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Un, dos, tres… Splash! por Kristy

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Notas del fanfic:

Jelou pipol~ Aquí estoy al ataque de nuevo con otro fic (minific, no creo que sean más de seis capis) sobre una pareja que me pareció adorable el año pasado: el Gongtao (Gongchan x Tao). Como sabéis yo soy fan de las parejas “raras” y esta es una de mis favoritas :_D y los shipeo cosa mala cuando coinciden entre la multitud.  La dinámica del fic es la siguiente: dos capis narrados por Gongchan (o desde su punto de vista, mejor dicho) y otros dos por Tao. Los dos últimos capítulos son más “random” en cuanto puntos de vista. Para que no os liéis. 

 Espero que os guste.

Gong Chansik se consideraba una persona valiente, pero sin confianza en sí mismo. Pese a la insistencia de sus Hyungs o sus “charlas de hermano mayor”, seguía sin estar muy convencido. No tenía seguridad sobre su voz, por eso, suplicaba a Jinyoung que intentara no darle líneas complicadas. Sobre todo en los discos anteriores porque al estar creciendo su voz estaba cambiando y se iba a notar demasiado. Y esos discos luego quedaban para la posterioridad…

Tampoco tenía confianza en sí mismo como showman. Secretamente admiraba a Sandeul y a Baro ante su capacidad de ir a un programa y reventarlo hasta el punto de convertirse en protagonistas, aunque fuesen simples invitados. Sus compañeros decían que era el mayor showman que habían conocido y siempre le alentaban a aceptar las invitaciones o que sustituyera en solitario a los demasiado ocupados baro y Sandeul. Pero… la desconfianza hacia mella en él.

Básicamente esa era la razón por la cual Chansik, más conocido como Gongchan, no había aceptado ni ido a ninguna actividad en solitario desde que habían debutado como grupo.  Sabía que la gente se preguntaba el por qué, pero prefería “dejar en intriga” la cuestión. Para él era divertido ver y leer las elucubraciones de sus fans o de la prensa. Sinceramente, era muy divertido. Además, si se metía en actividades en solitario no podría “acoplarse” a las de sus Hyungs y le daba pena. Porque disfrutaba mucho acompañando (invitado o no) a Jinyoung, Baro, Sandeul o CNU, donde observaba y no llevaba el peso protagonista.

Por eso, cuando el mánager apareció por el apartamento diciendo que querían a uno de B1A4 en el concurso de Splash vio como sus compañeros empezaron a tragar saliva. ¿Ir a una piscina, subirse a lo alto de un andamio y tirarse con el modelito más sugerente de bañador? Sus caras decían claramente lo siguiente: ¡Ni loco!

Baro dijo que ni le miraran, que bastante tenía con sus actividades, además acababa de recuperarse de una lesión en la rodilla, como para arriesgarse... Sandeul dijo que tenía vértigo y que además estaba hasta arriba con la preparación del musical. Jinyoung no era ninguna opción, demasiado ocupado entre doramas y películas.

Así que aquella conversación tuvo cuatro cabezas que miraron a las dos restantes. CNU se atragantó con los fideos y se levantó muy serio, diciendo que ni se les ocurriese pensarlo.  Las cuatro cabezas que miraban con fijación, pasaron a ser cinco.

- Entonces… ¡Solo quedas tú! ¡Es buena idea! ¡Así te promocionas un poco! –Sentenció el mánager.

Asintió por pura inercia, solo por intentar salvar el culo a su compañero de cuarto y porque… no era tan mala idea

Después de la operación todos estaban obsesionados en no sobresaturarle. No iba a la universidad y no tenía actividades en solitario. Todos sus compañeros, en algún momento desde que había debutado, habían tenido actividades en solitario. Todos menos él.  Tal vez iba siendo hora lanzarse un poco. Además, la natación se le daba bien y bueno, no era obligatorio saltar desde los diez metros. Podía hacer como otros concursantes de otros países, lanzarse desde la plataforma más baja y…

- ¡Decidido! ¡Vas a ir tú!

Básicamente esa había sido la escena que había hecho que Gongchan acabase participando en el programa de salto de trampolín.

Ahora estaba en el recinto, con ese bañador ridículo que “marcaba demasiado” para su gusto (por eso tenía el tic de bajarse cada dos por tres la camiseta) y bastante asustado al ver que su entrenador estaba demasiado obsesionado con intentar hacerle saltar desde las alturas. A su alrededor había varios concursantes. Uno de ellos era Jaemin, muy popular por el concurso de Let’s Go Dream Team de la KBS y un tío enrolladísimo. Desde el primer día de entrenamientos para la emisión del primer episodio del programa se le había hecho natural juntarse con él. No solo porque era el único que “conocía” mejor de todos los concursantes sino que su optimismo y buen rollismo eran contagiosos, así que si estabas a su lado era difícil desmotivarse.  Y Gongchan estaba muy desmotivado… Había descubierto demasiado tarde que tenía miedo a las alturas y aquel par de locos que le entrenaban no hacían más que obligarle a saltar y volver a saltar y… ¡joder, nadie le había dicho que eso era demasiado complicado de hacer si tienes miedo a las alturas!

