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YeHyun- Should I Confess por Daniie Phantomhive

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Notas del fanfic:

Advertencias: Lemon. Mención de relación hetero (sólo mención y alguna que otra cosa, pero esto es YAOI)
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen (obvio)



Este fic al principio no era así, era totalmente diferente, pero no tenía final, por lo que lo cambie y ahora si tiene un final jajaja. 


Notas del capitulo:

Antes de empezar, quiero decir que lamento la espera de otro YeHyun, pero necesitaba inspiración y esta llego. 

Disfruten de otra cursi y malvada historia que mi mente pudo crear. 

A leer...


Capítulo Uno “El lugar”

 

Desde hace dos semanas atrás, el mismo lugar de la cafetería “Mouse Rabbit” el mismo asiento hasta el fondo del establecimiento se encontraba ocupado por un joven castaño que miraba entretenido detrás del mostrador.

—Buen día ¿Qué desea ordenar? — una voz profunda y varonil sonó cerca de aquel cliente frecuente.

Sacado de sus pensamientos, tomo la carta para ni siquiera mirarla y ordenar lo de siempre —Buen día, un cappuccino helado y un muffin de nuez— dijo rápido aparentando que no lo había sorprendido cuando estaba tratando de controlar su corazón.

—Enseguida se lo traigo — sonrió y tomo la carta.

 

El joven castaño seguía con la mirada por donde caminaba el apuesto mesero Yesung, este se contoneaba frente a sus narices, pues quería que su atención fuera hacia él y por supuesto tenía efecto.

 

Golpeo sus dedos contra la mesa haciéndolos sonar mientras tarareaba una canción en espera de su orden. Miro de nuevo al mostrador y sonrió.

 

—Aquí tiene — su orden apareció frente a él.

—Gracias.

 

Kyuhyun bebió con parsimonia su café mientras movía las piernas con desesperación debajo de la mesa.

«Maldita sea, Kyuhyun ten un poco de coraje» se recrimino a sí mismo cuando miro la cabellera rubia moverse detrás del mostrador.

Suspiro. No podía. Otro día y sin decir nada.

 

Se bebió de un solo trago el café y el muffin en dos bocados, con las mejillas llenas de migajas miro de nuevo al mesero que parecía que se había vuelto en uno personal para él.

 

— ¿Necesitas algo más? — dijo sonriendo al ver el adorable rostro del castaño sucio por el muffin.

 

—No — trago despacio —, me traes la cuenta, por favor — paso el ultimo bocado lamentando el haberse tomado el café antes y quedarse con el muffin a media garganta.

 

—Enseguida.

 

Kyuhyun vio los cabellos rubios brillando por el sol de la tarde que comenzaba a ponerse y entraba por una de las ventanas del establecimiento.

Era un tonto, y de los grandes, pensó en cuantas veces ya se lo había propuesto y repasado frente al espejo el breve y convincente discurso para decirle a esa persona que desde que miro había sentido algo, pero que…

 

—Aquí tiene — dejo la nota en la mesa tocando sutilmente sus dedos del castaño.

 

—Gracias — quito enseguida la mano fingiendo que buscaba el dinero necesario para pagar la cuenta.

 

El mesero se fue regresando detrás de la máquina registradora para esperar el pago de su cliente preferido.

 

Kyuhyun se levanto de la mesa cogiendo su mochila y poniéndosela en el hombro avanzo a la salida.

 

—Aquí tienes — dejo el dinero en una pequeña bandeja con la nota allí.

 

Tecleando unos cuentos números en la máquina registradora, Yesung miro con atención a Kyuhyun antes de dejarlo ir por ese día. Sin duda esperaba que pronto volviera y que escuchara lo que tenía que decir.

 

—Tu cambio.

 

Kyuhyun salto ante la voz del rubio y sonrío nervioso.

 

—Es tu propina — dijo amable.

