-No estoy seguro de cómo empezó todo; ni siquiera estoy seguro de mí mismo. De lo que fui, de lo que seré… de lo que soy.
Tampoco estoy seguro de la realidad ni del tiempo; cuanto avanza, como crece; lo que veo, lo que siento y como me siento… ¿Acaso todo eso es real? No estoy seguro de nuevo.
¿Cómo empezar a deletrear lo que ocurrió? ¿Cómo explicar algo tan… irreal? Si para mí la realidad es esto, es lo que soy ahora, es lo que siento, lo que veo pero… ¿cómo asegurar que es cierto?
Supongo que empezaré desde el inicio. Si lo hago desde el final, creo que no se entendería.
No tengo cabeza ahora mismo para pensarlo; de hecho nunca la tengo. Los dolores son siempre tan fuertes que no lo puedo pensar. Los medicamentos son tan fuertes, que no puedo pensar, me nublan tanto la vista como el pensamiento que de nuevo… no puedo pensar.
La vida en realidad, nunca me ha gustado. No le encuentro mucho sentido a respirar, a despertar de repente un día después de dormir cuatro horas y… levantarte, ir al baño, ya sabes, hacer lo que todos conocemos como rutina. Desayunar, arreglarse, ir a la escuela, al trabajo, a una cita; lo que sea. Comer, hacer tarea, preocuparse por el trabajo o las calificaciones. Y todo para vivir todo lo que te quede de vida dependiendo de tu jefe, de tus padres, de tu compañero de habitación… casarse, tener hijos, envejecer…morir…
No tiene sentido nacer si sólo venimos a perder el tiempo con cosas tan simples y banales como esas, pero el problema es que… todo el mundo sólo se fija en eso. Qué va a comer al día siguiente, todas las juntas a las que debe asistir, no olvidarse de recoger a sus hijos en la escuela, recordar que debe de ir un desayuno con su jefe para que le suelte más dinero… todo ese tipo de cosas, simplemente me aburren.
Toda la vida me aburre, ¿para qué estudiar si igual nos vamos a morir? Cuando eso pase, ¿qué sucederá con todo lo que hiciste? ¿Con todo lo que hicimos? Al final todos los legados con el tiempo se olvidan, todos con el tiempo realmente vamos a morir… es por eso que no entiendo para qué vivir en un mundo tan desagradable y de porquería, donde les importa más orinar en inodoros de oro, que los niños que mueren de hambre en otros países; o cómo la gente gasta millones en operaciones e implantes de pechos, cuando los animales son torturados, y a nadie le importa… no merecen vivir… nadie lo merece…
¿Para qué respirar? No lo entiendo… o al menos no lo entendía tanto como ahora, porque la nueva diferencia esta vez es… bueno, técnicamente se podría decir que… estoy algo así cómo… ¿muerto?
Supongo que es la palabra más sensata y que mejor describe mi estado actual, un poco catatónico, pero lo suficiente fuerte como para mantenerme en pie y caminar. Seguramente todos, incluso yo me pregunto cómo me pude encontrar en una situación así, pero… bueno, supongo que soy muy fiel al hecho de que la secuencia de nuestras acciones, y las escenas que nos presenta la vida no son simple coincidencia, y si me encuentro ahora en esta forma, es porque… Dios, el universo, como quiera que se llame, congenió para darme esto… Darme, lo que alguien como yo necesitaba, después de estar tan aburrido con la vida. O al menos eso creo.
Así que empezaré diciendo que toda una serie de circunstancias fueron las que me trajeron hasta este punto y empezó así. –Terminaba de hablar aquél chico tan alto. Haciendo ademanes de estar recordando algo-
Hay algo que debería mencionar antes, y es muy importante, de lo contrario no se entendería mi forma de ser o de actuar en algunas situaciones. Lo diré claro… Soy bipolar…
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-¡Sasuke¡ ¿A dónde vas? –se notaba que en la voz de ese hombre, la preocupación se apoderaba de él-
-No te interesa –el chico temblaba e iba caminando de un lado a otro-
-Tienes que tomarte la medicina, ¿No entiendes qué…
- ¡Entender qué Itachi, ¿Entender qué? No te importa mi vida, no te importa nadie, a nadie le importa nada… imbécil, yo hago lo que quiero. ¡Siempre lo he hecho, a nadie le importa¡
- ¡Estás teniendo una crisis, maldita sea¡ ¡¿A caso quieres…¡
- ¡Sí¡ –Exclamaba fuerte- eso es lo que quiero, y siempre lo he querido, ¿No lo entiendes? ¡No quiero vivir, no quiero estar soportando toda esta mierda que hay alrededor de mí de vida ¡¡Eso es lo que quiero¡ -En ese momento, el chico al estar tan alterado, cómo pudo, se escapó de la vista de su hermano y salió corriendo de su casa. Sasuke sabía muy bien que “esa escena” era consecuencia de una recaída de la enfermedad por no tomar los medicamentos como debía. Pero como él mismo decía, lo que quería era morir. Comprendía también que conforme el tiempo pasara, después de alterarse tanto y no administrarse lo que necesitaba, comenzaría a sentirse mal, cansado, con sueño, de nuevo no vería lo que es realidad y lo que no… seguramente se desmayaría, y pedía que como diera lugar, por fin, después de hacerlo, no pudiera despertar.
