Era el festival del año, ¿Cómo la familia Bief se iba a negar a ir? Obviamente llevaban invitados, a la familia Son.
Era una noche de verano, los puestos de comida, máscaras, entre otros, abundaban, niños corriendo, un par de zapatos incomodos y una tranquila cena… Un par de compras, un par de palabras compartidas entre los acompañantes…
-Qué lindo color… Me encanta el azul- decía Goku lo más cerca que podía con Vegeta, haciendo que este se sintiera incómodo y solo respondiera…
-Como digas insecto- Se había comportado así toda la noche, sin pensar, que en ese mismo momento, varías cosas palabras y asuntos pasaban por su mente.
-¡Agh! ¡Qué zapatos más molestos!- se sentaba en alguna silla vacía, y si no era así, quitaba al que estaba en la silla para poder sobarse los pies ¿Cómo la gente podía caminar tranquilamente en esas cosas?
-Tal vez practica…- dijo al aire, el de pelos alborotados, después dirigiendo su mirada contenta a Vegeta, -¿No sería mejor si te cargara?-
-¡Insecto!-
Ya habían vuelto del festival, todo cansados y con los pies adoloridos. Ya todos se despedían, ya era bastante tarde la luna ya se habla levantado, bañado con su intensa luz los caminos oscuros, dando una sensación de romanticismo y melancolía... Los saiyan de raza pura, se veían de reojo, dando a conocer algo de su sentimiento... Pero no podía corresponderle...
-Puedo hablar contigo un segundo... ¿Vegeta?- le puso la mano en el hombro, sintiendo una vez más esa suave tela...
-Bah...Seguramente son insectadas, o ¿Acaso no hemos hablado suficiente esta noche?... Yo ya me largare a descansar...- tomo su mano con el motivo de quitarla, pero solo lo halo hacia el en un abrazo. -¡Suéltame ahora mismo Kakarotto!- grito intentado quitarse del fuerte agarre de su compañero, empujándolo e incluso con algunos golpes, pero todo era en vano, seguía entre sus brazos y con esa sonrisa en sus labios… ¡Agh! Era un...
-Lo siento, pero en serio quiero hablar contigo y no es el lugar indicado para hacerlo…- llevo dos dedos a donde su frente y acto seguido se tele transporto a el pequeño lago que tenía la familia Bief, tras la Corporación Capsula, algo lejos de allí. Un jardín japonés, le había parecido una buena idea hacerlo ya que en el festival podía encontrar más cosas para hacer que se viera un poco más "natural", y así había sido, incluso había comprado algunos peces dorados y plantado unos cuantos arboles de flor de loto, dejando caer sus pétalos en el agua...
-¡Maldita sea! ¡Suéltame ya! - se intentaba quitar del abrazo, mostrando que le quedaba orgullo después de quedarse viviendo en la Tierra.
- Si, quieres soltarte pudiste hacerlo, no lo estoy haciendo tan fuerte...- miro al rostro notablemente sonrojado del príncipe. Bajo los brazos dejando a un avergonzado Vegeta abrazándole.
-Ah! Si, como sea insecto...- se cruzó de brazos y camino junto al lago - Habla rápido que no tengo toda la maldita noche- inclino la cabeza con un tono molesto. Suspiro, tenía que ganar valor por lo que estaba a punto de confesar, quizá recibiría un golpe en la cara de ser parte o habría una larga y brutal discusión... Quien sabe, de todas formas, se preparaba para lo que viniera. Se sentó bastante pegado hacía el, hombro con hombro.
...Pero aun así no podía negárselo, aunque estuviera muy cerca de, él se sentía muy cómodo, pero tenía que mostrarse frío como siempre, orgullos. ¡Perfecto! Ahora tenía un montón de "cosas" haciéndole cosquillas en su estómago... -"no habré cenado lo suficiente... Bah! Cuando esto acabe iré a comer lo que queda en la nevera..."-
Se aclaró la garganta llamando su atención, lo vio distraído mirando a un punto muerto. -Bueno yo que...-
-Espera...- le tapó con una mano la boca, se notaba que estaba temblando -... Yo también tengo que decirte algo-
-¡Hey! Pero yo fui quien debía hablar primero- grito quitando la mano, haciendo un puchero. -Pero, yo soy MAS que tú, Kakarotto...- le reprocho molesto. -...- se quedó un momento en silencio -... Sé cómo resolverlo...- puso una mano tras suyo, con una gran sonrisa.
-Ay no...- hizo una mueca de disgusto, eso era tan infantil...-...
¡PIEDRA, PAPEL O TIJERA! ¡
PIEDRA, ¡PAPEL O TIJERA!
¡PIEDRA, PAPEL O TIJERA!
