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Amor unilateral por Soo Shawol

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Notas del fanfic:

Volví~

con otro one-shot JongKey.

Para este me inspire en el vídeo de JongKey 'amor unilateral' (veanlo ;;, es hermoso)

Este es un inicio, depende de como vaya, si gusta o no, tal vez haga una segunda parte, pero del punto de vista de Jonghyun. Y despende de como guste aquel, hago el fanfic que sería lo que le continúa.

Ahora nada más, a leer -w-

¿Amor unilateral?

¿Nunca pensaron qué es en verdad un amor unilateral?

¿Si lo han sentido?

¿Cómo es sentirlo?

¿Qué es?

Pues... el amor unilateral es amar a una persona a pesar de que ella no te ame, no importa que, no importa cómo, solo se basta con estar en el mismo plano que esa persona.

Un amor no correspondido...                                                    

Un amor en el cual uno ama y el otro no o tal vez ama a otra persona...

Está es mi historia.

Hola, me llamo Kim Kibum, y está es mi historia de mi amor unilateral.

Tenía apenas 17 años cuando conocí al amor de mi vida... o por lo menos así lo sentía yo.

Se llamaba Kim Jonghyun. Era de tez oscura, un poco más bajo que yo y de cabello marrón oscuro, era un año mayor.

Y mi historia de un amor unilateral, comenzó así.

 

 

 

 

 

- Key, vamos, apúrate ¿qué tanto haces? - gritaba Minho desde el piso de abajo.

- Yah... Minho, que molesto eres, ya bajo. - le devolví el grito desde mi recamara.

Está noche era "noche de chicos" aún no comprendía por qué era que le decíamos así, simplemente era viernes y como todos los viernes, los chicos "ricachones" de la escuela realizaban una fiesta en una de las súper mansiones. Hoy era en la casa de Tiffany. Por suerte era en su casa, jamás soporte a sus amigos, ella era tan buena y me caía bien, así que... está noche no la pasaría mal.

Era verano, y como todo verano... hacía demasiado calor. Escogí unos short de jean cortado, un poco más arriba de la rodilla, una camiseta holgada y como siempre mis pulseras y aros, jamás podían faltar.

Baje las escaleras y me frene delante de Minho dando una vuelta para que me observara.

-          ¿Y? -enarque las cejas. – ¿Qué tal?

-          ¿Esa no es la camiseta que usaste el viernes pasado? – contesto señalando mi camiseta holgada.

-          ¡CHOI! –lo regañé. – Yah... no es la misma, tu sabes que casi todas se parecer y SIEMPRE ME HACES LO MISMO, agh... ya verás, Choi. – enfatice. – ¿Te quedarás ahí, Choi? Vamos, tú eras el que estaba insistiendo tanto en que me apurará, ahora te quedas ahí parado haciendo nada. Vamos, vamos, mueve tu trasero hacia la puerta que se hace la hora...

-          Ya, ya... tampoco es tan necesario ir puntuales. -Contestó el chico que hace unos momentos solo servía para gritarme que baje rápido que llegaríamos tarde, tsk...

Chasqueé la lengua y camine hacia la salida cerrando la puerta con llave antes de salir de mi casa. Como todos los viernes mis padres salían al Casino y claro, yo tenía que dejar la casa segura.

Camine hacia el auto de Minho y me adentré a este. Prendió el auto y nos dirigimos hacia la fiesta. Entre el camino hablábamos trivialidades, cosas sin sentido y hasta ya planeábamos que haríamos al día siguiente, ya que era sábado.

A un par de cuadras de la casa de Tiffany ya se podía escuchar la música de lo fuerte que estaba y ya comenzaba a emocionarme. Minho me observaba... como siempre, como si fuera un tipo raro, y yo solo atinaba a rodar los ojos.

Minho era mi mejor amigo, sabía todo de mí, tanto así que sabía muy bien que las fiestas me fascinaban y siempre me ponía así cada que iba a una. Era una cosa rara, pero en fin así era.

Llegamos a la "mansión". Sí, mansión, porque una cosa de ese calibre no podía ser llamada "casa" sería un insulto para tal palacio.

Aparcamos el auto y bajamos de este para dirigirnos hacia la puerta. Entre el camino ya se podía a ver a chicos bebiendo, algunos con botellas y otros simplemente con unos vasos rojos descartables. Tal vez había uno que otro que ya estaba rodando por el piso de tanto alcohol que ingirió, lo que me pareció extraño ya que recién comenzaba la fiesta. Solo atine a chasquear la lengua por ver a todos esos niñatos que no sabía beber.

Me acerque a una barra y tome un vaso con cerveza, o eso suponía que era, ya que con tantas luces de colores no podía distinguir lo que era, pero por el olor supuse que sería cerveza.

Con Minho nos quedamos a un lado de la escalera, sobre una mesita/estante bajito dónde podíamos, por lo menos, apoyarnos. Veíamos a todas las personas allí, algunos como "parejitas" devorándose las bocas, otros simplemente bailando y otros bebiendo como si no hubiera un mañana. Al parecer ese viernes todos se pusieron en plan "tomar hasta desmayarse".

Entre más tiempo pasaba, más gente llegaba y se iba llenando, ya casi no se podía respirar en esa habitación. Me acerque al oído de Minho y le susurré que si no sería mejor ir hacia el patio, ya que allí ya casi no entraba nadie más, él solo asintió y caminamos hacia la puerta que daba al aire libre.

Allí también pasaban música, pero era diferente a la que pasaban dentro, era más... electro. Intente buscar a Tiffany con la mirada, ya que pasaban electro, la música que le gusta a ella, supuse que estaría por allí, y así fue. Pude ver como una mano comenzaba a sacudirse detrás de unos chicos altos, que al verla se hicieron a un lado y la pude ver yo. Agarre a Minho de la muñeca y lo lleve/arrastre hacia dónde estaba Tiff.

Al llegar donde Tiff, pude ver que entre todos formaban una ronda y en medio había una mesita con tragos, que supuse eran vodka.

- Hey Key, no sabía que vendrías. -Dijo Tiff.

- Sí, ni yo sabía que vendría... -respondí.

- Hey... -se quejo y solo atine a reír.- ¿Juegan?

- ¿eh? -pregunte incrédulo, elevando una ceja.

- Sí, ¿juegan? Estamos haciendo "Fondo" con vodka. -río y por la forma en que lo hizo pude notar que ya estaba algo bebida, y solo asentí sonriendo. Minho quiso sumarse, pero yo le advertí que si se pasaba y luego no podíamos volver a mi casa, iba a ser todo culpa de él.

Así comenzamos el juego. Jugábamos piedra papel o tijera, y los últimos dos debían tomar fondo de 5 pequeños vasos llenos de vodka. Las primeras dos partidas quede fuera, así que no tuve que beber, y Minho tampoco, ya que ambos quedamos fuera primeros. En la segunda perdí y tuve que beberme los 5 vasos de vodka, al sentir como toda esa sustancia pasaba por mi garganta un calor lleno toda esta y mi cuerpo igual.

El juego iba avanzando cada vez más, 5 rondas, 25 vasos de vodka bebidos por mí.

Ya casi no podía mantener el equilibrio, Minho tuvo que sostenerme en 2 ocasiones, hasta que en una tercera ocasión, ya no era Minho, era un chico... creo, más bajo que yo, castaño oscuro, morocho y con ojos de perrito.

Al verlo sonreí como tonto y me aferre a su cuello, como si fuera lo más normal agarrar a un desconocido y aferrarse a su cuello como si nada. Al día siguiente me avergonzaría de esto. El chico, cuyo nombre aún no sé, solo atino a sonreír y a llevarme hacia un lugar. Si yo hubiera estado en mis 5 cabos, ese sujeto me daría miedo, pero como no, ni me importo. Me apoyó sobre un árbol, que no sabía que estaba ahí, solo apareció, y sonrió.

-          Oye... -dije, medio ebrio. – ¿Cómo... t-te llamas? –tartamudee como gran idiota.-

-          Jonghyun, dime Jjong... –sonrío. Por alguna razón esa sonrisa ya comenzaba a gustarme. Yo copie el gesto y comencé a sentirme medio mal, miraba hacia varios lados y solo camine hacia atrás del árbol y allí fue donde vomite. El tal Jonghyun se acerco, dejo su chaqueta a un lado y vino hacia mí, poniendo una mano en mi frente, corriéndome el cabello de la misma para que no me manchara.

