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[TEENFINITE] Forbidden. por Antu-neko-chan

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Notas del fanfic:

Espero que os guste! ^^

Mi blog: http://mimundodefanfics.blogspot.com.es/

- Dormitorio de Teen Top-

 

- Quieres mirarme a la cara cuando te hablo? – Chunji se colocó delante de L.Joe, que se mantenía con la mirada perdida y expresión cansada. – Ves? Siempre pasas de mí! A esto le llamas relación? Esto es una mierda! – Un suspiro involuntario se escapó de los labios del rubio, al que las palabras le entraban por un oído y le salía por el otro. No es que no quisiese prestar atención a su novio, era que la misma discusión prácticamente a diario ya le aburría.

- Chanhee… - Murmuró, por fin, haciendo que el castaño enarcase una ceja y callase. – Me está empezando a doler la cabeza.

- Eso es un síntoma de culpabilidad. Venga, va, dime quién es! Te juro que no me enfado, pero dímelo!

- No te estoy engañando, no sé cómo hacértelo entender.

- Ya… Seguro.

- Mira. – Byunghyun se levantó de la cama con movimientos lentos, perezosos. – Cuando te engañe… Me encargaré de hacértelo saber. Así nos ahorraremos esto.

- Ah! Así que piensas hacerlo. – Byunghyun le miró, con expresión frustrada.

- Chunji… - El chico se sorprendió al escucharle llamarle así. – Me agotas, en serio.

L.Joe cogió su mochila, se la puso al hombro y salió de su cuarto.

- Hyung. – Saludó a Minsoo, que estaba sentado en la encimera de la cocina con Niel.

El mayor levantó la mirada.

- A qué hora tenemos la práctica?

- En nada, supongo que el mánager vendrá en breves.

- Es con los chicos de Infinite, no? – Niel se integró en la conversación. Minsoo asintió y suspiró.

- Eso me preocupa… Nosotros estamos agotados y ellos acaban de hacer el comeback. Seguro que tienen más energía que nosotros. – Se recolocó la gorra, gesto que solía hacer siempre que se sentía inquieto.

- Estará bien. – Añadió Byunghyun. – Nosotros somos más jóvenes.

- A qué te refieres? – Niel le quitó la gorra a Minsoo, que le miró con una sonrisa que le contagió al pequeño.

- A que yo y Chanhee tenemos la edad de su maknae. – Byunghyun ignoró la bromita que se traían los otros dos y se apoyó en la encimera, ignorando también a Chanhee, que entraba en esos momentos en la cocina sin decir nada.

- En serio!? – Niel parecía sorprendido por la noticia. – Entonces Jonghyun va a ser el maknae? De nuevo? No le va a hacer ninguna gracia…

- Hablando de él… Dónde está? – Preguntó Minsoo, recuperando por fin su gorra.

- Está con Changhyun en su dormitorio. – Dijo secamente Chanhee, bebiendo un vaso de agua. – Y nos vamos a ir ya o qué? Siempre llegamos tarde a todas partes!

Justo en ese momento sonó el telefonillo del apartamento y el líder se encogió de hombros.

- Let’s go. – Dio una palmadita en el hombro de Niel y se levantó para ir a llamar a los pequeños. – Id yendo al ascensor si queréis.

Niel obedeció al momento y la pareja se quedó a solas en la cocina. El rubio automáticamente bajó la cabeza al sentir la tensión en el ambiente.

- No me estás engañando, verdad? – Susurró Chanhee, mirándole fijamente. Byunghyun asintió y el otro resopló. – La verdad es que últimamente ni te reconozco, de verdad…

El rapero suspiró y se encogió de hombros.

- No creo que la culpa sea mía…

- Ya no me quieres como antes. – Apretó los puños y se mordió el labio, pero sin atreverse a levantar la mirada.

- No voy a discutir de nuevo. – Tomó su bolsa y se giró. – Pero si te soy sincero, no recuerdo la última vez que me dijiste “te quiero”, así que no creo que sea culpa mía esto, Chanhee.

Ignoró las protestas del otro y se dirigió a la salida del dormitorio y al ascensor, donde poco a poco se fueron concentrando todos los miembros del grupo.

 

- Sala de prácticas de Infinite-

 

- Entonces hoy vienen los de Teen Top? – Dongwoo sonreía, emocionado, mientras abrazaba a Howon entre sus brazos. – Me voy a sentir súper viejo…

Howon rió y los demás, todos sentados en círculo, le imitaron. Todos menos Sungjong, al que envolvía un aura sombría ese día también. Era algo muy común últimamente.

