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Waiting For You por LaXy

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Notas del fanfic:

Primer capitulo de esta historia. Espero les guste 

 

I Love BaekYeol~ <3

Notas del capitulo:

Bueno... este fic originalmente es publicado en el blog Utopia K-fiction. 

Aunque creo que aqui podre publicar mas seguido :)

 

Ameno día en el que llegaste por el bosque, Caminando entre los árboles y piedras.

En tu mirada habría de verme.

Seguro estaba que serias tú mi sol…y mi amor, lo descubriste...

 

 

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-Bienvenido a casa pequeño –La abuela era muy efusiva  con respecto a los abrazos, siempre terminaba ahogándome, pero nunca dije nada porque ya era casi una anciana acabada.  Por eso  había llegado a este pueblo; a cuidar de ella, estaba enferma y necesitaba alguien que le hiciera algunas cosas de las cuales ella ya no podía hacerse cargo.

No me agradaba el hecho de tener que dejar toda mi vida construida en Seúl para llegar a cuidar de una anciana, pero así tenía que ser, era mi abuela, nadie la cuidaría como yo y, yo mismo había aceptado la oferta nadie me obligó a hacer nada. Por lo que mis ojos veían este era un pueblo sin problema alguno, era tranquilo en toda la extensión de la palabra, seria aburrido estar aquí.

-Este es un pueblo muy aburrido ¿Verdad? –No pude evitar la pregunta. Ella me miró con una ligera mueca de diversión en su rostro.

-A veces suele ser así –Finalizo el tema. ¿Abecés? Eso quería decir que si pasaban cosas interesantes. –Este lugar tiene muchas leyendas –Añadió cautelosa. Era más que obvio que no quería darme más información de la necesaria.

Preparó el almuerzo en un abrir y cerrar de ojos, comimos mientras que ella me explicaba cómo era las cosas en ese pueblo, me decía que los días normalmente eran nublados y con mucha neblina. También me dijo que el bosque era uno de los lugares a donde debía procurar no acercarme. Pregunte la razón, aunque no tuve respuesta, no una lógica por lo que di tema finalizado. Después de comer levante los trastes y los lave, ayude a la abuela con la limpieza de la casa, mientras que ella se daba un baño.

Trate de no volver a tocar el tema del bosque, note como se tensaba con mis preguntas con respecto a ese tema, así que procurando su salud decidí dejar el tema por un lado. Una vez después de comer y dejar en cama a la abuela mientras descansaba, me había esperado toda la mañana en la estación del buz, debía estar agotada.

Me dispuse a dar mi primer tour por el pueblo. Tomé mi sudadera negra y un gorro de igual color y salí de la casa de la abuela. La vista era tal y como la abuela me había dicho, nublado con un frío que me estaba taladrando los huesos y una espesa neblina, no era cosa del otro mundo, seguramente habría días mejores.

Las calles estaban vacías, además con la neblina le daba un aspecto terrorífico. Seguí mi camino pasando por casas que eran similares a la de la abuela, una pequeña plaza con un parque donde debían jugar los niños, todo solo. Hice caso omiso y continúe caminando hasta llegar al sendero del bosque, la abuela me dijo que no entrara pero; para que son las reglas si no para romperlas. Continúe mi marcha adentrándome entre los árboles hasta perder la vista del pueblo y sólo poder ver árboles y arbustos.

 

Cada tramo que caminaba los árboles se hacían más grandes y tenebrosos, las hojas secas crujían bajo mis pies con cada paso que daba. De vez en cuando me detenía y me recargaba en la fría madera de los viejos árboles, la neblina me llamaba a adentrarme más entre el bosque. Seguí mi curiosidad y volví a tomar mi paso, miraba las hojas de color café que crujían a mi paso bajo mis botas.

Perdí la noción del tiempo, el cielo bajo tantas nubes que lo cubrían se podía ver azul oscuro, la abuela ya se habría despertado y estaría preocupada al no verme en la casa. Claramente podía inventar una excusa para no preocuparla diciéndole que había roto su regla y que había entrado al bosque. Pensaba que quizás era el momento de regresar.

