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EL TERCERO EN DISCORDIA por crystalwall

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, solo los tomo prestado para hacerles sufrir

Notas del capitulo:

Hola, les traigo una nueva historia, esta es un tanto fresca y traté de hacerla divertida, pero escribir comedia es complicado, me quedó mas romántica que cualquier cosa, espero que les guste 

Capítulo 1.- Saliendo del clóset

 

Era tarde en la noche cuando un hombre de cabellos rubios llegó a un bar, esa no era su ruta habitual ni mucho menos, ni siquiera le gustaba el alcohol pero esa noche necesitaba un trago con urgencia así que se sacó su abrigo para colgarlo en una de las perchas que estaban junto a la puerta y sin pensarlo dos veces se dirigió a la barra, se sentó en uno de los taburetes y respiró profundo

- Un whisky por favor, doble y en las rocas – dijo el rubio al cantinero que estaba limpiando un vaso con su mantel y dejando a un lado esta tarea le sirvió el trago a su nuevo cliente preguntándole:

- Todo bien?

- No… me quiero morir – dijo el rubio apurando su trago de una sola vez y señalando el vaso vacío al cantinero que lo volvió a llenar pero retuvo el vaso sin entregárselo al decir:

- Sé que no es mi problema pero si vas a beber así, necesito que me des las llaves de tu auto y tu tarjeta de crédito, no te puedes ir sin pagar alegando borrachera extrema y tampoco puedo dejar que manejes, si me los das yo te serviré todo lo que quieras, trato hecho?

- Si… lo que quieras, pero dame mi trago

- Está bien…

 

El cantinero era el dueño de aquel bar y lo había atendido mas de 15 años, y únicamente un lío de amores podía tener a aquel pobre hombre en ese estado tan lastimero

- Problemas con la esposa? – preguntó el cantinero luego del tercer whisky, este extraño estaba vistiendo traje, no tenía ningún tipo de accesorio, no estaba usando maquillaje, no tenía tatuajes ni ningún tipo de distintivo como la mayoría de sus clientes, el dueño del bar pensaba que este extraño se había equivocado de lugar al entrar  

- No, peor la verdad, problemas con mi padre, con mi hermano menor, con mi novio… solo falta que me muerda un perro – dijo el rubio vaciando nuevamente el vaso pero puso la mano sobre él cuando el cantinero acercó la botella para rellanarlo

- Bueno… es lo más sensato que has hecho desde que has llegado, pretzel? – el cantinero sacó de debajo de la barra un pocillo lleno de pretzels y el rubio se llevó uno a la boca

- Es cierto que a los cantineros todo el mundo le cuenta sus problemas?

- A veces, no es regla general, me quieres contar los tuyos?

- De vez en cuando necesito una persona que vea las cosas de manera diferente, solo para comprobar que el loco no soy yo -  contestó el rubio meneando la cabeza

- Usualmente de locos todos tenemos un poco aunque tu no lo aparentas, qué te pasa?

- Primero déjame decirte mi nombre, Shaka, Shaka Mahan y trabajo en el hospital del fin de la calle, soy cirujano – el rubio extendió la mano y ahí el cantinero entendió las razones que tenía aquel hombre para no embriagarse con regularidad, ser cirujano era una profesión de mucha responsabilidad

- Mi nombre es Aldebarán Taurus y este es mi bar, estoy supliendo a mi cantinero estrella que se enfermó hoy en la noche, no soy psicólogo ni mucho menos pero como tu dices, a veces el contarle nuestras cosas a un extraño lo pone  todo en perspectiva, si te puedo ayudar en algo estaré feliz de hacerlo, ahora si dime qué te pasa

- Bueno… el simple hecho de estar aquí te dice claramente que soy gay

- Pues si, era eso o que habías perdido una apuesta con tus amigos – dijo el cantinero con una sonrisa divertida, ese era el único bar gay de la calle y estaba algo lleno para ser miércoles  al caer la noche

- No, este es el único bar gay que conozco y nunca había entrado, no perdí ninguna apuesta pero… el problema es que… hasta hace poco mi familia no lo sabía, para mi nunca ha sido fácil hablar con ellos, y nunca fue un problema antes

- Cómo no pudo haber sido un problema? – preguntó el dueño del bar frunciendo el ceño, en su experiencia las salidas del closet de las personas siempre traían consigo mucho dolor y resentimiento

- Lo que pasa es que… no me llevo mucho con mi hermano menor, es un idiota si quieres saber la verdad y mi padre pues… solo digamos que casi le dio un infarto cuando se enteró de que soy gay, no es lo que se podría llamar viejo pero, es chapado a la antigua y enterarse de que soy… lo que soy, le pegó y muy duro – cuando Shaka dijo esto meneó la cabeza

- Asumo que se enteró hace no mucho?