-... Creo que esto no ayuda...-
-Sí, creo que siempre quedaremos así...- miro al cielo, tenía que haber una respuesta, si quería hablar le reprochaba que era el príncipe y deba darle el turno de hablar primero... -Y si lo decimos juntos...- volvió a clavar la mirada en esos ojos de noche.
Que infantil...
-Agh! Esto es ridículo...- se incorporó intentado quedar a un metro o medio metro alejado de la cara del infeliz de Kakarotto... -Bien...-
1...2...3
-...Te amo...- dijo en una voz suave pero audible.
-¡Kakarotto, grandísimo insecto, no sé cómo demonios llegue a enamorarme de ti!...- cerro los ojos gritando su declaración a su estilo pero escucho las suaves pero seguras palabras de su compañero, se quedó sin habla... Hizo una mueca con la boca mirando un segundo al lago con el sonrojo más grande de su vida y con el corazón saltándole en el pecho…
-“¡Agh! Qué horror…”-se maldecía en su mente, acogiéndose de hombros, escuchando el resonar de las palabras en su mente, esa voz con la frase que siempre quiso escuchar de él… Y no de alguien más.
Se había quedado un tanto sorprendido, por el hecho de darle un toco suyo a su confesión, esperaba algo un poco más romántico o por lo menos las mismas palabras, aun así fue feliz…
Goku acercó un poco más su rostro, tomándole una mejilla y acariciándola, así besando con ternura sus labios, cerrando los ojos…
Era lo más lindo que había sentido, era como si su corazón explotara dentro de él, derramando una sensación cálida dentro de él… Cerró los ojos en el beso, ahora podía quitarse algo de encima, ya le había confesado, ahora solo faltaba combatir con la mujer… Pero eso sería después de la gran noche que iba a tener. Obviamente no pensaba irse de allí con las manos vacías, y, sospechaba que Kakarotto tampoco…
Esos labios… Esos labios eran mucho más suaves, más lindos, más… deliciosos que los de su mujer. Tal vez porque ahora había, quizá, encontrado a la mitad de su vida… (Relacionen esto con el ying-yang)
Sus labios bailaban suavemente y sus cuerpos disminuían sus distancias, abrazándose cómodamente. Todo eso iba aumentando las ansias de ambos, sabían que no se iban ir así como así, era una bella noche, la luna resplandecía con todo, además de que estaba llena; y los kimonos pedían a gritos ser quitados, mostrando un poco de los hombros del mayor de los dos. Las bocas fueron dejando paso al escaso aire, maldiciéndolo, para luego dar paso a sus lenguas, al principio tímidas, pero aumentando su danza después, rosando las paredes, haciendo cosquillas en el paladar, compartiendo el sabor de cada uno…
Extrañamente no se quejaba, habían llegado hasta allí y no había ningún daño en su cara o cuerpo, eso era algo bueno.
…Debía estar ahora mismo dándole una gran paliza… si no fuera por que abrió su bocota y dejo salir lo que sentía… -“¡Agh! Por eso odio hablar contigo Kakarotto…Pero no puedo negar que me siento bien…”- Su cuerpo temblaba, sentía el calor y los golpes fríos del viento, más el desconocimiento de lo que iba a pasar después, pero seguramente, le iba a disfrutar.
Las manos iban recorriendo la tela, dejando ver un poco más de cada uno, pero aun la cinta estaba fuertemente amarrada a sus cinturas e iba ser una pérdida de tiempo intentar quitar los mil y un movimientos que les había hecho Milk para que no se cayeran mientras caminaban. Recorrían los cuerpos semidesnudos, tocando, acariciando, besando y mordiendo, algunos lugares desconocidos para cada uno, haciendo que se arquearan y soltaran unos cuantos gemidos, ahogándolos en su propia boca o en la del otro por el temor de ser descubiertos que eso le daba un poco más de sabor a la situación…
-Ahhh…- soltó un pequeño suspiro al aire, todas esas caricias le ponían al máximo a ambos, haciendo que se notara un bulto bajo la ropa interior de cada uno, que pronto dejaron salir al aire, para poder acariciarse mejor. Ambos indagando en la ropa y cuerpo del otro, haciendo como un pequeño ritual de una pareja humana, así, entre ellos, por lo menos habría un lazo más fuerte que con sus respectivas mujeres… Claro tomando en cuenta que eran los últimos saiyan en la faz del universo… y Tierra…
Entonces lo sintió preparado, era tiempo de cerrar el acto. Era sorprendente que aun de que sus cuerpos cansados por el tanto caminar en el festival, siguieran con una buena acción de amor… Bueno, era obvio que se sabía lo que eran… Su espalda estaba sudando, su cuerpo se sentía como una llama, podía meterse al lago y allí terminar, pero no era tan fácil, entonces tendrían que perder más tiempo desatando esas cosas… Aunque no era mala idea. Antes de que pudiera indagar más profundo en su cuerpo rompió con todas sus fuerzas esa cinta, después encontraría una buena excusa del porque lo hizo; dejo caer su kimono con las partes de la cinta, y fue sumergiéndose en el lago.
