Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Yo puedo cuidarme solo por Sonrisas

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este pequeño fanfic lo vengo planeando hace mucho (¡Hasta tengo una croquera con 'mapas conceptuales' de él!) Espero que le den mucho amor, y todo eso. Gracias por leer.~

P. 
 
Jongin estaba convencido de que su madre le prestaría más atención después de ver el desastre que había dejado en la sala. Por todas las paredes yacían figuras bailarinas color rojo, azul y sobre todo violeta, manchando los muros con dibujos abstractos e informes para el ojo adulto, pero que suponían verdaderas obras de arte a los ojos del niño. Eran un grito por atención.  
 
  La atolondrada niñera seguía durmiendo; no tenía ni idea de lo que había pasado justo a metros de ella. Jongin había corrido al estudio de su madre, tomado sus óleos y los había mezclado con tempera en completo silencio, para después explayarse con ellas a lo largo de toda pared blanca a su alcance. Cómo él aún no era tan alto, tuvo que ayudarse con un sofá (que quedó con sus manitos bien marcadas en una mezcla de azul y rojo) para abarcar un poco más que sólo un margen patético de pared. Y ella ni siquiera cambió el tranquilo ritmo de su respiración. Jongin se aguantó las ganas de pintarle algo también en el rostro. 
 
 Cuando fue a lavarse la pintura, se abrió la puerta principal. Mientras el pequeño y divertido Jongin limpiaba la espesa mezcla de entre sus falanges, esa mujer gritaba con una histeria que incluso él pudo escuchar desde arriba. 
 
— Feliz cumpleaños, mamá.
 

                                      ▪ ▫▪ ▫▪ ▫▪ ▫▪ ▫▪ ▫ ▪ ▫▪ ▫▪ ▫▪ ▫▪ ▫▪ ▫ ▪ ▫▪ ▫▪ ▫▪ ▫▪ ▫▪ ▫ ▪ ▫▪ ▫▪ ▫▪ ▫▪ ▫▪ ▫

 
Shinhye amaba a su hijo (nadie podía ponerlo en duda), pero debía admitir que el tiempo nunca sería su fuerte. No lo fue cuando ella y el padre de Innie compartían deberes y dividían las tareas del hogar, mucho menos ahora qué, sola y con solo treinta años, debía lidiar con la crianza de un niño extremadamente curioso –incluso destructivo-  además de llevar dinero a la casa y mantener orden (porque nunca fue capaz de confiar del todo en las asesoras del hogar). Sabía que era una especie de manda que pagaba, que en algún momento Jongin maduraría y se convertiría en un hombre de provecho, que no pasaría su tiempo destruyendo paredes para escribir en un pésimo hangul una felicitación no menos adorable de cumpleaños. 
 
Mientras que el pequeño Jongin daba vueltas en el salón, y apuntaba aleatoriamente a su “Obra de arte”, Shinhye buscaba con desesperación un número en la vieja libreta de su madre. Bastaba decir que la señora Chang, aún con el buen servicio que le hubiera prestado durante esa semana, no era la más adecuada para continuar cuidando a su bebé (y que probablemente nadie lo era). Sólo había una persona en la que podría realmente confiar una tarea así. 
 
Shinhye era incapaz de enfadarse con Jongin, porque eso habría sido hipócrita de su parte. Ella fue aún más buscapleitos en su infancia, y fue el tiempo y el dinero lo que la hizo cambiar.
 
El niño se paró a su lado, puchereando con reproche porque no recibió los abrazos que había esperado. Mientras tanto su madre marcaba un número en su moderno teléfono celular, le negaba la mirada y trazaba pequeños dibujos en la superficie de su cabeza.
 
— ¿Buenas tardes? ¿Hablo con Kang Niah? 
 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).