Las arcadas cada vez eran peores y más seguidas, hasta que llego un momento en el que solo eran arcadas y ya no tenía nada más por vomitar, y me sentí mejor. Volví al sitio donde me habían dejado, antes de que comenzara a vomitar, y me senté allí mirando al cielo, ya comenzaba a ser de día y yo no sabía dónde estaba Minho. Me sobre salte y comencé a mirar hacia todos lados, buscando a Minho, él chico que, aún, estaba conmigo me miro algo extraño.

-          ¿Qué buscas?– pregunto.

-          A mi amigo... un chico alto, morocho, con ojos grande, uhm... bien formado... ¿no lo viste? –lo mire como esperando a que me respondiera "sí" pero simplemente negó leve con la cabeza, suspire y volví a mi sintió, los mareos ya comenzaban a volver.

Me quede mirando al chico que, aún... sí, aún, estaba conmigo y observe sus facciones. Era apuesto, no podía negar que era muy guapo y tenía buen mentón, su mandíbula se marcaba hermosamente. Era demasiado guapo. Me miro y me sonroje apenas, un poco, y mire hacia otro lado. Pude notar de reojo que sonrío, y sonreí. No sé, pero me sentía bien a su lado, era cómodo, y por más que no estuviéramos hablando, el silencio... no era incomodo, y eso me gustaba.

Mire hacia la puerta, que llevaba hacia adentro de la casa, y allí estaba Minho buscando algo, supongo que a mí. Lo llame y él me miro sonriendo al segundo, se acerco y me miro con reprobación.

-          ¿Vomitaste? –me pregunto alzando la ceja, y yo solo hice un gesto de asco mientras asentía. Él solo se río, y luego dirigió la mirada hacia la persona que estaba a mi lado, mire a Jonghyun por un rato y recordé que Minho no lo conocía, tampoco yo lo conocía, pero por lo menos sabía cómo se llamaba.

-          Oh, Minho... él es Jonghyun, si quieres le puedes decir Jjong... –Minho hizo una pequeña reverencia con la cabeza y le tendió la mano.

-          Minho, dime... Minho. –empezó a reírse solo, yo solo solté una risa por la gran estupidez que había dicho.

-          Un gusto. –respondió Jonghyun y Minho volvió a hacer una pequeña reverencia con la cabeza.

-          Oye, Key debemos volver.

-          Uhm... ¿qué hora es? – pregunte, y Minho comenzó a golpear los bolsillos de su pantalón buscando su celular, suponía, lo saco y miro en él la hora.

-          Cerca de las 5 AM.

-          Oh... que rápido paso... Bueno –dije, mirando ahora a Jonghyun– gracias por ayudarme –sonreí y él hizo lo mismo.

-          No es nada. -asentí y le tendí la mano.

-          Gracias de todas formas. Vamos Minho. –me apoye en el árbol, con el fin de que me ayude a levantarme, pero no podía, y nuevamente Jonghyun tuvo que ayudarme, lo que me dio bastante vergüenza.

Una vez de pie, un intenso dolor invadió mi cabeza lo que esto provoco que me mareara y me tambaleará hacia un lado casi al punto de caerme, pero un brazo me sujeto por la cintura y ayudo a que no me estrellará contra el suelo. Al ver quién me sujetaba, pude ver a Jonghyun con una media sonrisa que salía de sus labios y yo solo pude sonrojarme como idiota. Volví a ponerme de pie y me sujete, con una mano, al hombro de mi amigo, salude con la mano a Jonghyun, y Minho me ayudo a salir de la casa. Al pasar por los pasillos podía ver como había chicos tirados por todos lados, completamente alcoholizados. Era una imagen deplorable de ellos, sinceramente.

Luego de pasar por todo eso, nos subimos al carro de Minho y este me llevo a mi casa, donde me dejo y nos despedimos.

 

-cuatro semanas después.-

 

Llegaban los últimos meses de clases y yo no podía dejar de pensar en el chico de la fiesta, sí, Jonghyun. Por alguna razón, no importaba dónde esté, con quién esté o qué estaba haciendo, él siempre invadía mis pensamientos. Su sonrisa... sus ojos... siempre venía a mi mente su... su hermoso, por decir, rostro. Su mentón, su nariz, su... su todo, sus labios... sí, definitivamente, sus labios eran una de las cosas que jamás se podrían olvidar.

Esos labios carnosos, grandes, rosados... tentadores.

-          ¡KEY!

-          ¡AH! –salte de la silla, en la que me encontraba, cayendo directamente al suelo. Mire hacia arriba y allí se encontraba un divertido Minho y un Taemin intentando aguantar la risa... pero no lo logro. Ambos me miraban mientras reía, fulmine con mi mirada a Minho y este dejo de reír de inmediato, ayudándome a ponerme de pie– Aish... pero si eres idiota. –dije entre diente, aún con una mirada algo... tenebrosa.

-          Era solo una broma. –dijo Minho, mientras sonreía de una manera burlona y volvía a mirarlo mal. – ¡Yah! Lo siento, es que... te encontrabas tan inmerso en tus pensamientos, que... era una ocasión que no se podía dejar pasar de largo. –volvió a soltar una risa, a lo cual yo le respondí haciéndole una burla a lo que él dejo de reír.

-          ¿Qué quieren? –pregunte con mala gana.

-          Hay rumores de que entro un chico nuevo.

-          ¿Y a mí, qué? –arqueé una ceja y lo mire.-

-          Que tal vez... cejas, cejas –contesto Minho, mientras se sentaba a mi lado y elevaba ambas cejas.

-          ¿Cejas, cejas qué? –me apoye sobre mi brazo.

-          Que tal vez tu-

-          CHICOS, A SUS LUGARES, EMPEZAMOS MI CLASE, Y HOY SE INTEGRA UN ALUMNO NUEVO, ASÍ QUE, TODOS RÁPIDO A SUS LUGARES. - entro gritando el profesor de arte.

-          Luego te cuento... - concreto Minho y volvió a su asiento que compartía con Taemin.

-          Chico –dijo el profesor mirando hacia la puerta – vamos, entra y preséntate. –realmente mucho no me interesaba eso del chico nuevo, nuevos entraban continuamente, en cualquier momento del año, y siempre era un nuevo más, no era tanto. Tome mi mochila y comencé a buscar mi móvil dentro de ella, el cual no encontraba. Mientras lo seguía buscando el chico "nuevo" había ingresado al aula y situado en el centro, lo veía de reojo, pero no podía verle bien la cara, en fin, yo solo quería encontrar mi móvil.

-          Sí... –comenzó a hablar – Soy el alumno nuevo y mi nombre... –esperen... esa voz... no... no, no y no, no podía ser... mire hacia delante, donde estaba el chico nuevo y...– Kim Jonghyun. -seguramente en ese mismo momento, mi cara daba miedo. Mis ojos estaban lo más abiertos posibles, y menos mal que no solía abrir la boca o sino ya la tendría que se me caía. Él... él estaba ahí, adelante mío, sonriendo a la clase, presentándose. Él chico que invadió mi mente por todas estas semanas.

Mire hacia donde estaba Minho y este me seguía haciendo "cejas", y señalando con la cabeza "disimuladamente" hacia el chico, que ahora, era nuevo.

Volví a mirar a Jonghyun y pude ver que este me observo y sonrió. El primer pensamiento que cruzo por mi mente fue "¿Se acordará de mí?" y claro, con todo el ridículo que hice ese día, cómo olvidarme. En cambio yo... desde ese día deje de tomar alcohol, la migraña y "pérdida de memoria" que te provocaba, no era nada bonito. Y luego ir acordándote de las cosas... menos.

-          Chico, toma asiento y pide prestado algunos materiales para mi clase, no creo que los tengas. Toma asiento donde quieras, hay bastantes lugares disponibles. – hablo el profesor.

Pude ver que Jonghyun caminaba hacia mí, lo mire y sonreí, sonrisa que inmediatamente se borro al ver como pasaba de mí y se sentaba una mesa detrás de mí, junto a Sekyung.