Al dar vuelta algo llamo la atención de mis ojos, parecía una casa ¿Qué hacia una casa a mitad del bosque? Mi curiosidad le ganaba a mi temor por lo que me acerque. Muy bajo entre tanta neblina esa casa destellaba entre tanta espesura. Me iba acercando a paso lento, aún era tiempo de dar marcha atrás y regresar al pueblo, pero no lo hice y deje que mis pies me guiaran a la casa.

Mis ojos se abrieron a gran tamaño, era una casa muy hermosa y estaba en buenas condiciones. Era de madera seguramente de los árboles del bosque,  unas enormes ventanas en la segunda planta, una hermosa terraza, y una mesa de te en el jardín del frente. El jardín estaba realmente cuidado, con un enorme árbol en medio de este, a diferencia de los demás del bosque este  no daba un aspecto espeluznante, era viejo y frondoso con hojas de color y pequeñas flores rosadas en este, sin duda cuando salía el sol ese árbol debía ser el más hermoso de todos.

Dude si debía entrar. Di un paso quedando en el camino hecho de piedras pintadas de blanco y negro. Un ruido proveniente del interior de la casa me hizo pegar un salto, mire a todos lados buscando la fuente del sonido pero no encontré nada. Mire a la ventana de la planta de arriba y juraría que vi pasar una sombra, la sombra de una persona.

Mande al caño todo y salí corriendo de ese lugar, seguí así hasta que pude visualizar las casas del pueblo. Me detuve unos instantes recargando mi espalda en un árbol de madera dura y fría tratando de recuperar el aliento perdido debido a mi carrera, deje que mi cabeza descansara ahí por unos momentos hasta que mi respiración volvió a ser normal y me repuse del susto que me había llevado. Volví a caminar a la casa de mi abuela. Revise la hora, 8:30, rayos… cuanto tiempo pase fuera.

Cuando salí  del bosque encontré a un par de chicos en el sendero, al salir de ese lugar me miraron asustados, y con sus ojos abiertos a más no poder, se codearon y susurraron algo que no pude escuchar. Los mire con mala cara y me acerque a ellos.

-¿Sucede algo? –Cuestione con mala cara. Ellos me miraban sorprendidos pero aun así negaron con su cabeza.

-¿Fuiste a ese lugar solo? –Pregunto uno de ellos, tenía sus ojos grandes, ambos o sólo él me miro   alarmado.

-Sí, ¿Porque? –No entendía porque tanto miedo a un simple bosque, el chico suspiró. Se acercó a mí y puso su mano en mi hombro.

-¿Eres nuevo aquí verdad? –Asentí –Mira chico, los pueblerinos  de este lugar no frecuentan el bosque… -Soltó con algo de recelo en sus palabras.

-¿Por qué? – Me defendí.

-Porque dicen que es peligroso, han llegado a comentar que muchas personas entraron a ese bosque y no salieron, hay personas que jamás salen de ahí –Miró al bosque y continuó hablando –Dicen que esta maldito… -Bufe. No podía creerlo, un simple bosque jamás le había hecho daño a nadie.

-Son solo rumores, no debes creer todo lo que te cuentan –Añadió el otro chico. Sonreí por su respuesta acertada –Oh SeHun, él es Do KyungSoo  –Extendió su mano. La estreche con emoción.

-Byun BaekHyun –Sonreí abiertamente. Caí en cuenta de lo tarde que era y la abuela seguramente estaría echa un mar de nervios –Me tengo que ir, hasta luego chicos –Me despedí de los dos y salí a paso rápido alejándome a gran velocidad de ellos.

Mire de nueva cuenta la pantalla del teléfono, 9:00. No era tan tarde, por lo que baje el ritmo de mi paso. Las calles seguían igual que antes, o más vacías y la neblina estaba cada vez más densa. Regresar con SeHun y KyungSoo ya no era una opción, estaba a mitad del camino.