- Sí, y tenemos que preparar una actuación conjunta para Gayo Daejun, así que ya podemos ponernos las pilas… Son pequeñitos, pero todos hemos visto cómo bailan. No son ninguna tontería. – Comentó Sunggyu, ojeando en su móvil actuaciones en directo de los chicos. – En serio… Cómo son tan rápidos!?

- Se llama juventud, Hyung. – Rió Woohyun, quitándole el móvil al ver que se empezaba a poner nervioso. – Nos irá bien. Nosotros también somos buenos!

- Yo soy rápido! – Añadió Sungyeol, tomando el móvil robado y ojeando los vídeos. – Es cuestión de práctica.

- Yo te gano. – Sonrió Howon, sacándole la lengua.

- Llegan tarde… Se creen que podemos perder el tiempo así como así? – Mascullo Sungjong, mirando al suelo. – Es una falta de respeto.

- Seguro que llegan en breves. – Susurró Myungsoo, intentando tomarle la mano, la cual le fue retirada a una velocidad pasmosa. La tensión se notaba dentro del grupo ante tal acto.

- Tranquilo, Jong! – Sungyeol intentó restaurar la alegría. – Ahora que vas a ser un Hyung les podrás reñir todo lo que quieras.

- Paso.

Los demás miembros se miraron entre ellos y suspiraron. No iba a ser una tarde sencilla.

 

*POV Hoya*

- Perdonad el retraso! – Los chicos que tanta curiosidad me provocaban entraron en la sala como una tromba. Los observamos con una sonrisa. Eran adorables… Y bajitos! Me sentía en mi salsa.

Sunggyu salió a saludarles como representante y se encontró con el que era su líder: C.A.P

- Hyung, llámame Minsoo, por favor. – Le hizo una reverencia de noventa grados, algo que descolocó a Sunggyu por completo. No estaba acostumbrado a tanto respeto por parte de sus compañeros de profesión, aunque fuesen más jóvenes.

- Está bien… - Asintió, girándose para mirarnos. Se le veía claramente incómodo, así que Woohyun salió en su socorro.

- Chicos! Es un placer trabajar con vosotros! Hemos visto vuestro trabajo y sois increíbles, de verdad.

Los chicos de Teen Top sonrieron, complacidos.

- Yo creo que lo mejor será que nos dividamos por grupos. – Los chicos escucharon atentamente las palabras que Sunggyu decía. Allí era una especie de anciano sabio para todos.

- Al chiquillo del pelo azul y al maknae les saca siete años… - Me susurró Dongwoo al oído. No pude evitar reírme.

- Se le nota envejecer por momentos. – Respondí y ambos recibimos una mirada de odio eterno por parte de nuestro líder, que sería anciano, pero tenía un oído de lujo.

- Estoy de acuerdo. – Añadió C.A.P

- Bien, entonces te parece bien si los bailarines se van por un lado, los líderes por otro, y los vocalistas que se vayan conociendo? – El chico de la gorra que le atribuía su nombre asintió y enseguida nos desperdigamos por toda la sala en nuestros grupitos.

 

- Bueno… - Observamos a los que resultaron ser los dos maknaes del otro grupo, que nos miraban con ojitos brillantes y una expresión de admiración y terror al mismo tiempo. – Pues… Hola.

- Buenos días, Hyung! – Dongwoo y yo nos miramos, sorprendidos, al ver la coordinación con la que nos habían saludado y la reverencia.

- Chicos, en serio… Tratadnos normal, vale? – Dongwoo rió, dándoles palmaditas en la espalda para que se levantasen.

- Presentémonos, sí? – Añadí, sonriendo. Eran unos críos!

- Me llamo Changjo, aunque en realidad me llamo Jonghyun. – Un chico con el pelo caoba y un cuerpo trabajado se presentó con timidez. Me hizo gracia que a pesar de parecer tan duro, fuese tan reservado.

- Cómo prefieres que te llamemos?

- Changjo, ya que son asuntos de trabajo. – Rió y reímos con él. Parecía buen chaval.

- Perfecto pues, Changjo. – Dirigimos la mirada a un niño más bajito y con el pelo de punta azul. Tenía un aspecto simpático. – Y tú?

- Me llamo Ricky, Changhyun fuera de Teen Top. – Sonrió y sonreímos enternecidos. Era adorable!

- También quieres que te llamemos Ricky? – Asintió y Dongwoo los abrazó de golpe, haciendo que los rostros de pánico volviesen a su rostro.

- Yah! Qué haces!?

- Ay! Qué monos! Yo soy Dongwoo, en todas partes soy Dongwoo y os adoptaré! – Los dos pequeños se miraron con confusión y yo le aparté de ellos antes de que rompiesen a llorar.

- Disculpadle… Es un poco… Especial. Ya le iréis conociendo. – Reí y ellos rieron también, aunque con incomodidad. – Yo soy Hoya, Howon, pero podéis llamarme como queráis.