- Si, se enteró hace casi una semana cuando decidió venir a visitarme de sorpresa, las cosas estuvieron así:

 

***

Shaka estaba en el hospital acabando de igualarse en sus historias clínicas, cuando recibió una llamada algo inesperada

- Papá?, cómo estás?, hace tiempo que no se nada de ti?, estás bien?, y Hyoga?

- Hijo tranquilo que todo está bien, tu hermano está conmigo y decidimos pasar por el centro y ya se nos hizo tarde, tu aún estás en el hospital?

- Si papá, mi turno acaba en una hora mas o menos, estás viniendo para acá?

- No, te esperamos en tu departamento porque estamos llevando la cena, de paso charlamos un rato, te has desaparecido de nuestras vidas y eso no me gusta, podemos ver el partido de futbol en la tele, qué dices hijo?

- Papá… - Shaka suspiró con cansancio, quería negarse porque la relación con su padre era complicada y con su hermano en mayor medida, los quería mucho pero se llevaban mejor cuando no se veían, Shaka decía que así se extrañaban, pero su padre no estaba por aceptar un “no” por respuesta, así que interrumpió a su hijo antes de que tuviera la oportunidad de negarse al decir:

- No me digas que estás muy ocupado para ver a tu familia?

- No es eso papá

- Genial, nos vemos en un par de horas, la llave extra está aún bajo el extintor de incendios del pasillo?

- Si papá, ahí está – dijo Shaka resignado a pasar la noche con los otros miembros de su familia

- Muy bien hijo, nos vemos pronto, adiós

- Adiós papá

 

Shaka colgó el teléfono y enseguida marcó otro número, Shun, su novio, estaba de viaje visitando a su papá y a su hermano en Okinawa, supuestamente llegaría al día siguiente pero era mejor asegurarse, no vaya  a ser que su novio haya vuelto para sorprenderlo, ahí el sorprendido no sería solo él sino su padre y su hermano también, y no se diga el propio Shun

- Hola amor, me extrañas? – una conocida voz habló por la línea y Shaka no pudo evitar sonreír

- Claro que te extraño Shun, cómo están las cosas con tu familia?

- Te mandaron saludos y papá me dijo que, la próxima vez que venga a visitarlos quiere que me acompañes y así los pueda presentar

- Que amable de tu papá, y cómo están los planes?, si vienes mañana?

- Si… Ikky quiere que me quede un par de días mas en casa, su negocio de los vinos está genial y voy a hacer el diseño de su nuevo logotipo y toda la cosa, a mi papá le encantó el cuadro que hice para su sala y ya lo colgó, no sabes mi amor… eso fue genial, el que tu padre esté orgulloso de lo que haces no tiene precio – el tono de Shun era por demás relajado, hacía mas de seis meses que no visitaba a su familia y los extrañaba horrores

- Lo se, te voy a extrañar pequeño pero nos vemos mañana, verdad?

- Si, hasta mañana amor y por favor come algo decente, la comida de la cafetería del hospital es terrible, espero  que no hayas comido solo palomitas con coca cola todas las noches – Shun sabía que su novio tenía muchas cualidades, la cocina no era una de ellas

- Hoy voy a comer un stake, te lo prometo, suena bien?

- Suena mejor que lo que voy a comer yo, desde que mi papá está en la onda de la comida saludable he comido tofu en todas sus presentaciones, lo bueno es que Ikky me llevó a comer hamburguesas de contrabando, su esposa es vegetariana también y mi pobre hermano con la excusa de pasar un tiempo a solas conmigo se dedicó esta semana a comer todo lo que no debe, ha estado delicioso no te voy a mentir, nada saludable pero muy divertido, Ikky te va a agradar cuando lo conozcas

- Me alegro pequeño, que tengas una buena noche y salúdame a tu familia por favor

- Ok., te amo Shaka, bye

- Yo también te amo Shun, bye

 