Sentí una mirada sobre mí, no de esas normales; esta era una profunda. Sentía el peligro y mi piel se erizaba al seguir sintiéndola a mis espaldas. Me pare en seco y me gire molesto. No había nadie en las calles, pero seguía sintiendo esa mirada profunda sobre mi persona, así como también podía sentir como el miedo comenzaba a recorrer mis venas haciendo que mi sangre viajara más rápido, casi podía sentirla golpeando mis venas.

Mire a todos lados buscando algo sin sentido y sin resultado. No me quedo más que salir corriendo de ahí. Corrí hasta poder ver la casa de la abuela, no espere más y brinque la cerca sin necesidad de abrirla. No tenía tiempo para eso. Llegue a la puerta gire la perilla, entre y de un portazo la cerré.

Por alguna razón no me sentía a salvo en ese lugar, seguía sintiendo esa mirada profunda sobre mí. Camine a la ventana y corrí un poco la cortina para ver afuera. No había nada, pero seguía sintiendo miedo. Sentí una mano sobre mi espalda y me gire alarmado.

-Hey…  ¿Dónde te habías metido BaekHyun? –Escandalizó mi abuela –Estas muy frio, y pálido –Comenzó a mirarme toda la cara.

-No pasa nada –Aparte su mano delicadamente. No quería que notara lo acelerado que tenía mi pulso, se alarmaría demasiado –Iré a arreglar mi habitación, cualquier cosa me llamas ¿Si? –Me escude. Ella asintió y me dio el paso libre, no dude y subí las escaleras hasta llegar a mi nueva habitación la abrí y cerré con un fuerte portazo.

Me sentí más aliviado por haber dejado de sentir esa mirada sobre mí. Deje escapar un suspiro y me avente a la cama, hundí mi rostro en las almohadas esperando a que el sueño apareciera, sin resultado alguno.

Me levante de la cama y comencé abrir las cajas de mis cosas. Saque libros, fotografías, mi laptop, y les fui dando lugar en los espacios libres, hasta que termine con mis pertenencias, bote las cajas. Cansado de tanto acomodar me quería botar de nuevo a la cama, pero era ahora o nunca terminaría, con pesadez saque mi ropa de las maletas y las acomode en el closet, mientras que la ropa, debido al cansancio solo las avente a los cajones de la cómoda.

Asee la habitación ya que estaba muy empolvada, cambie las sabanas. Mi abuela me dio un par de cortinas de tela voile para las ventanas. No me había dado cuenta de que tenía una vista realmente linda. En general no podía ver mucho, la neblina no dejaba ver nada. Pero seguramente tendría una buena vista del bosque. Después de todo lo que había sentido y me habían dicho, seguía en plan de seguir visitándolo. Aún tenía la curiosidad de saber porque había una casa a mitad de un bosque.

Quite las cortinas sucias y coloque las nuevas, abrí la ventana y me senté en la orilla mirando hacia afuera, soplaba un viento suave con una pequeña briza que me acariciaba mi rostro. Cerré mis ojos y recargue mi cabeza en el marco de la ventana, sentí un aroma proveniente del interior de la habitación, a mis espaldas, gire mi cabeza rápidamente buscando algo o alguien.

Estaba solo en mi cuarto, me levante de mi sitio y recorrí la habitación completamente tratando de encontrar algo sospechoso pero no había nada. La estancia en este pueblo se estaba volviendo escalofriante y entretenida, no era un pueblo tan aburrido como había pensado en un principio.

Me rendí finalmente y me recosté en mi cama, un aroma inundaba mis sentidos, era un aroma agradable; madera combinado con el perfume de alguna marca que no identificaba, era una esencia tranquilizadora. Abrí mis ojos sin el plan de encontrar a alguien ahí mismo. Mis ojos se abrieron en gran tamaño.

