Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Corrupción por Atropos

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Estuve en un semi hiatus este tiempo pero ya regrese con una nueva adaptación, este es el turno de Jack Greene de su historia corta homónima, espero que disfruten leerla como yo disfrute adaptándola. Dedicada a la mañosa que mejora mis días.

 

 

 

No me tientes, que si nos tentamos, no nos podremos olvidar.

–Benedetti.

 

 

—No estoy seguro de que éste sea el lugar correcto.

 

—¿Qué?

 

JongHyun se acercó y alzó la voz hasta casi gritar. —Dije, ¡no creo que éste sea el lugar correcto!

 

MinHo frunció el ceño, mirando el oscuro interior del club. —¿Por qué no?

 

Key sacudió su cabeza. —Porque, idiota, están tocando música industrial, no música de los ‘90. Y el club se llama Corrupción.

 

El mayor de los tres asintió, de acuerdo con su muy observador amigo. —¡Exactamente! ¿Estás seguro de que éste es el lugar correcto?

 

El deportista se encogió de hombros. —Es la dirección correcta, lo he comprobado. Todo suena igual para mí.

 

—Joder —murmuró cuando su visión se ajustó. Esto definitivamente no era música de los noventa.

 

El club al que MinHo les había arrastrado se suponía que tenía dos salas: una tocando electro, otra música de los ‘90. La música bombeando en los altavoces no lo era.

 

Dando una mirada alrededor, las personas también se pusieron de manifiesto sobre todo las chicas con negros vestidos largos, y algunas de ellas con falsas mechas de colores brillantes. —Es un club gótico.

 

—Mierda —murmuró Key— Jodidos góticos.

 

—¿Lo es? —Miró a la gente—. Mierda. Supongo que llegué al lugar equivocado. Bueno, ¿quieren irse?

—¡Acabo de pagar veinte dólares para entrar aquí! —protestó — No tengo suficiente conmigo para pagar otra cobra-entrada y aun así obtener bebidas.

 

—Lo siento. —MinHo tuvo la decencia de verse avergonzado. O al menos pensó que por  se veía avergonzado. Estaba demasiado oscuro para estar seguro—Oye, ¡tienen todavía bebidas a dólar hasta la medianoche!

 

Key se encogió de hombros y se dirigió a la barra. Sabía que a su amigo no le importaba mucho. Había venido solo para perderse un rato. MinHo quería bailar y ligar con chicas. Por su parte sólo quería salir. Había sido una larga semana y él estaba dispuesto a relajarse.

 

—Un par de tragos. —Murmuro paraluego suspirar y siguió a Key, MinHo se quedó justo a su lado. Todavía era temprano, así que el bar no estaba demasiado lleno, y se pusieron en un lugar vacío. Pidieron cervezas y tuvieron que sacar su identificación de nuevo.

 

—Tengo veinticinco. ¿Cuándo voy a dejar de mostrar mi identificación? —se quejó, deslizando su cartera en los pantalones.

 

—Cuando realmente puedas hacer crecer pelo por toda tu cara —respondió MinHo, sonriendo.

 

—No va a pasar —declaró, frotándose su suave mandíbula. No le gustaba el vello facial y a veces se afeitaba dos veces al día.Él no podía dejarse crecer la barba completa, incluso si hubiera querido.

 

Pero, él no quería. Intentó una vez tener el aspecto de barba de tres días, pero Key le dijo que simplemente se parecía a un vagabundo.

 

Teniendo sus cervezas, se voltearon para hacer frente a la gran pista de baile. El club estaba obviamente diseñado para una gran multitud. De hecho, el lugar comenzaba a llenarse. Las personas desfilaban ante ellos, y se sintió pequeño con su 1,74 metros de altura, la música industrial parecía atraer a las personas altas, por alguna razón. Luego miró hacia abajo y vio que todos, hombres y mujeres, llevaban enormes botas de plataformas.