Un calor invadió mi cara y seguido los colores se subieron a ella. Podía sentir como mi cara ardía, no quería ni siquiera levantar la cabeza, solo quería esconderme entre mis brazos y quedarme entre ellos para siempre, o por lo menos hasta que termine el día...

-          ¡Hey! –escuche– ¡Hey, hey! -ahora sentí un piqueteo en mi espalda – ¡Hey! –de nuevo. Levante mi cabeza y mire hacia atrás, otra vez... Jonghyun estaba ahí, y pude sentir como los colores volvían a subir a mi cara, y con "normalidad" intente responder.

-          ¿Qué n-necesitas? –Idiota...

-          Ah, sí ¿me prestas algunos elementos para la clase de hoy?

-          ¿Acaso Sekyung no los tiene? –pregunte de mala gana.

-          Vamos Key... no seas malo, solo tengo para mí, después mañana te lo devolveré. -dijo ella.

-          No, deja. –volví a mi asiento y tome una hoja en blanco y un lápiz, y volví hacia atrás poniéndolo en su mesa– Toma. Luego de lo das. –volví a mi asiento, y a mi posición inicial.

Y así pase la primera hora, con la excusa de que no me sentía bien, una pequeña escena de mareo y el profesor me dejo no hacer nada en la hora. Toco el timbre y yo aún no quería dejar mi posición. No quería ver a nadie, aún la vergüenza invadía mi cuerpo y si veía a alguien (y si veía a Jonghyun) seguramente mi cara se volvía un tomate, y no quería eso.

Tendría que fingir un dolor de estómago... antes de que termine el receso, sí, eso debía hacer.

Levante la cabeza con la mente procesando cómo haría para fingir el dolor de estómago, simplemente un "Ay... profesor... uhm... no me siento bien." ¿Serviría? Uhm... tal vez.

Pero, ¿por qué lo había pasado por alto?...

Frente a mí se encontraba Jonghyun sentado en una silla, con las piernas a ambos lados y apoyando los brazos en la parte de atrás de la silla, y sobre ellos el mentón.

Nuevamente los colores volvieron a mi cara, y está vez en verdad me había mareado. Me tambaleé hacia un lado, casi cayéndome al suelo, pero un brazo me sostuvo, no hacía falta abrir los ojos para saber quién me sostenía, simplemente intente pararme rápido y salir rápido del aula, pero una mano tomo mi brazo e impidió mi huída, mire hacia atrás y Jonghyun tenía una cara de... preocupación.

-          ¿Qué quieres?

-          ¿Estás bien?

-          Sí, tengo que irme...

-          Oh, sí... toma. –me tendió una hoja blanca y el lápiz que le había prestado– Gracias por prestármelo.

-          No es de nada, ahora me voy. –volví a intentar irme, pero nuevamente...

-          Uhm... ¿Key, verdad?

-          Sí, ¿qué más necesitas? –por alguna razón mi paciencia me abandonaba, solo por el hecho de que me quería largar de ese maldito lugar, de esa maldita situación, evitar que mis cara se vuelva un tomate, y él... él me lo impedía, ¿POR QUÉ?

-          ¿Me recuerdas? –pregunto.

-          ¿Eh? -eleve una ceja.

-          Ah, no, nada. Olvídalo.

-          Está bien.

Y me fui del aula.

Tal vez sería mejor si él pensaba que yo no lo recordaba.

 

 

 

Estábamos a dos meses de terminar las clases, el verano se acercaba y con él los festivales.

Ya hace dos meses que Jonghyun había ingresado a la escuela, y hace dos meses él aún pensaba que yo no lo recordaba. Por una parte mejor, pero por otra... algo me decía que no.

Durante esos dos meses, Jonghyun no salía de mi mente. Me sentía estúpido. Era un simple chico que me ayudo en una jodida fiesta, en la que estaba borracho y yo con tan solo ver su sonrisa ya me sentía enamorado. NO, NO, no estaba enamorado, claro que no... o eso quería creer.

 

Durante las primeras semanas de integración de Jonghyun, se lo podía ver que en casi todos los recesos se encontraba con Sekyung, nuestra compañera y su compañera de asiento.

Era una chica bonita, algo bajita, de pelo negro y largo, medio ondulado. Era muy bonita. Cualquier chico se enamoraría de ella, claro... menos yo, que ya hace unos años ya tenía en claro mi orientación sexual. Me gustaban los chicos, y aunque en un principio fue complicado darme cuenta, pude aceptarlo.

 

Al tercer mes de Jonghyun en la escuela, podía sentirlo un poco más apegado a mí.

Pasábamos bastante tiempo juntos, salíamos con Taemin y Minho a fiestas. Nos reuníamos a jugar básquet, encestar algunas canastas o simplemente a caminar por el parque. Algunos días Jonghyun venía sin permiso alguno hacia mi casa y me invitaba a esas fiestas que hacían los "ricachones", fiestas que desde la de Tiffany nunca más asistí. Siempre me negaba, pero por alguna razón cuando él me lo pedía con sus ojitos de perrito me terminaba convenciendo.

Lo nuestro era el skinship.

Muchas chicas siempre que pasábamos por sus lados, nos miraban esperando que hagamos alguna escena de skinship, y nosotros... lo hacíamos, y ellas simplemente chillaban, haciéndonos reír a nosotros. A veces eran unos pequeños roses, tomadas de barbillas, toques de manos, etc. No era más que nada, que skinship.

Ya estábamos a una semana y media de terminar las clases. Y en ese tiempo, pude sentir como con Jonghyun nos distanciamos. Las muestras de skinship ya no eran tan continuas, ya no pasábamos tanto tiempo juntos.

Por los pasillos de la escuela corrían rumores, y vaya que corrían rápido.

-          Oye Key, ¿escuchaste? –dijo Minho, que caminaba a mi lado.

-          ¿Escuchar qué? –lo mire.

-          Supuestamente, Jonghyun y Sekyung están saliendo oficialmente.

-          ¿QUÉ? –medio grite.

-          Lo que escuchas, al parecer el enano está ligando con Sekyung, vaya que es bueno.

-          Aish... cállate, das asco. –claramente... Minho no me daba asco, pero... la rabia que invadía mi cuerpo en ese momento me hacía enojar con todos.

-          Ya... lo siento, pero es que tiene unas curvas que... Santo Dios.

-          ¡QUE TE CALLES!

Comencé a caminar con más velocidad por los pasillos de la escuela, empujando a cada uno que se me metiera en medio del camino, mi humor ya no era el mejor.

Al entrar al aula, ahí estaban... Jonghyun y Sekyung.

Camine hacia mi pupitre y apoye con rabia mis libros sobre él.

Jonghyun me observo con preocupación y se acerco hacia mí.

-          Oye Key... ¿qué ocurre?

-          ¿QUÉ QUE ME OCURRE?¿EN SERIO? PUES, VERAS, NO ES MI MEJOR DÍA Y YA ME QUIERO RAJAR DE ESTÁ MUEGRIENTE ESCUELA, Y AÚN TENGO QUE VER A TODOS USTEDES, INFELICES, POR UNA SEMANA Y MEDIA, ¿ENTIENDES? ¿O EL AIRE NO LLEGA HASTA AHÍ ABAJO?

Sí, me había sobre pasado, ese rumor que corría por los pasillos de la escuela me había puesto de los pelos de punta y... aish...

Jonghyun me observaba entre sorprendido y triste, podía ver como mis palabras le habían afectado, pero... no me podía retractar, mi orgullo no me dejaba retractarme, no, yo no quería retractarme.

Tal vez el infeliz de todos solamente era yo y no quería ver la realidad...

Ese día a mitad de clases me retiré por una fuerte jaqueca... fingida, no soportaba estar allí.

 

 

 

Durante la semana y media, falte toda la primera y solo asistí a los últimos 3 días de clase, simplemente no quería ver a nadie y tuve que fingir una enfermedad para hacer que mi madre me dejará faltar por toda esa semana.

Al volver, pude notar que no muchas cosas habían cambiado.

Pero algo que si había cambiado y se notaba demasiado.

Era la nueva tensión que había entre Jonghyun y yo.