Se miraron unos segundos y asintieron.

- Te llamaremos Hyung. – Reí y asentí.

- Muy bien, como queráis.

- Yo creo que antes de empezar a trabajar tendríamos que conocernos mejor. – Dijo Dongwoo, sentándose inmediatamente en el suelo e invitándonos a hacer lo mismo. Los dos chicos obedecieron al instante y se sentaron enfrente. Yo ocupé mi sitio al lado de Dongwoo y recé porque el silencio no se apoderase de la situación.

 

- Debutamos en 2010. – Respondió Ricky a Dongwoo.

- En serio!? Nosotros también! – Reímos y la conversación empezó a fluir sin problemas.

- Pues en nuestro grupo nos llevamos francamente bien, aunque la verdad es que tenemos algo de miedo últimamente porque hay dos que se están empezando a llevar bastante mal…

- De verdad? Quiénes? – Pregunté, sintiéndome identificado con su situación.

Changjo señaló a un chico rubio que estaba sentado en una esquina con el móvil y a uno castaño que hablaba con Woohyun.

- L.Joe Hyung y Chunji Hyung.

- Y eso? Ha ocurrido algo entre ellos? – Los dos muchachos se miraron.

- No sabemos si está bien contarlo… - Murmuró Changjo.

- Está bien, no os preocupéis. – Sonreí. La vena maruja palpitaba en mi interior.

- Pues… - Ricky los miró de reojo y suspiró. – Esos dos están juntos. Bueno, o no… Ya no estamos seguros.

Dongwoo y yo nos miramos, sonriendo.

- No parecéis sorprendidos. – Añadió Changjo.

- Es que nos sentimos identificados… Bueno… Más o menos. – Dijo Dongwoo.

- Nosotros también tenemos movida sentimental en el grupo. – Suspiré, cansado de solo recordar el problemilla que estábamos teniendo con los maknaes y el visual.

- Lo llamamos MyungYeolJong. – Miré a Dongwoo. Desde cuándo les había puesto nombre?

- Son el chico de negro, el que también está en la esquina con el móvil y el que está intentando dar volteretas sin éxito. – Señalé a los tres y los pequeños observaron, claramente interesados con nuestro programa de prensa rosa improvisado.

- Eso lo es lo peor… - Añadió Dongwoo. – Todos en el grupo pensamos que a Woohyun, - le señaló. – le gustado nuestro líder, Sunggyu.

- En serio? – Ricky parecía más metido en el asunto que Changjo, que se dedicaba a observar y asentir.

- Dongwoo! No hables de más… - Estaba preocupado por lo que pudiesen pensar de nosotros.

- Está bien. – Dijo el peliazul. – Y vosotros qué pensáis de eso? De que a un miembro le guste otro?

Le miré, atento a su expresión. Parecía demasiado inmerso en la conversación… Como si se sintiese… Identificado?

- A mí me da lo mismo. – Rió Dongwoo. – Allá ellos… Son sus vidas. Mientras sean felices, yo lo seré.

Ricky asintió y fijó la vista en el suelo, pensativo. Le observé atentamente, y por el color rojo de sus mejillas, no me fue muy difícil adivinar lo que le estaba pasando por la cabeza a aquel pequeñajo. Sonreí con dulzura al sentirme identificado con él… Yo también estaba enamorado del tipo sentado a mi lado.

- Ricky. – Susurré su nombre cuando Changjo y Dongwoo estaban emocionadísimos haciendo pasos de breakdance. – Te voy a dar mi número… Y quiero que me llames para hablar si ves que se vuelve difícil, vale?

Ricky me miró, confuso.

- A qué te refieres, Hyung? – Le sonreí y señalé con un gesto rápido a los dos bailarines. Su rostro se puso colorado y sonreí con ternura. – No… No entiendo…

- Ya… Bueno… Yo te lo doy y ya sabes, cualquier cosa, me llamas. – Saqué un boli y se lo anoté en un trozo de papel. – Sabes? Es duro, pero hablar ayuda. Créeme, sé de lo que hablo.

Ricky me miró, y cuando abrió los ojos en una expresión de sorpresa, supe que había entendido a lo que me refería.

- Gracias. – Susurró, guardando el papel en el bolsillo. Le sonreí y le revolví el pelo.

- Vamos con ellos, anda. – Asintió y nos unimos para protestar contra los movimientos extremos que estaban planeando.

 

*POV L.Joe*

 

Levanté la mirada un segundo de mi teléfono y observé el panorama. Todos interactuaban con alegría los unos con los otros, como si se conociesen de toda la vida, y aunque me habían invitado a integrarme, decidí que lo mejor sería simplemente dedicarme a hacer mi trabajo en lugar de hacer amigos. Cuando tuviesen la coreografía preparada, que me avisasen.

