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A song for you (Layhan/Baekyeol) por adnaquiel

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Notas del capitulo:

Hola! Es la primera vez que escribo este tipo de historia, espero sea de su agrado igual a mí me gusta jaja pero es porque es un Layhan y yo shippeo el Layhan.

Al principio talvez sea un poco aburrido pero espero me den una oportunidad!. Igual quiero dedicarle el fic a Parku que fue en gran parte una inspiración (hola Parku! Espero leas esto y espero que te rías y que te guste mucho) y también tiene un fic buenísimo de Layhan (you seem to need hope) vayan a leerlo! es el mejor layhan del mundo! 

importante! aquí está el link de la canción que empiezan a tocar por si gustan darle más emoción 

https://www.youtube.com/watch?v=r2Gb3Mp5RQE

ah! un recordatorio, las letras que están escritas en cursiva significan que eso es lo que está pensando Luhan, lo demás es narrado :)

-Señorito Xiao por favor abroche su cinto de seguridad


-ya voy Lee Chung, no es necesario lo del señorito ya te he dicho miles de veces que prefiero Luhan


-Lo siento señorito, digo… Luhan…vamos a casa que ya es un poco tarde


Prácticamente así empiezan todos los 21 de mayo, me doy una ducha por ahí de las cuatro, me pongo el traje que mi madre eligió para esa noche y ¡ah! Claro también el perfume, le gusta que su hijo huela a Hermés porque no sé qué cosas sofisticadas tiene ese perfume…en verdad, no entiendo nada de eso. Después voy con su estilista a que me haga el peinado y si tengo muy mala cara ese día pues también el maquillaje, mientras juegan con mi castaño cabello, las modistas arreglan el traje y los zapatos que tienen que ir muy bien lustrados… ¡Ya sé! Es muy aburrido pero si no hago eso simplemente no me dejan entrar a la…


-¡LA FIESTA! ¡YA VOY TARDE!- tomé mi celular, mi bufanda y el boleto corriendo despavorido hacia el auto donde el chofer me esperaba con una sonrisa bastante amable- ¡perdón, perdóname la vida! Tenía que arreglarme mucho porque no dormí bien estos días


-¿nervioso por los resultados de la universidad?


-como no tienes idea…


-llegamos señorito Luhan- en efecto, a los quince minutos ya me encontraba desabrochando mi “cinto de seguridad” para bajar del auto pero Lee Chung me detuvo con un dejo de nerviosismo en su voz-  disculpe, su madre me mandó un mensaje y quiere que le diga que no olvide saludarla en frente de todos y...


- ya se Lee… y comportarme normal… gracias diviértete por mí


-Lo siento señorito no quería sonar tan mal…


- Ah no te apures, ambos sabemos que ese es el mensaje de cada año, pero prometo que este año no voy a hacer nada mal. ¡Adiós!


Y bueno, el salón era gigante y todos se encontraban, como cada año, vestidos para la ocasión, la gran fiesta anual con motivo de la celebración de la mejor escuela de música en Corea, la magnánima institución de arte, danza y música que ha ganado innumerables premios a lo largo de la historia y la cual dirige esa mujer esbelta de vestido largo y rojo, aquella que aparenta ser una mujer completa, feliz y exitosa…aquella que para mi mala suerte había caído en mi presencia y ahora se acercaba


-hijo hermoso, querido por favor pasa que esta fiesta también es para ti


 la verdad me sorprendió recordara mi cumpleaños, cada año la fiesta y mi cumpleaños caen en la misma semana, este año fue el mismo día y no tenía muchas esperanzas de que ella se acordara con tantos planes y modos de impresionar a las personas. Sip, adivinaron no me llevo bien con ella


-disculpen un momento caballeros, tengo que hablar con mi hijo –de pronto me tomó del brazo con una muy fingida delicadeza, así de fingida como la sonrisa que tenía en el rostro enseñándome todos los dientes como si estuviera alegre por mi visita- no sé de quién es la culpa de tu retraso pero Mbandi organizó una sorpresa para ti y mi fiesta se está retrasando debido a tu lentitud, así que dile que ya llegaste y quita esa cara, y por favor no hagas ningún escándalo como hace un año…


-no mamá- retiré su mano de mi brazo con la mejor amabilidad que pude tener y caminé hacia la mesa de postres pero ella me detuvo con esa maldita sea imponente voz que se carga haciéndome girar sobre mis talones


-¡Luhan!