Al ser los últimos tres días de clase, los profesores no daban nada, solamente cerraban notas y ya.

El último día del ciclo lectivo, nos reunimos, Taemin, Minho y yo. Ellos deseaban invitar a Jonghyun, pero yo me rehusé y simplemente no lo hicimos. Me sentía mal por hacerle eso a Jonghyun, pero por alguna manera me sentía traicionado...

 

 

Habían pasado meses desde que había aceptado mi enamoramiento por Jonghyun. Estaba locamente atraído por él, pero simplemente no se lo podía decir, no me sentía bien con ello y tampoco creería que él se sintiera bien con ello.

Ambos haciendo tanto skinship como si fuéramos una simple amistad "común" de chicos, pero... si Jonghyun se enterará de que yo me sentía muy atraído con él... la tensión sería peor.

 

 

 

Durante todas las vacaciones, no me había reunido con Jonghyun, tampoco lo había llamado. Habían pasado días festivos en los que pensaba llamarlo pero, apenas tomar el teléfono y marcar su número, me ponía sumamente nervioso y terminaba arrojando el teléfono hacia la cama, con frustración e ira.

 

 

Al terminar las fechas festivas, Minho y Taemin se acercaron a mi casa para invitarme a una fiesta, pero simplemente yo me negué a ir. Aún no tenía humores, pero luego de hablar un tiempo con Taemin, termino por convencerme y fuimos a esa fiesta que tanto querían ir.

Sabía que algo iría mal. No era bueno con el alcohol. Y sí... me metí nuevamente a uno de esos juegos "Fondo". Habías perdido 7 veces, y por cada vez que perdía debía tomarme 5 vasos llenos de vodka. Esa sustancia quemaba mi garganta, pero a los últimos ya ni los sentía. 35 vasos de vodka fueron llevados a mi garganta, ya me sentía inmune al calor que me daba, al comienzo, esa bebida.

Ya no sentía mis piernas, todo daba vueltas. No podía caminar, si no me agarraba de algo me caía, y así fue. Al intentar agarrarme de una columna, mis manos se resbalaron y termine de espaldas al piso. Pude ver como alguien se me acercaba, podía ver que me hablaba pero no lo escuchaba, no lo entendía, la música retumbaba en mis oídos, miraba hacia todos lados y no encontraba a Minho, ni a Taemin, una angustia invadió mi cuerpo... lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, comencé a golpear al chico que me había intentado ayudar. Este en un intento de controlarme, me tomo de las manos y las agarro para que lo dejará de golpear, una vez tranquilo, pude sentir como mi estómago se revolvía... una ganas tremendas de vomitar invadió. Salí medio corriendo, medio tambaleado hacia el baño, hasta meterme a un cuartito y me arrodille frente a un inodoro y devolví todo. Todo el alcohol ingerido, lo devolví. Sentía como mi garganta me quemaba, una, dos, tres arcadas, 15 minutos vomitando. Estaba tan inmerso vomitando, que no me había dado cuenta que conmigo estaba un chico sosteniéndome el cabello, para que no se me fuera por la cara.

Una vez tranquilo me senté a lado del inodoro, y volví a llorar.

-          ¿Por qué llorar? –pregunto el chico.

-          No sé... –reí sarcásticamente.

-          ¿Te sientes mejor? –asentí. – Me llamo DongWoon. –lo mire y sonreí leve.

-          Key o... Kibum, como quieras.

-          ¿Cómo te llaman todos?

-          Key...

-          Entonces te llamaré Kibum. -sonrió y yo reí.

-          Está bien...

-          ¿Viniste solo?

-          No... vine con unos amigos, pero no sé dónde están. -me encogí de hombros.

-          Está bien, ¿quieres que te lleve a casa? Estoy con el auto.

-          No... en cuanto se me baje el alcohol, volveré a mi casa caminando, necesito aire fresco.

-          Está bien...

Y así fue. En lo que esperaba que se me baje el alcohol, en ese baño, me mantuve charlando con DongWoon, le pedí su celular y él el mío, así seguiríamos en contacto, el chico me había caído bien, y al parecer yo a él. Teníamos un par de cosas en común, comenzando por nuestra edad.

Entre charla y charla, se habían hecho las 6 AM, y a mí se me había bajado el alcohol.

Caminamos hacia la pista e intente buscar a Minho con la mirada, pero al parecer los muy malditos ya se habían largado a sus respectivas casas, ni siquiera les importe, malditos.

Me despedí de DongWoon y comencé a caminar hacia mi casa.

Le mande un mensaje a DongWoon apenas llegue a mi casa, avisándole y esté me respondió "Muy bien, cuídate, nos vemos, Bummie." reí al leer esa forma peculiar en llamarme "Bummie" era tierno, y me gustaba.

Me duche, y me acosté en mi cama, intentando dormir. Pero como todas las noches... Jonghyun invadía mi mente.

 

 

 

 

Las clases ya volvían.

Nuevamente comenzaban, un año más.

El último, por suerte.

 

Las clases comenzaron, y con ellas los rumores, o... las confirmaciones.

Habían sido tres meses sin ver a ningún de mis compañeros, simplemente veía a Minho y Taemin, a nadie más.

 

El primer día de clases, fue bastante común. Omitiendo que tuve que aguantarme las ganas de tomar de los pelos a Sekyung y alejarla un poco de Jonghyun. Realmente parecían garrapatas. 

Los rumores volvían, y con ellos mis pelos de punta.

-          Hey Key, ya confirmaron, ¿puedes creer?

-          ¿Confirmar qué, Minho?

-          Lo de Jonghyun y Sekyung, es original, ya lo confirmaron, lo escuche caminando por los pasillos. Dicen que ayer los vieron caminando de la mano, él le cargaba con su cartera y se despidieron con un beso, ¿puedes creer?

-          Oh... mira que bien. Bien por él. –mentira... me dolía. Claro que me dolía, era la peor noticia que podía haber escuchado apenas entrar al colegio. 

-          Key. –escuche que me llamaban, gire y ahí estaba, Jjong... Jonghyun.

-          Jonghyun... –sonreí forzadamente.

-          Uhm... ¿cambiaste tu número? – ¿qué tipo de pregunta era esa? ¿Por qué simplemente no podía decir "Hey Key, ¿cómo estás? Tanto tiempo, en las vacaciones no te vi, te extrañe, ¿sabes?" Bueno, tal vez lo último no, pero lo otro sí...

-          Nop, que yo sepa, aún no. –solté una risa.

-          Oh... está bien, ¿cómo estás?

-          Bien, supongo... ahí ando ¿y tú?  

-          Bien, ahí...

-          Me enteré que sales con Sekyung, ja... –solté las primeras palabras que me vinieron a la cabeza, necesitaba que él me lo confirme, que no sean solo "rumores" necesitaba que él me lo diga, aunque me duela...

-          Oh, sí... eso, iba a decirte, pero como...

-          Mi número, claro... bueno, tal vez lo tienes mal guardado. Adiós, iré al aula, nos vemos. -lo salude con la mano y me fui inmediatamente hacia el aula. Saber que ya lo habían "confirmado" y que ahora me lo confirme él... estaba destrozado.

Tenía que olvidarme de Jonghyun, y... ¿qué mejor que DongWoon?

Tome el móvil y le mande un texto a DongWoon: "Hey, Woon ¿haces algo hoy?"

Deje el móvil sobre el pupitre y me quede mirándolo, esperando a que responda.

Vi como entraron, Minho, Taemin, Jonghyun y... Sekyung, y yo aún no dejaba de mirar el móvil.

Vibró, y de inmediato lo tome entre mis manos para ver lo que me había respondido: "Bummie~ no, no hago nada, ¿quieres que te vaya a esperar a la escuela?"

"¿Quieres? Genial, si puedes. Quiero despejarme (:" Enviar.

Vibro de nuevo y volví a tomarlo entre mis manos: "Está bien, ahí estaré, nos vemos Bummie."

Sonreí y me gire para guardar mi móvil en la mochila. Mire a Jonghyun, y deje de sonreír de inmediato, debería dejar de ser tan obvio.

 

Había tocado el timbre de fin de clases, todos nos volvíamos a nuestras respectivas casas.

