Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

[Oneshot-EXO] 8760 por Giho

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Primera one-shot de una serie de proyectos de traducción! Dadme mucho amor y a la escritora también! 

Fic original: http://socialspirit.com.br/fanfics/historia/fanfiction-exo-8760-1300226

 

Disfrutad y comentad mucho, que cualquier crítica será bienvenida.^^

El primer día de verano. La brisa era un poco fría, como lo fue toda la primavera aunque el cielo estuviese claro. Junmyeon estaba sentado en un banco, cabizbajo, con las manos entre las rodillas, los dedos entrelazados y la mente perdida entre pequeñas piedras mezcladas con la tierra. Kyungsoo se aproximó a paso lento, y el rostro del otro se levantó hasta que ambas miradas se cruzasen. El chico que estaba de pie le entregó uno de los helados que sujetaba al amigo, que lo cogió sin demostrar ningún ánimo. Kyungsoo se sentó a su lado.

-Prométeme que no se lo contarás a nadie, mucho menos a él.

-No me hagas prometer eso, no es justo. ¡Tú no se lo contarás, lo sé!

-No…no se lo contaré…No quiero que sufra con anticipación.

-¿Y por qué me lo contaste entonces?

-Te necesito ayudando cuando llegue el momento.

-Kyungsoo…

-Por favor…Es la última cosa que te pido.

Kyungsoo colocó una de sus manos sobre la de su amigo y la presionó sin fuerza. Junmyeon intentaba desesperadamente contener sus lágrimas fijando la vista en el suelo. Sintió su mano ser apretada con más firmeza por su amigo y, de esta vez no fue capaz de contener lo que estaba a punto de salir.

-Tengo miedo Junmyeon…

Kyungsoo susurró mientras observaba el helado derretirse entre sus manos. Junmyeon notó algunas lágrimas deslizarse por su rostro, aunque su expresión no cambiase, las lágrimas seguían cayendo.

-Yo también Kyungsoo...Pero puedes contar conmigo.

Junmyeon sonrió y rápidamente dio un beso en la mejilla del amigo, que sonrió en consecuencia.

-Vamos, no quiero perder el tiempo.

Kyungsoo se levantó y tiró del amigo para que le acompañase.

                                  **-------------------8592---------------------**

-¿Y qué tal Jeju?

-No me imaginaba que te gustase la playa…

Kyungsoo estaba en el sofá, con las piernas extendidas y los pies apoyados en la mesita del centro. El sofá blanco y blandito también estaba cedido por el cuerpo de Jongin, que estaba tumbado con la cabeza apoyada en las piernas del mayor, mientras este veía un folleto de viajes.

-Pues ahora me gustan…¿Vamos entonces?

-¿Así de repente Kyungsoo? No sé…

Jongin se levantó sentándose al lado de su novio.

-Por favor…-El menor bajó la revista que leía y puso ambas manos debajo del mentón y sonrió haciendo algo que parecía ser aegyo. Abrió mucho los ojos e insistió con voz llorona.

-Uau…Para que apeles al aegyo tiene que ser algo realmente especial…Vale, iremos a Jeju.

El mayor dio un salto de alegría y se tiró encima del cuerpo del otro abrazándose con fuerza con los brazos alrededor de este. Kyungsoo apretó su mejilla contra la de Jongin mientras sonreía y lo abrazaba, al igual que un niño en navidades.

Jongin lo abrazó por la cintura, e hizo que Kyungsoo se sentase en su regazo con las rodillas apoyadas en el sofá. El mayor sonreía como un niño grande y la visión de su gran sonrisa era la cosa más bonita que Jongin jamás había visto. Quería guardar en su memoria cada una de esas sonrisas de cuando estaban juntos. Aquella luz que Kyungsoo emitía, era como una droga, viciante y a la vez deliciosa. La textura de su piel lo dejaba completamente embriagado. Cuando el tiempo pasase quería acordarse de todo.

