Kyungsoo siente de nuevo ese miedo mezclado con emoción. Asoma la cabeza tímidamente y ve miles de luces, oye miles de voces. Siempre le pasa lo mismo antes de una actuación. Esa multitud se convierte en su fuente de energía pero a la vez en su mayor pesadilla. El miedo a decepcionar a todos esos ojos que lo miran con un amor que él jamás imaginaba que alguien sentiría por él se apodera de su pequeño cuerpo.
Un último toque de atención y los gritos enloquecen mientras las luces enfocan a los muchachos, que sonríen deslumbrantes. Kyungsoo respira hondamente y cierra los ojos para no ver a la multitud enloquecer mientras los focos bañan su cara. Los siguientes instantes nunca los recuerda con claridad. Los nervios, los gritos, las luces le hacen perder por un momento el control sobre su mente y lo único que acierta a hacer es bailar.
Después de esa primera toma de contacto se relaja un poco. Se atreve a mirar al frente, incluso a sonreírle a toda esa gente. El calor de los gritos lo hace sentirse casi como en casa, y no puede evitar soltar una carcajada cuando oye su nombre salir al unísono de tantas gargantas. Pero por muchas sonrisas y por muchas carcajadas que suelte en el escenario, nunca llega a sentirse bien del todo. Ciertamente se siente solo a pesar de que tanta gente está allí por él.
Chanyeol no es como Kyungsoo. Chanyeol no ve el momento de salir al escenario y sentir el aluvión de gritos. Le gusta ser el centro de atención y lo sabe todo el mundo. Y también sabe lo que les gusta a las fans. Chanyeol ha nacido para estar en un escenario, y lo ha demostrado en innumerables ocasiones.
Cuando coge el micrófono siente una seguridad en su interior que muchos quisieran (especialmente Kyungsoo). No tiene miedo a equivocarse, y de hecho lo hace con frecuencia, pero esa sonrisa boba e inocente hace que sea imposible recriminárselo. Chanyeol sabe aprovechar todo el apoyo que le brindan para hacerse fuerte, y por eso muestra tanta confianza en el escenario.
Interacciones con los otros miembros, sonrisas que arrancan el aliento de miles de personas, gestos de cariño. Lo da todo, y en ese aspecto casi todos los demás miembros lo envidian. Podría decirse que Chanyeol es la persona más feliz de la tierra cuando está sobre un escenario.
Pero Chanyeol ha notado la tensión de Kyungsoo desde antes de salir. Son dos polos totalmente opuestos. Pero Chanyeol quiere ver a todo el mundo tan feliz como se siente él, y siempre hace todo lo posible. Y, aunque Kyungsoo nunca lo reconozca, le encanta.
Las interacciones de Chanyeol con Kyungsoo son especiales. Porque el más mayor las hace con el corazón y no por las fans. Porque lo hace por Kyungsoo. Y el menor lo nota.
Ese día Chanyeol se esfuerza especialmente. Saca decenas de carcajadas al muchacho casi sin darse cuenta, tan sólo con su gracia natural. Las fans enloquecen, pero el que más, sin duda, es Kyungsoo. Se bebe a Chanyeol con los ojos, apenas sin darse cuenta le presta más atención a él que a las fans. Durante todo el concierto busca la sonrisa cómplice de Chanyeol para sentirse seguro. Pero lo mejor sucede al final. Es el momento de divertirse en el escenario, de correr de un lado para otro, de juguetear con las fans. Pero Kyungsoo y Chanyeol se buscan el uno al otro. Se miran a los ojos y parecen entenderse sin palabras.
La música se detiene para ellos y simplemente disfrutan del momento. No son capaces de oír los gritos enloquecidos de las fans cuando Chanyeol abraza a Kyungsoo por la espalda y ambos sonríen. Kyungsoo sólo se siente seguro en el escenario cuando nota a Chanyeol cerca de él. Y Chanyeol… Chanyeol sólo es feliz de verdad cuando protege a Kyungsoo.