Estaba guardando mis cosas rápido para salir rápido y ver a Dongwoon, estaba por cerrar la mochila y...

-          ¡Key!

-          ¿Eh? -me gire y Jonghyun me llamaba. – ¿Necesitas algo?

-          Por favor, sostenme el móvil -me tendió su celular y lo tome en mis manos.

-          Oye... voy saliendo, te espero en el portón, ve a buscarlo... –camine hacia la salida y baje las escaleras, para por último salir y caminar hacia el portón. Detrás de mi venía Jonghyun cerrando su mochila.

-          Key, mi móvil...

-          Sí, sí, toma... –se lo tendí sin mirarlo y camine hacia Dongwoon, lo salude y comenzamos a caminar. No salude ni mire a Jonghyun, realmente estaba convencido en que tendría que olvidarlo. Mire de reojo hacia atrás y vi como Jonghyun nos quedo mirando, pero no me haría sentir mal, no.

Con Dongwoon fuimos al parque, nos subimos a varios juegos, compramos algodones de azúcar, eran cosas que ya desde hace tiempo no hacía, y me hacían falta.

 

 

 

 

Habían pasado ya 3 meses desde que habíamos comenzado las clases.

Con Dongwoon nos comenzamos a hacer más cercanos. Siempre que podíamos nos veíamos, salíamos a fiestas, nos reuníamos con mis amigos, siempre que nos veíamos algo hacíamos. Éramos algo así como "mejores amigos", en momentos algunas chicas se me acercaban para saber si él era mi novio o algo por el estilo, y yo simplemente atinaba a reírme dejándolas en la incógnita.

Observar a Jonghyun con Sekyung ya no se me hacía tan molesto como antes, de a poco podía ir asimilando que Jonghyun jamás sería mío, él era hetero y yo... yo estaba completamente enamorado de él. Dolía, sí, claro que dolía. El único chico que de un momento a otro robó mi corazón y hizo que llegue a sentir un gran amor por él, ahora estaba por ahí besándose con una chica. ¿Pero qué más podía hacer yo? Ellos se amaban, y yo simplemente tenía que asimilar que Jonghyun jamás se fijaría en un chico, y menos en mí, el chico que alguna vez, fue como su mejor amigo.

Dongwoon pasaba 3 o 4 veces por mi escuela para irme a buscar, ya era rutinario en nuestras vidas vernos tan seguido. Si no nos veíamos por 3 días seguidos, siempre conseguíamos algún método para mantenernos en contacto.

Un tiempo Dongwoon tuvo que irse de viaje con sus padres, nunca supe realmente el propósito de ese viaje, pero tampoco intente indagar tanto sobre el tema. Por esos días nos llamábamos constantemente, hasta podíamos pasarnos horas y horas pegados al teléfono, hablando de trivialidades, de las cosas que hacíamos durante el día o yo contándole cómo eran mis días en la escuela.

Dongwoon fue el único que supo realmente como me sentía por Jonghyun, merecía saberlo. Recuerdo cuando decidí contárselo, un silencio nos invadió en ese momento, hasta que él me sonrió y despeino mi cabello mientras negaba con la cabeza y me decía cosas como "Ay... el niño está enamorado", claramente los dos teníamos la misma edad, pero él siempre prefirió tratarme como a un niño pequeño, odiaba eso y él lo hacía con la intensión de molestarme.

 

 

 

 

 

Viernes.

Ese día era uno más como todos. Me dirigía hacia mi aula caminando por el pasillo a paso tranquilo, hasta que escucho como alguien se acercaba corriendo. Era una chica. Esta se acerco corriendo hacia un grupo de un par de chicas, compañeras de mi curso, que caminaban tranquilas, dándoles un susto la joven comenzó a hablar.

-          Chicas, ¿escucharon? -dijo.

-          ¿Qué cosa, Krys? -le pregunto una de las tantas chicas de ese grupo.

-          Según escuche... –comenzó a susurrar, a lo que yo me tuve que acercar un tanto más para escucharlas– Sekyung... y Jonghyun... –está chica era una enamorada del suspenso, ahg... – terminaron.

-          ¿¡EH!? -dijeron todas juntas. Yo deje de caminar, no... no podía ser... ¿por qué terminaron? ¿qué había pasado?... mi cabeza estaba llena de preguntas en ese momento.

Camine a paso lento, algo shockeado, hacia el aula. Entre y ahí estaban, Jonghyun y Sekyung. Pero con la diferencia de que, Jonghyun ahora se había cambiado de lugar... a mi lado.

Abrí grande los ojos y eleve una ceja, intentando simular que no sabía nada, me acerque a él y apoye mis cosas en la mesa.

-          ¿Qué haces acá? –pregunte.

-          Me quería sentar contigo. –sonrío. Podía ver como Sekyung lo miraba con... cara de odio.

-          Uhm... está bien. –tome asiento y saque mi móvil para mandarle un mensaje a Dongwoon y lo guarde.

Jonghyun me observaba y me incomodaba.

-          ¿Qué miras? –pregunte mirándolo serio.

-          Nada... –se sentó, ahora, mirando hacia delante y comenzó a mirar, no sé qué, en su carpeta.

Me mantuve un tiempo observándolo y una presión en mi corazón se hizo presente.

El chico que se encontraba ahí, a mi lado, él... él era mi amor, el chico que hace tiempo ya amaba y no sabía, porque... porque ese amor claramente era un amor mío hacia él, y no de él hacia mí. Él simplemente me miraba como un amigo, o un hermano tal vez. ¿Quién se podría enamorar de un "hermano"? Tsk... Jamás tendría oportunidad.

Y en ese momento más preguntas invadieron mi cabeza.

Ahora que él no estaba con Sekyung... ¿nuestra relación podría volver a ser lo que era?

Tal vez... ¿volveríamos a ser ese par de chicos que hacía skinship en cualquier sitio, no importaba quién nos mire?

¿Todo volvería a ser como antes?

Una sonrisa se planto en mis labios. Jonghyun se dio la vuelta y me observo, sonrió.

Esa sonrisa que ya hace tiempo no veía, que ya comenzaba a extrañar, esa sonrisa que me daba antes, cuando éramos unidos.

Una vibración me saco de mis pensamientos, mi móvil. Lo saque de mi mochila y observe el mensaje que me había llegado, de Dongwoon: "Bummie, hoy no podré ir a buscarte a la escuela, lo siento."

Suspire y guarde mi móvil, tal vez otro día vería a Dongwoon.

Al volver a mi posición pude darme cuenta que Jonghyun me había estado mirando todo ese tiempo. Al verse descubierto comenzó a mirar hacia los lados apenándose un poco y sonriendo algo nervioso, esa escena era graciosa, pero por alguna razón al haber notado el plazo de tiempo que Jonghyun me había estado mirando, simplemente me sonroje y mire a otro lado, tomando una hoja y abanicándome con ella.

 

El día había sido demasiado extraño. Sentarse con Jonghyun un día había sido completamente agobiante, no sabía si sentirme cómodo o nervioso, simplemente con ver a Jonghyun sonreírme mi cara cambiaba completamente a la de un idiota enamorado, y lo peor, que disimular no era mi mejor don.

Por suerte el timbre que marcaba el fin de la jornada de clase había tocado, Jonghyun automáticamente había comenzado a guardar sus cosas, al ver que yo aún no guardaba suspiro, me saludo con la mano y susurró un "Adiós Key-goon.", asentí y le sonreí.

Mientras tanto yo, como siempre, tras esperar que el aula se quede vacía, comencé a guardar mis cosas en la mochila. Las guardaba despacio, ya que ese día Dongwoon no vendría a por mí, no había motivo por el cual estar apurado.

Una vez habiendo guardado todo, me encamine hacia la salida. Al abrir la puerta me lleve un gran susto, ya que un chico, algo distraído, estaba por entrar al aula y en el paso me había llevado por delante. Hice unos pasos hacia atrás, golpeándome con el escritorio del profesor.

-          Auch... –me quejo y le miro. – Oye... ya terminaron las clases, ¿qué haces aquí?

-          Oh... no sabía que había alguien. –respondió.

