Yun es un chico amable y tranquilo que ama tocar la guitarra y cantar canciones inspiradas en su amor imposible, Teo; quien es su mejor amigo de la infancia.
Desde el primer día que lo conoció en el primer año de primaria, sintió más que una amistad por él. El tiempo paso y de la única manera que le pudo expresar su amor a su amigo, fue protegiéndolo todo el tiempo como su súper héroe personal.
Siempre estaba ahí para lo que lo necesitara, siempre ahí en la buenas y en las malas, como un ángel guardián que moría por dentro por contener tantos sentimientos. Yun veía a Teo como un frágil tesoro de cristal y por eso mismo jamás le diría todo lo que sentía, aunque sus lágrimas cayeran noche a noche por ello.
La alarma sonó debía ir a la escuela, era del último año de secundaria, él sabía que una vez que se gradué seguro el camino de Teo y el de él se separarían.
Ni un día, ni una noche, ni siquiera en alguna hora podía dejar de pensar como confesarse, al menos no quería separarse de él sin que este tuviera conocimiento de lo que en verdad había sentido todo esos años juntos.
Dejando atrás sus pensamientos, se preparo y salió directo a la escuela sin muchos ánimos. Al llegar primero se encontró con la persona menos indicada, su mejor amigo, Teo.
-¡Yun! ¿Como estas? Anoche no respondiste ninguno de mis mensajes, ¿que estabas haciendo más importante, que hablarme a mí? –pregunto el menor con fingida molestia, haciendo gestos tiernos de los que hacía que Yun debiera morderse los labios, para no hacer completamente suya aquella boca que tanto deseaba.
-¿Eh? La verdad me puse a componer un par de canciones que me estaban dando vueltas en la cabeza hace un tiempo, perdóname. ¿De qué querías hablar anoche?
-Yo de nada en especial, solo quería platicar contigo, estoy mal acostumbrado hacerlo, además me gusta que compartamos estupideces por el facebook. –soltó un risilla, y continuo. -¿Tienes nuevas canciones? Eso es genial, ya quiero escucharlas siempre son tan sorprendentes –a Teo realmente le hacía feliz oír las bellas melodías que componía el mayor.
-Aún debo hacerles un par de ajustes, pero pronto te las grabares para que las que puedas oír. Ahora vayamos a clases de una vez, es el último año, no me quiero perder ninguna clase –los dos se fueron rumbo al salón.
-Chicos como viaje de egresados nos iremos a Cancún, México, así que en estos momentos pueden ponerse a gritar y agradecerme el viaje, porque yo lo conseguí gracias a mis contactos –el profesor, de donde solo dios sabe, saco un sombrero de mariachi y se puso a cantar una serenata que no enamoraba ni a un perro, más bien dejaba sordo a los alumnos.
-¿Oíste eso? ¡Iremos a México, Yun! –Teo tenía un gran brillo en sus ojos, siempre había querido ir al extranjero, y en especial a un cuidad calurosa como la de Cancún.
-Si estoy muy feliz, pero desearía que el profesor se callara, porque no se cuánto van a resistir mis oídos –se rieron los dos por lo bajo.
-¡¿Que dijo usted?! –Pregunto el profesor levantando una ceja –No sabe apreciar lo bueno, además disculpe, claro hablo el señor “yo canto con mi sensual guitarra tristes canciones de amor mientras miro la lluvia caer”, pues sabe yo también soy un músico, así que guárdese sus comentarios –el profesor se fue casi llorando del lado de ellos dos.
-Me pregunto… ¿Por qué nunca pudimos tener profesores normales en esta escuela? –el menor rió, por la cara que hizo el mayor al decir eso.
-Al menos siempre ah sido divertido estar aquí, aunque no hubiera sido así sin tus comentarios extras todo el tiempo –Teo le dedico una sonrisa a Yun, quien se sonrojo por ella. –Oye ahí que ir preparando todo lo que haremos haya, estemos juntos en el tiempo libre que nos den, ¿si? – ¿Como el mayor diría que no al amor de su vida? Asintió con su cabeza, y las clases continuaron normalmente.