-dime


-recuerda que no debes intimar   con mis alumnos, no quiero que seas una distracción para su desarrollo


-aja…


Y de seguro amables lectoras se están preguntando qué pasó hace un año…hace un año…bueno…iba tarde y me cerraron la puerta del salón, tuve que entrar por la puerta de servicio y correr hacia el salón porque ya iba a hablar mi madre la cual estaba junto a la pirámide de copas…y la escultura de 50 años de hielo…y los pastelillos…y los premios a los maestros.... y es bastante molesto que la puerta de servicio de directo al piso más encerado del mundo ¡así todo mundo se resbala y cuando te resbalas lo primero que haces es tomar algún objeto para no caerte y lo único que estaba cerca era la mesa! ¡Y sí, lo tiré todo!


Regresando a la fiesta decidí quedarme un enorme rato en los bocadillos ya que esa tarde no había comido. Esa fiesta era tan aburrida que lo único “divertido” que se podía hacer era llenarse la boca con esas miniaturas para luego comerlas todas e ir corriendo por una copa con jugo porque te atragantabas ¡y me llené de pequeños strudel de manzana! había de piña y eso pero me gusta el de manzana. Estaba tan entretenido en mis strudel que no noté cuando alguien se acercó para taparme los ojos con gentileza obligándome a girar para descubrir a Lian, mi segunda madre y esposa de Mbandi.


-¡¡Lian!!-


-Luhannie te ves hermoso mi cielo- me dio un gran abrazo que casi me saca los bocadillos- feliz cumpleaños ¿cómo te la estás pasando?


-horrible- ¡bien Lian muchas gracias que linda!, te ves hermosa-


-no tanto como tú, ven vamos al salón principal que Mbandi preparó algo para este día tan especial


Estaba tan emocionada que me dejé llevar al salón principal sin decir palabra alguna escuchando todo el repertorio que su esposo tenía para esa noche. Dicho salón tenía mesas hermosas alrededor de una pista hecha de madera bastante lustrada, era tan  hermosa que no merecía que alguien la pisara, al fondo había un escenario con un piano y un cello, como llegué tarde no supe si ya habían tocado o iban a comenzar, por la hora supuse que había un pequeño receso. Caminé junto a Lian por unos minutos hasta que su esposo corrió a abrazarme como un tío bastante feliz de ver a su sobrino en una fiesta de cumpleaños…pero una divertida y no esto


-¡Luhan! ¡Pequeño! feliz cumpleaños


-¡Mbandi! Muchísimas gracias


-ahora por favor toma asiento y déjame darte una sorpresa- Mbandi siempre está riendo, en serio siempre, termina de decir una frase y suelta una risotada, si no hace eso enseña su enorme dentadura y si no hace eso…es porque algo muy serio pasó- ¡te va a encantar!


-No debiste molestarte pero está bien


Tomé asiento y Mbandi fue hacia el piano con esa enorme y emocionada sonrisa mientras dos profesores tomaban el cello y otros instrumentos, se acomodaron esperando señales del pianista y de pronto comenzaron una hermosa melodía con mucho ritmo y suaves sonidos del piano que incitaban a la gente a bailar, casi toda la gente bailaba con gusto la canción que Mbandi me compuso, yo en mi silla me dejaba llevar por la emoción cerrando los ojos para escuchar esa linda canción y para qué negarlo ¡quería bailar con alguien! El problema es que en serio mi madre prácticamente me prohíbe mirar a otros alumnos de su academia, antes decía que no eran buena compañía y ahora se la pasaba diciendo que yo los iba a distraer, por eso odiaba esas fiestas, ni siquiera sé qué hacía en ese lugar año con año.