 

                                                      **-----------------8256------------------**

 

El sol brillaba con fuerza. El agua cristalina refletía el azul del cielo, adornado con tan solo cinco nubes, meramente decorativas.

Kyungsoo corrió por la orilla, salpicando gotas frías para todos los lados, mientras que su risa hacía eco por todo el vacío de la playa. Siguiéndole por detrás estaba Jongin, salpicando también agua con sus pies. Corrieron así durante unos minutos, olvidándose del resto del mundo y pendientes solamente de sentir sus pieles siendo tocadas por los rayos de sol. Jongin ya estaba bastante moreno, mientras que Kyungsoo aún presentaba su típica palidez habitual. Para la mirada del más viejo, la piel bronceada de su novio era completamente prefecta. Le quedaba mejor aquel tono de piel, más interesante.

Jongin acabó por alcanzarle. Le sujetó por detrás en un fuerte abrazo y lo levantó por la cintura, llevandolo para dentro del mar. No se alejaron mucho, hasta la cintura. Jongin le tiró un poco de agua sobre la cabeza, haciéndole temblar por lo fría que estaba, Kyungsoo por impulso se aproximó al cuerpo del más alto acurrucándose entre su pecho y sus brazos.

Era más uno de esos momentos para ser guardados en la memoria de los dos. El sol calentándoles el cuerpo, mientras que el agua ya no estaba así tan fría. Las manos de Kyungsoo en la espalda de Jongin, y las de este en a la cintura del menor. Los ojos cerrados y los oídos de uno atento a las respiraciones del otro.

Era todo lo que Kyungsoo quería.

 

                                **----------------7632--------------------**

 

Ambos estaban tumbados bajo la luz de la luna en la terraza del piso. No les hacía falta mantas ya que el día estaba caluroso. Estaban a mitades del verano, por lo que los días y las noches eran extremadamente calientes.

-Aquella…

-¿Cuál?

- La que está al lado de la pequeñita…

-¡Ah! Me gusta…

-¿Qué nombre le podemos poner?

-No sé….¿De verdad le vamos a poner un nombre?

-¿Alguna idea?

Kyungsoo giró su rostro, y observó como Jongin miraba las estrellas atentamente con una suave sonrisa. Sus ojos no paraban, querían cazar algo entre aquel millar de puntitos blancos esparcidos por la tela negra del universo.

-Jongin…

-Dime…-Jongin se giró hacia su novio, con restos de la sonrisa de antes.

-La estrella se llamará Jongin…

Su sonrisa aumentó. Jongin colocó su brazo por detrás de la cabeza de Kyungsoo y con el brazo que le restaba le abrazó. Escondiendo su sonrisa tímida en el hueco entre el cuello y la cabeza del mayor.

-A la pequeña la llamaré Kyungsoo…

El aludido soltó una risa incrédula al oír semejantes palabras, le abrazó más fuertemente y le estrujó contra su pecho.

-¿Me estás llamando pequeño?

-Lo estoy…Pero no es por eso…

Jongin se soltó del abrazo y volvió a mirar el infinito del cielo.

-Es porque está al lado de la grande, y siempre se quedará allí…

Kyungsoo sonrió un poco triste, colocó su rostro en el cuello del más nuevo y deshizo la sonrisa discretamente. No quería estar triste, no quería sentir aquel peso en el corazón. Normalmente esperaba a llorar a mitad de la noche, mientras tomaba un baño frío cansado de tener pesadillas sin fin, pero después de aquellas palabras, cada vez se iba haciendo más y más complicado aguantar las lágrimas en su interior.

Mientras tanto, tenía ganas de decirle, que las estrellas también mueren.

 

                                            **-------------------------6756-------------------**

 

-Las hojas ya están empezando caer…

-El verano ni siquiera acabó…

-Faltan pocos días, es normal…

-No quiero que el verano se acabe Kyungsoo.

-¡No puedo esperar a que empiece el invierno!

-¿Por?