-          ¿Ah, no? Pues... mira, te has llevado al único alumno, en esta aula, por delante. –respondo algo molesto, ya que no me había respondido lo que le había preguntado.– ¿Y qué andas haciendo aquí?

-          Buscaba a alguien, pero creo que me equivoqué de aula... –respondió rascándose detrás del cuello, algo tímido.

-          Debe ser eso. –acomode mi mochila sobre me hombro y camine hacia la puerta. –Yah... sal rápido que no puedes estar aquí. Nos vemos... –me le quede mirando.-

-          Woohyun...

-          Bien. Adiós Woohyun. –y me retiré del aula.

Estaba por llegar al portón, hasta que comencé a escuchar a alguien gritando y corriendo.

-          ¡Hey! ¡Hey! ¡Hey! ¡Tú! ¡El chico del aula! –mire hacia atrás y vi que venía corriendo el mismo chico que me había llevado por delante, Woohyun. Una vez a mi lado, se agacho apoyando en sus rodillas ambas manos mientras tomada aire, y una vez repuesto, pregunto. –¿Cómo te llamas? -solté una risa y le quede mirando.

-          Kibum. –respondí.

-          Oh... bonito nombre... -se quedo parado... silencio... incomodo...

-          Oye chico, sabes... debo irme, nos vemos.

-          Nos vemos... ¡oye! –gire nuevamente hacia él. –soy tu hyung, muestra más respeto. -soltó una risa y comenzó a caminar pasando por mi costado dejándome totalmente... tonto.

-          oh... y-yo... lo siento. –baje la cabeza y él comenzó a reír.- pero... ¿cómo sabes que eres mayor? –lo juzgue con el dedo.

-          Digamos que... escuche de ti. –giñó un ojo a lo que yo solo atine a soltar una risa. Ya, además de faltarle el respeto llamándolo "chico" y juzgarlo con el dedo ¿qué tan irrespetuoso me verá? Ah~ ya que... pase por su lado, golpeándole leve con la palma el hombro y solté una risa.

-          Nos vemos... hyung.

Y comencé a caminar hacia el portón.

 

 

El reloj marcaba las 8:30 PM. Hora y media buscando algunas prendas para vestir esa noche, y aún no encontraba nada.

Camino a casa un mensaje de Minho me había llegado avisándome que esa noche harían la famosa "Noche de chicos", hace tiempo no la hacíamos, y al parecer ya nos extrañábamos lo suficiente para volver a hacerla.

Desparramaba prendas por todo mi cuarto en busca de una bendita camiseta holgada, que tanto amaba y quería usar esa noche, hasta que un insistente timbre de la puerta principal comenzó a sonar. Baje corriendo hacia la puerta, abriéndola y dejando que pasen, los que tras ella se encontraban, Taemin y Minho, estos me quedaron mirando sorprendidos porque aún no me encontraba vestido.

-          ¿Por qué aún no estás vestido? –hablo Taemin.

-          No encuentro que ponerme. –me encogí de hombros.

Minho chaqueo la lengua y rodó los ojos. - Pareces una mujer. Teniendo todo el closet lleno de tantas prendas aún dices que no sabes que ponerte. -se cruzó de brazos.

Taemin soltó una risa y subió corriendo las escaleras hacia mi cuarto, entrando en él, y comenzó a desparramar, más aún, las prendas que yo había desparramado. Tomo una camiseta holagada negra con una estampa en plateado con una forma sin sentido, unos pantalones de cuero bien ajustados, que seguro me marcaría bien las piernas, y rebuscando en las tantas cajas de zapatos, saco unas botas negras al igual que todas las otras prendas. Caminó hacia la cama y dejó todo allí.

-          Listo, ahí tienes que ponerte. –me quede por unos minutos viendo las prendas regadas en la cama y lo mire.

-          Taemin... ¿no crees que es muy negro? –Taemin quedo mirando las prendas y me volvió a mirar.

-          No. –rodé los ojos. Era imposible, este chico amaba lo negro. Tome las prendas y volví a mirar a Taemin.

-          Sal  –le señale la puerta–. Debo cambiarme -reí y empuje a Taemin hacia la puerta-. Espérenme, ya bajo.

Cerré la puerta y volví a mirar las prendas que separo Taemin y una camiseta holgada, pero esta era blanca. Tome los pantalones y me los coloque, cambiando la camiseta negra por la blanca, colocándome un cinturón negro con un par de tachas plateadas y las botas negras. Me observé en el espejo, conforme con lo visto, salí de la habitación caminando por el pasillo hasta entrar al baño. Allí me maquille. La 'BB Cream' jamás podría faltar, delineé el contorno de mis ojos, dándoles un efecto más gatuno y sensual, me volví a observar al espejo, aún más conforme con lo visto, salí del baño y baje las escaleras.

-          Listo –sonreí. Minho y Taemin asentían repetidas veces ante lo que veían. Negué y los empuje fuera de la casa–. ¡ADIÓS MAMÁ, NOS VEMOS! –grite y salí de la casa.

 

Esa noche la salida era a un club bastante conocido, 'GLAM', pero antes... había una parada. La casa de Jinki, u Onew, como se hacía llamar él. Onew era un chico poco conocido por mí, pero muy conocido por Taemin y Minho, yo solo sabía que él era dos años mayor que nosotros y que anteriormente iba a nuestra misma escuela.

Según, por lo poco informado que estaba, allí pararíamos a hacer la famosa "previa". Onew al abrirnos la puerta se podía notar que estaba feliz, o eso demostraba la gran sonrisa que llevaba en su rostro. Nos invito a entrar y que nos sintamos como en casa.

Minho y Taemin comenzaron a caminar, mientras yo los seguía. Me sorprendí al ver la cantidad de botellas llenas de alcohol que se encontraban sobre una mesa ratonera ubicada en medio del living, rodeada de unos cuantos sofás. Mientras esperábamos que vuelva Onew, que había dicho que iba a ir no sé a dónde, no le preste mucha atención, se podía observar como el living estaba rodeado de cuadros familiares. Una mujer, un hombre y un niño, supuse que los mayores serían los padres de Onew, y el niño, él.

-          Acá traigo unos vasos –dijo Onew mientras entraba por una puerta que unía la cocina con el living, caminó hacia la mesa ratonera intentando llevar cuatro vasos, que a simple vista se podía notar que eran bastantes frágiles. Minho y Taemin lo observaban con preocupación, mientras el otro caminaba con los vasos. Apoyo los objetos sobre la mesa y sonrío–. Listo, ¿con qué quieren comenzar?

Pude notar como los menores soltaron un suspiro cuando Onew puso sobre la mesa aquellos vasos, y caminaron para sentarse al rededor de la pequeña mesa, tomaron un vaso y en ese vertieron vodka.

Vodka... con tan solo verlo me hacía doler la cabeza, pero nunca me abstenía a no beber de él.

Camine y tome asiento a un lado de Taemin, tome una lata de cerveza, la abrí y así comencé la previa.

Tras tomar un par de tragos, y aún estar consciente, nos sobre saltamos al escuchar el timbre sonar, observe a Onew, este se levantó y caminó hacia la puerta, dejando pasar al nuevo invitado, Jonghyun.

-          ¡Hey Jjong! –lo saludo Minho.

-          No pensábamos que ibas a venir –agregó Taemin.

-          ¿Y quedarme en casa si hacer nada? –soltó una risa y camino hacia la mesa ratonera, sentándose a mi derecha, le sonreí en forma de saludo a lo que él correspondió devolviendo la sonrisa con un bajo "Hola".

Jonghyun tomó una lata de cerveza y comenzó a beber de la misma, mientras yo lo observaba, y disfrutaba de la perfecta imagen de los labios de Jonghyun presionados sobre el borde de la lata de cerveza y su deliciosa nuez bajar y subir mientras bebia, no podía sacar la mirada de sus labios, eran tan tentadores, tan...

-          ¿Key? –Mierda... Jonghyun me estaba mirando fijo mientras movía una mano frente a mis ojos intentando llamar mi atención.

Abrí grande los ojos y sacudí mi cabeza, los labios de Jonghyun me habían llamado endemoniadamente la atención, sonreí algo nervioso, tanto así que mis hoyuelos se hicieron notablemente visibles, y eleve la cejas– ¿Sí?...

