Como le podía decir que ya no lo amaba, como se le acercaba a decirle lo que ya no sentía, tenía que sacarlo de una u otra forma, hace mucho que se lo quería decir, camino muy seguro de lo que iba a decir, repitiéndose una y otra vez lo mismo . Entra al templo y lo ve recostado sobre el vano de la ventana, es hermoso, muy lindo, pero… pero ya no se podía, por no querer lastimarlo mejor callaba y asi como esta noche pasaban muchas mas y es que no solo ese era su problema, había alguien mas en su vida, alguien que removía todo en su ser, a pesar de que ambos eran tan diferentes, esa diferencia era la que hacia que amara al otro más que a él.
Recostados sobre la cama, esta inquieto no puede dormir, debe de decírselo o lo perderá todo, se levanta de la cama y de la mesita de noche saca un cigarro, mientras camina a la puerta va encendiéndolo, da la primera calada profunda, su compañero odia que fume dentro de la habitación asi que lo mira muy profundamente.
- ¿Qué pasa Saga? te veo preocupado (mientras se sienta en la cama)
- (Saga se acerca y se sienta junto a el, las manos le tiemblan, no quiere hacerle daño, quisiera amarlo como antes, pero es imposible, lo toma de una mano) Shaka creo que necesitamos tiempo.
- ¿tiempo? De que hablas Saga (desata el agarre de la mano del otro)
- Así es, perdón, pero no puedo seguir a tu lado, necesito tiempo para pensar, ordenar mis todo lo que esta en mi cabeza, debes entender (se levanta para seguir fumando el cigarro bajo el vano de la puerta)
El rubio no puede creer lo que escucha, se levanta y lo abraza, mientras las lagrimas caen de sus ojos, su rostro pegado a la espalda de Saga… el geminiano da media vuelta y lo abraza… perdón por ser tan cobarde y no decirte, pero es que no siento lo mismo, todo ha cambiado, nada es igual, quisiera amarte como antes… Shaka se separa del abrazo – estas diciendo que terminas conmigo ahora, ¿eso me estás diciendo Saga? el geminiano suspira profundamente mientras ve sus hermosos ojos azules que siempre amo y que aun ama, pero que no es lo que quiere.
- Si Shaka, no lo alarguemos mas, no quiero que sigamos con esto, seria engañarte y engañarme a mí mismo.
el rubio no sabe que decir ni que contestar, el amor de su vida le está diciendo en este momento que ya no quiere más con él, su autocontrol se está quebrantando, en este momento las lagrimas se desbordan de sus ojos, mientras los cierra se aleja sentándose en la cama.
- ¿Cuántos años he perdido entonces a tu lado Saga?
- Perdona por hacerte perder el tiempo, pero para mí fue un tiempo valioso (se sienta junto a el)
- ¿valioso? Eres un estúpido, ¡LARGO DE MI CASA! No quiero verte más… llévate tus cosas, llévatelo todo, (entre sollozos le dice: también te estás llevando mi corazón)
Saga sabe que hizo bien, se levanta mientras besa la frente del rubio, alejándose, le parte el corazón verlo así, pero es lo mejor, no tendrá que fingir más que lo ama, baja hacia su templo mientras termina su cigarro, se tira a su cama mientras se estira bostezando se queda dormido.
Y mientras los días van pasando Shaka se da cuenta que no puede olvidarlo de ninguna manera, pero también han llegado chismes a sus oídos sobre Saga y Aioros, cada vez que escucha algo asi trata de olvidarlo de inmediato, de no romper su meditación, su paz interior pero es imposible. ¿Por Airos me ha dejado? Sonríe mientras lo piensa, su mente trabaja al mil por hora recordando que en los entrenamientos siempre andaban juntos y si se descuidaba ya no los miraba en todo el dia, todo es tan sospechoso ahora, las dudas lo invaden no sabe que mas pensar, si sigue aquí sentado en su templo morirá de dudas y agonía del no saber que sucede afuera. Se levanta y sale del templo, baja las escaleras despacio, al acercarse al templo de Saga su corazón late muy rápido y fuerte, el nerviosismo lo mata, entra para pasar y solo ve al arquero sobre el sofá con un vaso lleno de whisky.
- Buen día Aioros
- Buen día Shaka… ¿hey? ¿No te molesta que salga con Saga o sí?
el estomago del rubio se revuelve al instante al escuchar eso, unas lagrimas quieren escaparse de sus ojos, pero los aprieta con fuerza.
