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Antojos (SeBaek: EXO) por Monnyca16

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Notas del capitulo:

Para un fanboy. Espero que te guste, sabes que me refiero a ti, luego me dices tu nombre y lo pongo adadhja

Único capítulo

“Tu hijo está viéndote”

Al verlo traspasar las puertas del hospital, Yeol inmediatamente se acercó. Baek llevaba puesto un overol-short azul  ajustado, y por debajo lo cubría una blusa blanca. A sus seis meses de embarazo, Baek se sentía más liviano que nunca a pesar de cargar con semejante barriga. Sehun le decía que debía sujetarse el estómago con ropa de lycra y justo lo había hecho ese día; su overol le abrazaba el vientre tenuemente, ayudando a que después no le doliera por el peso. 

Sehun le había regalado ese majestuoso overol y le quedaba jodidamente perfecto.

—No deberías vagar solo por todo el hospital. —Sin pensarlo, Yeol le acarició la barriga de derecha a izquierda, sintiendo dos pataditas —. ¿Ya saben qué va a ser?

—Es niño —respondió sonriente, acariciándose la barriga también. Estaba muy grande y redonda, y aunque se viera como barriga de embarazo doble, no era así. Su bebé venía muy grande sólo eso —. ¿Ha visto a SeHun?

Y por supuesto que Yeol lo había visto, pero prefería mil veces decir que no, así que se negó con la cabeza.

—¿Te sientes mal o algo? —Acunó su mejilla con la mano extendida, logrando de ese modo que Baek sonriera y se negara. Yeol algunas veces era muy cariñoso, Baek más que nadie lo sabía. Chanyeol había sido su ex pareja años atrás y cada vez que se miraban era prácticamente lo mismo. Más sin embargo, Yeol seguía insistiendo en apartar a SeHun del pequeño Baek.

En todo caso, Baek se enamoró de SeHun y tomó a Yeol como un buen amigo, aunque a su actual pareja no le gustara. Baek se había casado con Sehun meses atrás, justamente siete, y para el primer mes de casados lograron enterarse del nuevo miembro de la familia. Todos estaban muy emocionados, menos Yeol. Éste, sin importar que Baek estuviera embarazado, deseaba recuperarlo, pero no era fácil y menos cuando SeHun todo el tiempo se la pasaba cuidándolo, como ahora.

Justo al rodar los ojos, Yeol pudo darse cuenta de la presencia del ginecólogo. Era de esperarse, SeHun en cualquier momento estaría ahí, cuidando lo que le pertenecía.

—Te dije que nunca pasaras por aquí —espetó apenas al llegar. Baek se alzó de hombros, aspirando oxígeno profundamente. SeHun se miraba realmente ardiente con esa bata blanca, por eso le gustaba ir a visitarlo muy diariamente.

—Sólo quería caminar —dijo con sinceridad, sintiendo cómo la mano de Yeol volvía a posicionarse sobre su enorme barriga. Inmediatamente, SeHun tomó la mano de Yeol y la apartó. 

—Y eso que no has engordado demasiado —Yeol añadió, sonriéndole. Le encantaba poner celoso a SeHun y más cuando Baek  sacaba toda su ingenuidad. En cambio, el ginecólogo odiaba que Baek nunca se diera cuenta que Yeol coqueteaba con él; todos lo veían, menos el más importante. 

—Tienes pacientes que atender, Chanyeol —opinó su colega de trabajo. Baek inmediatamente se despidió de Yeol y se acurrucó en SeHun. Éste sonrió triunfante.

Era mejor así. Claro que era mucho mejor que Yeol se largara. 

—Nos vemos luego, pequeño —se despidió también, inclinándose apenas para besarlo en la frente. SeHun miró la escena con el rabillo del ojo, sintiéndose muy enojado internamente.

—No te le acerques, Chanyeol. No te acerques a él y mucho menos si yo no estoy. Es mi esposo y está esperando un hijo mío, así que déjalo tranquilo; no responderé a la próxima —mirándolo detenidamente, le advirtió por milésima vez. SeHun tenía prohibido ponerle una mano encima porque Baek se lo había advertido. Eso lo disgustaba mucho.