-          Oh- ¿te encuentras bien? –asentí seguidas veces, notando como de a poco la temperatura y los colores subían a mi rostro. Sonrió– Está bien, ¿bebes? –preguntó, tendiendo frente a mis ojos una lata de cerveza, la tome y bebí, Jonghyun solo sonreís divertido por como comencé a beber.

Esa noche me mentalicé: Beber con moderación o estallará mi hígado, pero simplemente mentalizarme no era suficiente.

 

Tres horas más tarde ya nos encontrábamos en el club. Tenía dos pistas en total, una pista en la planta baja y arriba otra, ambas pasando distintos tipos de música. Las barras eran iluminadas por tubos de luces violetas. La música sonaba alto y la gente ya bailaba. Era sorprendente la cantidad de gente que había, tanto así que apenas se podía caminar.

Empujando a un par de personas nos pudimos acercar a una de las barras y tomar asiento. Pedimos un trago para cada uno y los bebíamos mientras conversábamos.

Un piqueteo en mi espalda me hizo darme la vuelta y observar a la persona que lo estaba haciendo, Woohyun. Realmente me sorprendió encontrármelo allí, entre tanta gente jamás lo habría visto.

Sonreí y hice una pequeña reverencia con la cabeza – Hey... ¿qué haces? –dije y sonreí.

Él hizo una reverencia y se acerco hacia mí para poder escucharme entre tanto ruido – Vine con un par de amigo, no sabía que te encontraría aquí, no sabía si tocar tu espalda o no –río y bebió del trago que llevaba–. ¿Tú con quién estás? –preguntó.

Le señale al grupo de chicos que habían llegado conmigo. – También ando con un par de amigos, salida de viernes. –solté una risa.

-          ¿Quieres bailar? –preguntó y yo negué, realmente no quería bailar. –Vamos, es un baile –insistió.

-          No, realmente no quiero bailar, en serio. –contesté.

Woohyun se encogió de hombros y sonrío mientras asentía. –Está bien, pero dentro de un rato volveré a buscarte.– asentí y se fue.

Volví a mi sitio y pude sentir como si estuviera siendo observado, y así era. Al levantar la mirada pude ver como Jonghyun me miraba bastante serio, al momento de notar que yo lo observaba corrió la mirada a otra parte, recorrí la dirección de su mirada intentando saber hacia dónde Jonghyun estaba observando, y por un momento llegue a creer que observaba de mala manera a Woohyun, pero le reste importancia y comencé nuevamente a beber.

Tras un tiempo de beber tranquilamente, Taemin y Minho quisieron ir a bailar, y con ellos se llevaron a Onew, este se negó en un comienzo, pero lo terminaron de convencer y no le quedo de otra que meterse en el montón de personas a bailar. Me distraje bastante mientras me reía de la vista que tenía. Onew, un pésimo bailador por lo visto, estaba intentando coquetear con una joven, bailando de manera brusca a su lado logrando que la chica se riera de él y se alejara. Minho y Taemin se reían del fracaso del mayor, pero el otro, como si no hubiera sido rechazado, siguió bailando de la misma manera consiguiendo miradas extrañas de las personas a su alrededor.

Me encontraba tan ensimismado viendo la escena de mis compañeros, que no me había dado cuenta en qué momento Jonghyun se había alejado. Lo comencé a buscar con la mirada, gran error.

Al encontrar con la mirada a Jonghyun no pude evitar llevar mi mano hacia mi corazón. Una gran presión sentí en él, como si lo estuvieran pisoteando, de la más horrorosa y cruel manera.

Jonghyun estaba en una esquina, con una chica. Él la estaba acorralando mientras la tomaba por la cintura y le devoraba de una manera necesitada los labios a esta, mientras ella le rodeaba el cuello con sus brazos.

Dolor. Furia. Esos sentimientos recorrían por mis venas, mi sistema nervioso comenzaba a fallar. Comencé a frotarme las manos contra los pantalones que llevaba de una manera desesperada, mi mirada se desvió hacia unos vasos que contenían, nada más y nada menos que, alcohol. Los bebí. Llame al barman varias veces pidiéndole más y más vasos llenos de alcohol. Bebí, bebí más que nunca. Jamás me sentí tan horriblemente enfermo. Ya no sentía nada. Me podría golpear con lo que sea y no me dolería.

Por primera vez en la noche me olvide de todo y me sentí feliz. Tanto así que me subí sobre la barra y comencé a bailar. Chicos y chicas me miraban con diferentes expresiones en sus rostros mientras yo les bailaba, a todo el club, de una manera sexy y sensual, hasta que... el piso llego a mi rostro en un abrir y cerrar los ojos. Había perdido el equilibrio y me había caído de la barra. Antes de perder la conciencia solo pude oír como alguien me llamaba por mi nombre y los que me habían estado observando decían "¡Uh...!". Por un momento llegué a pensar, que la persona a mi lado, era Jonghyun... Negro... eso fue lo próximo que vi.

Al abrir los ojos pude observar que me encontraba en otro lugar, lejos del montón de gente, rodeado de paredes blancas, el baño. Aún medio mareado y sin poder abrir los ojos del todo, sentí como una leve brisa recorría mi nuca. Mire hacia dónde venía esa refrescante brisa, y me sorprendí de verlo ahí. Woohyun. Estaba abanicándome, con un intento de abanico improvisado. Lo observe con los ojos entrecerrados, ya que la luz me imposibilitaba el poder abrirlos por completo. Él me saludo, sin dejar de abanicarme en ningún momento, realmente fue un gesto grato de su parte. Le devolví la sonrisa como pude. Podía imaginar mi estado en ese mismo momento, y me daba vergüenza de tan solo hacerme una imagen de mi mismo. Realmente debía dejar de beber, no era bueno.

Tras pasar unas horas en ese baño blanco, tétrico y asqueroso, debía mencionarlo, el olor en ese lugar era realmente asqueroso, me enteré varias cosas de Woohyun, como él de las mías.

Y como era de esperar, hable de Jonghyun, me desquite, me descargue, en verdad necesitaba soltar todo, completamente todo lo que sentía por él, como es que estaba completamente enamorado de él, hasta cuanto lo odiaba por ser así de heterosexual.

Mientras hablaba y hablaba, Woohyun solo me observaba, manteniendo el silencio hasta que yo dijera las últimas palabras. Paso un tiempo pensando en todo lo que le había estado contando, hasta que empezó a hablar. Me comenzó a contar una historia bastante similar a la mía, solamente que con él, era una chica. Él había pasado por un famoso caso de amor unilateral, que al final no era unilateral, pero unilateral en fin. ¿Cómo era? Pues, él estaba enamorado de una chica, pero al ser tan amigos nunca había tomado el suficiente valor para confesársele, y al poco tiempo de confirmarse a él mismo de que se encontraba enamorado de su mejor amiga, ella ya había comenzado una historia con otro chico. Quedándole a él, el sabor amargo del amor no correspondido. Al paso de unos meses, él se entero por parte de la hermana de su amor unilateral, que si se hubiera confesado, él si habría sido correspondido. Pero ya era tarde, para ese entonces la chica se había mudado con su padre a otro país. Pero aún así tenían contacto, eso fue lo bonito de su historia.

 

 

 

 

Había pasado tiempo desde la amistad con Woohyun, como también había pasado un tiempo desde que me había enterado que Dongwoon se había mudado.

Un día como todos, me había llegado una carta, lo que me pareció bastante extraño, ya que yo no era de recibir cartas, como mucho mensajes de texto, pero jamás cartas. Esa, era de Dongwoon. En ella contaba cuanto lo sentía y que lo perdonará por no contado en ningún momento sobre esa mudanza, que se encontraba bien y también que en cuanto consiguiera otro teléfono me escribiría, que para él también era completamente extraño estar escribiendo una carta, cuando jamás en su vida había escrito una. No fue un fin de nuestra amistad, pero aunque nos hayamos prometido mantenernos en contacto, ya no era lo de antes, y el poco contacto que manteníamos iba disminuyendo a nada.

Mientras tanto con Woohyun, comenzamos a mantener una amistad firme, nos manteníamos en contacto constantemente, hasta a veces organizábamos salidas al shopping. En ocasiones íbamos solos o en otras con Minho y Taemin, hasta a veces con Jonghyun, pero este se negaba varias veces cada que le decía que Woohyun iría.

