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Juntos en la Oscuridad. por Mizuki Nozomi

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Notas del fanfic:

Bien, este es mi 4° fic xD Estoy feliz!!

Espero les guste :)

 

 

Notas del capitulo:

Aclaración:

Kuroshitsuji y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a la genial Yana Toboso,quien en el manga me esta volviendo loca xD

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Bien, este sera un fic mas largo que el ultimo que hice :) Espero de todo corazón que les guste n.n

Ojo, no supe si ponerle que es AU, ya que en si, aunque es diferente trama y todo, el fic se desarrollara en el mismo universo de Kuroshitsuji. n.n

Bien, sin mas que decir l@s dejo leer :)

JUNTOS EN LA OSCURIDAD

CAPITULO 1

------Pov  Sebastian------

Llevaba horas dando vueltas por mi mansión. El sonido de mis tacones retumbaba por todo el lugar de manera sombría, mis alas se agitaban con tedio en respuesta a mi estado de ánimo, mis dedos no se estaban quietos, se movían constantemente haciendo rosar las uñas con mi ropa, mis ojos se la pasaban mirando todo a mi alrededor, analizando, observando, juzgando, buscando cualquier cosa mal acomodada para así distraerme arrugándola, pero no había nada fuera de su lugar, absolutamente todo en mi mansión estaba perfecto; el piso color negro brillante, las lámparas de luminiscencia débil que me otorgaba tranquilidad, cortinas de terciopelo rojo y negro que oscurecían aún más la estancia, las paredes color marfil….¡todo estaba impecable!  

Hastiado de estar dando vueltas, salí a uno de los balcones  -pues me encontraba en la segunda planta –esperando encontrar en el exterior algo que me distrajera.

Afuera el paisaje era como de costumbre, oscuro y con una gran luna de sangre en lo alto arrullándonos a nosotros los demonios; el aire estaba más frio que de costumbre, pero nada fuera de lo normal. Baje la mirada. El jardín estaba tranquilo, repleto de rosas rojas; el empedrado estaba despejado y limpio; el enrejado se mantenía en perfectas condiciones, el bosque que comenzaba fuera de este se mantenía silencioso y oscuro, invitándome como tantas veces  a dar un paseo por el, pero hoy no estaba de humor.

Si, el gran Sebastian Michaelis estaba aburrido, y el aburrimiento era algo que me venía molestando desde hace ya varios meses. Por un momento considere la posibilidad de hacer lo que siempre hacia en estos casos: llamar a una de mis almas, divertirme con la persona un buen rato saciando mis deseos carnales, torturándola, molestándola etc., y finalmente devorarla; o bien, podía ir a visitar a algún demonio con el que me llevara bien,  para charlar. Deseche esa ideas al instante,  sinceramente nada de eso me apetecía.

-Voy a morir de aburrimiento –masculle acomodándome un mechón de cabello

Observando el mecer de los árboles, se me ocurrió una idea.

-mmm regularmente no vale la pena ir pero…quizás me pueda divertir ahí –murmure embozando una sonrisa –tiene tiempo que no voy.

Encogiéndome de hombros, comencé a agitar las alas,  elevándome  en el aire solo unos metros,  antes de descender y aterrizar en el patio, sobre el camino de roca que guiaba del porche al gran portón metálico, para después de este,  guiar como sendero por el bosque.

Sin dejar de agitar mis alas, comence a caminar hacia el portón, que automáticamente se abrió ante mi deseo. A unos pasos de llegar a él, un montón de plumas negras comenzaron a rodearme, ayudadas por una fuerte brisa, para de inmediato, hacerme desaparecer del infierno.

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Cuando las plumas comenzaron a dispersarse, me encontré parado sobre una de las muchas casas de Londres, para mi conveniencia, sobre una de las más altas. Era de noche. En las calles, se podían ver unas cuantas carrosas pasar; las tiendas aún estaban abiertas por lo que igual habían personas caminando con tranquilidad, deteniéndose de vez en cuando a mirar lo que se exhibía a través de  los vitrales. Era un  paisaje de lo más común.

Soltando un bufido, tome haciendo en la cornisa, asegurándome de que hubiera la suficiente sombra como para pasar desapercibido. Una vez en mi lugar me dedique a observar todo lo que quedaba a mi alcance.

