Capitulo 1: El Rey de los rechazos
La vida esta llena de coincidencias, el 99% de ellas no nos lleva a nada nuevo o interesante, pero todavía queda ese pequeño 1%.
Un joven de estatura mediana está caminando por los pasillos de la universidad. Todos son nuevos, es la manera perfecta de empezar de cero...como todos los estudiantes por el campus son novatos, repentinamente le agarra un ataque de seguridad.
Gracias a su increíbles capacidades sociales, para la mitad del día ya tiene un par de conocidos identificados y puede conversar con ellos. Para la hora del almuerzo, ya tiene la confianza para sentarse con tres de sus nuevas compañeras y comer algo ligero antes entrar a la siguiente clase.
Sintió una conexión enseguida con una de las chicas, y no estamos hablando de atracción precisamente. Volvió a dar un vistazo a sus alrededores y algo, en realidad alguien, llamó su atención.
-Ese chico se ve muy solitario- comenta el joven viendo a un rubio aislado, comiendo solo en una banca alejada. No le gustaría estar en esa situación... odiaría tener que comer solo, así que se siente un poco mal por verlo tan lejos de los demás.
-¿Te refieres a Luhan?- pregunta una de las chicas sorprendida.
-¿Lo conoces?- responde él sorprendido.
-No, pero se que es de segundo año y se llama Luhan, es chino de nacimiento, pero criado en Seúl desde adolescente... todo el mundo lo conoce dentro y fuera de la universidad.... Es la primera persona de la que hablan cuando llegas aquí. Ahora lo entiendo, es que es tan guapo- responde una segunda muchacha.
-Entiendo que sea bonito... pero ¿tanta atención solo por eso?- pregunta el joven más sorprendido- Tiene que haber algo más…
-Es el Rey de los rechazos... TODO el mundo lo conoce.- insiste la segunda chica.
-¿El rey de los rechazos?- vuelve a preguntar el joven.
-Ha rechazado a cualquier persona que se le ha declarado, chicos, chicas... aliens... mamíferos...animales en general... TODOS... ni siquiera da la oportunidad de acercarse. Empezaron rumores sobre su sexualidad y, en cuanto la gente se enteró que tenía un ex novio del colegio, hasta los más heterosexuales intentaron buscar una oportunidad con él... pero nada, nunca habló si el rumor era cierto o no, pero todo el mundo lo dio por hecho. Incluso sabiendo que es gay, las chicas siguen lloviéndole con regalos todos los días.
-Entonces... ¿Por qué come solo?- pregunta el joven sin creer tal información.
-Probablemente para estar tranquilo por lo menos un momento. Puede ser muy deseado, pero en realidad no tiene muchos amigos- le responde su compañera con la que había tenido una especial conexión, como algo lógico.
-¿Cómo se enteraron de tantas cosas solo en el primero día?- pregunta sorprendido. Le parecía muy extraño que no haya escuchado esos rumores.
-Digamos que la gente habla.
-Acaso.. ¿te gusta?- pregunta la primera chica con bastante mala intención.
-No, realmente. Los rubios no son mi tipo... - las chicas se miran- podría decirse que me gustan más altos.- responde, dejando sorprendidas a sus nuevas amigas. Porque era evidente, que no lo estaba diciendo de broma.
Ser bonito y tener fama de serlo puede ser agradable y desagradable al mismo tiempo. A Luhan le daba igual. El solo piensa que su vida era demasiado aburrida y demasiado monótona... no se siente cómodo con eso en absoluto. Algo no estaba bien, algo definitivamente le faltaba, pero no era capaz de saber qué era o por qué se sentía así.
“¿Qué pasaría si leyéramos un libro desde el final hasta el principio y terminaríamos como desconocidos? Pues tendríamos la oportunidad de empezar de cero como desconocidos que crear una historia diferente cada vez que se llega a un nuevo final.“ (Time l9;s up)
Sehun es un joven que disfruta de su apariencia física y de las atenciones que obtiene gracias a esta. A él, le preocupa mucho verse y sentirse bien, pero le fascina que la gente piense que no le importa. Sehun piensa que su vida es demasiado caótica y cambiante... y no se siente cómodo con eso en absoluto con eso.
Hay tantas cosas que no es capaz de saber qué le falta y qué le sobra como emociones fuertes o tranquilas, necesidades físicas o afectivas, locuras o paz, necesidad o excesos... no importaba, nada era capaz de llenarlo por completo.
Sehun se sentía y vivía de manera diferente. Cuando descubrió por primera vez que efectivamente lo era, lo primero que hizo fue contarle a su madre que lo tomó como juego, desde entonces prefirió guardárselo sólo para cuando estuviera muy molesto y realmente no pudiera controlarlo.
