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Suerte al nacer por evgeniya

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Notas del fanfic:

Bueno es el primero que subo, espero que al menos haya una persona que le agrade!

 

Notas del capitulo:

Mi primera historia, disfrutenla! :3

Espero no este llena de errores ortograficos, mis disculpas ):

 

La suerte al nacer ¿Han escuchado de ella? Algunos dicen que es una excusa, que la suerte no existe y que nuestro destino nos lo forjamos cada día con nuestras acciones, pero, nacer en una buena familia con nombre y dinero, ayuda ¿no? Con ese criterio fue criado toda su vida Leif, que su destino había sido fijado desde el momento en que nació, desde que se descubrió que era fértil ya tenia marido seleccionado, paso su vida feliz como el segundo hijo, con un hermano fuerte que lo protegía, un padre bondadoso y una madre cariñosa. De niño siempre creyó que había tenido la mejor suerte al nacer.  

 Hasta que nació su hermano menor, su parto había sido complicado y su hermosa madre falleció trágicamente, su hermano al igual que el era fértil, pero debido a que nació antes de tiempo era pequeño y frágil, su padre y hermano volcaron toda su atención y afecto a ese pequeño bebe. Se sentía mal, se sentía como la peor persona del mundo por pensar que su pequeño hermano que no nació con suerte, era el causante de la falta de atención que tenia. Así que en compensa buscaba de todas las maneras posibles de ayudar. 

Los años pasaron y la situación no cambio, su pequeño hermano era el centro del universo. Además de su pequeña y frágil apariencia, era la viva imagen de su madre, con un hermoso cabello dorado y ondulado, una piel crema que parecía de porcelana, sus hermosos ojos grises que mostraban una melancolía que te estremecía. Sus buenos modales, su voz tranquila y melodiosa, todo de el tenia una aurea hetera y hermosa. Pero Leif sabia la verdad. Sabia que atrás de esa hermosa apariencia, se encontraba un ser avaricioso y mentiroso, que usaba su fragilidad y hermosura para obtener cualquier cosa que quisiera. Pero nadie veía eso, nadie mas que el, y en ese momento lo entendió, quien nació con suerte no fue el, si no su hermano. 

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Era de un hermoso amanecer en Quinn, Quinn era un hermoso pueblo justo en la costa, pertenecía al reino de Xamora, liderado por uno de los mejores reyes que se han visto, el Rey Kirchner quien había llevado a toda Xamora a una gloria nunca antes imaginada. 

Leif como cada mañana comenzó con su rutina diaria de belleza, aunque ¿que mas daba? Su cabello, a pesar de ser dorado, carecía por completo de brillo, gracias al agua salada, su amor por nadar y estar bajo el sol había pasado factura no solo a su cabello si no a su piel también, ya que estaba bronceado, no tenia esa piel de porcelana que se espera de un doncel de clase alta. Su hermano mayor Maik incluso llego al grado de prohibirle seguir nadando. Simplemente le dijo: ¿Crees que le parecerás atractivo con esa piel quemada y tu cabello marchitado? Sabia que lo dijo por su bien, era su deber verse bien para su, pronto a ser, esposo. Pero le había calado. ¿Por que no podía ser hermoso como Julienn? 

-Joven amo, el desayuno ya esta servido, lo esperan para comenzar- Llamo la sirvienta desde la puerta. 

-Si en seguida bajo- Dijo con pesadez, se levanto y se dirigió al comedor a comenzar otro dia, donde su hermano menor pasaría la mayor parte del desayuno quejándose de la comida o hablando del nuevo vestido que a ordenado a medida, su padre maravillado por que de esa manera atraerá algún pretendiente digno y por supuesto rico y su hermano mayor comiendo deprisa para irse a trabajar. 

-Buenos días, lamento mi retraso- Dijo al llegar al comedor, donde, como cada mañana paso desapercibido. 

Ya habiendo comenzado a comer cuando su padre comento: 

-El próximo mes durante el baile de la revolución vendrá tu prometido, será la primera vez que se vean Leif por favor no vallas a hacer algo inapropiado que nos deje en ridiculo- 

Leif prácticamente se atraganto con la comida 

-¡¿Que?! Pero pensé que no lo conocería hasta cumplir los 18, todavía falta un año- A pesar de que los hombres fértiles y mujeres era normal que se casaran desde los 15, con Leif hicieron el pacto hasta los 18 debido a que, los padres de su prometido querían que su hijo terminara su educación completamente antes de contraer nupcias.  