Se metió entre las calles, sabía que Itachi saldría a buscarlo inmediatamente, sólo le llevaba unos segundos de ventaja. Logró colarse entre las más pequeñas existentes en los edificios, hasta que llegó a una especie de callejón al lado de uno de los bares de mala muerte de la ciudad.
Si bien la familia de Sasuke tenía algo de dinero, él trataba de vestirse como alguien “normal”, pero aun así al menos en esa zona se notaba que era de dinero. Algo que unos cuantos, pudieron percatar en el momento equivocado a la hora equivocada.
El joven comenzaba a perder la movilidad en el cuerpo, estaba sintiéndose aturdido y desorientado; el equilibrio le estaba fallando también. Pronto se desmayaría pero…-
-Miren nada más a quién tenemos aquí –de la nada dos tipos con muy mala pinta se acercaron al moreno. Tenían cadenas pesadas en el cuello, gorros y sudaderas viejas. Lucían completamente en la miseria, y por lo que se podía observar en sus rostros, no eran exactamente muy amigables; definitivamente eran de esos sujetos que parecen matones mal pagados por la sociedad. De esos que a veces la gente rica utiliza como chivos expiatorios para poder cometer sus pecados.-
-Pero si es el hijo de los Uchiha –replicaba el segundo hombre, con un tono de voz ligeramente chillante-
-¿Qué hace un joven de la alta sociedad por aquí? ¿A que le debemos el honor de su visita?
-Lárguense de aquí –Sasuke se recargaba de una pared-
-¿Sabes que esas no son formas de hablarle a la gente, maldito cabrón de mierda? Tienes mucho valor de venir por aquí, si sabes perfectamente que gente como tú no es bien recibida –el segundo asaltante ahora se había vuelto un tanto más agresivo en su manera de hablar, así como en su expresión corporal-
-No me importa en lo absoluto lo que tú o alguien más diga… no me interesa –el menor les restaba por completo importancia, algo que a esos hombres los estaba haciendo perder la poca paciencia que tenían-
-¿No crees que es muy altanero? –preguntaba uno de ellos-
-Sólo es un cabrón que cree que puede hacer lo que quiera porque tiene dinero…
-¿Ya viste su reloj? – ese niño, ya que parecía tener la misma edad que Sasuke, se acercaba a él para poder ver mejor lo que colgaba de su muñeca. La noche era algo fría, sólo se podía apreciar las siluetas de cada uno de ellos por la tenue luz verde que emanaba del letrero trasero del bar a dónde Sasuke había llegado. Aun así no podía distinguir las caras de ambos. Lo único perceptible era que uno de ellos tenía demasiada altura. Demasiado alto en realidad.-
-¿Sabías que tu reloj vale lo que nosotros necesitamos para comer en un mes? – El otro tipo le preguntaba directamente al somnoliento chico-
-Si quieres puedes llevártelo, maldito muerto de hambre –En ese momento, lo que hizo fue soltarse el reloj y lanzárselos como si de perros se tratara. Acto seguido, ambos hombres se enfurecieron y comenzaron a golpearlo. Se escuchaba la fuerza de los golpes en su cuerpo conforme el tiempo pasaba. Él sólo quería dormir, para siempre, y nunca más tener que abrir los ojos… cuando pensaba que esos sujetos iban a lograrlo, al sentir su sangre correr por boca y nariz, algo inusual… pasó.