Cuando descubrió por segunda vez que era diferente, también se lo contó a su madre y esta vez a ella no le pareció ni gracioso, ni un juego. Lo llevó a terapias, hizo que hable con personas mayores, evitó que saliera con su amigos... pero nada podía cambiar el hecho de que a Sehun le gustara más el amigo del entrenamiento de fútbol que la vecina que tenía su edad y que rogaba por su atención.
Su madre terminó dándose por vencida y prefirió desentenderse del tema, pero Sehun al llegar a adolescente, empezó a experimentar sensaciones agradables con chicos y chicas y eso le dejó aún más preocupada. Pero su hijo era su única conexión con la vida... la real y no iba a criticarlo, así que Sehun tuvo una relativa libertad para sus relaciones amorosas.
Justo cuando Sehun pensó que su vida emocional era el mayor de sus problemas, los “tipos” se enteraron que era uno de los “extraños“ y lo persiguieron hasta que Sehun realmente se enojó y los mandó por los aires... literalmente.
En la actualidad, los “tipos” no lo buscan con mucha frecuencia, pero cuando lo hacen... son un verdadero dolor de cabeza. Al fin y al cabo, Sehun no tenía idea de dónde habían salido o para qué lo buscaban y no le interesaba tampoco.
En otra parte de Seúl, lejos y sin tener nada que ver con Luhan o Sehun, encontramos a Kris recuperando su maleta del bus del servicio militar obligatorio, su cabello había crecido hasta tener un tamaño razonable... ya no al ras como le obligaban en la milicia. Dos años de su juventud poniendo su vida en riesgo por su país... que en realidad no era muy suyo. Lo bueno es que había terminado vivo y sin muchas secuelas físicas o emocionales. Podía sentirse satisfecho consigo mismo. Sus padres, relativamente adinerados, habían decidido que Kris ya era un hombre y después del servicio militar podía vivir por su cuenta, así que le compraron un pequeño *minúsculo* departamento de soltero. Los padres de Kris eran Chinos, y él había sido criado y educado en China toda su vida... pero su acta de nacimiento decía: SEÚL gracias a los constantes viajes de su padre... y desde los doce años habían regresado a vivir en Corea... por lo tanto, Kris no pudo escapar del terrible servicio militar.
Después de saludar y tener un emotivo rencuentro con sus padres inaugurando su nuevo hogar, Kris saló disparado para la casa de su novia que lo había estado esperando más de dos años y con quien había perdido contacto después que le prohibieron visitas y comunicarse con el mundo por una “situación“ que había causado durante su servicio.
No necesitó llamarla ni buscarla, porque en cuanto giró la esquina, ella salió de su casa. El volverse a ver debía ser uno de los pocos, sino únicos, acontecimientos más emocionantes, cursis, pegajosos y al estilo Hollywood que Kris pudiera querer en su vida, pero solo obtuvo unos ojos fríos con una mirada de advertencia.
-¿Qué haces aquí?- pregunta sin mucho interés la muchacha.
-He regresado- dice Kris levemente triste y emocionado a la vez, inocentemente esperando otra reacción por parte de ella.
-¿Recién lo has hecho? Bueno, se nota por tu cabello... si en serio te quieres un poquito... el rubio te queda infinitamente
mejor.
-¿Este es tu recibimiento para el hombre que has esperado por más de dos años?- dice Kris sin perder las esperanzas.
-Kris, dejé de esperarte hace mucho tiempo, supuse que lo sabrías... me conoces más que nadie... Estoy comprometida desde hace un par de meses así que no creo que tengas nada más que hacer aquí.
-Que me recibas con los brazos abiertos hubiera sido demasiado perfecto para que se cumpla ¿Verdad?
-La vida no es como en las películas WuFan.... Aprende eso antes de que alguien te lastime en serio.
-¿Más que tú?
-No seas dramático ¿Esperabas que yo te espere para siempre? No estoy en condiciones físicas ni económicas de esperar a nadie... encontré a alguien mejor que tú para mí y tu encontrarás a alguien mejor que yo para ti... fin de la historia.
-Al menos hubieras podido…
-Alto ahí con dejarme a mí como la mala de la película. Sé que no eres del tipo fiel. Adiós.
Kris no sabía por qué no lloraba. Siempre pensó que la amaba, pero ver su lado real le hizo darse cuenta que no perdía mucho...casi nada. Kris tuvo que enfrentar algo más duro, el dolor de darse cuenta que lo que más le molestaba era soledad. Prefería una compañía vacía...que soledad vacía. Pero el vacío se llenó en cuestión de segundos... cuando sintió por un momento... que el tiempo se detuvo.