Dejando de lado la impresión inicial que daba el lugar, si se analizaba con más cuidado, podía notarse lo podrido de este. Había mujeres con moretones mal disimulados, que paseaban tomadas de la mano de sus esposos, Unas cuantas chicas estaban reunidas en una esquina exhibiendo sus cuerpos de manera vulgar, sin duda prostitutas. En un pequeño callejón había una anciana que abrazaba a un niño, tratando de transmitirle calor;  ambos no sobrevivirían esta noche, estaba comenzando a nevar. Todas las demás personas que caminaban por ahí pasaban como si tuvieran los ojos cerrados ante tales escenarios. Todos esos casos eran cosas del diario. Siempre que venía aquí me encontraba con casi todos ellos. Con la vista empecé a buscar algo, o más bien alguien, que llamara mi atención. Esa era una de mis actividades favoritas, encontrar a alguien “interesante” con quien divertirme. Sin embargo, al parecer hoy no estaba de suerte, nadie llamaba mi atención. Pasaban los minutos con infinita lentitud y no encontraba nada de nada. Varias veces entube por elegir a alguien pero cuando me disponía a ir por mi presa, cambiaba de idea repentinamente, encontrando mil y un excusas para dejarla ir y continuar buscando. ¿Que estaba buscando?

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No sé cuánto tiempo estuve en el mismo lugar observado a los humanos debajo de mí. Todas las tiendas estaban cerrando ya, las calles comenzaban a vaciarse poco a poco. De verdad que esto había sido una gran pérdida de tiempo.

-Bien, creo que mejor me voy…-me dije levantándome  y sacudiéndome la ropa.

Estaba a punto de invocar las plumas que me regresarían a mi mansión en el infierno, cuando sentí “algo” en mi pecho. Era como…un toque…una señal…un llamado… ¿Qué era? Algo me estaba diciendo que no me fuera. Me impedía que me fuera. Era una sensación extraña. Muy molesta.

Enojado, desplegué mis alas y me eleve en el aire, volando con rumbo al este, alejándome de la ciudad sin saber porque.

Conforme más avanzaba en mi camino, una intranquilidad comenzaba a invadirme poco a poco, apresurándome a ir más a prisa. Sin darle más vueltas al asunto, volé más rápido. Después de un rato de seguir con la misma velocidad y dirección, ante mi comenzó a visualizarse una imagen que me desconcertó demasiado. Era humo, humo negro que provenía de lo que parecía ser una mansión, una demasiado grande.  

-¿Que rayos es esto?  -susurre parándome en la copa de un gran árbol, para observar el cruel escenario.

La mansión ante mis ojos, estaba siendo consumida por grandes llamaradas de fuego.  Era una visión de lo más…interesante.

-Me pregunto si… -murmure cerrando los ojos, concentrándome. Podía sentir la presencia de 7 personas vivas dentro de la mansión. En tres de esas personas podía sentirse desesperación y miedo, en las demás maldad…pero, había algo más, otra presencia,  una que me costaba sentir, era más…pequeña…

Inconscientemente, baje del árbol en el que me encontraba trepado.

Esa pequeña presencia emitía algo diferente a las otras, que eran de mayor tamaño. Los sentimientos que transmitía eran casi palpables. Dolor, desesperación, odio, furia…  ¿De quién procedía todo eso?

Con brutalidad, la puerta principal de la mansión fue abierta, sacándome de mis cavilaciones. Unos  hombres comenzaron a salir.  Eran 3, y llevaban a alguien a rastras, con una bolsa de tela negra sobre la cabeza y unas cuerdas de cuero que unían sus muñecas por detrás de la espalda. Por la contextura asumí que era una niña. Solo estaba vestida con camisón muy holgado color blanco que ocultaba su figura, y unos shorts del mismo color y forma diez centímetros por encima de la rodilla, que dejaban al descubierto unas piernas delgadas, pálidas y visiblemente tersas, con algunos rasguños. Su cuerpo estaba rígido, se escuchaban gruñidos que emitía al tratar de liberarse de sus captores sin éxito alguno.

-¡YA DEJA DE RETORCERTE!–le gruño uno de los hombres, dándole un puñetazo en el rostro sin aviso alguno.

Los otros hombres soltaron a la pequeña, dejándola caer en el suelo cruelmente. La chica emitió un gemido. Todos rieron a carcajadas.

-Quítenle la bolsa, quiero ver su maldito rostro lleno de dolor–ordeno quien parecía ser el líder, embozando una sonrisa despiadada.