Por detrás de ellos, alguien más, otra persona con una sudadera oscura, atravesó la barda tan alta que hacía de callejón, les cayó con todo su peso a los asaltantes, y cómo si de un héroe se tratara, comenzó a golpearlos incluso con mucha más fuerza… se podría decir que parecía algo irreal. Sasuke se encontraba en el suelo, más aturdido que antes, sólo podía encontrar el olor de la basura que se había regado por todo el lugar, el espesor de su sangre, el sabor del metal en ella; su cuerpo entero estaba adormecido, realmente no sentía dolor, sólo mucho sueño. Cuando vio, que aquél sujeto tenía una especie de navaja o cuchillo… no pudo creer lo que veía… ese hombre, mató a los otros dos… a puñaladas…
Lo único que pudo recordar antes de desmayarse fue sangre, mucha sangre, y la mirada que aquél sujeto le lanzó cuando se giró a verlo…
-¿A caso es real? –Murmuró antes de desplomar su rostro entre la porquería y la sangre del lugar-
Itachi por otro lado, estaba corriendo entre las calles, completamente desesperado de no poder encontrar a su hermano pequeño; sabía que si no lo hallaba rápido muchas cosas podían pasar, y más si se fue escabullendo hacia la zona sur, la cual todos saben que es peligrosa, porque ahí es donde se juntan las pandillas de delincuentes y hay mercadeo de droga.
Notó que alrededor había mucho bullicio, así que se acercó a donde la gente se aglomeraba, caminó unos pocos metros más, y oficialmente se encontraba en la zona sur. Observó a una ambulancia y una patrulla de policía pasar a su lado, tan rápido, que era obvio que iban hacia una emergencia, tal vez el instinto le ayudó pues no dudó en seguirlas.
Cuando llegó cerca de un callejón, se veía que toda la gente estaba haciendo un círculo alrededor de una escena de crimen, cuando se adentró más, se percató de que había alguien a punto de ser subido en la ambulancia. No dio crédito de lo que miraba, porque claro, sin lugar a dudas, esa persona se trataba de Sasuke.
Se hizo lugar entre las personas y consiguió hablar con los paramédicos, quiénes le informaron, que su hermano había sufrido un asalto muy violento, pues tenía varias lesiones severas, que aun así no hacían que su vida corriera peligro, además de que le faltaban pertenencias como su reloj y su cartera donde llevaba su identificación.
-¿Pero cómo pasó? –Itachi seguía en un estado de confusión y delirio-
-Señor Uchiha, lamento decirle que es todo lo que sabemos. En zonas como estas, los testigos no existen, me imagino que sabe por qué
-Pero…
-Mire, los policías llegaron primero que nosotros, ellos fueron quiénes nos llamaron, al parecer, su hermano estaba caminando por aquí, y se topó con dos asaltantes, ellos comprendieron que tenía cosas de valor y se dio el atraco. Poco después de dejarlo, algo debió de pasar o se pudieron encontrar con alguna otra banda u otros delincuentes, pelearon por el botín y se mataron…
-Bueno, puede ser…
-Es lo único que sabemos, ¿por qué no va con el teniente a cargo? Seguramente le dará más información que nosotros
-Lo tendré en cuenta…
-De momento por favor acompáñenos para llevar a su hermano al hospital, puede que su situación no sea grave, pero aun así necesita atención médica. Además el oficial seguramente irá más tarde, para tomarle su declaración
-Yo… de acuerdo –se subió a la ambulancia a un lado de Sasuke que se encontraba todavía inconsciente y con rastros de sangre en todo el rostro, no se veía muy mal, pero seguramente la cara al día siguiente se le notaría totalmente morada, y eso, de seguro, al chico no le gustaría-
-¿Su hermano toma algún medicamento? –cuestionó uno de los paramédicos-
-Sí, él es…bipolar –contestó tajante-
-Ya veo, ¿toma algún estabilizador?
-Sí, bueno, el litio no le hizo efecto, así que el psiquiatra le mandó Clozapina y Prozac
-Muy bien, de acuerdo… muchas gracias por la información –el hombre que parecía de edad avanzada para ese tipo de trabajo, resultaba ser amable dentro de lo que cabía-
-¿En cuánto tiempo podrá despertar?