 

No le importó la música. Él prefería el rock alternativo o la música electro, pero el ritmo de conducción de esta música era definitivamente atractivo.

 

Él puso su atención en la pista de baile. Estaba medio llena ahora y el estilo de baile parecía ser de alguna clase de estilo libre. Las personas se movían con bruscos movimientos al azar, o se deslizaban por el escenario como si fueran animales. Las personas bailaban en grupos, pero no juntos como pareja. La pista de baile estaba rodeada de grandes pantallas con imágenes de cuerpos en cuero y medias de rejilla. El nombre del club se alternaba con las imágenes.

 

En un extremo de la pista de baile había una plataforma elevada, como una especie de escenario, y algunos de los bailarines más aventureros demostraban sus habilidades arriba. En el otro extremo, había dos pequeñas plataformas elevadas, y en cada una había una jaula. Ambas estaban vacías en este momento.  Se volvió de nuevo a la barra y pidió otra cerveza.

 

El MinKey cambio las mezclas de las bebidas —para emborracharse, mejor, supuso. Miró hacia abajo, cuando el camarero, un hombre calvo gigante, colocó un trago de tequila delante de él—. Yo no lo ordené.

 

—Cállate, que yo lo hice —gritó MinHo, inclinándose sobre Key, quien también obtuvo un trago —. Nos estás deprimiendo. ¡A beber!

 

JongHyun se encogió de hombros y levantó el vaso, vaciándolo.

—Idiota, ¡te olvidaste del limón y la sal! —reprendió Key.

 

—Ahora tienes que beber otro —asintió MinHo.

 

Así lo hizo, y luego otro. El tequila le quemó el camino hacia abajo, pero se sentía bien. En el momento en que se dio la vuelta una vez más, el club estaba mucho más lleno de gente.

 

—Tengo que sacar otro Pura Sangre* —dijo MinHo, y se alejó, tambaleándose ligeramente.

 

Key se acercó. —Esto apesta un poco —admitió finalmente—. ¿Quieres irte? —En ese momento, un chico con un muy corto pelo negro en punta se escabulló al pasar. Era delgado y su vestimenta se componía con poco más que tiras de tela colocadas estratégicamente. La mirada de su amigo lo siguió y colocó el vaso vacío sobre la barra—. Pero pensándolo bien... —Hizo un gesto vagamente en dirección a JongHyun dijo—: Vuelvo enseguida.

 

—Genial —suspiró para sí mismo—. He sido abandonado en un club gótico. —Pidió otra cerveza y se volvió a la pista de baile. El bar estaba un poco demasiado concurrido así que se trasladó a una pequeña mesa cerca de la pista de baile. No había sillas  por lo que sólo se inclinó sobre la mesa. Pudo distraerse mirando a los bailarines. Le gustaba ver a la gente.

 

La pista estaba repleta, y la gente estaba entrando en ella.

Parecían completamente desinhibidos, sin importarles si se veían como idiotas cayendo. Por supuesto, algunos bailarines eran más elegantes que otros.

 

A medida que miraba alrededor se dio cuenta que ambas jaulas estaban ocupadas ahora. La más cerca de él contenía a una  chica menuda, con curvas y el pelo largo hasta los hombros de color naranja, llevaba un traje hecho completamente de papel de aluminio. Era bonita, pero nada comparado con la niña en la otra jaula. De encontró contemplándola embelesado.

 

Era esbelta, y vestía con muy poco. Se dio la vuelta, su cuerpo se movía como un gato, sus caderas ondulándose de una manera que hizo que la boca del chico se secara. Estaba de espaldas a él ahora, ella llevaba un pequeño short negro, era casi como la ropa interior masculina, sostenidos por unos tirantes hechos de cadenas de plata.  JongHyun no sabía cómo podía bailar así con unas botas de tacón alto que le llegaban hasta las rodillas, pero que hacía lucir a sus piernas ya largas aún mejor. Su trasero era perfecto, firme y redondo, y su cabello negro, lacio y sedoso le caía a la mitad de su espalda. No parecía que llevara una camisa.