Jaemin estaba descansando a su lado, mientras veían a Tao intentar saltar, con cara de angustia. Aparentemente su entrenadora le gritaba pero Tao no parecía ser capaz de comunicarse con ella.

- ¿Por qué tanta discusión? - La voz de Jaemin sonó lejana a sus oídos, mientras contemplaba a aquel chico flaco y fibroso, intentando mantener sus nervios a flote y al borde de las lágrimas ante los gritos de exigencia de sus supervisores.

El programa no era simplemente llegar y saltar, sino que había que lidiar con las exigencias de los entrenadores, quienes esperaban mucho de sus alumnos y se desafiaban entre ellos. Esto no le gustaba demasiado a Gongchan. No todo el mundo podía hacer saltos desde alturas imposibles, porque tenían miedo a las alturas (como él mismo) o simplemente eran novatos y otros lo de nadar ya les causaba un trauma al probar el agua.  Pero ahí estaban ellos, como dictadores, empeñados en desafiarles y en obligarles a hacer saltos que no querían… todo porque no querían perder su honor como “buen entrenador” en el concurso. Para ser claros… ¡los entrenadores estaban picados entre sí y utilizaban a sus alumnos como armas arrojadizas en sus apuestas!

Tao gritó algo en su idioma nativo que nadie de los presentes entendió (podría haber dicho “Hijo de puta” con toda la tranquilidad del mundo), giró en la plataforma y se tiró. Su entrenador gritó algo que Tao no oyó bajo el agua y que se deformó en el eco del recinto. Gongchan y Jaemin simplemente observaron la escena con pasividad.

- Ahora me toca a mí.

Jaemin se levantó y se fue hacia su lado de la piscina. Tao salió enrabietado del agua y se encaminó hacia donde estaba sentado el maknae de B1A4, mojado y llorando. Se sentó un poco alejado en su banco, quitándose las lágrimas con rabia. Gongchan le observó y algo se quebró en él. Aunque, claro, quebrarse no era la palabra adecuada tampoco. Pero decidió que era buena idea conocer a ese chico y ser amable con él. No tenía intención de dejar a una persona llorando sola. Sus hyungs siempre le animaban cuando se deprimía o tenía un mal día, así que… ¿por qué no iba a ser amable con él? Rebuscó en la nevera de las bebidas y cogió una.

- ¿Quieres beber un poco?

Gongchan alzó el recipiente de la bebida isotónica con una sonrisa, esperando que Tao reaccionara. Normalmente ser amable solía funcionar. Además, por alguna razón sentía curiosidad por aquel chaval. De acuerdo, era su enemigo en la industria, ya que pertenecía a uno de los grupos más superventas del país: EXO.  Gongchan no solía ser un tipo envidioso, pero en el fondo, le hubiera gustado tener el éxito que tenían esos doce para que sus Hyungs no estuvieran tan sobresaturados y presionados, esforzándose en conseguir premios que siempre se quedaban a las puertas. Era doloroso ver sus falsas sonrisas por el apartamento tras un día en el que se suponía que debían haber ganado y animándoles, cuando tanto CNU como Jinyoung tenían la palabra decepción escrita bien clarita en sus caras.  Así que ver a EXO le producía “envidia” porque, aunque trabajaban muchísimo, el hecho de tener un fandom tan grande generaba ventas enormes y se traducía en premios. Siempre se había preguntado si serían así de majos como parecían ante la tele o era pura fachada. Con esa curiosidad, le ofreció un trago de la bebida isotónica que tenía a su lado.

Tao le miró un rato, con los ojos rojos y una expresión que Gongchan no fue capaz de discernir. Justo cuando se rindió ante la posibilidad de que era mejor dejarle solo, Tao se levantó de su sitio y se acercó, sentándose a su lado. Con timidez sonrió y cogió la bebida. Gongchan no dijo nada, se limitó a sonreír. Cuando Tao quedó satisfecho, cerró el envase y se lo devolvió a su dueño con una sonrisa.

- Gracias. ¿Tú eres…?

- Gongchan. Pero puedes llamarme tanto Chansik, que es mi nombre en realidad, como Channie.

Tao se levantó para hacer una reverencia de saludo educada, Gongchan le imitó. Después ambos se sentaron de nuevo.