-De esa forma dejaremos de dormir estirados por el suelo y no agarraremos el uno al otro.

-No puedo esperar para que empiece el invierno…

 

                                                   **------------------------------5967--------------------------**

 

-Hace demasiado frío para que sea otoño.

-¿Solo sabes reclamar?

Kyungsoo y Jongin estaban sentados en un banco pintado de verde en medio de una plaza coloreada de tonos naturales de la estación. Hacía realmente frío. Ambos estaban hasta el cuello de ropas gruesas, y en cada mano había un café que ya no estaba muy caliente. Observaban el mismo punto en el suelo. Una cruz roja pintada en tinta sobre el suelo. No tenían ni ideas de lo que significaba aquello.

-¿No será un tesoro de piratas?

Jongin adivinó, intentando sacar alguna sonrisa del mayor, pero ese no era un buen día. Se habían peleado no hacía tanto tiempo, y por más que Kyungsoo no intentase estar de mal humor, estaba irritado.

-No tengo tiempo para estar peleado contigo…

Kyungsoo se levantó y dejó el vaso de café encima del banco, empezó a andar sin esperar a que el otro se levantase. Jongin rápidamente le siguió, intentando alcanzarle. Ambos caminaban a largos pasos hacia la salida del parque en el que pasaron toda la tarde juntos.

-¿Ya terminaste aquel libro que estabas escribiendo?

Preguntó Jongin a la vez que sujetaba la mano del novio, solamente quería estar junto a él, no lograba entender el porqué del otro estar enfadado, no conseguía acordarse de ningún motivo.

 

El mayor paró de caminar, y Jongin le acompaño, parándose un poco más adelante. Aún estaban sujetándose de las manos, con los brazos extendidos frente a los dos. Kyungsoo tenía la mirada baja, parecía esconder algo en rostro.

-¿Va todo bien?

El más nuevo preguntó, buscando con su mirada la del otro. Kyungsoo levantó su rostro de golpe, forzando una gran sonrisa, mientras que varias lágrimas caían por su cara. Se tiró a los brazos del otro, poco importándose de las pocas miradas que podían juzgarles y se permitió llorar.

-No llores Kyungsoo…Me dejarás también triste…¿Por qué no me cuentas qué pasó?

Jongin se sintió ser abrazado con aún más fuerza, mientras que las lágrimas de Kyungsoo mojaban cada vez más su camiseta. El mayor quería parar de llorar, quería mitigar su desesperación, pero no lo conseguía.

-Tengo miedo…-Murmuró en el pecho del otro.

-¿Qué dijiste?

Jongin preguntó sin entender nada de lo que el otro había dicho. Kyungsoo rompió el abrazo y sonrió, secándose las lágrimas con el dorso de la mano.

-No nos peleemos ¿vale?

Kyungsoo sonrió con más fuerza y sujetó más fuerte la mano del otro.

-¿Es que acaso nos habíamos peleado?

Jongin sonrió y le besó la frente al mayor.

Kyungsoo no sabía si él estaba de broma o si en realidad se había olvidado. Prefirió restarle importancia, no tenía tiempo.

                                            **------------------------4767-------------------------**

 

Sus manos desnudas acariciaban la espalda desnuda de Kyungsoo. Espinas dorsales que se contorcían, respiraciones que se descontrolaban, corazones que latían pegados un pecho contra el otro, cuerpos conectados por la pura sensación de placer. Dos hombres que no hacía mucho aún eran niños, unidos ya por el alma, conectados ya por la pureza que es el amor, experimentaban en una noche fría, el sabor de la lujuría.

No es de sorprenderse que fuese un pecado. Era tan bueno. Todo a su alrededor había adquirido una tonalidad diferente, todos los olores eran más fuertes, todo estaba más delicioso que de costumbre. Los sonidos, aunque todo pareciera estar en silencio, los gemidos que hacían eco entre las cuatro paredes de aquella habitación hacia que ambos sintiesen más placer.