Shaka respiró aliviado, su vida era mucho mas simple antes cuando estaba solo, pero era infinitamente mas vacía y aburrida también, el cirujano suspiró y fue caminando por los pasillos a hacer las últimas rondas a sus pacientes del post operatorio antes de ir a su casa, y mientras lo hacía sus pensamientos fueron hacia Shun

 

Shun era pintor, lo había conocido hace seis meses en una galería, el hospital había hecho la fiesta de navidad en una galería en el centro y estaban en exhibición varias de las pinturas de un autor nuevo y desconocido, Shaka no era una persona  muy sociable, por lo que con una copa de champagne en la mano estaba de pie admirando una de las pinturas cuando a lo lejos del salón, unos ojos verdes atrajeron su mirada

 

Al inicio Shaka pensó que aquel debía ser un ángel, nunca había visto un muchacho tan hermoso, no era muy alto y era algo delgado, su piel era blanca cual porcelana, sus facciones finas eran enmarcadas por un sedoso cabello verde que hacia juego con sus ojos, que eran del mismo color

 

Esa noche Shaka se sentía solo a causa de las fechas navideñas, eso y un par de copas mas fueron motivo suficiente para que el joven médico tomara valor de donde no tenía y se acercara a charlar con aquel atractivo muchacho, la suerte y los planetas se alinearon porque la química entre ellos fue instantánea, Shun resultó ser uno de los artistas que habían exhibido sus obras y al final de la noche compartieron muchos detalles de sus vidas y un beso bajo el muérdago en el salón

 

A partir de ese día la tranquila y aburrida vida del médico se llenó de color y vida cuando el alegre pintor empezó a salir con él.  Shaka nunca se había enamorado antes, había tenido varios amantes y revuelques a través de los años pero nunca había tenido un novio, esa era una de las causas por las que su familia no sabía acerca de su orientación sexual, como el rubio era bastante reservado y nunca le había presentado su pareja a su padre o a su hermano, el tema de su homosexualidad no había salido a flote… todavía…

 

Shaka pensaba que el ocultarle la verdad a su padre y a su hermano no representaba un problema, ya cuando encontrara una pareja que ameritara causarle un infarto a su padre le hablaría francamente sobre sus preferencias sexuales, y al parecer el tiempo había llegado porque poco a poco Shun empezó a llenar mas y mas espacios de su vida y de sus días, al punto que hacía mas o menos un mes atrás, el joven pintor, se había mudado a su departamento y ahora vivían juntos.

 

Esa noche Shaka llegó a casa para encontrar a su padre y a su hermano afanados en la cocina, Hyoga que era su hermano menor y al que se parecía mucho, estaba apoyado en el refrigerador tomando una cerveza mientras que Asmita estaba apoyado en el mesón de la cocina con una botella de agua mineral con gas en las manos, Shaka sonrió cuando abrazó a su padre y a su hermano, no los había visto casi en tres meses

- Hijo… que alegría verte, pero mira nada mas… como que has subido un poco de peso desde la última vez que te vi, verdad Hyoga? – Asmita era un hombre rubio que llevaba el cabello largo como su hijo, a decir verdad los tres hombres de esa familia se parecían mucho, tenían el mismo tono de ojos, azul celeste, sus cabellos eran rubios y sus facciones eran finas, muy muy atractivos

- Pues si, te estás dedicando a los dulces Shaka? – preguntó el rubio de cabellos un poco mas cortos dedicándole una sonrisa algo cómplice a su hermano que meneó la cabeza y dijo:

- No no no, los dulces no son lo mío, desde hace cuánto me conoces Hyoga?

- Mucho tiempo, por eso me sorprendió esto – el joven rubio abrió uno de los cajones de la cocina y en ese cajón habían tres cajas a medio comer de chocolates de diferentes marcas, una funda de masmelos y una caja de barras de sneakers que estaba casi vacía, ese era el cajón de las golosinas de Shun, Shaka como nunca se paseaba siquiera por la cocina no sabía que eso estaba ahí, y al verse expuesto por su hermano cerró el cajón y dijo:

- Todo el mundo tiene derecho a tener un vicio, dejé de fumar hace un par de años, algún vicio tenía que tener, no? – respondió Shaka a la defensiva, y el asunto de los dulces era álgido porque Asmita tenía la presión y la glucosa algo alta y Shaka le había hablado duramente sobre las consecuencias del azúcar en su vida, como consecuencia le había prohibido comer muchas cosas, Hyoga recordaba que Asmita solía tener dulces escondidos en la casa y Shaka le hacía requisas es los cajones de su velador y closet para confiscar sus pecaminosos dulces, lo gracioso de la situación era que  Shaka se ponía de ejemplo ante su padre, pero ahora al Hyoga haber encontrado aquel cajón de golosinas, le había quitado toda autoridad de decir nada en contra de los dulces si supuestamente él también los comía.