- ¿Qué te ha pasado ahí arriba?

Tao se volvió, mirándole fijamente. Como si estuviese calibrando algo. Pero la expresión relajada y curiosa de Gongchan no mostraba signos de agresividad o de querer reírse de él. Al contrario. Eso pareció tranquilizar al miembro chino de EXO.

- No le entiendo bien. Habla un coreano raro y demasiado rápido. Se lo he dicho ni sé las veces, pero no me hace caso. Luego me grita porque dice que soy un inútil que no obedezco. Pero es que…  - Terminó la frase en chino, por lo que Gongchan no pudo entender.

Dejó las palabras en suspenso. Parecía realmente afectado, así que Gongchan desvió la vista hacia el trampolín donde aquellos dos monitores parecían disgustados y sonrió.

- Yo ya he terminado por hoy, pero mi mánager no puede venir a buscarme todavía. Tengo un par de horas libres. ¿Qué te parece si te ayudo con el entrenamiento?

Tao se mostró sorprendido. Realmente sorprendido y al mismo tiempo agradecido.

- Mi coreano es muy malo.

- ¿Y? –Alzó los hombros, restándole importancia.

- Pues que acabarás por perder la paciencia y…

- Por el momento te entiendo bastante bien. - Otra amplia sonrisa por parte de Gongchan que pareció dejar descolocado a Tao. Se acercó un poco, en plan confidencia.

- No te preocupes. Ellos que griten lo que quieran, yo te vuelvo a repetir lo que digan cada uno, despacio y claro, para que entiendas.

Tao asintió, conmovido. Evidentemente, desde el primer momento, Gongchan había tratado de vocalizar palabra por palabra, despacio, como si estuviera cantando cada frase. Eso hacía que la conversación pareciese más bien como si estuvieran en un musical, más que charlando. Pero a Gongchan no le costaba nada hacer ese esfuerzo y Tao parecía una persona más amigable, que ganaba en las distancias cortas. Además, no parecía haber congeniado con ningún otro concursante (o al menos que él hubiera visto), así que no estaría mal hacer nuevos amigos.

Para sorpresa de Gongchan, las dos horas libres se pasaron en un suspiro. De hecho, se sintió molesto cuando apareció su mánager por el recinto, preocupado porque no aparecía en el aparcamiento. Tuvo que disculparse a toda prisa y seguirle corriendo, porque no llegaban a tiempo para recoger a Jinyoung, en el set de grabación.

Aquel día, cuando Gongchan entró por la puerta de la furgoneta, fue acosado a preguntas por sus Hyungs. Respondió con entusiasmo a todas, intentando restar importancia a los accidentes o intentando quitarles el miedo de encima sobre su persona. Le querían y habían pasado miedo cuando su operación, así que todos tenían un complejo de padres sobreprotectores que rallaba lo delirante a veces (a juicio de Gongchan) pero sabía que lo hacían porque tenían miedo de que le pasase algo malo.

Al llegar la hora de dormir, su compañero de cuarto, CNU, le empujó en su lado de la litera y le hizo su interrogatorio particular. Ya enterado de la dinámica del concurso, su interés inmediato era ver qué le había parecido el resto de participantes. Preguntó por cómo se relacionaban con él y se interesó por saber si había algún problema con algún concursante. A veces veía a CNU más como su madre cotilla, intrigada por ver si alguien “le había llamado la atención”. No le mintió y le contó lo que había pasado con Tao. CNU asintió en silencio y sonrió, más para sus adentros que por sonreír a su “hijo”. Sació la curiosidad del mayor del grupo comentando su impresión sobre el miembro de EXO, una buena impresión. También le expresó su preocupación ante su mala relación con sus entrenadores y su poca relación con el resto por el problema con el idioma. CNU dijo que estaba orgulloso de él por haber dado el primer paso y no dejarle solo. Le dio las buenas noches y se fue a su litera a dormir, apagando las luces.

 Ahí en la oscuridad de la noche, ya pasado el miedo, la incertidumbre del primer día, Gongchan se abandonó a los sueños.

Unos sueños donde Tao y él competían juntos y no entre sí.

Unos sueños donde Tao quería ser su amigo y saltaban desde el trampolín de diez metros sonrientes y agarrados de las manos.

Los primeros sueños agradables y bonitos en mucho tiempo.

Notas finales:

¡Fin~ del primer capi!  Siempre he querido hacer un GongTao en el espacio-tiempo (¿). Aquí es como se conocen. ¡Veremos cómo avanza la relación en el capi siguiente! Espero poder subirlo el viernes 27, pero sino lo haré fijo el domingo 29.

¡Espero que os guste! :D


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