-Ahhh… mmmm!... ah…ah… AH!- Gemía desconsoladamente no podía evitarlo, no quería evitarlo, solo quería seguir avanzando, llegar al final y saber que no arrepentiría de lo que estaba haciendo – Cris!!... mmmm!..Ahhhh!-El ritmo constante le enloquecía, lo ponía al cien, no quería parar, pero como todo lo que empieza acaba, esto no sería la excepción-AHHH! Ah…ahh- Sudoroso, pegajoso, con mucho calor, así se sentía, la vista nublada y con la respiración agitada.
Se vio al espejo pero no vio su cuerpo en el si no el de un muchacho alto y con los músculos ligeramente marcados, de ojos avellana y cabello negro carbón pegado a la frente sin ropa, y fue entonces que recobro la cordura y se dio cuenta de lo que había hecho, se había masturbado, SE HABIA MASTURBADO CON EL CUERPO DE CRIS!!!, dios que esto no podía ser verdad, simplemente no podía serlo!.
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Era viernes por la noche y como cada viernes Cris y Abraham salían de copas a algún bar o discoteca, Cris siempre encontraba alguna presa enseguida, pero en cambio Abraham aunque propuestas no le faltaban, se negaba a cualquier compañía que no fuera su trago o Cris, la razón era simple ha él no le interesa ser libertino, ni acostarse con más mujeres que sus amigos, lo único que le interesa es la compañía de Cris, pero el siempre que llegan a algún lugar para divertirse, pasa toralmente de el, y eso la verdad lo tenía muy molesto, y se preguntaran ¿Por qué? Si se supone que son mejores amigos ¿Por qué le molesta que Cris les preste más atención a esas brujas que ha él? La razón era simple, Abraham está enamorado de Cris desde primaria, para ser mas precisos lleva enamorado de su mejor amigo desde hace 9 años, y hoy a sus 18 años no puede hacer más que observar como el amor de su vida liga y se acuesta con muchas personas, pero eso si todas mujeres, ya que Cris es considerado el hetero entre los heteros, la verdad no quería ni imaginarse como seria el que su amigo descubriese que él es gay.
-Hey Cris ya llegamos-
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Hoy es viernes por la noche lo que significa que hoy hay fiesta y de la buena, pero lo que no me explico es el porqué Abraham se comporta más raro de lo habitual, normalmente ahora me estaría diciendo las mil y un cosas que podrían estar pasándome por andar de fiesta, que si bebo mucho, que si bailo mucho, que si ligo mucho, que si tengo mucho sexo, que si hablo con extraños, pero en cambio hoy parece muy callado, como si algo le angustiara, a veces me pregunto qué pasa por su mente…
-Hey Cris ya llegamos-
No me di cuenta de que me había quedado sumido en mis pensamientos hasta que Abraham me llamo diciéndome que habíamos llegado…
-mmmm… claro-Respondí y enseguida que estacionara el carro Salí de este-Por un momento pensé que Abraham me diría algo así como amor o cariño, ¿Qué diablos me está pasando? Yo no soy así-
Al entrar club y enseguida se dirigieron a la barra a tomar algunos tragos, al rato llegaron una rubia de curvas profundas y una pelirroja con un escote pronunciado, poniéndose cada una al lado de nuestros chicos, la pelirroja al lado de Cris y la rubia de Abraham.
-Hola chicos, ¿no quieren divertirse un poco?-Pregunto la rubia.
-Depende de qué clase de diversión estés proponiendo cariño…- Le respondió Cris
-Ohhh una que sin duda no rechazarían- Dijo la pelirroja
-Eso es muy convincente ¿Qué dices Ab, no quieres divertirte un poco?- Le sugirió con una sonrisa picara.
-No estoy interesado en ello… lo siento-Respondió.
-Bueno si tú no lo aceptas más para mí… regreso en un rato-Dicho esto tanto Cris como las los “señoritas” desaparecieron entre la multitud.
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-Lo volvió a hacer…-.
Pensamientos fatalistas invadían mi mente no podía evitarlo, Cris, Cris, Cris, porque eres el único que hace que mi corazón se acelere, porque tú, porque te amo tanto, yo que no tengo nada más que mi amor y mi cuerpo para darte, por favor a quien sea, no quiero más dolor, no más sufrimiento, este amor duele tanto, porque no te digo nada, porque no pongo un límite, pero aun así te amo y te amare siempre, así como eres, así con tus inseguridades y tus miedos, con todo lo que tienes, te amo sin condiciones.
Me doy la vuelta y te veo en medio de la pista de baile con las dos chicas esas pegadas a ti y no puedo evitarlo una lagrima escapa de mi rostro y de esa le siguen varias mas, volteo el rostro y pido otro trago mas, me pregunto, si mi amor algún día llegara hacia a ti.
Alguien que estaba al lado mío me puso una mano en mi hombro, volteo el rostro y una chica de ropas negras y moradas, con ojos como de gato me mira fijamente, algo extraño a decir verdad, me pregunto qué es lo que querrá.
-¿De verdad lo amas tanto?-Me pregunto.
Yo supe perfectamente de que hablaba pero lo que me inquietaba es el cómo lo supo, ¿acaso soy tan evidente?
-Más que a mi propia vida…-Le respondí.
-Entonces que me dices, ¿hacemos un pequeño trato?-.