- Hyung! – Niel se acercó con una sonrisa. Enarqué una ceja. No me apetecía en absoluto hablar con nadie después de la discusión de esta mañana con Chanhee. Bueno, después de la de esta mañana y de la de ayer, y la de antes de ayer, y la del día anterior… “Cuánto hace que no nos sonreímos?” – Vienes? Están hablando de las letras del rap!

- Paso. – Volví a fijar la mirada en el Candy Crush y me acomodé en la colchoneta. Niel suspiró y, sabiamente, decidió que era mejor no insistir.

- Está cansado. – Escuché cómo se excusaba de mi comportamiento y borré la pizca de culpabilidad que se asomaba tímidamente en lo poco de humanidad que me quedaba aquel día.

- Jong! – Escuché cómo llamaban otro nombre además del mío. – Por qué no vienes?

- Paso. – Esa palabra llegó con claridad a mis oídos e hizo que mi curiosidad hiciese acto de presencia. Quién estaba tan harto de todo como yo? Alcé la mirada y, justo enfrente, al otro extremo del pabellón, un muchacho de pelo castaño ojeaba el teléfono en una pose exacta a la mía. Le observé durante unos minutos; por algún motivo ese ser de aura oscura me producía una irrefrenable curiosidad.

- Qué miras con tanto interés? – Chanhee se sentó a mi lado, reclamando mi atención para él solo. Como siempre. Suspiré. “Cuánto empezó a molestarme tu presencia?”

- Nada. – Retiré la mirada del chico y la devolví a mi teléfono. – Se me acabaron las vidas… - Un corazón con expresión triste me miraba, ofreciéndome pagar a cambio de recibir vidas. – Quién demonios pagaría por esto? Ni siquiera es tan divertido. – Bloqueé el teléfono y lo guardé en el bolsillo de mi chaqueta.

- Mirabas a Sungjong? – Su tono irritante arañaba mis oídos.

- No sé quién es Sungjong.

- Ese. – Le señaló y de nuevo la curiosidad apareció. Fijé mi mirada en él de nuevo. “Sungjong… Qué te ocurre?” – Es guapo, no?

Sonreí, sarcástico.

- No me toques las pelotas, Chanhee. No estoy de humor. – Me incorporé de la colchoneta y caminé inconscientemente hacia ese ser de apariencia triste.

- L.Joe! – C.A.P me llamó con un grito, haciendo que Sungjong levantase la mirada y se me quedase mirando fijamente. Yo le miré también, de forma que nuestras miradas conectaron y, aunque parezca extraño, en ese momento sentí como que todo el pabellón se paralizaba. No se escuchaban ruidos, ni voces… Silencio y el sonido de mis latidos, pausados y rítmicos.

- YAH! BYUNGHYUNG! – El chillido de Chunji me sacó de mi limbo temporal y parpadeé, sin moverme de mi sitio. La situación era algo extraña… Yo en medio de la sala, mirando fijamente a alguien que no había visto jamás salvo en los backstage de refilón, que me devolvía la mirada de una forma vacía y triste.

- Eres Byunghyun? – Murmuró. Me sorprendió su voz, tan suave y dulce… Casi femenina. Asentí en silencio. – Pues entonces, - Señaló a mi espalda. – te llaman.

- Byunghyun! – Chunji se acercó y tomó mi brazo con fuerza. Su tacto hizo que un escalofrío me recorriese la espalda. – Estás sordo o qué?

Sungjong volvió a fijar su mirada en el móvil y yo no dije nada más, simplemente me dejé arrastrar hasta el grupito que se había concentrado en el centro de la sala.

-  Me ayudarás a escribir el rap? – Preguntó Minsoo. Asentí, en silencio.

- Te encuentras bien? – Levanté la mirada y un chico vestido completamente de negro, con pelo y ojos negros, me observaba. – Pareces cansado.

- Lo estoy. – Podía notar los ojos de Chunji clavados en mí y eso me robaba la energía por segundos.

- Por qué no vas a descansar con Sungjong? Sois de la misma edad.  – Un chico alto y de pelo castaño tomó del brazo al chico del pelo negro que le miró de una forma que yo interpreté como reproche.

- No hace falta. – Chunji saltó en la conversación. – Sobrevivirá. – Apreté la mandíbula y le miré, enfadado. Odiaba que decidiesen por mí.

- Tú eres L.Joe, verdad? No nos han presentado… Me llamo Woohyun. – Uno de los chicos de Infinite decidió que había que romper el mal rollo que yo estaba generando y me hizo tomarle la mano. Después de él vinieron el líder Sunggyu, el chico de negro, L, y el alto, Sungyeol.