- Ajá… cómete un chocolate, anda, cómete un chocolate – Hyoga tomó una de las cajas y se la ofreció a su hermano que lo miro con ojos asesinos, Asmita veía a sus hijos discutir como niños chiquitos y sonreía divertido, el mayor estaba orgulloso de sus hijos, Shaka era cirujano y Hyoga era detective en la sección de Homicidios de Tokio

- Cómetelo tu – dijo Shaka dándose la vuelta mientras se sacaba el saco y bufando fue por el pasillo para dejar sus cosas en la habitación, Hyoga reía con su padre y meneaba la cabeza divertido

 

Cuando Shaka regresó estaba vistiendo unos pantalones sencillos de casa y una camisa floja, el dueño de casa fue directo al refrigerador y sacó una cerveza

- Escúpelo… - dijo Hyoga que estaba de espaldas volteando los stakes en el sartén

- Qué quieres que escupa? – preguntó Shaka aunque ya sabía a lo que su hermano se refería

- Hijo… por todos los dioses… qué es esto?, te lastimaste? – Asmita se había fijado en la camisa que Shaka estaba usando y en el filo de la parte trasera de abajo tenía una mancha roja que parecía ser sangre, Shaka se contorsionó para ver lo que su padre estaba señalando y dejó su cerveza en el mesón suspirando con cansancio, esta era la tercera camisa que Shun le manchaba de pintura

- No papá… es pintura… no es nada – Shaka se desabotonó la camisa y se la sacó, fue hasta la lavandería a dejar la camisa en la canasta de ropa sucia y Hyoga arqueó una ceja al verlo pasar, en verdad que su hermano estaba mas llenito, seguía siendo atlético, conservaba los cuadritos en el estómago de los que se sentía orgulloso, pero si estaba como que mas anchito

- Ya en serio Shaka, tienes novia?, tu? – Hyoga tenía la paleta con la que estaba virando los stakes en la mano y señalaba acusadoramente a su hermano que se iba poniendo cada vez mas incómodo, Asmita dejó su botella de agua en el mesón y abrazó a su medio desnudo hijo diciendo:

- Hijo… estoy tan feliz por ti de ser eso cierto, ya era hora de que encontraras una linda muchacha que cuide de ti, pero quién es?, cómo se llama?, donde trabaja?, trabaja verdad???

- Papá por favor… - Shaka se soltó del abrazo de su padre y tomó un buso que estaba doblado sobre la secadora para ponérselo, esta vez Asmita no dijo nada pero, ese buso igual tenía una mancha de pintura en el costado derecho

- Así que es pintora, wow… conociéndote yo hubiera apostado que tu novia sería una profesora, otra doctora o algo así, me sorprende que te hayas decidido por una artista, no lo crees papá?

- Pintora?, cómo rayos…

- Soy detective hermanito por lo que no podrás engañarme tan fácilmente, además tu camisa estaba manchada de pintura roja y tus paredes son blancas – dijo Hyoga encogiéndose de hombros exponiendo sus deducciones

- Deja de jugar al detective conmigo porque así menos te voy a contar nada – dijo Shaka tomando nuevamente su cerveza para darle un sorbito

- Ya no te enojes, que genio el que te manejas, pero de cualquier manera no importa, además… ya sabemos cosas de ella así tu quieras mantener el hermetismo, es pintora, aparentemente le gusta usar tu ropa mientras pinta, le gustan los dulces e inexplicablemente le gustas tu, no será que es paciente psiquiátrica del hospital? – a Hyoga le encantaba hacer rabiar a su hermano mayor, al detective le parecía una de las cosas mas graciosas de la vida, el ver la vena que le latía en la frente a Shaka cuando se moría de las iras, y al parecer esa noche lo conseguiría porque Shaka le dijo en un tono frío y mirándolo con furia:

- Cállate Hyoga…

 

Hyoga estalló en risas que hizo sonreír a su padre que le acarició la mejilla a su hijo mayor y le dijo:

