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Baekhyun & Kai
-¡Hoy! –dijo Kai, ante la pregunta de Baekhyun: “¿Cuándo veremos al nuevo miembro?
-Hoy -volvió a repetir el más moreno de los dos- tienes que ir a comprobar si el nuevo miembro es apto para entrar a nuestro quipo y…- se detuvo ante la fría expresión de Baekhyun, quien miraba el computador sin decir una sola palabra. -Ha pasado mucho tiempo… -volvió a decirle el moreno- desde que se nos presenta una oportunidad de reclutar a una persona.
-¿Y si no aprueba? -preguntó Baekhyun.
-¡Bah! Ahí vas de nuevo con tu pesimismo, por lo menos, tenemos un pequeño pedazo de esperanza de que nuestro grupo avance -se quedó mirando fijamente el horizonte de la ventana; que dejaba translucir el hermoso panorama de los campos de golf, de aquel complejo deportivo donde se encontraban trabajando y cuyo propósito era totalmente distinto a ser un club, a fueras de la ciudad, para gente acaudalada.
-Kai -dijo el más bajo de los dos- estamos bien así, no necesitamos a nadie; nosotros dos nos las hemos arreglado bien haciendo el trabajo encomendado por Suho, es cierto, que a veces corremos peligro pero estamos bastante calificados para cumplir con nuestra tarea.
Jongin no respondió, pero pudo visualizar la inminente cara de decepción de su amigo. Esto sólo significaba la falta de fe, en que alguien pudiese aprobar el riguroso examen para convertirse en uno de ellos. Ante la falta de habla del último , el moreno agregó
-¡Anímate, Bacon!, mañana iremos a celebrar a como de lugar, no importa si tenemos o no a un nuevo compañero! -Baekhyun miró incrédulamente a Jonging, quien no le había llamado así desde la universidad, ni mucho menos, cuando fueron reclutados. Pero la verdadera historia detrás de su relación, era mucho más sencilla que un desenlace de un dorama.
Baekhyun, hijo de un ama de casa y producto de una noche de pasión, pasó toda su vida en la ciudad de Chuncheon, al noreste de Seúl. Un día, a la edad de 6 años, el sujeto de marras caminaba desde la escuela hasta su casa cuando se encontró con un puesto callejero, donde vendían fideos y carne asada -¡oh sí! la carne, la que más le gustaba-. Había ahorrado desde hace un mes para poder comprar un poco de carne, pero lo único que pudo costear fue una parte inusual del cerdo, Bacon. Así que, desde entonces amó el bacon.
La segunda parte de su historia comenzó seis meses después que la anterior, cuando él se preparaba para salir en un festival de su escuela. Ese día, hacía falta una chica y al parecer a los maestros no se les ocurrió otra mejor idea que hacer pasar a Baekhyun como chica. No fue lo peor, pero tal vez fue lo mejor, ya que, al ver el delineador en sus ojos, se deslumbró a sí mismo; al igual que Narciso, y esto fue de guía para llevarlo a estudiar arte dramático en Seúl. Al principio su madre e incluso él no estaban muy convencidos, pero la obsesión de salir de ese pequeño circulo de pobreza y mediocridad de su vida, lo hicieron cambiar de parecer, llevándolo a la capital y a la universidad de Younsei.
Por último, su vida fue un poco bipolar en un extraño sentido, era bueno actuado y tenia al mejor de los maestros Kim Kibum, que aunque fuera gay, enseñaba con una pasión inconmensurable. Al poco rato, comprendió que era bueno actuando y le encantaba demostrarlo como comediante. El otro humor de su vida en la capital, se basaba en su trabajo y en las rentas, ya que, vivir en una ciudad como esa, dejaba muerta hasta a un perro; pero siempre se decía que todo iba a ser mejor, a pesar del horrible trato de los nativos de Seúl para con él.
Fue en Marzo de su 2do año en la universidad cuando conoció a Kai; se encontraba comiendo bacon a fuera de su escuela. Kai estudiaba en el edificio de al lado, en artes plásticas, no vio ningún problema en sentarse frente a él, debido a la falta de lugares en el local. A primera vista, no se hablaron, pero después de cinco platos repetidos de los que fuera pero con tocino, de parte de Baekhyun; hizo que Kai le pareciera una aventura divertida, si lo conociera más a fondo.
-¿Cómo te llamas? -preguntó divertido el moreno.
-Hola, me llamo Byun Baekhyun ¿y tú? -respondo felizmente, mientras probaba un bocadillo de aquel manjar.
-Kim Jongin, pero dime Kai por favor, es que odio mi nombre –dijo mientras veía la ceja curveada de Baekhyun ante la extraña respuesta- el por qué; es la culpa de corea del norte -al decir esto, Baekhyun comprendió y siguió comiendo sin decir nada.
No fueron amigos desde esa vez, si no que, seguido se encontraban en la misma situación; Baekhyun comía mientras Kai se sentaba por la falta de lugar y la conversación llena de enigmas por descubrir su pasado, ambiciones, deseos…
¿Pero si todo estaba perfecto, por qué Baekhyun había cambiado a ser alguien alegre a una persona llena de odio contra sí mismo: con sed de venganza y con tristeza en su corazón?
Tal vez la respuesta estaba en los sucesos de un 8 de Febrero, de su último año en la carrera, en el que su vida dio un giro inesperado y, el cual, a cualquier persona podría cambiar de inigualable manera.
-Entonces, ¿tu profesor es gay? -preguntó atónito a su amigo.
-Sí -dijo riéndose- pero es muy bueno en su trabajo, como tú; digo, bailas muy bien -dijo con voz seductora.
-Claro que sí, pero hay otras personas que me lo enseñan muy bien, como Taemin -dijo mordiendo su labio sensualmente. Ambos comenzaron a reírse de sus propias bromas.
-¡Oye! ¿Podrías acompañarme a comprar un traje el viernes? -preguntó con ilusión Kai.
-Mmm… ¿Qué día es?
-Es 8 de Febrero.
-Ese día es mi examen final.
-No te preocupes, regresaremos a tiempo - le guiño el ojo al muchacho en ese entonces castaño.
-Sí está bien, creo que será bueno divertirnos un poco -y así siguieron con sus bromas; Kai esperando por su traje negro y Baekhyun esperando por su último examen.