Se acercó. El club estaba nebuloso por las máquinas de humo y él quería ver a la chica más de cerca. No, él lo necesitaba. Todavía estaba un poco lejos cuando ella se volvió hacia él, todavía retorciéndose seductoramente.

 

Se paró en seco, maldiciendo a la niebla y a las luces tenues. Realmente parecía que no llevara camisa, sólo una ‘X’ negra que estaba hecha con cinta adhesiva sobre sus pezones. Parecía ser casi plana, pero de nuevo era muy delgada y él nunca había sido de pechos grandes. Ella era lo más sexy que había visto nunca.

Su mirada finalmente pudo llegar hasta su cara, y contuvo el aliento. Ella era hermosa, de ojos oscuros rodeados de un grueso delineador negro, nariz perfecta, y carnosos labios rojos. Mientras la observaba, ella lo miraba directamente.

 

—Joder —se lamentó. Estaba a treinta metros de distancia, sin embargo, él sabía que ella estaba mirando directamente hacia él. Podía sentirlo. Él se quedó allí, esperando no parecer demasiado idiota, mirándola. Ella sonrió, y bailó un poco más, sujetando la jaula, como si anhelara escapar. Él quería que se escapara. De repente, el pene de  JongHyun quiso escapar, también. Podía sentir su endurecimiento, y esperaba que sus pantalones fueran lo suficientemente anchos como para ocultarlo. Aunque se suponía que la chica era sexy, no creía que tener una evidente erección mientras la observara fuera bueno.

 

Una atractiva sonrisa agració sus labios y ella estaba ahora apoyando su espalda contra el poste en el centro de la jaula. Meneó de nuevo su cabeza para agarrar el poste, arqueando la espalda, y JongHyun gimió en voz alta. Se dio la vuelta, rodando su flexible cuerpo contra el poste, y el rubio se abrió paso, para estar más de cerca. Nunca había visto a nadie bailar tan seductoramente. Tenía que encontrarse con ella. La multitud estaba más espesa cerca de la jaula, y no era fácil el llegar más cerca, pero estaba determinado a hacerlo. No sabía qué haría cuando llegara, pero tenía que verla de cerca.

 

Finalmente, lo consiguió. Se puso de pie a pocos metros de la jaula. Estaba de espaldas a él, y su boca se volvió agua al ver su baile. Su trasero era perfecto, tan asombroso que le dolía por tocarla. Sus piernas eran largas y lisas, y la forma en que se movía hacía pulsar su erección. Como si ella supiera que él estaba allí, se inclinó profundamente, con las piernas separadas, y  él casi se corrió en los pantalones. Nadie nunca lo había afectado con esta fuerza. Ella era el sexo en persona.

Luego se dio la vuelta.

 

Esta vez, él miró su rostro primero. Ella era más bonita de cerca, una bonita estrella de cine. Sus ojos brillaban y estaba teniendo claramente un gran momento, en ese su escenario. Ella lo miró y sonrió, luego se lamió los labios. JongHyun gimió. Trató de sonreír, pero no estaba seguro de si lo logró. Luego, porque era hombre y absolutamente no podía evitarlo, miró hacia abajo.

 

Su primer pensamiento fue que la niña tenía los pechos muy, muy pequeños. No le importaba. Luego miró más bajo.

Entonces volvió a mirar de nuevo. No era realmente plana. No existía nada en absoluto. Tragó saliva, y sabía que su cara se volvió en un profundo carmesí. Quería mirar su rostro otra vez, pero él no se atrevía a hacerlo.

 

El rostro de ella… No, el rostro de él. ¡Mierda! ¿Cómo podía haber sido tan ciego? No era como si su... su ropa pudiera ocultar mucho eso. Pero ahora, de cerca, pudo ver que la cinta escondía sus tetillas no unos pechos, y el short escondía, pues... No quería pensar demasiado en eso. Él se apartó, y por impulso levantó la vista... directamente en aquellos oscuros ojos.