 

—Gracias — saco el ticket que la maquina le dio y se lo tendió al castaño — ¿Cómo te llamas? — «Rayos, ¿eso salió de mi boca? Por favor que sólo lo haya pensado» Yesung miro nervioso al castaño.

 

— ¿Perdón?

 

«Lo arruinaste Yesung, ¡Bravo! Deberían de darte un premio por la mayor humillación ante un chico lindo que ya asustaste y que ¡nunca más vendrá aquí por tu enorme capacidad de no mantener los pensamientos en tu enorme cabeza!»

 

—Ah… bueno es que parece que eres cliente frecuente y… — miro al castaño que parecía retroceder —, puedes llevarte uno de estos vasos coleccionables — corrió tras un vaso con la marca del establecimiento —, si… parece que puedes ser el dueño de estos muy pronto si sigues juntando puntos — respiro por lo rápido que había dicho esas palabras y espero la respuesta.

 

El castaño rio y miro al rubio — Soy Kyuhyun… tú, eres Jong Woon  ¿cierto?

 

« ¿Cómo lo sabe? Esto debe ser el bendito destino» Yesung sonrió y miro el dedo de Kyuhyun señalando su pecho.

 

Yesung apretó los ojos y los labios intentando reprimir su vergüenza, el muy tonto no pensó que el chico, ahora descubierto Kyuhyun, sabía leer y había leído la pequeña placa dorada en su pecho que decía su nombre.

 

—Sí — dijo en un susurro —, pero puedes llamarme Yesung.

 

—Está bien…. Yesung.

 

«Oh madre, su voz diciendo mi nombre se oye de lo más sensual» el rubio ya estaba en su nube de ilusiones por lo que no sintió una presencia detrás de él.

 

— ¿Pasa algo? — una pequeña voz muy dulce lo saco de su trance.

 

Yesung volteo inmediatamente y miro a la pequeña chica que lo miraba preocupada mientras le hacia un adorable puchero.

 

—No Sunny… estamos bien.

 

—Oh — la chica sonrió y miro al cliente —, esperamos que haya sido de su agrado, gracias por venir a “Mousse Rabbit”.

 

—S-sí… gracias — Kyuhyun se trabo y se quedo con la boca entre abierta mirando embelesado al frente —, tengo que irme. Gracias.

 

Kyuhyun salió corriendo del lugar dejando escuchar la campanilla del lugar al abrirse y cerrar la puerta.

 

— ¿Interrumpí algo? — dijo la chica cuando noto el seño fruncido de su compañero de trabajo.

 

Claro que sí, pequeña criatura

 

—No — dijo suspirando, adoraba a su pequeña compañera de trabajo que no pudo enojarse con ella —. Vamos, sigamos trabajando.

 

—Sí — dijo animada saliendo detrás del mostrador para recibir a los clientes que entraban.

 

Yesung le sonrió y siguió con su trabajo. Al menos ahora sabia el nombre de su cliente favorito y el dueño de sus pensamientos en al menos esas dos semanas, se preguntaba el motivo de porque Kyuhyun visitaba todos los días “Mousse Rabbit” al principio creyó que esperaba a alguien, pero al notar que no había preocupación por parte del castaño, Yesung elimino esa opción, entonces creyó que no tenía nada que hacer, pero parecía estar esperando… ¿A quién? Y luego venia a él la tonta e imposible idea de “Viene a verme a mí”

 

Oh si, ese pensamiento le gustaba a Yesung, que era sólo por él que visitaba el establecimiento todos los días sin falta y entonces se enternecía con la idea de que un chico de preparatoria se enamorara de él, porque no debía de ser mayor que él que iba en la Universidad, sí, ese pensamiento ponía de buenas a Yesung y lo animaba para ir a trabajar después de la Universidad. Esperaba y añoraba que fuera cierto, tal vez tenia oportunidad, sí, por eso le dijo su nombre. Todo se enlazaba poco a poco y algo dentro de Yesung salto de felicidad y una victoria casi segura.

