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Loss por Sarek-Shiroyama

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Notas del fanfic:

Aoi x Uruha

Ruki X Reita

Notas del capitulo:

No hay manera de que me puedas entender, 


No hay manera de que sepas 


Si amaras a alguien, entonces me entenderías 



¿Podrías ser yo? 


¿Podemos cambiar nuestros corazones? 


Si amaras así como yo, entenderías mi corazón 



Nunca entenderás este corazón, 


Que por primera vez quiere proteger a alguien 


No lo entiendes

 

 

 

Reason -(4Men)

-          ¿Estás bien?

Gire a ver Reita estaba medio agachado mirándome fijo, gire a ver hacia los demás que también miraban preocupados, deje atrás sus miradas para volver a perder mis pensamientos en la ciudad fría y oscura que nos custodiaba, un sonido sordo se escuchó la puerta se abrió ese olor invadió mis sentidos haciendo que mi piel se erizara llenado mi cabeza de recuerdos, volví a girar hacia la dirección de la puerta sonreí automáticamente cuando mis ojos se toparon con los suyos tan oscuros pero q la vez hacia que me llenara de alegría, rodé la silla un poco más a la mesa y oculte mi felicidad de verlo llegar.

-          Bien, ya que llego Aoi podemos empezar.

Dijo Kai levantándose de la silla dirigiéndose al tablero que tenía la fecha de las próximas presentaciones locales, su voz se escuchaba lejana mientras mis ojos vacilaban entre la mesa los labios de Aoi y Kai, la risa incontrolable de Reita que recién acababa de hacerle una broma de Ruki nos contagió, Kai interrumpió para chocar las 5 con él y luego proseguir, luego de una hora la reunión dio por finalizada, aunque todos en silencio partimos al exterior del edificio en mi mente muchas palabras se amotinaban por salir.

-          Uruha.

Era su voz, mire llevándome por delante a Ruki que estaba a mi paso.

-          Cuidado idiota.

Dijo, lo abrace rápidamente y camine a Aoi que esperaba en el ascensor.

-          ¿Dime?

Sonrió nerviosamente mientras miraba fijo el piso.

-          Me preguntaba ¿si tenías hambre?

-          Sí, no, es decir si tengo hambre.

-          Vamos, te invito.

Entre al ascensor despidiéndome de los demás en el exterior las puertas se cerraron dejando un silencio incomodo, el roce superficial de nuestras manos y las miradas furtivas y confusas llenaron el ascensor de dudas, las puertas se abrieron dejando entrar una ráfaga de aire caliente y olor a cigarrillo y gasolina, Aoi salió primero le seguí en silencio hasta su coche, camine a la puerta del copiloto su mirada estaba fija en mí, las piernas me temblaban.

-          ¿A dónde quieres ir?

-          No importa, sabes que donde sea está bien.

Afirmo mientras abría la puerta, una vez dentro encendió el motor y salimos del estacionamiento el parabrisas limpiaba las interminables gotas de lluvia un par de cruces y reconocí las calles, intente girar a verlo pero un leve escalofrió me invadió abrace mi cuerpo en busca de calor.

-          Lo siento no debí prender el aire.

Dijo hundiendo todos los botones que estaban en el tablero del auto.

-          No es nada, no debí salir con esta camisa.

-          Usa esto.

Estiro su brazo hasta la parte de atrás tirando en mis piernas una chaqueta de cuero negra, me la puse quedando envuelto en su fragancia, metí las manos en los bolsillos, mis dedos percibieron un papel lo saque leyendo.

-          Nina 1098765 llámame.

Arrugue el papel y volví a meterlo en su lugar un extraño ardor en mi esto me hizo quejarme sonoramente.

-          ¿Qué sucede?

Pregunto confuso.

-          Nada , solo que ...

Dude un par de minutos en contestar, no entendía porque me sentía así, no entendía porque me molestaba que tuviera un numero de una chica al fin y al cabo era normal, a mí también me los daban.

-          ¿solo qué?

Volvió a preguntar volvía a meter mano y saque el papel lo deje frente a sus ojos, al mismo tiempo que el frenaba el auto.

-          AA. conque hay estaba, lo he buscado toda la mañana.

-          Pues ya lo tienes.

Dije mientras sacaba la chaqueta de mis brazos abrí la puerta para salir, su mano me detuvo.

-          Espera el paragua.

-          No importa un rábano.

-          No quiero que te enfermes.

Dijo aún son soltarme, su mirada me hizo quedar, pero no quitaba el hecho de estar enojado, saco de su bolsillo su móvil y marco los números en el papel, cerré la puerta con todas mis fuerzas, él no se movió.

-          Hola Nina, soy Shiroyama, ¿me recuerdas?..... Genial…. Si puedes pasar mañana... o en la noche si te molesta… perfecto te espero en la  noche entonces.

Termino la llamada y busco el paraguas, salió primero y luego abrió la puerta.

-          Ahora así puedes salir.

No pude evitar sonreír Salí metiendo las manos en el bolsillo de mi pantalón estábamos en su apartamento, entro mientras guardaba el paraguas me quede limpiando mis zapatos en la alfombra de la entrada.

-          Siéntate por favor.

-          Gracias

Me senté frente a la ventana viendo caer las gotas de lluvia, una copa de vino intervino en mi mirada, sonreí viendo al hacerlo, se sentó a mi lado y cruzo sus piernas.

-          Nina es una chica que conocí hace mucho, creo que la quiero como mi hermana

-          No es necesario que me digas, de verdad

-          No importa quiero hacerlo.

Dijo poniendo su mano suave en mi rodilla quizás noto como temblaban del roce se su mano en mi pierna rio silenciosamente.

-          Ella me hará un favor, quizás lo veas.

-          Aoi.

Dije dejando la copa en la mesa cercana, el instalo de manera exploradora sus ojos en mi cara, no tenía sitio fijo, mi corazón latía tan rápido que abriría un hueco en mi pecho y escaparía, cerré los ojos suspirando y tomando una gran bocanada de aire.

-          Aoi yo.

Sus labios me habían conquistado totalmente, su cuerpo se movió hacia un lado y siguiente sus manos estaban sobre mis mejillas su cálido tacto me hizo sentir en ambiente, su lengua jugaba con la mía de un lado a otro soltando risas flojas, luego el retiro un poco su cara sonriendo pícaramente.

-          ¿Que querías decirme?

Pregunto sin soltar mis mejilla, abrí mis ojos lentamente por si había sido un sueño tener un recuerdo duradero, pero no hay estaba la lluvia su casa y el con sus manos en mis mejillas, negué suave y baje mi cabeza, el volvió a subirla a la altura de sus ojos.

-          Vamos sabes que puedes decirme cualquier cosa

-          ¿Por qué?

Pregunte con voz temblorosa.

-          ¿Por qué?

Pregunto confundido.

 


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