Kyungsoo adoraba enredar sus dedos en la cabellera castaña de Jongin, y en aquel instante, con todos los sentidos más despiertos, hasta el más simple de los movimientos, como podía ser este, le llevaban al orgasmo.

Los gruesos labios de Jongin a través de su cuello, capturando cada gota de sudor que allí estaba. A Jongin le gustaba sentir la garganta del otro temblar cada vez que este soltaba un gemido, era un placer escondido, sentir la vibración melodiosa de sus cuerdas vocales en sus labios.

El cuerpo de Jongin parecía encerrarse más contra el de Kyungsoo, mientras que el del pequeño se exponía cada vez más, espalda arqueada, piernas alrededor de la cintura del compañero, cuerpos en choque constante y rítmico, ojos cerrados y uñas que se clavaban en él, con fuerza suficiente como para dejar un tímido rastro de gotas de sangre.

Primero fue Jongin, junto a un empujón un tanto contenido, mientras se agarraba a la cintura del otro. Justo después fue Kyungsoo, con una mano en la espalda del más joven y la otra sujetando aún su pelo, sin fuerza alguna, solamente dejando que sus dedos se perdiesen entre aquellos cabellos castaños.

Se podrían haber separado, dejarse caer sobre la cama y descansar, pero prefirieron quedarse en esa posición unos cuantos minutos más, regulando las respiraciones y aprovechando el aroma que habían dejado en el cuerpo ajeno. Kyungsoo con el rostro escondido en el hueco del cuello del moreno, y este con los ojos bien cerrados. Aunque en perfecta armonía, ninguno de los dos había logrado entender cómo habían tardado tanto.

Y definitivamente lo volverían a hacer. Tantas veces como fuese necesario, o mejor, cuantas veces el tiempo se lo permitiese.

                                                    **-----------------------4312---------------------**

-Está nevando…

-¡¡Pero si hace nada comenzó el invierno!!

-Creo que el tiempo quiere que yo aproveche un poco de la nieve…

Jongin no lo entendió, pero sonrió. Terminó su café y se levantó, anduvo de la cocina hasta el salón y, una vez allí se paró frente a la ventana, volviendo a la cocina después de unos dos minutos. Se sirvió más una taza de café.

-Esa es tu tercera taza ya…¿No crees que ya es demasiado?

-¿Tercera?¿Está loco Kyungsoo? Si me acabo de levantar, ni siquiera he desayunado aún…

Jongin se giró de espaldas y acabó de beber lo que le quedaba en la taza, dejando la cafetera vacía. Kyungsoo observó al chico de lejos, sin ganas de intervenir, sin ganas de discutir, sin el coraje para ver lo que pasaba en realidad.

              **----------------------------3712------------------**

 

-Feliz navidad…

-¡Feliz navidad Jongin!

-No tuve tiempo para comprarte un regalo…

Una disculpa falsa, para justificar un olvido anormal.

-No pasa nada, lo que importa es que estés conmigo.

Una verdad.

-Te compraré algo bonito otro día. ¿Vale?

Y sin saberlo, mentía.

-No hace falta que me compres nada, voy a poner la mesa.

Kyungoo se levantó del sofá, donde su compañero había dormido desde la tarde del día 24 hasta aquel momento, la madrugada del día 25. Fue hasta la cocina, dejando Jongin sentado en el sofá, rascándose los ojos y perdiendo la mente entre los hilos entretejidos de la alfombra. De alguna forma que no conseguía comprender, no conseguía acordarse de cuando la había comprado. Kyungsoo terminaba de preparar los platos con la comida cuando sintió un abrazo que le venía de la espalda.

-¡¡Feliz navidad Kyungsoo!!

Dijo aquello a voz de grito, mientras levantaba el menor del suelo.

-Feliz navidad Jongin.

Kyungsoo fingió una sonrisa. De repente estaba mucho más desanimado. En cuanto sus pies volvieron al suelo, volvió a arreglar todos los platos que estaban encima de la mesa.