- Encantado. – Susurré. No lo estaba, estaba muy cansado y de muy mala leche.- No me encuentro muy bien, así que si me disculpáis…

No espere respuesta, y me zafé del agarre que Chunji me hizo cuando me iba.

- No me toques. – Farfullé. Me escuchó, porque pude escuchar un bufido salir de su boca.

 

Me dirigí entonces a donde estaba Sungjong sentado y me senté a su lado. Levantó la mirada y me miró con una ceja enarcada.

- Hola?

- Me llamo Byunghyun. – Murmuré. – Y perdona que venga aquí a molestarte, pero es que si me voy a una esquina solo vendrán a tocarme las narices y no me apetece en absoluto.

- Me llamo Sungjong, y quien me está tocando las narices a mí eres tú. – Le miré, sorprendido por su impertinencia. De todas formas, no pude sentirme enfadado… Algo en su mirada era tan triste que me lo impedía. – Yo también quiero estar solo.

- Lo siento. – Respondí, sin moverme. – Te juro que me iré en breves, solo necesito que se olviden de mí… No tardarán mucho.

El chico resopló y sonreí, cansado.

- Quién es él? – Murmuró, mirando fijamente a Chunji, que nos miraba de reojo con la mandíbula tensa y los puños apretados.

- Nadie interesante… Es mejor que le ignores.

- Él no parece que vaya a olvidarte… Y si no se va a olvidar de ti, te vas a quedar mucho aquí. – Susurró. – Qué demonios le pasa?

- Que nos hemos peleado esta mañana.

- Ah. Por qué?

- Por mi colonia. – Ahora el sorprendido era él. Me miró.

- Perdón?

- He cambiado de colonia, y se cree que le estoy engañando.

- Engañarle? Es tu novio? – Asentí, con expresión cansada.

- Bueno… Sí… O no… Ya no lo sé. – Suspiré y levanté la mirada hacia Chanhee, que la retiró inmediatamente. – Yo ya no sé nada.

- Qué fuerte… - Susurró. Le miré. – En mi grupo hay líos raros, pero… Nadie está con nadie… Al menos no oficialmente.

- Esos rollos los hay en todos los grupos. Negarlos es tontería. – Asintió a mis palabras y observé cómo se tensaba entero al ver que el tal Sungyeol abrazaba el brazo de L.

- Ya… Tienes razón… - Retiró la mirada de esa imagen y apretó los puños.

- Ese chico de negro… L… Es tu pareja? – De nuevo, todo su cuerpo se tensó.

- No es de tu incumbencia.

- Cierto. – Sonreí. El silencio se hizo entre nosotros durante unos minutos, pero no fue un silencio incómodo, era más de tranquilidad… Ambos la necesitábamos.

- Myungsoo… - Levanté la mirada de mis pies y le miré. Él miraba al chico de negro. – L… No es mi pareja… Oficialmente. No sabemos lo que somos.

Asentí, suspirando.

- Esas cosas son complicadas… Yo lo pasé antes de empezar a salir con Chanhee. – Me miró, confuso. – Chunji.

- Oh.

- La verdad es que… Le he querido muchísimo… Más de lo que jamás creí que podría quererle.

- Hablas en pasado?

- No soy capaz de decir que le quiero en presente. – Fijé la vista en Chunji, que reía y charlaba animadamente con todos. Conmigo ya nunca era así… El Chunji, el Chanhee, del que me había enamorado, había desaparecido en mi presencia.

- Cuánto lleváis juntos?

- Cuatro años… - En mi memoria se acumulaban los recuerdos… Y quemaban como el fuego. Tragué saliva para no llorar y bajé la mirada. – Cuatro largos años…

- Y qué ha pasado?

Me encogí de hombros. – Un día me desperté y… Él ya no era el mismo. Ni yo lo era. Ya no éramos iguales, y nuestros nuevos “yo” no sentían nada el uno por el otro.

- Y entonces por qué no habéis cortado?

- Pues… - Resoplé, observando de nuevo el rostro feliz de Chunji. Cuando sonreía aún sentía que quizás lo nuestro tenía salvación… Pero luego, cuando él se acercaba a mí, mi cuerpo le rehuía. – No lo sé… Supongo que porque aún siento que podría volver a lo que éramos en esos cuatro años.

- Te envidio… - Le miré, incrédulo.- Tú al menos has tenido cuatro años felices… Yo he tenido cuatro años de incertidumbre. Estoy harto de que un día me quiera y al otro me aparte de su lado…

- Ese chico… Sungyeol…

- Ese chico es como yo. Lleva cuatro años siendo un perro faldero, un mendigo por una miguita de su cariño… La diferencia es que él no se rinde jamás y yo cada vez me vuelvo más débil.