- No importa lo que sea ella, si tu eres feliz es lo único que importa, ya están esos stakes Hyoga?, me muero de hambre – Asmita sacó del refrigerador la ensalada que habían traído de una de las pizzerías cercanas y la puso en la mesa que ya estaba lista y preparada para los tres, Shaka no sabía como explicarse ante su padre y su hermano en lo que concernía a su nueva relación, Shun era todo lo que Hyoga había dicho con una pequeña diferencia, (bueno no tan pequeña), Shun era un hombre… rayos…

 

La cena estuvo cargada de comentarios maliciosos de Hyoga, tratando de averiguar mas datos sobre su futura cuñada y de las respuestas cortantes de Shaka, que no quería decir nada, cuando el mas joven de la casa se cansó de molestar a su hermano mayor, la conversación cambió al trabajo de Hyoga, el joven detective siempre tenía historias para contar y esa noche estaban hablando de un asesino en serie que tenía preocupada a toda la población de Tokio, Hyoga no estaba en ese caso pero lo seguía de cerca, le hubiera gustado participar porque ese era uno de esos casos que hacían carreras dentro de la fuerza policial

 

Asmita estaba hablando de su empresa y de que estaba pensando retirarse, a este comentario ninguno de los dos muchachos dijo nada, ese fue un tema álgido hace mucho tiempo, primero cuando Shaka decidió que iba a estudiar medicina y no Finanzas, y luego cuando Hyoga entró a la escuela de policía.  Asmita ya había hecho paz con el hecho de que sus hijos no iban a continuar con el negocio familiar y a la corta o a la larga le iba a tocar vender su empresa, Asmita quería viajar por el mundo pero no quería hacerlo solo, tampoco quería buscar pareja, el mayor no quería nada pero lo quería todo, así había sido por años desde que su esposa murió

 

Esa noche terminó luego de un último té que se tomaron una vez finalizada la comida, Asmita abrazó a su hijo al despedirse y le dijo tomando sus manos:

- Yo se que vives ocupado Shaka pero date tiempo de ver a tu padre y a tu hermano, no voy a vivir para siempre y cuando yo ya no esté, me vas a extrañar – dijo Asmita en tono serio, Hyoga meneó la cabeza como siempre lo hacía cuando su padre se ponía apocalíptico

- No digas esas cosas papá, tu estás mas fuerte que un roble – contestó Shaka con mucha seguridad, su padre tenía los achaques propios de la edad pero en términos generales estaba muy bien

- Si… pero hasta los robles se secan, espero verte un poco mas seguido por la casa aunque ahora que tienes novia por lo menos me han vuelto las esperanzas de tener nietos, por favor lleva a tu novia que quiero conocerla, te prometo que no le voy a mostrar las fotografías de cuando eras pequeño y corrías desnudo por la playa – dijo Asmita con una cálida sonrisa, la idea de tener nietos siempre le había encantado y sus hijos se estaban tardando, al paso que iban, Asmita pensaba que se iba a morir antes de tener nietos a los que consentir

- Papá por todos los dioses… quema esas fotografías – dijo Shaka abrazando a su padre sin poder contener una sonrisa

- Yo no hago esos ofrecimientos, si consigo esas fotografías le hago una presentación en un video a tu novia o lo subo a mi página de Facebook, al youtube también – dijo Hyoga abrazando a su hermano mayor que lo abrazó y le dijo:

- Tu haces un video de esas fotos y yo haré un video con esas otras fotografías que tengo tuyas, con ya sabes quien y ya sabes en donde, señor detective famoso – dijo Shaka con una sonrisita malévola que Hyoga correspondió, era cierto que al menor le encantaba molestar al mayor pero eso no quitaba que Shaka se pudiera defender

- Ya ya ya, eso es golpe bajo, no te pierdas hermano, te extraño, no tengo con quien pelear ni a quien molestar

- Consíguete una novia entonces – respondió el médico y Hyoga sonrió de manera triunfal

- Lo admitiste, lo admitiste!!!!!!!, si tienes una novia

- Ya vete  Hyoga…

 

Shaka despidió a su familia de la casa y se recostó en la puerta, el tiempo se acercaba en el que tendría que sincerarse con ellos y eso no sería nada fácil, lo que no sabía el rubio era que los planetas se estaban alineando para revelar su secreto…

 

Notas finales:

Y ahora... qué será que hace Shaka?, su padre y su hermano están tras la pista de su nueva novia, nos vemos en el capítulo nuevo en donde Shun regresa a la ciudad y todo cambia para el pobre Shaka 


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