-No tuve tiempo para comprar tu regalo…Te compraré algo bonito otro día ¿Vale?

Una vez más.

-No pasa nada Jongin….Siéntate y come.

Estaba intentando esconder su tristeza, con más una de sus grandes y maternales sonrisas.

Sentado, con la cena delante enfriándose, dejó de sentir las piernas y todo de repente empezó a dar vueltas. Sus ojos estaban cansados, pero aún no había llegado el momento. Aún quedaba algo de tiempo, sin embargo este corría más rápido de lo que se había imaginado.

                               **-------------------------3568-------------------**

 

-¡Feliz año nuevo!

Kyungsoo le gritó a Jongin. Ambos tenían unas sonrisas que malamente les cabían en la cara, estaban realmente felices. Jongin desvió su mirada de los fuegos artificiales que hacían que el cielo se iluminase de colores a los ojos de Kyungsoo, y resolvió admirarlos allí. Sorprendió al pequeño con un beso a las orillas del río Han, iluminados por la incesante luz artificial, escondidos entre una multitud, y observados por los ojos de Junmyeon, que suspiraba a lo lejos.

Cuando se separaron volvieron sus vistas al cielo. Para la mayoría aquello significaba una promesa de un año nuevo, lleno de oportunidades y sueños. Para Kyungsoo era el recuerdo de que el tiempo iba cada vez más rápido, y de que no pararía por más que él quisiese.

Para Jongin era más una de las cosas que no quería olvidarse. Más un momento para agarrarse con todas sus fuerzas y guardar en lo más profundo de su memoria. Era el deseo de que su propio tiempo parase, de que retrocediese años atrás. Deseaba para ese año que llegaba algo mejor, algo que consiguiese ayudarle, algo para poder proteger a su Kyungsoo.

Ambos tenían el conocimiento de que el tiempo no daría marcha atrás.

 

                                                    **------------------------2128-------------------**

 

-Ya es la hora…

-Aún es temprano…

-Debo haberme equivocado en los cálculos. Te necesito ahora Junmyeon.

-Cuéntaselo.

-No tengo el valor.

-Entonces déjame contárselo.

-No serviría de nada…Amigo…Prepara las cosas que te pedí, quiero irme en una semana. Cuídalo por mi…

-¿Y quién te cuidará a ti?

-Ven a visitarme los jueves.

-Allí estaré.

-Esperaré.

                                    **------------------1960-------------------**

-Estás muy raro…

-¿Sólo porque quiero pegarme a ti?

-Es que no me sueltas ni para escribir…¿Ya terminaste el libro?

-Solo quiero aprovechar nuestro tiempo.

Kyungsoo apretó aún más el abrazo que tenía con Jongin. Estaba detrás de este mientras lavaba los platos del desayuno, hacía un día frío, y la espalda de Jongin estaba realmente caliente, no quería soltarlo por nada del mundo.

El más alto se secó las manos y se giró, para poder abrazar a Kyungsoo. Hizo con que este se quedase por los aires y se lo llevo hasta el sofá. Kyungsoo estaba tumbado encima del otro, con las manos apoyadas a cada lado suyo, mientras miraba aquellos ojos negros que tanto amaba. Tenía ganas de llorar. Tenía ganas de llorar porque ya no se veía más en los ojos del otro.

Jongin colocó una de sus manos en la nuca del menor y lo aproximó para un beso sencillo, aunque largo. Cuando se separaron, se volvieron a perderse en los ojos ajenos.

-Te quiero.

Jongin susurró, y consiguió arrancar una sonrisa llena de lágrimas del otro. Esas gotas que caían sobre el pecho del más nuevo y parecían hechas de ácido, ácido que le corroía la piel y le llegaba hasta el corazón.

Kyungsoo suplicó una vez más a que el tiempo se detuviese, para que se le otorgase solamente unos días más, solo algunas horas, para poder amar más. Suplicó, rezó, pero su destino ya no podría cambiarse.