 

— ¡Yesung!

 

— ¿Eh? — lo sacaron de su ensoñación.

 

—Ayúdame — fue regañado por su compañera.

 

—Sí.

 

 

Siguió a Sunny mientras dejaba la carta en la mesa que se acaba de ocupar mientras esperaba las órdenes. Una vez tomadas fue en busca de lo pedido y miro a su compañera y le sonrió.

 

—Deberías cambiarte el color de cabello — dijo Yesung mirando a la apurada Sunny buscar la carta.

 

—El rubio me va bien, no lo cambiare — sonrió.

 

                                               ***

 

—Kyuhyun — escucho su nombre mencionar pero seguía viendo al horizonte sin prestar atención a su amigo — ¡Kyuhyun!

 

— ¡Ya! — Grito Kyuhyun mientras reaccionaba de golpe —, ¿Qué quieres Zhoumi?

 

— ¿Se lo dijiste?

 

—No — dijo triste sabiendo a lo que se refería su amigo.

 

—Ah — suspiro —, eres tan tonto.

 

— ¡Ey! — golpeo en el hombro a quien lo molestaba.

 

Comenzaron a reír por la cara del castaño y el que tratara de parecer molesto con el pelinegro.

 

—No sé porque no puedo decírselo… ya estaba allí, apareció y ¡bam! Me congele.

 

—Eres sólo un niño enamorado — pellizco su mejilla.

 

—No lo soy — dijo inflando sus mejillas.

 

—Deberías de decirle esta tarde — dijo su amigo sonriéndole.

 

—Yo no…

 

— ¿Qué? No vas a ir — comenzó a reír —, si claro Kyuhyun — dijo con sarcasmo.

 

Kyuhyun chasqueo su lengua y rodo los ojos.

 

—Bien… si iré, pero no sé si pueda hacerlo.

 

—No tienes nada que perder… lo peor que puede decir es… no.

 

Kyuhyun fulmino a Zhoumi con la mirada y este se estremeció, si algo temía de su mejor amigo desde hace cuatro años, era eso, su mirada asesina y a la cual nunca se había podido acostumbrar.

 

—Ya, ya… — trato de calmarlo —, sólo estoy diciendo.

 

Kyuhyun suspiro —Pero… tienes razón, lo peor que puede decir es que no…

 

—Ves ya vas entendiendo las cosas.

 

Otra mirada fulminante.

 

—Bueno, bueno… pero veras que eso no sucederá. Te dirá que si y comenzaran a salir…

 

—Supongo.

 

Kyuhyun de nuevo enfoco la vista al horizonte y escucho apenas la campana que indicaba que deberían volver a su salón, por un momento olvido que se encontraba en el instituto a media jornada de terminar el día.

Se levanto detrás de Zhoumi y regresaron a su salón. Kyuhyun pensó que si, lo peor que le podía decir era no.

 

                                               ***

Esa tarde estaba tranquila, los clientes habituales llenaban el establecimiento con algunas personas que paseaban por allí y que decidían tomar un café por un simple placer para ellos.

 

Yesung miro por milésima vez a la ventana que daba para la calle y suspiro. «Tonto, lo asustaste, ahora ya no querrá venir ¿Por qué? ¿Por qué?» Comenzó a golpearse con la bandeja que traía en las manos.

 

— ¡Yong Woon! — escucho la voz de su jefe.

 

— ¿Si? — se sorprendió y volteo de inmediato.

 

—Deja de hacerte el tonto y atiende a los clientes.

 

—Sí.

 

Yesung corría de un lado para otro, anotando pedidos y llevando otros. Por lo que no se percato de que el mismo lugar del establecimiento donde él solía estar, ya estaba ocupado, y sí, era por él mismo chico, Kyuhyun. El rubio sonrió para sus adentros y camino hasta la mesa de Kyuhyun para saludarlo cuando Sunny se adelanto.