Alcance a ver una sombra, la sombra de una persona, un chico o la sombra de un hombre. Me levante con una velocidad impresionante de la cama pero al parpadear no había nada, nuevamente estaba solo. Sin embargo había dejado ese aroma de madera con perfume que tanto me tranquilizaba. Comenzaba a preguntarme si este era un costo por haber entrado al bosque. Volví a la ventana y de nueva cuenta  me senté esperando poder volver a sentir ese perfume. Pero esta vez no hubo nada.

Necesitaba saber si lo que me había dicho KyungSoo tenía verdad entre tanta paranoia suya. Seguramente la abuela me daría algunas respuestas, no todas pero sí tendría que decirme algo. En completa disposición me  levante de la ventana y salí en camino a hablar con la abuela. Un olor bastante agradable inundo mi olfato, busque en la cocina.

-Abuela… -Hizo un sonido que me indicaba que escuchaba. Traque saliva y continúe – ¿Puedo hacerte una pregunta? –Ella asintió mientras seguía cortando unos pedazos de tomates. Baje la mirada no sabía si me contestaría o me regañaría pero realmente tenía que saber – ¿Porque los aldeanos de aquí no visitan el bosque? –Lo había dicho. Ella me miró espantada y dejó  de hacer sus cosas mientras ponía el cuchillo en su sitio, se limpió las manos y me miro severa.

-¿Visitaste ese lugar? –Pregunto con voz severa al igual que su mirada. Asentí con la cabeza mientras que miraba el suelo. Me tomó las mejillas con ambas manos obligándome a mirarla –Baek no quiero que vayas más a ese lugar –Aclaró con el mismo tono de voz. Comenzaba a molestarme, acaso nadie era capaz de darme una buena respuesta.

-Dame una buena excusa para no ir otra vez –Proteste. Ella abrió sus ojos, no esperaba que le pidiera algo así.

-Es…es peligroso

-¿Pero por qué? –Volví a preguntar.

-¡Porque ha muerto gente en ese lugar…! -Espeto. La mire espantado, era la misma respuesta que la “leyenda” de KyungSoo. Pero aún me negaba a creer en esa hipótesis,  aun no aceptaba que ese bosque tan tranquilo ocultara algo, que muy a mi pesar me llamaba tanto la atención y que me alentaba a visitarlo con libertad cada vez que quisiera.

-Estas segura de eso –Asintió. Negué con mi cabeza – ¿Tú vistes los cuerpos? ¿Los viste entrar al bosque? ¿Cómo sabes que murieron y no salieron por otro rumbo? –No paraba de preguntar. Ella me negaba a cada una de mis preguntas, lo cual me molestaba más.

-Nadie sabe lo que realmente paso, se dice que entraron a ese lugar dos chicos y que jamás salieron se ahí –Soltó con temor. Abrí la boca para defender la teoría de mi abuela pero ella volvió a hablar callándome –Los aldeanos los buscaron pero jamás los encontraron, dicen que solo encontraron sangre en la tierra y en algunos de los arboles –Finalizó. No era suficiente como para no volver a entrar a ese lugar.

-En ese caso… ¿por qué hay una casa en el bosque? –No me detuve al preguntar. Ella abrió sus ojos, casi queriendo salirse de sus orbitas. Me miro aterrorizada y comenzó a ladear su cabeza.

-¿Qué tan lejos llegaste BaekHyun? –Preguntó con temor.

-Creo que a mitad del bosque, me detuve cuando llegue a una casa hermosa  -Sonreí al recordar lo linda que era, hecha de madera y en una perfecta arquitectura.

-¡No Baek! los aldeanos buscando a esos jóvenes llegaron a esa misma casa… -Espeto aun con el temor y un poco de histeria en su voz.

-¿Y? –intente defenderme.

-Uno de ellos murió en la entrada de esa casa. –Repuso. ¿Cómo sabia eso? –Nadie vio que lo mato, porque no se quedarían a ver, salieron corriendo de ese lugar. Desde entonces nadie entra a ese bosque

-¿Cómo sabes eso? –Proteste. Ella suspiro y cerró sus ojos.

