Miraba el techo, no pensaba en nada, solo miraba el techo. Quería dormir, estaba muy cansado. Las actividades, el concierto, las entrevistas, la sección de fotos; lo habían dejado más que agotado. Había esperado todo el día para por fin tirarse sobre su cama y descansar un poco. Pero ahora conciliar el sueño parecía imposible. Cerró los ojos un momento y comenzó a contar ovejas… 1, 2, 3… 54… 85… 168… 214…
Imposible. Abrió los ojos de nuevo mirando el techo ahora teñido de un profundo gris por la oscuridad. Suspiró. Empezó a removerse sobre la cama una y otra vez, buscando la posición perfecta. Otro intento fallido. Con frustración termino tirando con los pies las sabanas al suelo.
- ¡Waaaaaa! ¡No puedo dormir! – Gritó Aron para sí mismo remarcando lo obvio.
Miró la pantalla de su celular, la imagen de fondo era una foto de mel y él juntos. Seleccionó el icono de contactos y repasó la lista de nombres. Le vendría bien algo de compañía, siendo sincero consigo mismo se sentía algo solo. Durante sus viajes al extranjero Aron siempre pedía una habitación para él solo. Ahora es cuando se arrepentía. El nombre de Minhyun apareció. Sin pensarlo mucho comenzó a redactar un mensaje.
Para: Minhyun
¿Estás dormido?
Vaya pregunta más tonta, claro que estaría dormido. Seguro estaba igual de cansado que él. En esos momentos debe estar completamente dormido compartiendo la habitación con Baekho. La idea le removió el estomago. ¿A Minhyun le gustaba la compañía del tigre blanco?
Su celular vibró.
De: Minhyun
Lo estaba.
Aron se molesto consigo mismo. Genial, había logrado despertar al menor, posiblemente él ahora estaría enfadado.
Para: Minhyun
Lo siento, te dejare dormir.
Borró el mensaje, decidió no enviarlo. Seguro el menor ya se había vuelto a dormir. Lanzó su celular a un lado sin ver en donde caía. Se carrucó entre las sabanas y abrazó su almohada.
Escuchó que alguien tocaba la puerta. Al principio se sorprendió mucho, ¿Quién estaría despierto a esas horas? Bueno, él lo estaba, pero era extraño que alguien más lo estuviera. Encendió la lámpara de mesa y camino con pereza hacia la puerta para abrir.
- Hey, ¿no puedes dormir? – dijo Minhyun en la oscuridad después de que Aron abriera la puerta.
Aron tuvo que morderse los labios para evitar sonreír como un tonto. Ahí estaba, un chico alto y delgado con ojos pequeños y rasgados con unos labios que hacían al mayor sucumbir. No solo su físico era muy atractivo, también era caballeroso, amable y un poco sobreprotector, ¿Por qué era tan perfecto? Se preguntó Aron.
- Sí, estoy meriendo de sueño pero no puedo dormir. ¿Qué te trae por aquí?
- Puedo hacerte compañía – dijo el menor entrando tranquilamente.
Aron cerró la puerta y vio como el mayor se sentaba en su cama.
- No es necesario, debes estar cansado, es mejor que vayas a dormir – señalo Aron sentándose a su lado.
Minhyun sacudió los hombros. –No te preocupes mucho por eso, de cualquier forma Baekho es muy ruidoso al dormir. - Se tiró sobre la cama con los brazos extendidos. Sin alguna razón en particular, Aron se echó sobre él aplastándolo.
- Aggrr… ¡Hyung! ¿Qué haces? – Se quejó el menor sin aire.
Aron comenzó a reírse pretendiendo que todo era un juego. El menor lo empujo pero Aron se sostuvo con el brazo de Minhyun. Así comenzó una lucha de forcejeos entre los dos. El mayor se declaró victorioso cuando tuvo a Minhyun bajo él con las manos atrapadas. Una posición muy peligrosa. Aron tragó saliva. Miró inevitablemente sus labios, su corazón latía demasiado. La adrenalina le invadió las venas. Peligroso, muy peligroso. Minhyun, que pensaba que un estaban jugando continuo intentando librarse entre risas.
Quería besarlo. Pero sabía que no podía, no debía hacerlo. Ya hacía tiempo sentía esa clase de sentimientos, había estado varios meses intentando descubrir lo que significaban. Una tarde, cuando estaban en la sala de ensayos, vio como Ren se abalanzaba sobre Minhyun y este lo abrazaba cariñosamente; en ese momento fue cuando se dio cuenta que aquello lo molestaba mucho. Deseaba tanto ser Ren en ese momento. Aron era un chico muy cariñoso, siempre abrazaba a los miembros e iba por ahí besándolos en forma de juego. Sin embargo, las cosas se habían vuelto distintas, ahora quería besar y abrazar solo a Minhyun. No sabía por qué las cosas eran así, ahora su cabeza era solo Minhyun. Su forma de hablar, la forma en que hacia las cosas, como se movía al bailar, su canto, su risa, todo en Minhyun se había vuelto algo perfecto para Aron. No supo en qué exacto momento admitió que estaba enamorado del menor, pero presentía que ya no había vuelta atrás. Lejos de ser solo un “gustar” infantil parecía realmente amar a Minhyun.