 

 

 

 

Ese día Jonghyun no había apartado la mirada de mí, no sabía si era bueno o malo, pero eso sí, me tenía con los pelos de punta. Las manos me temblaban o hasta me sudaban de a momentos, el sentir que los ojos de Jonghyun me miraban fijamente sin pudor, me ponía completamente nervioso. Hasta que me puse firme y me mentalice "Basta Kibum, ¿eres idiota o qué? ¡Deja de ponerte nervioso y pregúntale a ese qué tanto mira!"

Me puse serio y me acomode mejor en mi asiento, mirando de reojo a Jonghyun que, como desde el inicio de clases, me observaba.

-          ¿Qué tanto miras, Jonghyun? ¿Acaso tengo monos en la cara o qué?

-          Tienes una cicatriz –dijo señalando con el dedo índice la pequeña cicatriz bajo mi ojo izquierdo. ¿¡QUÉ!? ¿Era en serio? Debía estar bromeando, todo ese tiempo observándome, logrando ponerme nervioso solo ¡PORQUE TENÍA UNA CICATRIZ!

-          Bromeas... –rodé los ojos –. En serio, debes estar bromeando, ¿tanto por una cicatriz? Hace cuanto nos conocemos ¿y jamás has visto mi cicatriz? –enarque una ceja.

-          No... es decir- que... ay, simplemente te veía la cicatriz y pensaba que era una mancha, pero jamás me puse a ver tan detenidamente esa cicatriz... debo aceptarlo, es bonita –contesto mientras asentía seguidas veces con la cabeza.

Era mi imaginación o... ¿estaba elogiando mi cicatriz?

-          ... En serio, es una simple-

-          te hace más lindo... –dijo esto último acomodándose y mirando hacia el frente.

Wow... eso en verdad me había dejado sin palabras... y un gran calor en mis mejillas.

Había dicho que... era lindo. Mi cicatriz era linda, y me hacía más lindo. Entonces... debería estar agradecido de haberme hecho esa cicatriz cuando era pequeño.

No pude evitar agarrarme las mejillas y bromear para cortar la tensión, diciendo cosas como "Ay... Jonghyun, no digas esas cosas que me haces sonrojar~" golpeándole leve el brazo como una colegiala, llamando la atención de la clase y poniendo nervioso a Jonghyun, que miraba a todos con nerviosismo en sus venas. Después de un tiempo, entre tanta risa logramos volver a la calma, y recordando nuevamente las palabras que Jonghyun me había dicho, se me hizo casi imposible no sonrojarme... En verdad había dicho que era lindo. Jonghyun me miro y entrecerró los ojos acercándose a mí, picando mi mejilla repitiendo varios "¿Por qué te sonrojas? ¿eh? ¿eh?" subiendo y bajando seguidas veces las cejas, logrando hacerme reír e ignorarlo.

 

 

 

 

Los años pasaban, y tanto mi relación con Woohyun como con Jonghyun fueron mejorando. Y mi amor hacia el último fue creciendo, pero nunca jamás le conté de mis sentimiento hacia él. No me animaba, no podía, no tenía el valor y jamás lo tendría. Mi relación con Jonghyun había mejorado increíblemente, y decirle que lo amaba, que siempre lo ame y tal vez perder su amistad, no era algo a lo que yo deseaba arriesgarme. Woohyun innumerable de veces me alentaba a que yo le dijera de lo que sentía, porque según él, Jonghyun también sentía lo mismo por mí, su mirada lo decía, cuando estaba conmigo, su forma de tratarme, todo indicaba a que él también sentía cosas por mí, pero nunca me quise arriesgar. Hasta el día de hoy jamás intente arriesgarme.

Pensar en los buenos y malos momentos que pase con Jonghyun me hacía bien. Recordar como desde un comienzo él me atrajo, me enamoró y hasta ese día lo seguía haciendo, era increíble. A pesar de mis sentimientos hacia él, yo aún podía seguir siendo su amigo. Aunque no fuera mío, aunque solo lo pueda tener como un gran amigo, yo era feliz así y era algo que nadie lo podía negar.

-          ¿Key? –una voz me distrajo de mis pensamientos, absorbiéndome completamente de ellos, volteé hacia la fuente del sonido, alejando la mirada de la ventana, y observe a Jonghyun sentado a mi lado con una gran sonrisa.

-          Oh, Jjong ¿qué ocurre? –cuestione.

-          Nada, simplemente pasaba por aquí y como te vi tan ensimismado pensando en quién sabe qué que aún no has salido del aula cuando ya nadie queda aquí, me llamo la atención. –soltó una risa.

Kim Jonghyun, con 24 años, un simple chico que sigue la carrera de política y mi amor unilateral desde el último año de secundaría.

Tras pasar los tres meses de vacaciones buscando una buena universidad de arte, la encontré. ¿Quién diría que en esa misma Universidad también guiaban a los estudiantes por el rubro de política? ¿Quién diría que en esa misma Universidad volvería a ver a Jonghyun?

"El mundo es pequeño, ¿no, Kibum?" fueron las primeras palabras dichas por él después de no vernos desde la graduación.

Realmente que lo era.

-          Ya no me acuerdo en lo que pensaba, seguro nada importante. –dije levantándome de mi asiento y comenzando a guardas mis cosas, que aún no había guardado.

-          ¿Seguro que no pensabas en mí? –dijo Jonghyun recostando su cabeza en mi hombro, formando un pequeño puchero con sus labios mientras me miraba. Sacudí el hombro logrando que la cabeza del otro cayera y reí.

-          Iré a buscar unos cuadros y salgo, ¿me esperas? –asintiendo se fue por la puerta, no sin antes tirarme un beso juguetón. Era un idiota.

Fui en busca de los cuadros y me apresure en caminar hacia la salida, donde Jonghyun me estaría esperando.

Una vez llegue, no observaba a Jonghyun, hasta que este se apareció por detrás dándome un gran susto que casi se me salía el corazón por la boca. Mientras yo casi sufría un paro del corazón, Jonghyun a mi lado no podía dejar de reír intentando imitar mi cara de susto. Le golpeé el hombro de mala manera y comencé a caminar dejándolo atrás, seguido este vino corriendo y picándome la mejilla me pedía perdón. La verdad era que no estaba enojado, pero el orgullo me sobra.

-          ¡Yah! No estás enojado, vamos, ¿qué quieres comer? –pregunto.

-          Mh... ¿qué crees? –lo mire con los ojos entrecerrados.

-          Creo que... ¡zanahorias! –gritó haciendo énfasis en la palabra de la verdura que más detestaba, zanahorias.

-          Oh... si tú sabes que por ti comería zanahorias. –dije en modo meloso.

-          ¿Qué fue eso? –pregunto, observándome extraño y no pude evitar reírme.

-          Yo jamás en la vida aceptando las zanahorias. -rió conmigo y seguimos caminando.

Después de todo, Jonghyun y yo éramos grandes amigos, y ambos disfrutábamos estar con el otro y la mayoría de las veces gastarnos bromas. Las personas que nos veían pelear se preocupaban de que nuestra amistad se arruinara, pero para nosotros pelear era tan normal. Sin pelea no hay amistad. Ese era nuestro "lema".

 

 

 

Un amor unilateral, no siempre tiene que doler, no siempre debe ser tristeza, llanto y puro dolor, no. En un amor de este tipo, debes entregarte una, dos, mil veces si es necesario, y si no resulta, sigue intentando, jamás te rindas, porque por el simple hecho de amar, ya estás siendo recompensado.

Notas finales:

¿qué tal?

La verdad es que, mientras lo escribía me gustaba, pero al releerlo siempre había algo que me disgustaba y lo terminaba cambiando. Mi hermana me ayudaba y me decía si debía cambiar algunas cosas u otras, en fin, cuando lo termine no lo quise ni leer y mi hermana me dio el "OK".

Ustedes deciden, como dije antes, tal vez suba la segunda parte del punto de vista de Jonghyun y si van bien estos dos, voy a subir el fanfic c:

Adiós, dejen rw ;;


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