-Mi abuelo fue uno de los que busco a los jóvenes, y se volvió loco después de presenciar tal cosa. –Respondió con tristeza, no debió ser algo fácil para ella. Pero aún seguía creyendo que ese bosque no era tan malo como decían, aunque nadie se enterara seguiría entrando ahí. –Prométeme que no entraras otra vez –Suplico. No era capaz de decirle que no, pero tampoco sería capaz de mantener mi promesa.

-Lo prometo –Pronuncie con un hilo de voz. La abuela sonrió dejando ver las arrugas debajo de sus ojos. Dio el tema por finalizado y continuó con la cena.

Me di la media vuelta y camine a la sala donde me boté en el sofá más grande y encendí el televisor. No había nada, así que al final termine por ver el canal de música. Cuando la abuela me llamo a cenar me levante y me volví a sentar en la mesa. La cena en particular fue en silencio, un silencio incomodo o al menos lo era para mí, pero no me atrevía a romperlo con más preguntas que exaltarían a la abuela y que podrían dañar su salud. Una vez que termine de comer levante y lave los trastes, una vez terminada mi actividad en la cocina di un beso en la mejilla de la abuela y subí a mi habitación.

Me di un baño y me puse mi pijama, lave mis dientes y cepille mi cabello, mis ojos se cerraban por el cansancio, por lo que deje unos cuantos nudos en mi cabello. Sin más distracciones me lance a la cama, y me hundí en las sabanas quedándome dormido casi al instante.

 

 

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-BaekHyun…Baek –Escuchaba un susurró proveniente de los árboles.

Estaba en un lugar que no conocía, era un risco con un lago bajo este y un pequeño claro rodeado por arbustos y árboles de gran tamaño que de cierta forma se veían terroríficos. Ladeaba mi cabeza buscando la fuente de la voz, y un aroma que ahora ya me era inconfundible. Entre tantos arbustos logre encontrar una sombra, la misma que vi en mi habitación. Era la misma persona.

-¿Quién eres? –Me limite a preguntar. No tenía miedo, pese al lugar y la situación en la que estaba, no tenía nada, ni una pizca de  miedo. Camine hacia la sombra a paso lento.

-No te acerques más –Dijo con voz suave. Lo mire extrañado, en  cierta manera era loco acercarse a una persona que no vez nada más que su sombra.

-¿Te conozco? –Cuestione. Pude escuchar su risa suave y grave – ¿Al menos puedes salir de ahí para que pueda verte? –Volví a preguntar. Lo vi negar con su cabeza.

-Me conocerás en persona, pero ahora no

-No te entiendo –Respondí confundido. El dio un paso al frente y se recargo en un árbol grande, pude notar que era de una estatura alta pero seguía siendo una simple sombra. Me comenzaba a desesperar.

-Dime BaekHyun… -Comento divertido – ¿Crees en todo lo que tus oídos escuchan? –Dude si debía contestar. Aunque era una sombra pude sentir su mirada sobre mí, mientras que yo desviaba mi vista al suelo y las hojas secas.

-Tal vez –Conteste seguro. El dejo escapar una risa y asintió, se reincorporo dando un paso atrás.

-Entonces, hasta pronto –Musito. Levante la vista del suelo y vi cómo se alejaba del claro dejándome solo. Comencé a  caminar en su misma dirección, pero había desaparecido, nada sorpresivo para mí…

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Desperté sofocado. Todo había sido un sueño bastante zafado y loco. Avente las sabanas con mis pies para quitármelas de encima, seguía algo confundido. Si todo eso se debía por haber entrado al bosque, si entraba de nuevo todo debía irse. Me levante sobándome la nuca  con un ligero dolor en esta misma.

Un viento frío entro por la ventana haciendo que centrara mi atención en esta. No recordaba haberla dejado abierta. El viento hizo que un aroma entrara al cuarto, un aroma de madera. Corrí a la ventana para buscar al dueño de ese aroma, pero las calles estaban solas. Solté un suspiro y di tema por terminado.