Abriendo los ojos para enfocarme en el presente miré a Mbandi quien me devolvió la mirada con una muy animada sonrisa para luego indicarme que me fijara en el otro lado del salón, en verdad me encantaba todo lo que estaba haciendo por mí pero tienen que entender lo poco que me gustaba estar sentado en una canción que era para bailar y encima tenía que ver cómo todos los invitados disfrutaban sin restricciones así que solamente asentí agradeciendo a Mbandi por la canción pero supe que se estaba desesperando cuando me volvió a indicar que mirara hacia el otro lado del salón por lo que fingí una sonrisa mirando hacia donde él quería mientras mascullaba mil cosas


-en verdad no sé qué quieres que vea estoy hartándome de estar aquí y tú… tú… madre…mía…


Sí, Mbandi me había señalado que viera al otro lado con tanta insistencia porque en verdad valía la pena ¡valía toda la maldita pena del  mundo! Era un joven de unos veinte años, sus cabellos eran castaños y sus facciones bastante finas pero no era algo que lo hiciera parecer niño ya que era bastantes centímetros más alto que yo. La sonrisa que mantuvo al cruzar toda la pista me dejaba apreciar unos hoyuelos bastante tiernos y su mirada transmitía una tranquilidad casi hipnótica me preguntaba de qué color eran sus ojos respondiéndome a los pocos segundos


Me parece que son ojos color café… síp son café, lo sé porque se está acercando… ¡SE ESTÁ ACERCANDO! Tranquilo Luhan no entres en pánico actúa natural ¡ya deja de verlo! Ya sé… has como que bailas en tu asiento, muy bien Luhan ahora luces como desesperado porque te saquen a bailar, Dios ya deja de hablar contigo mismo…


-Disculpa


Maldición maldición que voz tan tranquila…no lo arruines Luhan


Preparado mentalmente para no arruinar las cosas me giré encontrando una mirada bastante tranquila, casi sonriente, una que junto a sus facciones hacían que explotaran mil emociones en mi estómago, sus ojos prácticamente me estaban invitando a perder la vergüenza y su sonrisa esperaba pacientemente una respuesta pero al no obtenerla, el joven decidió iniciar la conversación


-hola, me llamo Zhang Yixing- al terminar de pronunciar su nombre soltó una sonrisa que mostraba una mezcla de alegría y tranquilidad. Sé que es difícil de imaginar pero este hombre podía hacerlo  logrando fascinarme con ese par de hoyuelos que habían robado mi atención desde hace unos minutos- ¿tú?


Dile hola me llamo Luhan por favor bailemos… habla Luhan ¡te está esperando, di algo!


-comí strudel- ¡ay no es verdad! ¡No dije eso! ¡No dije eso!!...¡arréglalo! -me gustan de manzana


¡Bravo! Aplaudan lo arruiné en menos de diez segundos ¡y sigo sonriendo como un idiota!


Obviamente mi comentario le causó bastante risa y en verdad pensé que iba a retirarse para hablar de eso con sus amigos pero a diferencia de otras personas él solamente controló sus risas para seguir mi conversación


-yo comí de piña, me gustan más- dijo tratando de calmar su risa con ambas manos en el estómago para luego recobrar la postura y hacer esa pregunta con un poco de miedo en su mirada, pero sólo un poco– si no tienes ningún inconveniente ¿podemos bailar? La canción es genial y quisiera…


- Yixing me encantaría pero…


-oh ya veo, vienes acompañado


Fingió tristeza colocando un puchero en sus labios que no hacía más que sacarme más suspiros. Una sonrisa más y millones de brillos saldrían a su alrededor


-¡no! Pero digamos que prácticamente tengo prohibido moverme de esta silla


-¿te vigilan?


-aaahm-recorrí el salón con la vista  sintiendo aún la mirada del más alto, al inspeccionar que ella no estaba sonreí divertido al mirarlo con las manos en las bolsas balanceándose sobre sus tobillos mientras esperaba respuesta- no por el momento


-entonces vamos


¡Dile que sí! Jian no está y si fuera uno de sus mejores alumnos no sería tan agradable, además no pasa de un regaño de cinco minutos que valdrá la pena ¡hasta puedo pedirle el celular y verlo otro día!