-Es algo que yo no le puedo decir, el médico tendrá que revisarlo y saber que le pasa, puede que se haya fracturado la nariz…como se podrá dar cuenta no ha dejado de sangrar, pero de ahí en fuera no dude que será pronto
En cuanto llegaron al hospital, el doctor se tardó un buen rato en tratarlo, Itachi perdió toda la noche ahí. Sus padres estaban fuera en un congreso, por lo que no estaba seguro de llamarlos o no, pero cuando el médico dijo que la situación no era seria, prefirió resguardar esa llamada para después. Aun así con la mañana ya asomándose, prefirió llamar al trabajo y reportarse enfermo, para poder estar al cuidado de su hermano menor.
-¿Sasuke? –el mayor hablaba lo más serenamente que podía para no alterarlo, apenas podía abrir los ojos. Lucía un poco abatido, pero mucho mejor que en ocasiones anteriores-
-Mi cabeza… -el moreno por fin despertaba a eso de las nueve de la mañana-
-¿Te duele mucho? Estás en el hospital, tuviste un asalto ayer
-Yo…
-Hay un oficial aquí, quiere hacerte unas preguntas –en ese momento el susodicho entró a la habitación con su clásica gabardina y café exprés en mano, con unos notorios kilos demás-
-Yo quería morir –susurró a la par que Itachi no pudo evitar formar una cara de tristeza y ganas de llorar-
-¿Puedes contestar sus preguntas? –Hablaba con brusquedad-
-¿Por qué no morí…Itachi? –Sasuke hacía caso omiso de la tercera persona presente-
-Porque las cosas tenían que ser así, joven Uchiha –respondía el policía- necesito que me diga todo lo que recuerde
-¿Qué diablos?
-Lamento tener que ser tan agresivo con usted, dada la situación en la que se encuentra, pero tengo que saber que pasó ayer…
-Acaban de decir que me asaltaron… -apenas y podía articular palabra-
-Lo sé. Pero hay algunas cosas que no cuadran. Supusimos que después del robo, los ladrones huyeron, encontraron a otra banda rival y se pelearon por el botín saliendo las cosas mal, pero…
-¿Qué quiere decir? –Preguntaba Itachi-
-Si hubiera sido así, entonces todas las pertenencias de su hermano hubieran desaparecido, y resulta, que los ladrones aun las tenían cuando encontramos sus cuerpos…
-¿Entonces no fue otra banda quiénes los atacaron? –El mayor de los Uchihas se encontraba confundido-
-Al parecer no. Esos dos ladrones –el agente pausó un poco las palabras que iba a decir- no eran ladrones “usuales”, muchachos. Esos tipos que atacaron a Sasuke eran buscados por mucha gente, trabajaban directamente para uno de los capos más altos del país… no es muy casual que justo ellos lo hubieran atacado… más aun que alguien lograra matarlos.
A lo que me refiero es que el peritaje dio como resultado que una sola persona se encargó de asesinarlos justo después de dejar al muchacho en el suelo, todo apunta a que originalmente Sasuke no se encontraba a media calle, como nosotros lo ubicamos… sino que más bien, estaba en el callejón con los sujetos
-Es decir, ¿que esa persona movió a Sasuke, para que la gente se diera cuenta de que se encontraba herido?…
-Exactamente. En otras palabras, alguien salvó a su hermano
-¿Pero qué dice?-la cara de Itachi era todo un poema en el sentido de que su asombró era completamente notorio-
-Por ello necesito que me digas todo lo que recuerdes –le dirigía la mirada al chico-
-Golpes, sangre, olor a basura… -Sasuke trataba de pensar, pero las drogas que le habían colocado no ayudaba mucho- alguien… brincó
-¿En dónde brincó?
-La barda…
-Eso es imposible…
-¿Por qué lo dice?
-Si alguien lo hubiera hecho, jure Itachi, que esa persona debió de fracturarse las piernas, es una altura muy grande, una persona no puede hacer eso…
-Oficial, disculpe pero mi hermano no se encuentra muy bien
-¿Qué le puedo decir? –Suspiraba- esperaré entonces a que se encuentre mejor
-Yo nunca me encontraré mejor –comenzaba a llorar-
-Sasuke tranquilízate…
-¿Su hermano está enfermo… -No pudo terminar la frase pues Itachi de un portazo le cerró la puerta en su cara. El menor de nuevo estaba teniendo una crisis y tenía que relajarlo antes de que se hiciera más daño-
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-¿Por qué lo hiciste? –Hablaba un hombre joven, su voz era completamente seria y apagada; su pregunta lucía más cómo un regaño, que a pesar de no incrementar el volumen de su tono… podría hacer sentir mal a cualquiera-
-Es mi amigo –ante la pregunta, un chico casi de la misma edad contestaba. Se encontraba también entre las sombras de ese almacén en donde permanecían sentados, uno frente al otro. El muchacho no sabía que más decir… comprendía que su acto fue muy peligroso, pero sin embargo no se arrepentía-
-Te arriesgaste mucho –el sujeto colocaba las manos sobre la mesa para descansarlas; apenas se podía notar un poco de sus cabellos rojos-
-Ya lo sé… -el otro no sabía que más decir, por lo que trató de acomodarse mejor en la silla-
-Esto nos puede traer problemas, -tronaba la boca- ¿Acaso eres imbécil?