—Sí, sí… como digas —contestó el doctor a manera risueña.

Una de las cosas que SeHun odiaba de Yeol era que todo se lo tomara a juego. Odiaba que Yeol se entrometiera en sus vidas. Odiaba que él tocara a Baek. Lo odiaba absolutamente.

A la vez también odiaba características de su esposo.

Odiaba que Baek fuera amigo de Yeol cuando tiempo atrás habían sido novios. Odiaba que Baek dejara que le hiciera cariños. Odiaba que Baek saliera tan jodidamente sensual a la calle. Odiaba que Baek se tomara todo tan a la ligera.

Cuando apenas se percató de la ausencia del mal tercio, SeHun palmeó la barriga de Baek, pero éste evitó que lo tocara. Siempre pasaba lo mismo. La mayoría de sus peleas matrimoniales era por culpa de Chanyeol y otras por tonterías, pero odiaba cuando Baek siempre se ponía en su contra. Lógicamente no pensaban lo mismo y eso irritaba demasiado.

—Te lo he dicho, SeHun. Él es sólo un buen amigo, pero tú siempre tienes que estar malinterpretando todo —lo acusó con el dedo y luego con la mano extendida.

El más alto suspiró con cansancio. Se suponía que debía ser recibido con amor después de largas horas de trabajo, pero simplemente recibía regaños. Baek era el maestro en regañar y tal situación era frustrante; nadie podía regañar a Baek, pero éste siempre regañaba a todos. Lo único que parecía sería ser la salvación era que SeHun había terminado de trabajar y que irían a casa después de lo sucedido. Baek de hecho por eso había ido al hospital, solamente quería encontrárselo y verlo vestido de blanco, pero todo tenía que ser arruinado por celos mal fundamentados. 

Sin decir todavía nada, SeHun sujetó la mano del pequeño y lo llevó lentamente hasta la camioneta. Lo ayudó a subirse a su asiento y le abrochó el cinturón de seguridad, dejando apenas un beso en la barriga.

Y durante el camino no dijeron nada. A SeHun no le gustaba discutir y mucho menos con un Baek embarazado. Odiaba poner en peligro a su pequeño y por eso se tragaba todo y no le decía nada. No obstante, su decisión de estabilidad se fue a la basura cuando apenas al llegar a casa y bajar del vehículo, Baek siguió con lo mismo.

—Me molesta que nunca digas nada, SeHun. Siempre es lo mismo, te pones celoso, le dices que nunca se me acerque y luego cuando quiero solucionar las cosas tú no dices nada. ¡No dices absolutamente nada! —Gritó lo último, sacudiendo las manos y caminando perezosamente por el peso de la barriga.

—¿Y qué gano con todo esto? Estás esperando un hijo, ¿qué no lo entiendes? Puedes enfermarte, Baek. No hago ni digo nada porque siempre es lo mismo, porque tú y ese maldito se tocan como si fueran algo más

—Es que tú no confías en mí. Chanyeol es sólo un amigo, por eso nos tratamos así. ¡Los amigos hacen eso, SeHun!  —Dijo como si fuera bastante obvio.

—¿De verdad? Entonces iré con un amigo y haré eso, porque eso es lo que hacen los amigos ¿Cierto?

Baek guardó silencio y compostura. Por alguna extraña razón sentía que si SeHun hacía eso se sentiría muy furioso.

—Ah, ya sé, Baek, ¿qué tal si mejor voy con un ex novio y soy como todo un amigo debe ser? Claro que no tendría nada de malo si le acaricio y lo beso en la cara ¿cierto? O quizá si está embarazado acaricie suavemente su vientre. ¿No hay nada de malo en eso, verdad?

—Ni te atrevas a hacer eso, SeHun. Eso ya no sería amistad.

—Es lo que tú estás haciendo, bebé. Todo el maldito tiempo lo haces y como siempre, tengo que guardármelo todo porque estás embarazado, pero tú siempre insistes en discutir.

—Pero tienes razones para estar celoso y no es por mí, SeHun. Sólo mira cómo te comportas conmigo. No eres para nada cariñoso y siempre tienes el mismo gesto de siempre. Es por eso que no quieres  que Yeol se acerque, porque eres lo opuesto a él y te da miedo que al final me sienta más entusiasmado con él que contigo.