Luhan está de camino a casa cuando esa sensación lo invade... de nuevo, por cuarta vez en esta semana. ¿Por qué? Sigue caminando, un poco más rápido hasta que la curiosidad lo mata, así que gira sobre su propio eje para identificar de dónde viene esta sensación y no le toma ni sesenta segundos en darse cuenta que... Es él... ¡Si! Es él... pero ¿Quién es él? Sabe que es alguien que ha estado.. ¿buscando? ¿Esperando? No, no lo sabe... solo sabe que la sensación de cuando se cruzan sus miradas y lo que provoca en su cuerpo. NO ES NORMAL.
Conoce al muchacho, pero no lo conoce. Todo recuerdo que pueda tener sobre él no puede explicar o no tiene sentido simplemente. Es como un sueño donde nadie sabe nada, pero sabe que lo conoce porque al mirar sus ojos puede verse a si mismo en ellos, como si simplemente fueran parte el uno del otro. Luhan solo tiene ganas de reírse y de llorar al mismo tiempo ¿Por qué? ¿Quién es ésta persona? Tiene la necesidad de tocarlo, de acercarse y poder escuchar su voz como si eso le ayudara a recordar, recordar algo que no ha vivido. Pero no se atreve y sabe que no sería capaz. Lo único que consigue es pasar por su lado y apenas rozar su mano. Esto no es normal. Es imposible que una persona pueda sentir tantas emociones sólo por rozar la mano de alguien más. Alguien desconocido.
Habían desaparecido de nuevo y ya no le parecía gracioso o una coincidencia, aunque desde el primer día jamás consideró que fuera gracioso o una maldita coincidencia. Kyungsoo toma sus cosas y avanza caminando por los pasillos, molesto.
Nunca ha sido una persona rechazada o una persona admirada, solamente es una persona. No recibe halagos que no sean meramente académicos. pero tampoco ha sido víctima de bullying, como les gusta llamar ahora a hacerle la vida imposible a los más débiles... hasta ahora, claro. Sus cosas han estado desapareciendo y apareciendo una y otra vez, y a pesar de que es una persona normal a quien se le pueden perder una o dos cosas, no es como para que las cosas ya no estén en cuanto se gire y regresen a su lugar cuando esté descuidado.
Sigue avanzando por los pasillos de la facultad murmurando cosas para sí mismo, molesto de tener que desviarse a una tienda para tener con qué hacer sus tareas. No tiene que ser muy difícil enterarse de quién hace las bromas en una universidad tan pequeña como esa, relativamente cercana y lejana al mismo tiempo del centro mismo de Seúl. Mientras camina, siente que alguien le sigue y se gira, pero no hay nadie detrás. Perfecto, ahora tenía alucinaciones paranoicas. Kyungsoo gira su cabeza por última vez para ver qué o quién está detrás y cuando mira al frente de nuevo se encuentra repentinamente con un cuerpo. Por el susto, da unos pasos hacia atrás e intenta identificar al dueño de ese cuerpo que prácticamente apareció de la nada.
-¿Se te perdió algo?- pregunta el moreno con sus lápices, esferográficos y otros útiles escolares en la mano.
-¿Has sido tú?- pregunta molesto el más bajo.
-Supongo que piensas que fui yo quien robó tus… cosas. Pero piénsalo ¿Por qué me robaría materiales de otros cursos cuando puedo hacerlo en el mío?- responde el chico.
-¿Entonces por qué tienes mis cosas y cómo sabes que las perdí?- pregunta el mayor indignado.
-Porque aparecieron mágicamente en las mías y para ser sincero no fue difícil encontrarte, te delatas sólo. Tengo una pregunta para ti, ahora que hablamos de eso ¿Qué clase de persona escribe su nombre en sus cosas estando ya en la universidad?
-Personas como yo- responde molesto Kyungsoo, tomando sus cosas de la mano del extraño.
-Bueno, no te lo tomes personal, piensa que también soy víctima del bromista. Por lo menos tenemos algo en común.
-¿Cómo se que no eres el bromista?
-Bueno, tengo mi horario copado con otras cosas como para encargarme de este tipo de cosas. No puedo estar en dos lugares al mismo tiempo ¿Sabes?
-Ok, como sea… solo, gracias por las cosas. Me voy- dice el mayor alejándose y perdiéndose entre la gente. Kai sonríe, y piensa que después de todo… es demasiado tierno para ser mayor que él.
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