En cuanto vi el resultado en mis manos, no pude mantenerme en pie, mis rodillas flaquearon y mi cuerpo cayó hacia adelante ante la mirada fija de la enfermera que me acababa de entregar un papel. Entre dormido y despierto, escucho como se acerca un enfermero y entre los dos subían mi cuerpo a una silla y comenzaban a tomarme la presión.
“Le notificamos que usted Yagami Light esta embarazado”
¿Cómo carajos esperaban que reaccionara una persona de mi edad, ante una noticia tan extraña al ser HOMBRE?, porque eso si les puedo asegurar, soy completamente Hombre.
Lo peor de esto era quien era el padre, porque sabía exactamente quién era y que actitud adoptaría al enterarse, “Eres mi principal sospechoso de ser Kira, que se yo de que sea otra de tus mentiras” ¡Y es más! ¿Qué se supone que pasaría con mi deber, con mi labor?, ser Kira era mi más grande tarea, y un bebé no era algo fácil y menos si no contaba con el apoyo del padre.
Por suerte Ryuk no me había acompañado esa vez, si estuviera aquí, lo más seguro es que se estaría riendo de mí, agradecí haberle dejado con Misa.
- Tuvo una baja de tensión – aclaró la enfermera mientras me daba algo de beber, observe con duda el líquido e intento obligarme a beberlo – esto le ayudará, colabore por favor, en su estado es mejor que no se exalte – odiaba eso, que me tratasen como si fuera algo que se rompería, ya era suficiente con mi familia y mi faceta de perfección.
- Necesito me comunique con un ginecólogo – pedí y ella asintió mirando la libreta
- De acuerdo, tendrás que subir dos pisos más en el área de ginecología estará el doctor Black que creo es el más indicado... - ¿Cómo que el más indicado? Ya sé que soy anormal, no es necesario decirlo y menos seguir recordándomelo.
Subí los dos pisos para llegar a un área en la que había un montón de mujeres esperando en un inmenso pasillo, algunas tenían una mueca de desagrado, las más jóvenes estaban asustadas y algunas de mayor edad ya se entretenían con revistas sin prestar mucha atención. Era yo el que estaba asustado, quizá la mayoría de ellas pensaría que vengo a recoger los exámenes de mi novia, ya desearía yo fuese por eso. Leí en la última puerta el apellido del que sería mi doctor, mi científico y quizá me encerraría en una cámara de aislamiento por anormal.
- Buenas Doctor Black – salude haciendo la típica reverencia Japonesa dejando ver mis impecables modales
- Llámame Josh – dijo mientras me acercaba lentamente a tomar asiento – por lo visto eres lo que llevo investigando desde que inicie mi carrera...
- ¿a qué se refiere? - pregunté temiendo que me tratase como sujeto de pruebas como pensé anteriormente.
- Lo que pasa es que hace unos años se dio la noticia de un hombre que poseía los dos órganos reproductores, así como un hermafrodita, solo que en este caso, las posibilidades de que este gestase un bebe en una mujer eran mínimas, mientras que la gestación en su cuerpo era la de mayor posibilidad – explico enseñándome algunas ecografías y unas radiografías del hombre – sin embargo, al ser alguien mayor, su cuerpo no pudo amoldarse y por eso perdió la vida al tercer mes de embarazo.
- Eso quiere decir que podría morir – admití imaginando como mi sueño de limpiar al mundo se veía trabado por un niño.
- No, según esto tienes apenas 17 años, lo cual quiere decir que estas aun en desarrollo, por lo cual, tu cuerpo puede amoldarse al bebé – explicó – por ahora, ¿puedes decirme quién es el padre?
- No tiene – dije inmediatamente – soy su único padre
- Okey, visto a que al parecer no tienes una relación muy estrecha con él, ¿qué me dices de tus padres?
- No vivo con ellos, están muertos para mí – dije recordando como mi padre me había vendido a la investigación de Kira y mi madre no estaba ni enterada de mi paradero, quizá fuese menor de edad, pero en unos meses podría independizarme y terminar mi trabajo, aunque en realidad no sabría que hacer con un bebé - en unos meses cumplo la mayoría de edad.
- Dicho eso quiero hacerte una pregunta que espero la respuesta sea afirmativa ¿Estarías de acuerdo en venir a internarte aquí para supervisar el avance de tu embarazo? – preguntó con los ojos iluminados aquel hombre de cabellos cobre y mirada azulada
- No estoy seguro, necesito pensarlo – Jamás dejaría mi trabajo de ser Kira, y aquí no podría hacerlo, vigilancia las 24 horas, esto sería peor que estar en el cuartel general, además, no estaba de acuerdo en volverme conejillo de indias.
- Espero tu respuesta, mientras, te dejo mi número – tomó una tarjeta de presentación y escribió otro número – el personal y el del trabajo, espero tu llamada.
Salí del consultorio pensativamente, quizá fuese bueno tener la vigilancia, después de todo en mi estado no quería poner en riesgo al bebé ¿en qué momento empezó a importarme más su vida que la mía? ¿y mucho más extraño, porque ser Kira empezaba a dejar de importarme? No lo sé, quizá sean hormonas tempranas o sea locura mía contenida. Por un momento en mi cabeza surgió la imagen de L, mi bebé y yo en una cama de hospital riendo, mientras mis dos amores físicamente similares, quizá debería de contarle a Ryuzaki, no puedo negarle el derecho de ser padre y menos me puedo adelantar asumiendo su razón, ya la decisión estaba tomada, le contaría a Ryuzaki sobre esto.
Entre al edificio de investigación, llámese cuartel general y subí los 34 pisos en los que estaría el centro de investigaciones, en cuanto llegue arriba, no encontré a nadie en el lugar, quizá hayan tenido un descanso, pensé, así que subí a la alcoba que compartía con L, evidentemente no estaría dormido ya que por la hora estaría comiendo algún dulce o algo similar escuche sonidos extraños así que abrí la puerta rápidamente y la imagen con la que me encontré, no fue la más agrada que digamos, Ryuzaki se estaba besando con una mujer, mientras le penetraba fuertemente.
En ese momento, sentí como mi corazón se rompía, me sostuve cobra firmeza a la pared y las lágrimas comenzaron a caer lenta y tortuosamente por mis mejillas.
Ryuk tenía razón, aquel humano que poseyese alguna Death note, se verá lleno de desgracias y jamás volverá a sentir la felicidad, no me arrepentía de volverme Kira, ni de haber asesinado a innumerables criminales, después de todo ese era mi trabajo, yo era el Dios de la muerte nacido en el mundo humano. Solo podía arrepentirme de algo y eso sería de haber conocido a L y de haberme enamorado de mi peor enemigo.
Quizá fuera el asesino más temido del planeta, el más cruel y despiadado del mundo, pero de igual forma tengo corazón.