 

Bueno… más tarde hablaría con él.

Kyuhyun observo de nuevo esa cabellera rubia moviéndose despacio y este sonrió.  «Lo peor que puede pasar es que te diga que no…» maldijo a Zhoumi por poner eso en su mente, pero ya estaba allí, con una decisión firme y algo por cumplir, por lo que no daría marcha atrás.

 

La noche comenzó a caer y Yesung se dio cuenta de que Kyuhyun aún no se iba. Por lo general el castaño se iba antes de que anocheciera.

 

¿Por qué?

 

Miro al ansioso Kyuhyun morderse el labio y parecer hablar consigo mismo para luego revolverse el pelo y mirar su tasa que ya estaba vacía desde hace un buen rato. Yesung se quedo pensativo y creyó que era eso… «Me pedirá que salga con él… si»

 

—Sí…

 

—Si ¿Qué? — una voz femenina lo saco de sus pensamientos.

 

—Sunny — dijo tocándose el pecho —, deberías anunciarte.

 

—Y tú deberías trabajar — dijo enseñándole la lengua.

 

Volviendo al trabajo y esperando la invitación de Kyuhyun, el rubio regreso a su deber.

 

 

—Gracias, vuelva pronto — dijo Yesung a los últimos clientes.

 

Busco a Kyuhyun quien se levantaba dudoso de su lugar ya que había sido avisado que pronto cerrarían el lugar.

 

Yesung respiro más rápido de lo normal y espero a que Kyuhyun se acercara.

 

El ambiente estaba húmedo y por lo que pudo notar por la ventana es que pronto llovería, los relámpagos anunciaban la llegada de una tormenta de verano. Volvió a buscar a Kyuhyun y este se acercaba a la caja a pagar.

 

Dejo el dinero en la pequeña bandeja y miro a quien se lo recibió. Apretando los botones, Yesung no pudo decir nada.

 

—Hola Kyuhyun — dijo casi en un susurro.

 

— ¿Eh?... Hola Yesung — dijo nervioso.

 

—Toma tu cambio… — dijo el rubio.

 

—Es tu propina…

 

—Gracias.

 

Silencio. Ninguno podía si quiera decir algo más.

—Nos vemos.

 

Kyuhyun dio la vuelta sin esperar respuesta. Sunny limpiaba una mesa que se encontraba a la salida y despidió a Kyuhyun.

 

Yesung suspiro y pensó que tal vez esa no era su noche, debía darle tiempo, sí.

 

«Debo invitarlo yo, si yo no lo hago tal vez nunca lo diga. Oh, como puede ser tan inocente, es por eso que…»

 

La puerta se abrió de un portazo haciendo eco con el trueno que había caído de repente en seco en el aviso de la lluvia que comenzó a caer de momento a otro.

 

— ¿Quieres salir conmigo? — grito Kyuhyun.

 

— ¿Eh?

 

— ¿Quieres… salir conmigo?

 

Yesung estaba inmóvil, no podía creer lo que estaba escuchando y viendo. Espero a que todo fuera una pesadilla y pronto despertara de esta.

 

Sunny miraba perpleja a Kyuhyun quien no le apartaba la mirada, la chica miro sonriendo al castaño y Yesung pudo escuchar un tierno “Si”.

 

 

A VECES LAS COSAS NO SON LO QUE UNO PIENSA, eso es lo que aprendió Yesung ese día. Miro de nuevo la escena frente a sus ojos y lo único que hizo fue irse sin decir y hacer algo que interrumpiera eso.

 

« ¿Cómo pude ser tan ingenuo?»

 

Notas finales:

¿Qué les pareció?

No me quieran matar aún, si no no sabran lo que pasa en verdad, pueden aventarme toda la verdulería encima por lo mientras. 

Opiniones y golpes psicologicos a un review de distancia. 

Nos leemos pronto... 


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