Observé su expresión. Parecía que iba a romper a llorar de un momento a otro. Su labio inferior temblaba y tenía los ojos muy brillantes y humedecidos.

- El amor no se tiene que mendigar… Tiene que ser algo que nazca por sí solo. – Susurré.

- Este no da nacido… Y yo no puedo más. – Sungjong se levantó de golpe de mi lado y avanzó a zancadas hasta la puerta de la sala, desapareciendo tras ella sin decir ni una palabra.

Los miembros de Infinite se miraban entre ellos y luego me miraban a mí. Ese momento debió de batir un récord de incomodidad, estoy seguro.

- Qué demonios has hecho ya? – Chunji se acercó a mí, con expresión furiosa. – Nunca haces nada bien.

Observé la expresión de Chunji, buscando algún rastro del chico de mis recuerdos, aquel ser al que cualquiera amaría y que sonreía todo el tiempo, aquel que se sonrojaba al tomarnos la mano y que se enfadaba si no quedaba un sitio a mi lado en el que sentarse, pero no lo encontré.

- Chanhee… - Me incorporé y me acerqué a su cuerpo, acercando mi rostro al suyo, y le miré a los ojos. – No tienes ni idea de lo que daría por volver a lo que éramos…

Tragué saliva al sentir unas tremendas ganas de llorar y seguí el camino que había tomado Sungjong unos momentos antes.

Chunji se quedó estático, en su posición, ni siquiera intentó detenerme por una vez.

Cerré la puerta a mis espaldas y me apoyé en ella, escurriéndome hasta el suelo y, abrazando mis rodillas, comencé a llorar en silencio.

- Joder… - Recordaba cómo Chunji me despertaba todos los días con un beso, los abrazos sorpresa en la cocina, las citas que nadie veía que eran citas en el parque de atracciones o en el cine, los besos fugaces en las colas, los no tan fugaces en los baños… Y todos y cada uno de esos recuerdos me atormentaban completamente. Yo había amado tanto a esa persona… Pero ahora ya no existía. Esa persona que seguía durmiendo a mi lado todas las noches era un auténtico desconocido para mí. Ya no sabía si le seguía amando o no… - Qué demonios he de hacer?

 

*POV L*

 

- No deberías ir a hablar con él? – Sunggyu me llevó a una esquina de la sala y me habló con seriedad. – No podéis seguir así, Myungsoo, está afectando al equipo.

- Lo sé…

- Pues haz algo! Yo no te digo que te cases con él, pero si no piensas aceptar sus sentimientos, díselo directamente, y no juegues con él como si fuese una marioneta… Es una persona, sabes?

- Lo sé…

- Sabes lo que es, como líder y mayor del equipo, no saber dónde está por las noches? Que no responda al teléfono y que aparezca todas las mañanas durmiendo en el salón? Me preocupo por él, ya no es un niño, pero tampoco es completamente un adulto… Y todos sabemos lo sensible que es, así que haz el favor de aclarar esto ya.

Asentí y escuché el suspiro de Sunggyu antes de abandonarme y volver al grupo que estaba preparando el plan. Sungyeol se escabulló y se sentó a mi lado.

- Estás bien? – Preguntó, tomando mi mano. Le miré y le sonreí. Ese era mi mayor problema… Quería a Sungyeol, estaba muy seguro de ello, pero no estaba seguro de no sentir absolutamente nada por Sungjong. En eso me sentía un capullo integral… Siempre que había tenido problemas con Sungyeol, había acudido a los brazos de Sungjong sin dudarlo, sabiendo que él siempre estaría esperándome, pero al día siguiente me arrepentía y me disculpaba con Sungyeol. Aún no entendía por qué Sungjong seguía aceptándome en aquellas noches aleatorias.

- Sí… Pero me duele algo la cabeza.

- Quieres una aspirina? Tengo en la mochila. – Sonreí con ternura y negué con la cabeza.

- Sobreviviré. – Asintió, con expresión preocupada y apoyó la cabeza en mi hombro. Me sentía muy cálido…

- No deberías hablar con Sungjong? – Musitó unos segundos después. Le miré y él me miró.- Creo que ya va siendo hora de que habléis seriamente… Tendrá que asumir lo nuestro tarde o temprano.

- Tienes razón… - Murmuré. – Pero no sé a dónde habrá ido…

- A la azotea. – Respondió con tanta rapidez que me sorprendió. – Siempre está en la azotea. Es de donde hablábamos del chico que nos gustaba… Hasta que descubrimos que era el mismo y se volvió demasiado incómodo. – Rió, tímido, y le di un beso en la mejilla.

- Quieres que vaya ahora entonces? – Asintió con suavidad.