Pero no debía ser así; estaba mal, no era algo que las personas a su alrededor aceptarían, lo sabía, demonios, ¡lo sabía! Entonces… ¿Por qué?
Tampoco sabía si sería correspondido. Eso era imposible, lo menos probable, una triste mentira. Tenía que aceptar que pasaría su vida lamentando un amor que nuca fue.
- ¿Aron? – Minhyun le habló con preocupación.- ¿Qué ocurre?
- Y-yo… - Había comenzado a llorar débilmente, solo eran un par de lagrimas que ahora delataban su tristeza. Rayos, debía calmarse, no podía crear una escena frente a Minhyun. Se puso de pie separándose del menor lo más rápido que pudo. – No es nada, mejor vayamos a dormir…
- Aron…
- Estoy bien, no es-
Sus palabras se atoraron en su garganta, había dejado de llorar, ahora los brazos de Minhyun lo rodeaban en un abrazo. Por inercia correspondió el abrazo. Minhyun intentaba consolarlo acariciándole la espalda e intentado eliminar por completo el poco espacio que los separaba.
- Si tienes un problema tal vez yo pueda ayudarte… - susurró en su oído.
- Eso me sería imposible – pensó Aron. – Minhyun, no creo que puedas. Mejor vayamos a dormir, mañana será un viaje largo de vuelta a corea.
Aron se deshizo del contacto entre ambos aunque fuera lo último que quería.
- Bien, vayamos a dormir entonces.
Aron sintió como su corazón se comprimió cuando vio a Minhyun alejarse de él. Se mantuvo con la cabeza gacha hasta que escucho que algo se movía sobre su cama. Vio como el menor se acomodaba entre sus sabanas y se recostaba. El chico americano lo miró con las cejas alzadas claramente confundido.
- ¿Por qué…?
- Dijiste que fuéramos a dormir, pues bien, vayamos a dormir… - dijo Minhyun palmeando la cama con la mano indicándole a Aron que se acostara junto a él. Aron abrió mucho los ojos e intentó articular una pablara, al darse cuenta de que no podía solo obedeció y se acostó junto al menor sin decir nada.
- Minhyun no tienes por qué…
- Eres mi amigo Aron, no me digas que te dejé aquí solo, porque no lo haré. Hace un momento estábamos jugando y de repente cambias a una expresión muy seria y te pones a llorar. Por favor, dime, ¿Qué ocurre? – se veía realmente preocupado.
¿Debía decirle la verdad? Sería algo parecido a esto: Verás, me he enamorado de ti y me duele que seamos tan cercanos y que no puedas corresponder mis sentimientos. Además ambos somos hombres, lo cual ya es mucho problema. Solo es eso.
Estúpido. No debía decir las cosas solo así.
Aron se recostó completamente, ignorando la pregunta de Minhuyn, se abrazó al menor y escondió su cabeza en el cuello del contrario. Se mordió los labios intentando reprimir las lágrimas que querían salir. Después de un largo momento de silencio por fin habló.
- Me gustas – susurró.
Se asustó al no escuchar ninguna respuesta. Levantó la vista y se topó con el rostro de Minhyun muy seca del suyo. Se había quedado dormido.
¿Qué?
Había abierto su corazón por primera vez y Minhyun se durmió. No sabía si molestarse o sentirse aliviado. No había más que resignarse. Con una chispa de valentía, se acerco ligeramente al rostro de Minhyun, rozó sus labios con los suyos. Apenas un toque. Pero fue suficiente para que Aron sintiera una corriente eléctrica recorrerle todo el cuerpo. Seguramente jamás se arrepentiría de haberse aprovechado de que el otro estaba dormido. Recargo su cabeza en el hombro del menor y por fin cayó dormido.
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Sintió un peso sobre él, seguro BaekHo había entrado a su cama de nuevo, eso era realmente molesto. Un momento, BaekHo era más grande y pesado, lo que estaba sobre él era más ligero y cálido, lo abrazaba cálidamente dándole seguridad y confort. Era obvio que no era el tigre blanco. Aspiró el aroma que la misteriosa figura sobre él le brindaba, reconocía esa esencia, por supuesto, jamás la confundiría.
- Aron – murmuró aun con los ojos cerrados.