-Si, pero al parecer logro terminar antes su educación, debes estar muy agradecido que hiciéramos el compromiso desde que naciste, mira que tener un prometido tan bueno- 

-¿Por que yo no tengo un prometido padre? - Pregunto Julienn con un puchero. Leif solo rodo los ojos ante su actitud, no entendía a que jugaba su hermano si bien coqueteaba con medio puerto, para que quería un prometido. 

-Por que las circunstancias no se dieron, pero no te preocupes con tu belleza y carisma seguro te encontraremos un prometido digno- Dijo con orgullo su padre- Tu no tienes los problemas como tu hermano - Termino su padre para su desgracia. 

Su hermano solo sonrió y siguió comiendo, así paso el resto del desayuno, lo triste de todo, es que esa clase de comentarios eran frecuentes, y lo peor es que no lo decían con la verdadera intención de lastimar, para ellos esa clase de comparaciones eran la cosa mas normal del mundo, ni siquiera notaban todo el daño a la autoestima que tenia Leif. Eran tan ignorantes de todos los que habían a su alrededor, ensimismados en sus problemas que era casi, casi cómico. 

Leif subió a su habitación, se paro frente del espejo y observo su figura, tenia que adelgazar, su prometido llegaría pronto y el se veía como una pelota, no tenia esa cintura de avispa como su hermano, también tenia que hacer algo con su piel, tal vez podía ir al pueblo y probar las nuevas cremas de moda que prometían milagros, y su cabello, oh dios, que puede hacer con su cabello. Era un desastre de pies a cabeza, comenzó a sentirse pero no podía rendirse tenia que estar precioso para su prometido. 

Y así comenzó, cada día se levantaba antes del amanecer para poder hacer un poco de ejercicio antes del desayuno, durante este, solo comía la mitad, durante la comida igual y la cena la dejaba completa, igual nadie se daba cuenta de lo que hacia. Huía del sol como si de enfermedad de tratase y se aplicaba cremas y lociones hasta hartarse, su cabello lo llenaba a rebosar de aceites para intentar devolverle el brillo perdido, todo para estar perfecto. El mes paso demasiado rápido para su gusto pero había podido bajar 7 kilos, con sus 55 kilos con su metro 65 de estatura pensó que no se veía tan mal, su cabello parecía haber recuperado un poco de brillo y su piel aunque aun un poco morena había mejorado bastante. 

El día del baile llego y no podía estar mas nervioso, todo tenia que salir perfecto. 

-Leif podrías estar quieto, no soporto cuando te mueves así- reprendió su padre. 

-Lo siento padre, es solo que estoy muy nervioso, hoy por fin lo conoceré- Dijo con un hilo de voz que demostraba su entusiasmo. 

-Oh! Por eso es que este mes has estado como loco? Poniéndote todas esas cosas raras en el cuerpo- Respondió su hermano Julienn- Mmmm no funcionaron muy bien ¿verdad?- 

-Juilenn vamos no seas así, Leif se ve muy bien esta noche- Contesto su hermano Marik 

Leif sonrió ante el alago, se había puesto un hermoso vestido color arena claro, ceñido a la cintura para resaltar su nueva figura. 

-Mmmm pero creo que debiste elegir otro vestido, o por lo menos apretarte mas el corcel por que parece que tienes llantitas- Se burlo Julienn, quien como siempre lucia hermoso y perfecto en su ceñido vestido azul cielo que resaltaba sus hermosos ojos y su brillante cabello. 

-Hemos llegado mi Lord- Llamo el mozo que abrió la puerta y Leif no podría sentirse peor, tal vez sea cierto, debió de haber elegido otro vestido, debió de haber comido menos para no pesar tanto, comenzó a recordar todas las cosas que comió y no debió y el remordimiento llego a el fuerte. 

-LEIF! Por favor párate derecho, no nos hagas caer en vergüenza por favor- Ladro su padre llamándole la atención. 

 El castillo donde se llevaría el baile era del Duque Aider, quien era primo del rey y tío de su prometido. Estaba bellamente decorado con dorados y guindas, como el escudo de la familia real. Cristales preciosos colgaba del centro como decoración. Estaba repleto de la gente mas importante de todo Quinn y sus alrededores. 

Se sentía como un pez pequeño en un estante de tiburones, los eventos sociales lo ponían nervioso y ansioso, volvió para ver como sus dos hermanos se desenvolvían con aplomo y gracia, su hermano mayor captaba la atención de todas las mujeres y donceles que le lanzaban miradas con coquetería, y como no hacerlo con su 1 90 de estatura, sus amplios hombros, su sonrisa encantadora y rostro hermoso y varonil. Su hermano menor como siempre llamando la atención de todos los hombres de la habitación que quedaban cautivos con su hermosura y su tímida sonrisa ¡JA! si supieran lo que esconde detrás de esa sonrisa. 