- Por el grupo. Es lo mejor.

Asentí y me incorporé, disculpándome con Sunggyu y saliendo por la puerta.

- JODER! – Pegué un grito al cerrar la puerta tras de mí y encontrarme a una figura rubia tras ella. L.Joe levantó la mirada y me miró, sorprendido.- Lo siento… Me has asustado…

Reí, nervioso, y él asintió en silencio. Me fijé mejor en su rostro y vi los restos de lo que tenía toda la pinta de haber sido un llanto.

- Te encuentras bien? Te duele algo? – Me acerqué, preocupado, y él me miró, serio.

- Es increíble que finjas que te preocupan los demás… - Sonrió, con sarcasmo, y yo fruncí el ceño.

- No sé a qué te refieres. – Rió.

- No? De verdad? Bueno… No estoy en condiciones de hablar, ya que apenas conozco a vuestro maknae, pero… Quizás deberías de dejar de jugar con las vidas y sentimientos de la gente. No eres un dios por el simple hecho de ser guapo, Kim Myungsoo.

Que me llamase por mi nombre completo me pareció una falta de respeto inmensa, y que mencionase a Sungjong creyéndose que sabía algo, más aún.

- Perdona, pequeño, pero soy tu Hyung, así que un respeto… - Me acerqué a él, con la cabeza alta. – Y no hables si no sabes la situación real.

- Eres mi Hyung, cierto, pero no te mereces mi respeto. – Él también se incorporó, mirándome desafiante. – Y sé suficiente: Sé que Sungjong estaba solo en una esquina observando como tú y Sungyeol os hacíais carantoñas en su cara, sé que su expresión de tristeza era tan pronunciada porque aún se aferraba a una mínima esperanza que tú alimentabas, y sé que se fue llorando por tu culpa. Sé que no es feliz por tú culpa. Y tú no eres quien como para decidir quién puede ser feliz y quién no.

- Cállate de una vez. – Mascullé. Sus palabras me estaban poniendo furioso. – No sabes una mierda, imbécil, y además, quién demonios eres tú? Acaso te gusta Sungjong? Te crees que podrías gustarle? Alguien como tú comparado conmigo?

- No creo gustarle, y no me voy a rebajar a tu nivel, solo sé que nadie se merece llorar por un gilipollas como tú.

Mis puños estaban deseando estrellarse contra su odioso rostro, que me miraba con una calma absoluta, pero al final opté por no hacerlo. Tenía una imagen que mantener.

- Das pena, chaval. Que lo sepas. -  Le di la espalda y empecé a subir las escaleras.

- Estás seguro de que soy yo el que la da?- No me digné a responderle, simplemente maldije por lo bajo y continué subiendo.

Llegué a una puerta de aluminio y la empujé, cerrando los ojos con fuerza ante su chirrido, sumamente desagradable.

Sentí el viento azotarme con fuerza y el clima frío cortarme la piel. De verdad Sungjong prefería estar ahí arriba antes que en la misma habitación que yo?

- Jong? – Avancé, con los ojos entrecerrados a causa del viento.

- Qué haces aquí? – Me giré, sorprendido al escuchar su voz a mi espalda. Sungjong estaba sentado sobre uno de los depósitos, a unos metros por encima de mí, observándome con expresión fría.

- Quería hablar contigo. – Le sonreí con suavidad y él me retiró la mirada.

- Adelante. – Le observé, incrédulo.

- No vas a bajar? Podrías caerte y hacerte daño.

- No finjas que te preocupas por mí, Myungsoo. – Sus palabras eran puñaladas a mi corazón, y lo más triste es que me las merecía.

- Baja, por favor… - Me observó dubitativo unos segundos, antes de dejarse caer, deslizándose por una barra lateral. Le sonreí y él no cambió ni un ápice su expresión.

- Y bien? – Me acerqué a él y le observé. Era hermosísimo, su rostro entero era una obra de arte… Su cuerpo igual. Todo él era una maravilla. Sungjong tenía algo que me atraía a él, pero me temía que era meramente físico, no sentimiento de verdad como me ocurría con Sungyeol.

- Yo… - No podía hacerlo. No era capaz de alejarle de mí para siempre. Avancé unos pasos y le abracé con fuerza, pegándole a mi pecho. – Lo siento mucho…

- Suéltame, Myungsoo. – Sungjong intentaba zafarse de mi abrazo débilmente, pero podía notarle temblar entre mis brazos, y eso hacía que quisiera abrazarle con más fuerza aún.

- Sé que es duro… Pero por favor, no te alejes de mi lado… Por favor…

- No me quieres…

- Necesito tiempo… Pero hasta entonces… Por favor, quédate a mi lado. No me abandones. No podría vivir sin ti.