Los ojos de Goku no dejaban de ver, de devorar, su perfecto cuerpo, delgado, frágil, pero a la vez fuerte y duro, siendo tapado con la superficie del lago, hasta esos perfectos hombros… Sonrojado, sin estar casi consiente de lo que sus manos hacían ni de lo que su mente planeaba, también rompió esa cinta color celeste, y la dejo junto donde había dejado Vegeta sus ropas… Se metió en el agua, hacía donde estaba Vegeta casi temblando de lo fría que estaba, con un rostro sonrojado y encogido de hombros, sin mencionar que ir obvias razones estaba excitado.
Los peces nadaban por allí libremente alejándose de los cuerpo en un brusco vaivén, haciendo en el agua olas, moviendo más los pétalos rosados, juntándolos. Cambiaban sus posiciones de vez en cuando, recargándose en las orillas, uniendo sus cuerpos como una perfecta pieza que encaja, como las partes de un rompecabezas.
El fin se aproximaba, había más estrellas en su cielo y podía jurar que ahora el agua estaba más caliente, sentía su cuerpo ponerse débil pero a la vez un placentero cosquilleo recorrió desde algún punto de su columna hasta llegar a ensuciar el agua… Entonces un dolor en su cuello, ya había cerrado, terminado y marcado…
-ahhh… Te-Te amo insecto…- dio un último suspiro, abrazando su ancha espalda, susurrando a su oído, respirando agitadamente.
Goku solo soltó una pequeña risa, el Vegeta de siempre. Lo cargo como si fuera una novia y ambos salieron del agua pesadamente, acostados en el pasto, refrescando sus cuerpos a la luz de la noche, ya que hasta ellos habían hecho hervir el agua.
-Ojala y los peces estén bien…- sonreía viento al cielo, cada estrella, hasta que sintió el cuerpo de Vegeta acurrucarse en su pecho… -Es tarde deberíamos regresar y…- bostezo –Descansar un poco…-
-Oh buena idea… Iremos como Kami nos trajo al mundo verdad… Qué listo eres en verdad, Kakarotto…- dijo sarcástico, ya molesto, sus ojos clamaban cerrarse y su cuerpo pedía a gritos el descanso, al igual que su trasero, solo pedía algo frio… Se levantó sin ganas, con un sinfín de quejas y quejidos… -Anda… intenta vestirte, tu mujer debe estar desesperada del por qué no has vuelto a casa… Otra vez…-
-¿Milk?- seguía acostado en el piso con los brazos tras su cabeza –Por ella no te preocupes…- se sentó en el piso.
Lo miro desconcertado. ¿A qué se refería con eso? Después de una larga siesta y un gran desayuno, podría reflexionar la respuesta. Tomo sus ropas, o bueno, tomo solo los kimonos, estaba a punto de entregarle el suyo cuando, fue sorprendido con un brazo que lo cargo, haciendo volver al sonrojo que hace rato había desparecido.
Coloco dos dedos en su frente, llevándolos hasta la Corporación Capsula. Allí, se pusieron como pudieron su ropa interior y el kimono. ¿Qué importaba que lo llevaran abierto? Hacía bastante calor esa noche y más con esas cosas… Se dirigieron a una habitación que nunca le había dado un uso Bulma, pero sabía que había una cama. ¿Por qué o para qué? Esa mujer tenía secretos, como el porqué de aquel bonito lago y árboles de flor de loto…
-Anda a dormir ya…- se acostó en la cama, esperando a que Kakarotto se acostara junto, se acurruco a su lado y recibió un par de besos en su cara para terminar en sus labios.
-No creo que sea necesario…- cerro los ojos, empezando a quedarse dormido. No entendía el por qué a su respuesta hasta que vio un reloj cerca de allí…
5:57 PM
-Bueno al menos me alegra que hayas disfrutado el festival… Pensé que te estarías quejando como siempre-
-Si, espero ansioso el próximo año…- suspiro. Hasta para él era extraño haberlo disfrutado, y tenía razón, se la había pasado de maravilla, más con él a su lado -Calla y ya duérmete, Kakarotto…-
Se escuchó una pequeña risa, como de un niño... Ah, era tan hermosa en el...
-Ja... Aishiteru, Vegeta...- sonrió, abrazandolo más a su cuerpo, cariñosamente.
-Aishi... ¿Qué?- arqueo una ceja, ¿qué sería eso? ¡Ay! Tenía tanto que preguntar y pensar en la mañana...
"Beep Beep...Beep Beep"
La alarma ya había sonado, más el resonar de las otras, mientras dormian tranquilamente, después hablarían de como fue el festival de anoche... Oh si, que bueno la habían pasado.