Después de dos semanas ya era hora de partir rumbo a Cancún, Yun pasaría por Teo a su casa y de ahí si irían al aeropuerto donde estarían todos sus compañeros de promoción.
Llegaron al lugar donde se encontraba su profesor bailando algo que no se podría definir claramente, pero era la forma que tenia de demostrar que estaba más emocionado que los alumnos por el viaje. Saludaron a sus compañeros, y demás profesores que irían al viaje.
-Que bien que llevas tu guitarra, me gustaría que en algún lado pudiéramos sentarnos todos juntos a oírte cantar –dijo Teo muy entusiasmado y los demás que estaban escuchando asintieron con la cabeza, ya que lo habían oído un par de veces en las clases de música.
-Seguro, creo que haré también una canción inspirada en el viaje haber que sale –el menor respondió con una sonrisa.
Luego de eso hicieron el llamado para que abordaran el avión, todos subieron saltando, gritando y aplaudiendo, el profesor los lideraba en todo ello. Yun y Teo se sentaron juntos como en todos lados lo hacían. La mitad del viaje se la pasaron hablando de lo que harían al llegar.
Cuando llego la noche al fin había un poco de silencio en el avión; solo había una persona que no dormía y era Yun, quien aprovecho para observar cada detalle del fino y delicado rostro del menor, siempre que tenía la oportunidad para hacerlo no la desaprovechaba.
Al día siguiente ya estaban en el destino fijado, todo el mundo bajo alocado de la avión, menos Yun, quien se dormía parado. Fueron llevados hasta el lujoso hotel en el centro de la cuidad; como era de saberse a Yun y a Teo los pusieron juntos, les dieron las llaves y se fueron a instalar.
-Solo hay una cama aquí, ¿donde está el otro cuarto? –Yun miraba para todos lados pero no encontraba nada, solo seguía viendo una sola cama.
-Wuooo mira que increíble es nuestra habitación Yun, creo que el baño tiene el tamaño de nuestras habitaciones –en eso que Teo hablaba, vino el profesor de improvisto, entrando sin permiso a la habitación.
-Chicos, lo siento, su cuarto solo tiene una cama matrimonial. No hay otra habitación con dos camas matrimoniales, como tienen todas las otras, por eso los puse juntos, no creo que ustedes tengan problema con eso, son mejores amigos, ¿no?
-Sí, es verdad, no tendremos problemas de dormir juntos –respondio Teo.
-¿Dormir juntos? No, debe haber alguna forma para tener cuartos separados, al menos otra cama –dijo nervioso Yun
-Ya, somos amigos ¿porque eres así? Ni que te fuera a violar o ¿sí? –Teo se rió y el profesor por igual.
-Bueno entonces no hay problema, hagan lo que tengan que hacer, y bajen en media hora que vamos andar por hay un rato –el profesor se fue, y Yun nunca sintió tanto miedo en su vida de no poder contenerse, nunca había aceptado dormir tan cerca de Teo.
-Me voy a bañar, después lo haces tú si quieres y quita esa cara de estúpido que tienes, ¿que te hace dormir conmigo? –Yun no respondió, y Teo se fue algo molesto a bañarse.
Acomodaron sus cosas. Yun se baño, y bajaron a la recepción donde ya estaban todos preparados para ir a conocer un poco la cuidad. Pasaron quince horas antes que volvieran al hotel nuevamente, al volver todos parecían zombis, comieron a duras penas y todos subieron a sus cuartos para al fin poder descansar, el único que aún tenía algo de energías era el profesor líder.
-Que día siento que voy a morir, si así van a ser así los siguientes cuatros días voy a llegar en camilla a casa –decía Teo mientras buscaba la ropa para descansar.
-Tienes razón, moriremos muy pronto con el demente de nuestro profesor –respondió Yun ya cambiado para dormir.
-¿Qué lado quieres?