 

El chico levantó una ceja y torció la boca en una media sonrisa mostrando que no se veía nada contento. Él lo sabía. Sabía que JongHyun había pensado que era una chica, y que ahora estaba asustado. Él también parecía decepcionado. Se sintió culpable como el demonio. Aunque  no estaba seguro de por qué.

 

No podía pensar en esto. Dio media vuelta y se abrió paso rápidamente a través de la multitud. Miró a su alrededor por sus amigos, pero no vio ninguna señal de ellos. Su corazón latía con fuerza y de repente necesitaba un poco de aire. Se dirigió hacia la salida, haciendo caso omiso de los carteles que decían “No volver a entrar”. Se abrió paso entre ellos, entonces salió a trompicones a la acera. Algunos fumadores vestidos de negro en el balcón lo miraron fijamente antes de volver a su adicción, y aspiró el aire fresco y el relativo silencio de Hollywood Boulevard con gratitud.

 

Él había estado –estaba- excitado por un hombre. Joder. Había venido aquí con MinHo y Key, pero no tenía ganas de esperar. Sabía que estaba el sistema de buses también. Tenía que llegar a casa. Él envió un mensaje a sus amigos y les dijo que se sentía enfermo, y saltó a un autobús.

 

Apenas recordó llegar a casa. Su mente daba vueltas, y se estrujaba con una gran cantidad de intentos de auto-justificación. “Estaba ebrio”. “El club estaba a oscuras”. “Demasiado tiempo sin pareja”

Él no lo hubiera previsto hasta durante un tiempo. Cualquier cosa que negara el hecho de que él nunca había estado tan caliente por alguien en toda su vida.

 

Tuvo el impulso de tomar una ducha, como si pudiera lavar sus ilícitos impulsos. Dejó correr el agua más fría que de costumbre y permaneció bajo la ducha con los ojos cerrados. Pero, él no podía parar los recuerdos. Las imágenes del ágil cuerpo bailando, arqueándose, mostrándose para él... Su falo se endureció una vez más y gimió. Incluso recordar la fuerza de ese bello rostro y ese cuerpo que escondía una desagradable sorpresa, no hizo desaparecer su excitación por completo. Se negó a masturbarse con la imagen de un hombre, sin embargo andrógino. Cuanto más lo ignoraba, más duro  se ponía, hasta que giró el grifo de la canilla hasta que el agua salió lo más fría posible. Se estremeció, pero su pene se desinfló.

 

Desafortunadamente, tan pronto estuvo seco y en la cama, comenzó a endurecerse una vez más. Él resueltamente lo ignoró. Finalmente se quedó dormido, dolorido. Se despertó la mañana siguiente, pegajoso, sin embargo parecía que su pene tenía mente propia.

 

Los siguientes días fueron un infierno. Trató de no pensar en esa noche en el club, pero no podía mantener su mente lejos de ese chico. Key había ido a parar a casa con el chico del club, y no podía dejar de hablar de el. Al parecer, habían tenido un increíble sexo y ahora estaba lleno de energía durante días, tenía previsto volver a verle. MinHo se había metido en un concurso de beber con un par de chicos y pasó el día siguiente vomitando, que era su idea de un buen rato. No pusieron en duda la desaparición de JongHyun, y ninguno de ellos pareció darse cuenta del bonito chico bailando.

Finalmente, sintió curiosidad acerca del club. Lo buscó en Google y descubrió qué es lo que había salido mal: en el lugar se celebraban diversos temas dependiendo de la noche. Los viernes era noche gótica en Corrupción. El electro/ochentero club que habían estado buscando sólo existía las noches de los jueves. Lugar correcto, momento equivocado.

 

Persona correcta, sexo equivocado. Él gruñó internamente. Había estado mirando su protector de pantalla de nuevo. Era una suerte que él trabajara la mayor parte del tiempo solo o alguien podría haberse dado cuenta de su distracción.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).