-vamos


Extendió su mano hacia mí. Me tomé unos segundos para apreciar el hermoso tono que había adquirido su piel gracias a la tenue luz del salón, pero hubiera omitido esa admiración si hubiera sabido lo bien que encajaban nuestras manos, hubiera preferido mil veces mantener ese contacto por más tiempo… el mismo tiempo con el que me mantuvo la mirada desde que me levanté hasta que llegamos a una zona de la pista sin tantos invitados. Con esa misma fascinación en la mirada llevó su mano libre hasta mi cintura para sujetarla con delicadeza pero a la vez con seguridad. ¿Sería buen momento para decirle que no se me da bien bailar? Omití esa idea en cuanto comenzamos a dar pequeños pasos para recorrer la pista, esos pasos se iban alargando pero el ritmo iba increíblemente acorde a la canción, no tuve que mirar al suelo ni un segundo, todo estaba concentrado en resolver qué pensamientos albergaban esos ojos. Me dio una vuelta dejándome admirar todo el salón y terminar viendo esa sonrisa abierta que me indicaba lo divertido que estaba de bailar conmigo, más pasos de baile estilizados, otra vuelta, otra, una leve caricia en mi cintura y de nuevo esos ojos que intentaban atravesarme de una vez. En ningún momento me importó ser regañado o juzgado  


-Yixing…


-dime Lay ¿y a ti cómo puedo llamarte aparte de señor strudel de manzana?


-Me llamo Luhan-su apodo me hizo soltar una ligera risa que de nuevo fue respondida con esos perfectos dientes, ¿por qué todo esto me sonaba tan perfecto? Algo no encajaba, así no era mi vida- ¿cómo sabías que yo iba a aceptar bailar contigo? Digo, a mí me hubiera aterrado pedir algo así


- Mbandi es mi maestro de piano y desde que lo conozco le tengo mucha confianza, antes de tocar me dijo que esa canción es para ti y quería que bailaras


Desde hace tiempo mi familia y amigos conocen mi gusto por los hombres y en la academia había muchísimo de dónde elegir, el problema es que todos los alumnos saben de mi relación con su directora y prefieren alejarse o tratarme con flores lo cual me molesta bastante, pero este cumpleaños en particular Mbandi me había impresionado porque al parecer Lay no tenía ni idea de con quién estaba bailando y eso me hacía sentir bastante bien.


La música seguía su ritmo, agradecía que fuera una pieza bastante larga ya que tuve más tiempo de sentir cómo Lay me llevaba de un lado a otro con bastante agilidad, era impresionante el modo en el que me indicaba con gentileza cuándo debía de girar y lo más impresionante era que no había tropezado o resbalado ni una sola vez. Incluso al final de la canción Lay me inclinó hacia el suelo como lo hacen en las películas logrando que riéramos por lo graciosos que nos habíamos visto. Aunque estábamos riendo no perdimos la posición, su mano en mi cintura y mi mano sobre la suya, calmando nuestras risas para convertirlas en una tranquila sonrisa que acompañaba a nuestras miradas, nos habíamos perdido completamente en ellas, nos enfrascamos tanto en nosotros que aunque los invitados aplaudieran a Mbandi y se retiraran a sus lugares nosotros seguíamos con mil palabras queriendo salir pero siendo retenidas por el miedo a ser aún dos completos desconocidos y quedando retenidas en la mirada del otro. Quería alargar el momento, quería seguir teniéndole a mi lado y por eso tomé todo el valor que pude obtener hablando en un apenas audible suspiro, uno sólo para él  


-vamos al jardín


 


 


 


 

Notas finales:

y bueno! eso es el primer capítulo. espero haya gustado. De nuevo Parku esto es para ti (carita avergonzada) espero verlos (as) el próximo capítulo! gracias 


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