-Estará bien con cualquiera de los dos –Yun no podía negar su nerviosismo de tener que dormir en la misma cama que el menor.
-Bueno me quedo con el derecho, por alguna razón me gusta más y no te sientas incomodo, somos amigos, todo estará bien, además ya te has quedado dormir en mi casa solo que bueno siempre eran en camas separas, pero es casi lo mismo –Teo se metió en la cama y Yun lo hizo al rato con algo de miedo aún.
La noche le fue dura al mayor se tuvo que contener de no irse encima de Teo que dormía pacíficamente, al cabo de unas cuantas horas el sueño le venció y cayo dormido. A mitad de la noche Yun sintió algo suave sobre sus labios, pero no le dio mucha atención ya que lo interpreto como una simple sensación de sus sueños.
Al otro día se repitió lo mismo del anterior, se fueron en la mañana y volvieron a la noche agotados sin una gota de energía, solo el profesor podía aún continuar saltando como un loco. Yun y Teo se fueron a su cuarto, se cambiaron y hablaron un rato del día que habían pasado.
-¿Puedes cantarme antes de que vayamos a dormir? –Yun asintió con la cabeza, tomo su guitarra, la afino un poco y comenzó a cantar aquella canción que había sido inspirada por su único gran amor.
… We’ve been together for a long time
We’re lovers who are like friends (lovers)
It’s a familiar scene (scene)
What do we need?
Baby let’s go go go (go go go)
I’ll show you my love love love (love love love)
I have so much more, more, more
that I wanna do with you
I want you, you, you, you, you (go go go)
Only you, you, you, you, you (love love love)
You, you, you, you, you
To me, you are
An eternal fluttering excitement
The hot Mexico,
City of Cancun
These strange cities are making us more affectionate
You look so cute, tightly holding onto my hand
It’s the image of you that I wanted…
-Me encanto esta genial, lastima que tu nunca me dices en que te inspiras para hacer tan bellas melodías –era obvio porque el mayor no podía responder a eso.
Apagaron las luces y se acostaron a dormir, Yun estaba feliz de haberle podido cantar aquella canción al menor, hacia un buen tiempo que deseaba que lo escuchara, concilió el sueño más rápido esta vez ahora verdaderamente estaba cansando.
A mitad de la noche nuevamente sintió algo suave sobre sus labios, pero en esta ocasión también algo sobre él, abrió los ojos rápidamente para encontrarse con que su mejor amigo lo estaba besando sin permiso.
-¡¿Que haces?! –lo aparto de él, no porque no le gustara, si no porque no entendía que estaba pasando.
-Disculpa es que yo…yo… estoy enamorado de ti –esas palabras Yun las había soñado tanto, cada día, cada noche, a cada instante las había deseado.
-¿Q…q…que? –no lo podía creer, tenia que volver a oírlo para asegurarse que no estuviera soñando.
-Que te amo, no solo me gusta, eres todo para mi –casi se le salieron lagrimas al mayor al oír eso. –No te vaya a separar de mi, sé que es raro lo que siento, pero o me dejes a pesar de eso.
-… -se fue encima del menor antes de decir algo –Sabes siento lo mismo –Teo se sorprendió nunca creyó que Yun gustara de él, siempre lo había visto tan heterosexual.
-¿Enserio?...–el mayor rió un poco, algo que molesto al menor.
-No te enojes, me rió porque me preguntas eso cuando te pertenezco hace tanto tiempo –lo beso tan delicadamente como si los labios del menor se tratasen de frágiles cristales. –Te amo Teo, te amado siempre –volvió a besarlo pero ahora con gran intensidad.
-Hazme el amor… -dijo entre suspiros en la boca de Yun.
-No ahí otra cosa que piense hacer en estos momentos…
Al fin Yun podía decirle a su mejor amigo en que se inspiraba para escribir esas canciones, ahora no solo recordarían a Cancún como el lugar donde fueron de viaje de egresados, si no también como el lugar donde su amor pudo volar…