-Oh pero si tu debes de ser Leif verdad- Con ese comentario regreso de golpe a la realidad, la mujer que le hablaba era robusta con grandes pechos y ya entrada en edad, de joven debió de haber sido una mujer hermosa de curvas pronunciadas. 

-Leif deja te presento a Lady Ratefier, ella es Tía de tu prometido- Dijo su padre con su mirada de: por favor no lo eches a perder. 

-Muy buenas noches mi Lady- Dijo haciendo una reverencia. 

-¡Hay pero que jovencito tan encantador! ¡Gerhard estará encantado contigo! Que por cierto ya esta retrasado, donde estará este jovencito- pregunto la señora, claramente sin esperar respuesta. 

En ese momento un mozo llega para decirle algo, ella sonrió y se volvió hacia su padre- Bueno Klaussen ya llego la hora, mi sobrino a llegado- Su padre sonrió y tomo a Leif de la mano para dirigirse a la entrada. Los nervios lo estaban matando, sentía un nudo en el estomago enorme. 

Pronto un carruaje llego, el tiempo pasaba muy lentamente para su pesar, y de repente dos hombres salieron del carruaje, Oh por dios, uno de ellos era su prometido, ambos eran hermosos, se notaba su parentesco, ambos tenían el cabello negro azabache con unos penetrantes ojos azules, solo que uno tenia una sonrisa prepotente y el otro su sonrisa era mas cálida. 

No sabia que se supone que tenia que hacer, en sus sueños, su prometido llegaba en un hermoso día de primavera, llegaría elegantemente, lo vería y se quedaría pasmado, luego correría y lo levantaría y le diría que es hermoso y su mundo entero ahora giraba alrededor de el. Era algo cursi y tonto, pero eso le daba consuelo en las noches. 

Ambos se acercaron a donde estaban su corazón latía tan fuerte que juraba que todos en el salón podrían escucharlo. 

-Gerhard, Franz! Por fin han llegado mis amores- La mujer beso a ambos en la mejilla. 

Su padre se paro enfrente de Leif y aclaro su garganta para hacerse notar- Muy buenas tardes lores Rorschach- hiso una reverencia y Leif la imito. 

-Buenas tardes señor Klaussen- Hablo el de la sonrisa prepotente- Me he de suponer que el joven es Leif verdad- Una sonrisa mayor surco sus labios, Leif se sentía en las nubes, eso quiere decir que aprobaba su apariencia- 

-Así es mi Lord- Respondió su padre- Leif te presento a Lord Gerhard Rorschach, tu prometido-  Gerhard se acerco y tomo la mano de Leif haciendo una reverencia para besar su mano 

-Un placer el por fin conocerte- Cuando Leif pudo salir de su estupor respondió con una reverencia tímidamente y cuando por fin iba a hablar su burbuja se rompió 

-Padre donde estabas te e estado buscando- Su hermano menor había llegado, Leif vio todo en cámara lenta, como su prometido volteaba a verlo, como sus ojos se iluminaban al verlo y su sonrisa se ensanchaba, se acerco a Julienn y tomo su mano haciendo la misma reverencia que hacia Leif le beso la mano.- Y podría saber quien es este hermoso joven- pregunto coquetamente 

Su hermano sonrió tímidamente y le lanzo una mirada llena de coquetería 

-Su nombre es Julienn es mi hijo menor, Julienn, el es Lord Gerhard Rorschach, el prometido de tu hermano- Ni aun después de eso la mirada de su hermano se suavizo, si no todo lo contrario se intensifico, haciendo una reverencia perfecta, saludo al Lord, y así Leif paso a lo que siempre había sido, un adorno en la pared.

Notas finales:

Si les ha gustado pueden dejarme un review y si no tambien :3

La historia se me vino a la mente durante el trabajo, vi como una madre trataba a su hijo menor como si fuera la cosa mas maravillosa del mundo mientras que a su hijo mayor no dejaba de gritarle y el pobre ni se estaba moviendo! Me da mucho coraje cuando hacen tanta separacion ):

Las actualizaciones seran semanales (Espero...) 

PD. Alguien me hace el favor de decirme como puedo poner mas de dos advertencias y generos?

Gracias por leer!!


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