—¿Por qué no me dijiste eso antes? Pudimos terminarlo antes de llegar a este tipo de situaciones, Baek. Es una lástima que sea demasiado tarde para evitar las peleas. Me gustaría que al menos me comprendieras por una vez. Si te pusieras en mi lugar nada de esto estaría pasando.

—¿Lo ves? En lugar de venir y abrazarme… en lugar de eso tú siempre hablas así…

—Tú más que nadie sabe que si voy y te abrazo, me golpearás el brazo y me alejarás. Te conozco lo suficiente, Baek.

—Y ¿qué tal si no fuera así? Y si yo quiero que me abraces —murmuró, mordiéndose el labio.

—Bien, entonces te abrazaré —musitó, aproximándose.

—¡No! ¡Ya no! ¡Yo no te estoy obligando a nada, si no te nace entonces no lo hagas!

—Ves… ¿lo viste? Cambias de opinión cada segundo.

Baek resopló.

—Pero es que sólo deberías venir y abrazarme, pero no lo haces —dejó claro su punto de vista, negándose repetitivamente con la cabeza.

—Y cuando quiero ir a abrazarte, siempre sales con cualquier tontería —terció sin parpadear.

—Es que no me entiendes, SeHun. Deberías entender más al padre- madre de tu hijo. Pero sigues con esa cara de póquer. 

 

SeHun tragó saliva. Sabía que su gesticulación no era la adecuada, pero no podía cambiar de la noche a la mañana. Además Baek se había enamorado de él con esas características.

 

—¿Entonces ya no me amas? —Interrogó apenas lo abrazó por la espalda. Su aliento cálido golpeó el oído derecho del pequeño Baek, inyectándolo y llenándolo de placer.

Ante la caricia, Baek se estremeció. Era bastante cierto que tenían problemas para abrazarse, ya que la barriga les impedía hacerlo de frente, pero cuando SeHun lo abrazaba por la espalda todo se volvía muy lascivo. Sin dudarlo, SeHun dejó caer la barbilla en su hombro y acarició su panza.

—Yo te amo, mi amor —explayó el enano,  tomando las manos de SeHun en su poder y guiándolas para acariciar más debajo de su vientre —. ¿Me haces el amor?

—¿Ya no estás enojado? ¿No me vas a golpear? ¿Prometes alejarte de Chanyeol? —susurró en su oído, de paso mordiéndole el lóbulo.

—Eres muy celoso ¿lo sabías? Pero bien, por tus celos absurdos hoy te toca lavar los trastes. También preparar la cena, pero antes, tienes que hacérmelo ¿Trato hecho?

 

Sehun asintió, llenando de caricias los lugares más ocultos, bajando hasta su cuello y lamiéndoselo. Jadeó,  sintiendo dolor en los testículos al momento de restregarse contra el redondo trasero de Baek, hasta que éste se alejó sorpresivamente y se negó a seguir. 

—Necesito comer —anunció, sintiendo las tripas gruñir. Había comido horas antes, pero cuando las tripas gruñían tenía que atenderlas sin importar el momento.

SeHun abrió mucho los ojos, calmando su acelerada respiración.

—¿Comer? ¿Ahora? Puedes hacerlo después, Baek —Quiso convencerlo, pero el pequeño se volvió a negar, dirigiéndose hasta el refrigerador.

—Tu bebé tiene que alimentarse, SeHun. ¡Que egoísta eres! —Sentenció, sonriendo coqueto —. Se me antoja un poco de pollo, ah… también nieve de café ¿vamos a comprarla, sí? Aunque también se me antoja comer pizza y hamburguesa, pero no estaría nada mal hacer sopa instantánea. ¿Quieres una manzana o una pera?  

 

SeHun se alzó de hombros, confundido, no obstante terminó por agarrar la pera mientras Baek mordía la manzana. Cuando el pequeño Baek tenía hambre nadie podía meterse con él. La comida era realmente importante y SeHun estaba seguro que después le tocaría lavar los trastes y que para cuando quisiera terminar por hacer el amor, Baek estaría totalmente dormido.

 

 


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