Se despertó con el agua goteando en su rostro. Había tenido un sueño muy extraño, y no sabia lo que aquello significaba; Eran catedrales sueltas en el aire y bibliotecas llenas de libros. El nunca había entrado en una biblioteca.
_Yesung, estas bien?
No, no lo estaba. No conseguía sentir su pie derecho, y sabia que aquello era una mala señal. Tampoco tenia ganas de conversar, porque no quería olvidar el sueño.
_Yesung, Despierta!.
Debía haber sido la fiebre, haciéndolo delirar. Los delirios parecían muy vivos. Quería que parasen de llamarlo, porque el sueño estaba desapareciendo, sin que el consiguiera entenderlo.
El cielo estaba nublado y las nubes bajas casi tocaban la torre más alta del castillo. Se quedo mirando las nubes. Suerte que no conseguía ver las estrellas; los sacerdotes decían que ni siquiera las estrellas eran completamente buenas.
La lluvia paro poco después de que el hubiera abierto los ojos. Yesung estaba alegre por la lluvia, esto significaba que la cisterna del castillo debía estar llena de agua. Bajo lentamente los ojos de las nubes y vio de nuevo la torre, las hogueras en el patio y la multitud que andaba de un lado a otro, desorientados.
_kyuhyun_ Dijo el, en voz baja.
El lo abrazo. Y entonces pudo sentir aquel frio de su armadura, el olor de hollín en sus cabellos.
_ ¿Cuanto tiempo paso? ¿En que día estamos?
_Estuviste tres días sin despertar_ Dijo kyuhyun.
El lo miro y sintió pena: estaba mas delgado, el rostro sucio, la piel sin vida. Pero nada de esto tenia importancia: el lo amaba.
_Tengo sed, kyuhyun.
_No hay agua. Nuestros enemigos descubrieron el camino secreto.
Escucho de nuevo las voces dentro de su cabeza.
Durante mucho tiempo había odiado aquellas voces.
Su amado era un guerrero, un mercenario que luchaba la mayor parte del año, y el tenia miedo de que las voces le contasen que el había muerto en una batalla. Había descubierto una manera de evitar que las voces hablasen con el: Bastaba concentrar su pensamiento en un árbol antiguo que había cerca de su aldea. Las voces siempre paraban de hablar cuando el hacia aquello. Pero ahora estaba demasiado débil y las voces habían vuelto.
‘’Tu vas a morir _Dijeron las voces_ Pero el se salvara’’
_Ha llovido, Kyuhyun _Insistió el_. Necesito agua.
_Fueron apenas unas gotas. No llegó para nada.
Yesung miro otra vez las nubes. Había estado allí toda la semana, y todo lo que había hecho era alejar el sol, dejar el invierno más frio y el castillo más sombrío. Tal vez los católicos tuvieron razón. Tal vez Dios estuviese del lado de ellos.
Algunos mercenarios se aproximaron al lugar donde estañan ellos. Por todas partes había hogueras y Yesung tuvo la sensación de que estaba en el infierno.
_Nuestros enemigos están reuniendo a todo el mundo, comandante_ Dijo uno de ellos a kyuhyun.
_Fuimos contratados para luchar y no para morir_ Dijo otro.
_Ellos nos han ofrecido una rendición_ Respondió kyuhyun_ Han dicho que los que se conviertan de nuevo en sus creyentes pueden partir sin problemas.
‘’Los perfectos no van a aceptar’’, Susurraron las voces a yesung. El lo sabía. Conocía bien a los perfectos. Era a causa de ellos que Yesung estuviera allí, y no en casa, donde acostumbraba esperar a que kyuhyun volviese de las batallas. Los perfectos estaban sitiados en aquel castillo desde hacia cuatro meses, y las mujeres de la aldea trajeron comida, ropa, municiones; durante todo este tiempo pudieron encontrarse con sus maridos, y gracias a ellas fue posible continuar la lucha. Pero el camino secreto había sido descubierto y ahora ellas y yesung no podían volver.
Yesung trato de sentarse. Su pie ya no le dolía. Las voces le decían que aquello era una mala señal.
_No tenemos nada que ver con ellos. No vamos a morir por esta causa, comandante_ Dijo otro.
Un gong comenzó a sonar en el castillo. Kyuhyun se levanto.
_Llevame contigo, por favor_ Imploro yesung.
Kyuhyun miro a sus compañeros y miro a el hombre que temblaba frente a el. Hubo un momento en que no sabia que decisión tomar; sus hombres estaban acostumbrados a la guerra, y sabían que los guerreros enamorados acostumbran esconderse durante una batalla.
_Voy a morir, kyuhyun... Llévame contigo, por favor.
Uno de los mercenarios miro al comandante. _ No es bueno dejarlo aquí solo_ Dijo el mercenario_ Pueden haber nuevos disparos.
Kyuhyun fingió aceptar el argumento, Sabia que los franceses no iban a hacer nuevos disparos; estaban en una tregua, negociando la rendición de ellos. Pero el mercenario entendía lo que estaba pasando en el corazón de kyuhyun, el también debía ser un hombre enamorado.
‘’El sabe que vas a morir’’, dijeron las voces a yesung. Mientras kyuhyun tomaba gentilmente en brazos. Yesung no quería escuchar lo que las voces estaban diciendo; estaba recordando un día en que caminaron así, a través de un campo de trigo, en una tarde de verano. Aquella tarde también tuvo sed y había bebido agua en un arroyo que bajaba de la montaña.