Tome algo de ropa de los cajones, hoy también sería un día de excursión al mismo lugar que ayer. Agarre lo primero que mis ojos vieron; unos jeans negros con rupturas a la altura de las rodillas y unas aberturas a la altura de los muslos y una camisa gris con un gravado de una clavera. A paso lento me dirigí al baño.

Tarde los veinte minutos normales, seque mi cabello y me asesore de desenredar los nudos que deje la noche anterior. Una vez bañado y con ropa limpia, tendí mi cama y salí del cuarto para buscar a la abuela. No la encontré por ningún lado, pero me había dejado una nota donde me decía que se había ido a trabajar en la biblioteca y que regresaría hasta la noche.

Eso presentaba la oportunidad perfecta para regresar al bosque.

Sin esperar más regrese a mi habitación y tome un gorro negro y mi sudadera de igual color, cerré la puerta y baje las escaleras a gran velocidad. Agarre unas llaves, y tome un vaso de jugo antes de salir.  Al abrir la puerta note que el día estaba bastante claro, no sería necesaria la sudadera, por lo que la avente al sofá, pero deje el gorro en mi cabeza.

Salí de la casa y cerré la puerta asegurándome de no dejarla abierta. Esta vez sí salí por la rejilla, una vez fuera del perímetro de la casa retome mi paso rápido pasando por las casas, la plaza y el parque, esta vez sí había personas y niños jugando, era una mañana bastante agradable.

Llegue al sendero del bosque, gire mi cabeza para asegurarme que nadie me seguía. Todas las personas estaban en sus asuntos, algunas madres cuidaban a sus hijos, pero nadie me prestaba atención. Una vez seguro volví mi atención al bosque, sonreí y volví a entrar y comencé a perderme entre los árboles, aun había neblina ente las copas de los arboles pero no era como el día anterior.

Volví a seguir el mismo camino que recordaba de mi visita de ayer. Volví a sonreír cuando note la destellante casa blanca. Sin dudarlo mis pies me guiaron entre los árboles, como si supieran exactamente a donde caminar.

Cuando volví a estar cerca de esa casa mis ojos destellaron por lo hermosa que era. Habían unas hojas secas sobre la mesa de te y el piso. Esta vez no dude y entre tocando con mis manos las rosas que florecían entre los espinales, antes de llegar a la puerta me desvié hacia el viejo árbol de flores rosas. Se veía incluso más hermoso que ayer.

Suspire y me senté en una de sus raíces sobresalientes de entre la tierra. Los pétalos de las flores caían uno por uno, algunos rozando mis pálidas mejillas. Debía ser el jardín más hermoso que jamás haya visto, vi muchos en Seúl, pero ninguno se comparaba con la belleza de este.

-Hacia tanto tiempo que no tenía visitas… –Escuche una voz a mis espaldas. Me levante del sitio donde estaba sentado, alarmado y con la piel del color de un papel debido al susto. Camine hacia donde había escuchado la voz, esperando no encontrar nada.

Me encontré con un chico de cabellos castaños anaranjados, con piel blanca, labios un tanto gruesos. Tenía los ojos cerrados con su rostro en dirección al cielo, mientras que el viento movía su cabello y su aroma llegaba a mi nariz, era un aroma de madera convidado con otra fragancia. Era la sombra que había estado viendo por toda la noche anterior.

El chico, ahora ya sabía que era un chico. Me sonrió mostrándome una hilera de dientes muy blancos, una sonrisa que no fui capaz de responder, suspiro y volvió su atención al cielo.

-Entonces… –Sonrió abiertamente – ¿Crees en todo lo que tus oídos escuchan, BaekHyun? –Sonrió con un brillo tenebroso en sus ojos castaños y grandes. Mi piel se erizo, tenía algo de miedo pero no me arrepentía de haber entrado a ese lugar. 


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