-Jongin…

El pequeño susurró con un nudo en la garganta, intentando tragarse toda su angustia.

-Nunca te olvides de mí.

Kyungsoo no dejo que el otro hiciese preguntas, no dejo que el otro respondiese, solamente selló aquel pedido con un beso aún más largo que el anterior. Dejó que su cuerpo fuese lentamente ablandándose, intercambiaron caricias y pasaron así, entre pocas palabras y tiernos contactos físicos, lo que les quedaba de día.

Y cuando se hizo de noche, Jongin dormía cual niño o tal vez como un ángel. Kyungsoo estaba listo.

-No te olvides.

Susurró por última vez, con los labios pegados al oído de su amado, mientras se marchaba de aquella casa, sin dar explicaciones, sin mirar atrás, como un cobarde.

                                                             **----------------------1007---------------------**

-¿Junmyeon?

-Buenas tardes Jongin…

Dijo el mayor mientras se aproximaba del otro que estaba sentado en un banco de aquel inmenso jardín.

-¿Lo has encontrado?¿Has encontrado a mi Kyungsoo?

Junmyeon tragó con dificultad el nudo que tenía en la garganta, se giró y se secó los ojos. Levantó su rostro y sacudió la cabeza en forma negativa. Lentamente fue acercándose al banco y sentándose al lado del chico.

-Se marchó Junmyeon, y ni siquiera dijo chau…Él me odia ¿verdad?

El mayor acarició la cabeza de Jongin, sin prisa. Sonrió torcido y sujetó algunos de sus cabellos entre sus dedos.

-Él te ama demasiado Jongin. Siempre te amó…

Observó al chaval bajar la cabeza, sujetarla entre las manos con fuerza, murmurar algunas cosas sin sentido   y levantarla otra vez con la mirada vacía.

-¿Jumnyeon?

El pequeño respiró muy hondo, tragándose las lágrimas y sonriendo, mientras afirmaba con la cabeza.

-¿Lo has encontrado?¿Has encontrado a mi Kyungsoo?¿Vino a verme?

Jongin estaba completamente desesperado. Sus ojos parecían dos cataratas. Jonmyeon respiró una vez más, y sonrió más una vez. Dejó que sus manos fuesen cayendo por la espalda de Jongin, hasta llegar a su cintura. Aquel uniforme se semejaba bastante a los que los prisioneros usaban en las cárceles, un tipo de pijama azulado. Todos allí tenían la misma vestimenta, a salvo de las enfermeras y los médicos que trabajaban en aquel lugar.

-Me pidió que te entregase esto…Dijo que leyeses todo, con mucho cuidado, todos los días.

Junmyeon le entregó un paquete, parecía ser un libro, era pesado pero no muy grande.

-¿Huyó para terminar de escribir?¿Cuando me viene a buscar?

Jongin parecía feliz, tenía un brillo en los ojos que a pocos segundos atrás parecía estar desaparecido. El visitante sonrió por última vez apretándole con cariño el hombro y levantándose dejando al otro con el paquete en las manos. Sin nada más que decir y sin el coraje necesario para decir adiós, Junmyeon se giró y se marchó.

No había dado muchos pasos, hasta que escuchó al otro gritar su nombre. Gritaba preguntando si él había encontrado a Kyungsoo, preguntaba por qué había desaparecido. Junmyeon llegó a su punto de ruptura, no supo contener a sus propios pies y se echó a correr, lejos de aquella locura, de aquella enfermedad. No sabía cómo lidiar con aquello aunque lo hubiese prometido.

                                              **----------------0342-------------**

-Cretino…

Junmyeon dio un sorbo más a su soju.

-Es muy típico de ti hacerte con mil y un problemas y dejar que el resto lo resuelva. Desde pequeños, siempre la misma cosa. Imbécil…

Un trago más, y tiró la botella para lejos, pidiendo luego disculpas a quien le hubiese dado.