Le miré a los ojos, sonriéndole con ternura. Sungjong tenía el rostro colorado, y me miraba con sus ojos brillantes que tanto me gustaban.

- No quiero que lo nuestro sea solo sexo, Hyung… Yo… Te amo. – Susurró, bajando la mirada justo cuando sus lágrimas comenzaban a bañarle el rostro.

- No es sólo sexo, Jong… Lo nuestro es tan especial que no tiene nombre. – Me daba asco a mí mismo. Unos metros más abajo, Sungyeol me esperaba para que le diese buenas noticias… Noticias que no existían.

- De verdad? – Sollozó, aferrándose a mi camiseta. Asentí y tomé su mentón, haciendo que me mirase a los ojos.

Sungjong cerró los ojos, y yo sonreí, acercando mi rostro al suyo con intención de besarle cuando…

- Perdón. – El tal L.Joe tosió y nos saludó con una sonrisa hipócrita. Fruncí el ceño y Sungjong se dio la vuelta, avergonzado. – Myungsoo Hyung, te busca Sungyeol en el piso de abajo… Estaba ocupado, así que pensé que preferiríais que subiese yo…

Tensé la mandíbula y solté a Sungjong, que me miró, confuso.

- Me voy. – No me quería ni imaginar la situación que se armaría si hubiese llegado a subir Sungyeol.

- A dónde vas? – Sollozó Sungjong. Comencé a caminar hacia la puerta, sin girarme siquiera al escuchar sus sollozos desesperados.

- Tenemos trabajo. – Dije, mirando de reojo al chaval rubio al pasar a su lado. – Sungjong, no olvides lo que te he dicho.

- Está bien… - Su susurro fue lo último que mis oídos lograron escuchar antes de volver a bajar todas las escaleras y reencontrarme con Sungyeol.

- Y bien? – Me esperaba en el rellano, con expresión brillante. Le sonreí y recibí su abrazo con un beso en los labios. Me miró con ternura y nos sonreímos.

- No estaba en la azotea. – Mentí.

- En serio? Qué raro… Y cómo tardaste tanto entonces?

- Las vistas eran espectaculares, estaba sacando fotos.

- Aigoo… Tú y tus dichosas fotos… - Rió entre mis brazos y le sonreí. – Y L.Joe?

- Ni idea, se quedó arriba.

Volvimos a entrar en la sala de prácticas, y decidí borrar la culpabilidad que sentía para centrarme completamente en mi trabajo.

 

*POV L.Joe*

 

Sungjong y yo nos mirábamos en silencio.

- Qué demonios te pasa? – Mascullé por fin. – De verdad te crees las ñoñerías que te ha dicho?

- No sabes lo que me ha dicho. – Sollozó, secándose el rostro con la manga de la sudadera.

- Me lo puedo imaginar. – Resoplé.

- En realidad… - Bajó la mirada y la fijó en el suelo de cemento. – No le creo… Pero quiero hacerlo, así que simplemente me dejo querer.

- No te quiere. – Le espeté, haciendo que el dolor de su expresión se acentuase.

- Eso no lo sabes.

- Eso lo sabemos tanto yo como tú.

- Tú no sabes nada.

- Ojalá fuese así…

Sungjong sollozaba sin cesar y yo suspiré, acercándome a él y teniéndole un pañuelo.

- Toma.

Lo tomó con suavidad y me miró, sonriendo con dulzura.

- Gracias. – De alguna forma y por algún motivo, esa sonrisa se quedó marcada en mi rostro.

- Tienes una sonrisa muy bonita. – Le sonreí y el la borró, bajando la mirada apresuradamente.

- Qué va… No es cierto.

- Qué tonto eres! – Reí, dándole una palmadita en la espalda. Él rió un poco y me sentí mejor. – Oye… - Levantó la mirada hacia mí. Había logrado captar su atención. – De verdad, no eres menos que nadie… No te humilles de esta forma. Te he visto sobre el escenario… Cantas bien, bailas bien, y tienes una imagen que impresiona… Estoy seguro de que tras el escenario también derrochas carisma. No la tires por alguien que te menosprecia y te quiere tener escondido en la sombra en vez de presumir de ti. No te mereces eso.

Me miró, sorprendido, y bajó la mirada de nuevo.

- Gracias… L.Joe.

- Llámame Byunghyun. – Me miró, sonriente.

- Gracias, Byunghyun.

Esa noche, aun durmiendo al lado de Chanhee, soñé con esa sonrisa dulce y pura. Era infantil pero adulta al mismo tiempo. Era una sonrisa preciosa.

 

-Fin-

 

Notas finales:

Espero que os haya gustado el primer capítulo! ^^

Dejad Reviews con cariño y amor incondicional~ :3


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