Se giró para quedar frente a él y poder verlo bien. Parecía un invento de su imaginación. Ahí estaba, el chico de sus sueños, dormido frente a él. Su respiración era lenta y tranquila, podía sentirla cerca de su rostro. Cuanto había deseado por que algo como eso pasara alguna vez que parcia una fantasía. Acarició el cabello desordenado del mayor con suavidad disfrutando el suave roce. Pasó las yemas de sus dedos por su rostro. Anhelaría despertar así todos los días, con Aron abrazándolo e ignorando todo su alrededor. En ese momento parecía que solo existían ellos dos en el mundo.
Juntó sus frentes y sonrió infantilmente.
Había esto enamorado de Aron desde hacía mucho tiempo, ni siquiera había que preguntar desde cuándo porque no tendría una respuesta sensata. ¿Desde que se conocieron? ¿Cuándo el mayor le había dicho que de todos era él en el que más confiaba? ¿Desde que Aron lo había besado “en broma”? ¿Aquel día en que casi moría de celos a causa de cómo trataba Aron a Ren? … Eso ya no le importaba.
Inevitablemente recordó el sueño que había tenido esa misma noche: ambos caminaban por un bosque (¿o era un parque?) estaban tomados de las manos y parecían más que felices con la compañía del otro. Aron le confesaba que lo quería y lo besaba. Había sido tan real que creyó que casi moría de alegría ahí mismo. Todo parecía digno de una cursi película romántica para adolecentes.
Juntó todo el valor que podía y pegó sus labios a los del mayor. Notó que la frente del mayor comenzaba a arrugarse lentamente. ¿Estaba despertando? ¡Estaba despertando! ¿Qué pensara Aron del atrevimiento de Minhyun? Seguro lo odiaría, perdería esa amistad que tanto luchó por conseguir.
Entró rápidamente en pánico, cerró los ojos y fingió dormir. Sintió el movimiento en la cama, parecía que Aron se levantaba, después todo se quedó quieto, escuchó que el mayor murmuró algo que no alcanzó a escuchar. De nuevo la cama se movió, Aron se acercaba cada vez más a él. ¿Qué estaba sucediendo? Su corazón comenzó a latir con fuerza, Minhyun solo esperaba que su rostro no comenzara a ruborizarse, eso haría que-
Una extraña sensación interrumpió sus propios sentimientos. Notó que algo comprimía sus labios, algo sube y húmedo. ¿Acaso…? Abrió los ojos lentamente encontrándose con el rostro de Aron muy cerca del suyo. Aron lo estaba besando. ¡Dios! ¡Aron lo estaba besando!
El chico americano se separó con una sonrisa que pronto se convirtió en una mueca por la sorpresa de ver a Minhyun despierto. Se sobresalto tanto que cayó al suelo.
- ¡Aron! - gritó al verlo caer.
- ¡Minhyun! - gritó el otro también por la sorpresa.
- T-tu…
- ¡No! No lo malentiendas… es s-solo… ¡Waaahhrgg! ¡¿Cómo explico esto?! - se levantó del suelo.
Minhyun se puso de pie y caminó hacia él. Aron lo había besado mientras dormía… solo podría significar… tal vez…
- Yo estaba… solo estaba….
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Maldición, esta vez lo había arruinado en serio. No había forma de explicarlo. Tampoco había forma en la que pudo haberlo evitado. Apenas despertar y ver el sereno rostro de Minhyun fue demasiado para él, simplemente no pudo resistirse.
Ahora estaba ahí, intentando explicar lo que había hecho. La expresión de sorpresa de menor hacia que se pusiera cada vez más nervioso. ¿Debía decirlo todo? ¿Cómo explicar el por qué besaste a tu amigo cuando estaba dormido?
- Verás… yo…
Bajó la cabeza sintiéndose impotente. No tenia palabras, se había quedado atoradas en su garganta. Percibió como Minhyun se aproximaba a él y el miedo comenzó a llenarle el cuerpo. Todo estaba acabado ahora. Cerró los ojos con fuerza esperando al siguiente movimiento del menor.
La mano de Minhyun tomó su barbilla e hizo que levantara el rostro para que lo mirara. Antes de que pudiera hacer alguna clase de movimiento Minhyun volvió a juntar sus labios. Abrió los ojos de sobremanera. Cuando se separaron de nuevo no tuvo forma de reaccionar. El menor sacudió sus hombros con una pequeña sonrisa tímida.
- ¿No estás molesto? - preguntó incrédulo.
- Por supuesto que no - respondió Minhyun.
- Eso… eso significa que- Si no te molestó que te besara mientras dormías, quiere decir que-
- Me gustas.
Dijo al fin el menor acabando con la tortura de Aron al intentar formar una oración concreta. No pudo reprimir una gran sonrisa. Tampoco el lanzarse sobre él y abrazarlo muy fuerte.
Las cosas apenas comenzaban, aquella noche solo fue el inicio…