-Le entregué el libro. ¡Aquella porquería de no sé cuántas páginas que se está vendiendo como agua! Y para colmo, ¿quién te crees que tiene que dar todas las entrevistas? Maldita la hora en la que acepté ser tu agente.

Junmyeon tocó un montoncito de hierba a su lado y las sujetó entre los dedos, sin arrancarlas.

-Todo para estar más tiempo contigo, luego vas y te enamoras de él…

El chico se rió y lentamente se tumbó sobre la hierba, apoyando su cabeza en una pequeña plaquita de mármol en la que estaba escrita el nombre del que alguna vez fue su primer amor

-Cretino…Nunca te diste ni el trabajo de darte cuenta de que yo te amaba…Y aun así, aunque le amases, yo seguía tu lado. Soy un estúpido Kyungsoo, me duele verle de esa forma, no quería tener que ir más allá. ¿Pero me lo hiciste prometer, no? Me hiciste prometer que le iría visitar, que no dejaría que él te olvidase…

 Las lágrimas pesadas del chico empezaban a mojar la hierba, de la misma forma en que lo hacía la pequeña lluvia que caía sobre él.

-Recé mucho ¿sabes? Para que no te marchases, para que tuvieses algo más de tiempo. Pero el tiempo no es justo con nadie. Mientras que el tuyo ya se acabó, Jongin tiene que vivir estancado en el y yo, yo tengo que seguir adelante, cargando con el dolor de no tenerte.

Cerró los ojos y sonrió.

-Hoy pido que el tiempo vaya más deprisa. De esa forma puedo ir a verte cuanto antes. Pero sé que el tiempo no me dejará hacer esto, hasta que cumpla con mi promesa.

Junmyeon suspiró y se giró de forma que pudiese ver el cielo.

-Cretino…

                                              **------------------------0000------------------------**

 

Las manos de Jongin sangraban, pero él no sabía por qué.

Pasó sus dedos por la portada del libro, que contenía las frase ‘’Memorias de nosotros dos’’.

‘’Mi amor, Jongin.

Soy un cobarde. Un perro estúpido que no tuvo las agallas de contarte todas las verdades y de prepararte de una forma digna para afrontarlas.

Mantuve mi secreto escondido para ahorrarte el dolor, pero creo que tal vez al único que esté ahorrando dolor sea a mí mismo, ya que no soportaría que me mirases con pena.

Una enfermedad me atacó, no necesitas saber más sobre ello.

En aquel verano que fuimos a Jeju, fue cuando lo supe, que tendría apenas un año para vivir a tu lado.

En aquel mismo verano, hice algo de lo que me avergüenzo mucho. Sé que me pediste que no leyese tus correos, pero o hice.

Y en aquel verano me enteré de que tú también estabas enfermo. Sabía que no me lo ibas a contar, que no sabrías como hacerlo, que ibas a olvidar todo lo que viviste.

Jongin, por un año entero te vi hacer las mismas acciones varias veces seguidas, y eso me corroía tan lentamente como mi enfermedad.

No sé si decidiste no contármelo o si simplemente te olvidaste…

Pero yo lo sabía y eso me hizo quererte aún más.

Nunca fui tan feliz como cuando los días que pasé a tu lado.

No solamente estas 6800 horas, sino todas las que vivimos antes de que el tiempo empezase su cuenta atrás.

Perdóname por haber sido un cobarde, por tener aguantado todo esto solo, por no haberte dicho adiós y por no haberte llevado a casa de mis padres como lo había prometido.

Pero aquí tiene algo para que cumplas tu promesa.

Aquí están todas tus memorias, tus acciones, cada detalle que pasamos. Este libro es mucho más que un libro, somos nosotros dos.

Jongin, no te olvides de mí.

No te olvides de nosotros dos.’’

Notas finales:

Espero que oss hayaa gustado y perdón por cualquier fallo de comprensión o de ortografía^^

 

Hasta la próxima!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).