-Con gusto- respondieron los aludiditos  tomando a la niña de los brazos, dejándola hincada, para después quitarle la bolsa, dejándome sin palabras.

El pequeño cuerpo que sometían esos hombres no era de una chica, sino de un chico. Un chico de al menos 12 años, de cabellos negros con reflejos azules, piel pálida de la misma tonalidad que sus piernas, mejillas sonrojadas a causa de su agitación, boca pequeña de labios rojizos y pálidos de los cuales escurría un hilillo de sangre, cejas delgadas y bien formadas que estaban fruncidas en señal de enojo, y finalmente, lo que más llamaba mi atención:  enmarcados con gruesas pestañas, unos ojos grandes color zafiro que, a pesar de estar en desventaja, miraban retadores y con odio a sus captores.

“Así que tú eras esa presencia” –pensé ladeando la cabeza  –“creo que me darás un gran espectáculo”

-Creí haber dicho que quería ver tu rostro lleno de dolor –dijo el líder hincándose frente al peli azul, jalándolo del cabello. Mas el menor no cambio su expresión en lo absoluto, solo tomo aire para hablar.

-Maldito…cobarde–susurro jadeante, sonriendo levemente, haciéndome sonreír también. Tenía una voz hermosa, clara y decidida.

El mayor le devolvió la sonrisa antes de darle otro puñetazo mandándolo de espaldas contra el suelo.  Los otros hombres volvieron a tomarlo de los brazos, para regresarlo a su posición anterior.  Fruncí el ceño incomodo por lo que veía.

-¿Dijiste algo? –pregunto el jefe a modo de burla

El niño tenía la mirada un tanto perdida, más cuando logro enfocarla en su agresor, volvo a sonreírle, esta vez con sorna.

-Dije…que…que eres un maldito cobarde-farfullo antes de escupirle en la cara.

Su interlocutor lo miro con ira antes de darle una fuerte bofetada, que le rompió el  labio inferior y lo tiro al suelo.

Mis dientes chirriaron por el enojo. Me molestaba que golpearan a ese niño… pero ¿Por qué? Era solo un humano. Yo ya había visto este tipo de escenas antes, incluso casos peores. Masacres, matanzas genocidas, asesinatos despiadados... ¿Qué hacia este caso tan especial como para hacerme sentir…algo diferente?

-Para la posición en la que te encuentras estas siendo demasiado estúpido –dijo el hombre tomándolo de la barbilla con rudeza.

-De nada me serviría ser amable con usted ¿o sí?  -respondió el niño sin amedrentarse –de todas formas me matara, solo falto yo.

Sin duda este pequeño era especial. Su forma de actuar no era como la de un niño, más bien como la de un adulto, no, no era como un adulto, era diferente, tenía actitud. Me gustaba.

-Cierto, tienes razó…

-¡CIEL! –se escuchó un grito dentro de la mansión, que por su desesperación  parecía cortar el viento, haciendo que todos voltearan hacia donde provenía.

-¡PAPA! –grito el menor con los ojos luminosos,  tratando de levantarse, más una patada en el estómago lo devolvió al suelo jadeando. –Ah…

Mis dedos se retorcieron por la irritación.

-Así que tu maldito padre sigue vivo. Bien, no será por mucho tiempo, seguro están por hacerse cargo de él- dijo el hombre que lo había golpeado, mirando significativamente a su superior –igual que nosotros contigo, mocoso.

-mmm bien, creo que ya es hora, no podemos perder más tiempo–concedió el líder sacando un cuchillo de entre sus ropas –despídete, maldito mocoso.

Con lentitud, fue acercándose al pequeño que nuevamente era sujetado por los brazos y  observaba a su verdugo con ira y lágrimas comenzando a caer de sus orbes azules, resbalando por sus mejillas.

El líder le coloco el cuchillo en el cuello.

-Me hubiera gustado divertirme más contigo, tu cuerpo es hermoso –le dijo presionando ligeramente el arma contra su piel y viéndolo de forma obscena–pero ya no queda tiempo. Que desperdicio. Como sea…adiós…

Sentí una punzada de dolor en el pecho.

-Maldita sea…

 

FIN DEL CAPITULO 1

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Notas finales:

Okey, ese fue el primer capitulo :)

Se que no hubo mucho pero les juro que ya los proximos caps seran mas interesantes *-* xD

Si cometi algun error por favor haganmelo saber ^^

Merezco review? c:

 


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