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Juegos y Travesuras por Rosalind Tussaud

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Notas del fanfic:

Re-subido ^^u

Al acabar de ver el programa, las ideas lelgaron solas luego de una enorme pregunta ¿Que habrá hecho luego Yong? Detrás de esa cara de angel se esconde un devil celoso. 

Eso pensé =3

¡Disfruten!

Notas del capitulo:

Editado, corregido y si, aumentado 

La vez anterior faltó una parte muy importante, y deje fuera el lemon XP 

No volverá a ocurrir, palabra de Boice Pervert ^^/

Luego de acabar de grabar el Weekly Idol, los chicos de CNBLUE fueron al departamento a cenar y relajarse un poco. El manager se disculpó por no acompañarlos ya que tenía cosas que hacer aun. Pidió la cena y apenas los vio entrar a l edificio, arranco la camioneta perdiéndose en las oscuras calles del a cuidad.

 

La cena fue acompañada por risas y comentarios respecto al Show: JungShin era aporreado con comentarios hacia su baile y la mirada desolada que tuvo cuando no le dieron al principio un trozo de carne.

 

—¡Realmente estaba deliciosa! — canturreó JongHyun haciéndolo enojar. Aún conservaba una enorme sonrisa, sus hoyuelos relucían adorables y sus ojos enormes brillaban más que de costumbre. YongHwa entraba de lleno en la plática sin quitarle la vista de encima al guitarrista.

 

Todo en el show hubiera sido perfecto…. Si ese fragmento de juego jamás hubiera pasado.

 

Maldito momento, maldita fruta redonda y rojiza. Maldito él mismo por ser endiabladamente celoso. Era solo un juego, y él tuvo que hacer lo mismo con el maknae. Pero se aseguró de mostrar que le sería difícil hacerlo, así Jonghyun no podría enojarse más tarde por el contacto íntimo. No era como si el guitarrista demostrara con facilidad sus celos, pero más valía prevenir.

 

—¡Ustedes no tenían el obstáculo de lidiar con alturas tan diferentes! Escuchó decir a Jungshin. Los tres estallaron en carcajadas.

 

—No culpes a la diferencia de tamaños, sino a tu pésima suerte —expuso JongHyun dando otro sorbo a su cerveza. YongHwa lo imitó y evito hacer comentarios.

 

En resumidas cuentas, lo mataba el hecho de que su amado no opuso resistencia ni queja alguna sobre ser pareja de MinHyuk, incluso se levantó del banco sonriente y disfrutó el momento. Hubo un momento en el cual ambos rostros quedaron a escasos centímetros, YongHwa y su autocontrol,  luchó por no saltar de su asiento y detener el juego.

 

Aunque la cena estaba deliciosa, llego el momento en el cual no pudo comer nada más. Tenía un bloqueo, era su estómago lleno, o la terrible sensación de llevarse al guitarrista a su habitación y borrarle los roces que tuvo con MinHyuk. No supo del todo, pero se maldijo por su instinto de poseerlo por completo, y que nadie más que él pudiera tocarlo. Fue a la cocina por algo que le ayudaría con su nada inocente idea y encontró una naranja. Cuando volvió a la mesa todos lo miraban extrañados.

 

—Yo también creo que nuestro maknae tiene dificultades en estos juegos. Pero yo si soy bueno — explicó con una sonrisa traviesa, mirando de frente a JongHyun mientras jugaba con la fruta en sus manos.  No le importó demasiado que los menores estuvieran presentes; sería un simple juego en apariencia, aunque la idea era que solo JongHyun entendiera lo que se escondía detrás de sus acciones. Con su objetivo en la mira avanzo sin dudas hasta él. El menor leyó su expresión de inmediato, acostumbrado a lo impetuoso y arrebatado de su carácter cuando los celos lo dominaban. ¿Qué había hecho ahora? No encontró respuesta. Aunque de algo estaba  seguro, YongHwa era demasiado convincente con sus acciones. Tragó saliva y se puso de pie hipnotizado por los ojos llenos de fuego de su líder. Las piernas le temblaron y no pudo evitar estremecerse.

 

YongHwa asintió levemente y se relamió con deseo el labio inferior.

 

Frente a frente, ojos felinos contra ojos lujuriosos. JongHyun tragó saliva y sus piernas temblaron levemente sin poder evitarlo al ver como YongHwa fue decidido para acercarse a él y colocar la manzana entre ambas frentes. Una vez hecho esto, el menor supo que había aceptado todas las consecuencias de que al jugar con fuego podía salir quemado. El aura del líder era lujuria en su estado más puro, ese que solo venia acompañada por su instinto celoso-asesino-posesivo. Ambos estaban tan acoplados en cuerpo y alma que cuando uno tenia sueño, el otro bostezaba. Cuando uno tenía hambre, el otro ya estaba buscando que comerían. Y cuando uno tenía ganas de hacer el amor, el otro ya estaba ansioso por empezar.

 

Jonghyun tragó saliva, la fruta rojiza era la única barrera entre dos cuerpos que deseaban sentirse sin el estorbo de los prejuicios y el bien ser.  Yongwha se aseguró de darle la espalda a los menores para poder enloquecer a su amante con sus mejores movimientos. Primero, rodeo a Jong de la cintura con ambos brazos y empezó a delinear su espalda con suaves roces.

 

—Empieza a bajarla — ordenó con voz autoritaria, esa que JongHyun no podía ignorar. El mayor podía pedirle un milagro, y él lo cumpliría al instante solo por esa voz que le doblaba la voluntad y hacia desaparecer su orgullo.

 

La manzana inicio su viaje descendente, haciendo que más cuerpos jugaran a juntarse y separarse, cuando los labios presurosos de Jong casi sucumbían a los de su mayor, éste último bajó su mano que acariciaba sus omoplatos y acaricio el firme trasero del guitarrista, haciendo presión como si sus dedos lo embistieran. Jong busco soporte en la playera de Yong y se agarró fuertemente, pellizcando un poco de su piel. Tuvo que morder su lengua casi haciéndose daño para no emitir algún sonido y alarmar a sus menores. Vio a Yong sonreír victorioso, soberbio y apasionado al lograr tanto, con tan poco.  Pero ese era apeonas el comienzo…

 

—¡Continúen con eso! Aun veo al manzana en el mismo sitio! — bromeo Jungshin seguido de una enorme carcajada. Desde su asiento era imposible ver el recorrido de la fruta, pero era innegable que el juego había tomado otra dirección y le era bastante agradable molestar a su mayor con esos comentarios.

 

El guitarrista omitió una mala palabra y soltó el aire en sus pulmones con furia, retomando algo de control sobre sí mismo que perdió por esas aterradoras y sensuales manos. Se concentró en el juego, pero Yong lo último que quería era que el momento se volviera serio. Co un gesto provocativo, paso su lengua por su labio superior y mordió su labio inferior, fue una mordida lujuriosa que provoco que Jong brincara e intento alejarse. La manzana resbaló como era obvio y amenazo con caer al suelo, pero Yong fue rápido y subió una de sus manos a la nuca del menor para mantenerlo cerca y evitar que cayera y terminara el juego.  La posición en la que quedaron, fue perfecta para el dominante, y mortal para el sumiso.

Notas finales:

¡Amo a esta pareja! Jajaja no se nota verdad?

 

enserio, que placer y privilegio escribir este fic, y les agradesco por leer,

¡¡¡¡Hasta el próximo!!!

 


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