-No podía dejarlo ahí… –optó por cruzarse de brazos, tratando de restarle importancia al asunto-
-Claro que podías, pero ¿sabes cuál es tu problema? –en esta ocasión el pelirrojo acercaba su rostro a la lámpara que yacía en el centro de la mesa; todo eso, para que el menor pudiera ver su descontento-
-Sólo cállate… -desviaba su mirada. Definitivamente comenzaba a sentirse intimidado-
-Las noticias no dejan de hablar sobre eso. Tenemos que pasar totalmente desadvertidos… -lanzaba un amplio suspiro-
-Trataré de que no vuelva a pasar…
-Haz, que no vuelva a pasar –hablaba con severidad- muchos problemas ya tenemos como para acarrear más… espero que Orochimaru no tome represalias por esto…
-¿A qué te refieres Sasori? –Al parecer el joven no comprendía la seriedad del asunto-
-¿A qué me refiero? –Trataba de no perder la paciencia; pero con alguien como el sujeto que tenía enfrente, era prácticamente imposible-
-Acabas de matar a dos de sus hombres… Naruto –una tercera persona irrumpía en la conversación-
-¿Gaara? –El chico rubio conocido como Naruto, no pudo evitar su sorpresa-
-Al fin regresas… –Sasori no parecía muy feliz-
-La misión no fue muy rápida que digamos… ya me enteré de todo, está en las noticias… ¿Uchiha eh? –al acercarse a ellos se cruzó de brazos y los miró detenidamente-
-Naruto hizo una estupidez…de nuevo –le dedicaba una mirada profunda-
-Ya te dije que yo no pedí que esto pasara…. –la actitud de ese hombre era renuente-
-Nadie lo pidió –Le contestó Gaara-
-Pero yo no soporto la idea de ser… ¡esto¡ -se señalaba así mismo-
-Pues, te guste la idea o no… trabajas para nosotros, porque eres uno de nosotros…-Sasori golpeaba la mesa con uno de sus puños- te guste o no, eres un asesino y un monstruo, te guste o no, jamás tienes que volver a ayudar a un humano Naruto, nunca más…
-Pero Sasuke es…
-¿Qué, tu amigo? ¿Le llamas amigo a aquél que intentó matarte? ¿Es en serio?
-Además durante las clases ni siquiera se saludan. Ante todos, ustedes ya no son nada…-Gaara hacía eco de todo lo que Sasori decía-
-Aun así yo…
-Si te importara tanto, te mantendrías lejos de él como lo habías hecho hasta antes de esto, al final se supone que se odian después de lo que pasó. Vuelvo a lo mismo contigo –lo miraba Gaara- ustedes dos ya no son nada, toda su amistad murió ese día. Olvídalo –se giró y a paso lento se perdió en la oscuridad-
-Escucha lo que te dice, es el único capaz de cuidarte cuando yo no estoy. Si no tienes a alguien en la espalda, en verdad que eres muy problemático.
Aléjate de él, nos puede traer problemas. Piensa que no existe, haz lo que hacías desde que te convertiste en uno de nosotros.
-Yo no me convertí, ustedes me convirtieron… -golpeaba también con su puño en la mesa-
-Necesitamos de ti ahora, eres el único que puede hacer la misión, no nos decepciones después de tanto tiempo…
-Los odio… a todos ustedes… ¡los odio¡ -y de un fuerte azote con la palma de la mano, Naruto rompió la mesa-
-Ten cuidado de gastar tanta energía –la voz de Sasori no se había inmutado en lo más mínimo- entre más la uses… más sangre más a necesitar… dudo que quieras matar a alguien más, ¿O me equivoco?
-Yo…
-No pienses que no me di cuenta… después de matarlos, los drenaste…