salí a la calle, evidentemente mis padres ni se inmutaron de ello, no se habían molestado ni en asomarse a mí cuarto a ver si había vuelto la noche anterior.

 

El bar Claren´s, era un buen sitio para encontrar a todas horas gente con problemas o muy nerviosa, a todas horas servían alcohol y podías tener una conversación de tus penurias con la camarera, últimamente iba mucho a ese lugar.

-Vaya, vaya a quién tenemos aquí- Claudia me saludaba desde la barra.

-Ponme un bourbon con naranja porfa Claudia.

-Te lo repito siempre que vienes, eres muy joven para estar bebiendo y sobre todo para traer esa carita.

-Por favor, no me hagas rogarte, tengo un mal día.

-¿Qué es lo que te pasa?

-Mañana empiezan las clases de nuevo.

-Ya decía yo, si eres un niño, deberías estar en casa durmiendo y no aquí.

-Claudia…

-Vale, vale, pero solo te serviré uno, no te sienta nada bien el alcohol- Claudia me sirvió mi copa, saqué un cigarrillo y empecé a fumar. –Y bueno, cuéntame, qué problema hay con empezar las clases de nuevo.

-Que allí estará el imbécil de mi ex.

-Esa boca.

-Pero es lo que es.

-Bueno, pero en mi bar se habla, se bebe y se fuma, pero no se usan tacos.

-Perdona Claudia.

-Perdona, ¿Está ocupado este asiento?- Miré al hombre que hablaba, era mayor que yo eso seguro, pero no parecía un viejo, de hecho, no se parecía nada a la habitual clientela del Claren´s. Era alto, con unos brazos fuertes, el pelo corto de color negro azabache, llevaba una camiseta que le marcaba todo el pecho y unos vaqueros holgados, estaba muy moreno para el clima de esta ciudad, seguramente vino de la playa hace poco, no podía quitarle la vista de encima, ese mentón marcado, la perilla, sus ojos oscuros, todo en él me estaba trayendo. Claudia tosió disimuladamente devolviéndome a la realidad.

-Está libre-

-Gracias. ¿Me pone una cerveza?- Aparté la vista de él, se iba a dar cuenta de que no le quitaba ojo. Estaba nervioso, quería hablarle pero no sabía por dónde empezar, bebí 3 tragos de golpe, el alcohol siempre me ayudaba a desinhibirme.

-Bueno, y ¿qué problema te trae por aquí?- Lo dije con toda la confianza del mundo, él me alzó una ceja.

-¿Perdona?- Me empezaron a sudar las manos.

-Bueno… Verás es que todos los que estamos aquí es porque nos preocupa algo- Miró a su alrededor, casi todos éramos hombres, bebiendo en mesas separadas, salvo alguna excepción.

-Mi problema se llama nuevo trabajo-

-Eso no debería ser un problema, eso es bueno ¿No?

-Estoy nervioso, solo es eso.- Sonrió, tenía una dentadura perfecta y totalmente blanca, el corazón se me aceleró.

-Te… Te entiendo, yo también suelo ponerme nervioso cuando empiezo un nuevo trabajo- Era cierto, nunca he podido pedir nada a mis padres así que si quería algo, tenía que pagármelo yo y para eso claro necesitaba dinero, ergo un trabajo. Había trabajado ya de camarero, tendero, recadero y ahora empezaría a cuidar niños.

-Pareces muy joven para estar trabajando ya, e incluso muy joven para estar aquí ¿Cuántos años tienes?

-Tengo edad para beber si es lo que te preocupa- Claudia me echó una mirada fulminante, intenté decirle mentalmente que lo sentía.

-Y ¿Qué es lo que te preocupa a ti?- Ladeé la cabeza, había olvidado por qué había venido, eso estaba bien supongo.

-Ex – fue lo único que dije, creo que se entendía perfectamente la situación con eso.

- Pues lo siento mucho por ella la verdad, se habrá perdido a un buen chico o por lo menos a mí me lo pareces- Reí, había dicho ella, no sabía si sentirme mal o bien con eso, ¿Sería hetero?

-Más bien él y sí, se está perdiendo un gran partido, se lo haré saber, aunque prefirió al camarero aquel, el muy estúpido por un polvo de una noche- Me estaba exaltando.

-Perdona, no sabía que era un él; Veo que te tiene jodido sí. Eso hace que mi problema parezca más pequeño, ya hasta me siento mejor- Ahora fui yo quién alzó la ceja. Se rió

-Tranquilo chaval, vivirás muchos mal de amores ya verás, aún te quedan muchas cosas por vivir y aprender.

Terminé más rápido de lo que quería mi cubata y convencí a Claudia de que me pusiese una pinta de cerveza, él se ofreció a invitarme y ella no delató mi edad verdadera, al poco tiempo empezaba a marearme, definitivamente no me sentaba nada bien el alcohol.

-¿Estás bien chaval?

-No soy un niño y sí, estoy bien gracias- No quería ser borde pero que me tratase como a un crio no me sentaba nada bien.

-Creo que deberías irte a casa Alan- Asentí a Claudia.

-¿Quieres que te lleve?- Igual era una buena idea, quería estar más tiempo con él y ni si quiera sabía su nombre. Claudia intervino rápidamente.

-De eso nada ¿Trajiste el coche? Te has bebido 5 cervezas, no quiero dos accidentados que salgan de mi bar, que luego cojo fama.

Los dejé discutiendo que si o que no debería conducir y salí a la calle, tenía ganas de devolver, me gustaba la sensación del alcohol, sobre todo si estaba de fiesta o estaba mal, pero tenía un cuerpo demasiado pequeño y delgado para soportarlo bien o al menos para soportarlo como el resto de mis amigos, además, el beber rápidamente no me había sentado nada bien tampoco. Me acerqué al bordillo y me senté, la cabeza me daba vueltas.

 

 

-Chico, eh chico, despierta ¿Estás bien?- Abrí los ojos, me había quedado dormido en el bordillo, el hombre del bar estaba a mi lado, sonreí. -¿Quieres que te lleve a tu casa?- Asentí.

Me ayudó a levantarme y me llevó hasta la puerta de su coche, me introdujo dentro y se metió en su lado.

-¿Dónde vives?

-No sé, da igual, déjame por ahí o vete a tu casa ya volveré andando- No era del todo cierto, si podría guiarlo hasta mi casa con un poco de esfuerzo pero no me apetecía volver ahí.

-¿estás loco? Venga, vamos ayúdame un poco.

-Lo digo enserio, puedo quedarme aquí- Empecé a desabrochar mi cinturón y me detuvo, su mano era tan grande y cálida, una sensación me invadió por dentro. Suspiró.

-No voy a dejarte en la calle, vendrás conmigo, tengo un sofá libre- Me puse colorado ¿Me iba a llevar a su casa?

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado y quien pueda que me haga feliz dejándome comentarios.

 

¿Qué pasa si dejas comentarios?

1. Sonrio.

2. A veces lloro de felicidad.

3. Escribo muuuucho más rápido y actualizo muuucho más rápido.

 

Un abrazo!


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