- No Aioros, para nada, el y yo ya no somos nada (sigue su camino, mientras traga saliva con mucha dificultad, debe hacerse la idea que ahora los vera juntos)
Así que por el arquero fue que lo dejo, era sencillo lo que pasaba, todo estaba a simple vista y el nunca lo quiso ver, esto no de unos meses, esto de años, Saga solo se aprovecho de él, solo lo utilizo. Al empezar a entrar al templo de Aries no puede más, se detiene a llorar amargamente. Y ahora que hago… debo de aceptar verlos juntos, mientras mi alma se parte en dos…
Los sollozos del rubio hacen captar la atención del dueño del templo, que al verlo ya sabe que ha sucedido, lo abraza fuertemente sin mediar ni una palabra.
- ¿tu lo sabías Mu? Tu sabias que ellos salian
- No lo sabía, pero últimamente andan mas juntos de lo normal y pues como ya no te has aparecido lo intuí, es todo (lo deja sentado en la silla del comedor mientras le prepara un te)
- Quede como estúpido ante todos, ya el santuario entero lo debe de saber…
- No digas eso, piensa que es lo mejor para ti, Saga siempre fue muy promiscuo y tu lo sabías y así te arriesgaste, así que no hay que aceptarlo si (le lleva el té para que se calme)
- Lo que odio es que Aioros lo haga feliz y no yo… dice esto mientras toma un sorbo de té
Después de la larga charla con su amigo se vuelve a su templo esperando no verlos, pasa y llega, suspira profundamente, ahora todo será mas difícil de lo que cree, escucha ruidos en su habitación, se acerca y es ¡Saga! ¿Qué haces aquí?
- Estoy recogiendo mis cosas… (sigue recogiendo su ropa y algunos es enceres que a olvidado)
- Ya veo (se sienta en la cama) ¿por quién me has dejado Saga?
- No sé por qué lo preguntas si ya lo sabes… (sigue colocando sus cosas dentro de un maletín pequeño)
- Desde hace cuanto me ves la cara de estúpido ¿dímelo?
- Perdóname (recoge su maletín mientras se va)
No solo se siente traicionado sino que también humillado… no puede parar de llorar al pensar que lo hace suyo, que la piel que una vez fue suya ahora es de él y es que se siente vacio, los celos lo queman, le cala la piel ¿Qué va hacer ahora?
Saga está muy seguro de lo que ha hecho, ama al arquero con todo su ser, solo puede pedirle perdón a Shaka, es todo lo que puede hacer, se dirige a su templo donde lo espera el griego, al entrar lo ve sobre el sofá… se relame los labios, no puede pensar en otra cosa más que en él, sonríe muy armoniosamente mientras deja el maletín sobre el suelo y se lanza a los brazos de Airos.
Lo besa con pasión haciendo que se recueste… ¿Saga? pero los besos sellan su boca, mientras le susurra no sé como haces para volverme loco Aioros, sigue besando su oreja bajando al cuello escuchando los pequeños gemidos que el moreno suele soltar al compas de los múltiples besos recibidos, cuando había sido la última vez que había sido suyo, hace un par de horas y pareciera que era adicto a tenerlo, ha amarlo, hacerlo suyo. Aioros logra escabullirse del sofá, camina hacia la habitación mientras es seguido sigilosamente por un Saga hambriento de él.
El santuario entero sabia ya que Saga y Aioros eran la nueva pareja.
Shaka al salir de su templo escuchaba comentarios sobre ellos, sonreía mientras los ignoraba, esa tarde mientras caminaba sobre la arena blanca del mar y este tocaba sus pies, pensaba en el, en algún momento se cansara del arquero, lo estaré esperando, te esperaría hasta que te canses de andar con el mundo entero, eso haría.
Todos las tardes salía a caminar a la playa para despejar sus pensamientos, eso de que Saga lo haya dejado de amar le parte el alma, pero el tiempo se encargara de todo. Al regresar de su paseo, siente una presencia conocida, lo primero que se le viene a la mente es ¡FENIX!
- Así es Shaka, por que tan solitario a estas horas ¿acaso Saga no te da cómo quieres? Dice esto mientras suelta una carcajada.
- Vaya que te hacen falta neuronas fénix, deberás que eres un ignorante (sigue caminando, pero Ikki se coloca frente a el)
- Ya lo sé todo, no tengo por qué fingir, te dejo por alguien más fogoso… eso fue lo que paso (vuelve a reír, pero esta vez ve el rostro del rubio con un reflejo de tristeza)
- Discúlpate por lo que has dicho fénix (dice esto muy calmado)
- No pienso hacerlo (mientras se cruza de brazos frente a el)
- (Shaka sonríe) no cambias verdad Fenix, eres un testarudo, eso eres.
El rubio sale de aquel lugar despidiéndose de Ikki. Pero el fénix se siente con suerte, Shaka ya no esta con Saga, sonríe mientras lo piensa, vendrá mañana y yo también…