¿Me recuerdas?
Oscuro y sedoso cabello acariciaba los contornos de su rostro, sus redondos ojos parecían más pequeños al tener sus mejillas más hinchadas de lo normal y el uniforme comenzaba a apretarle en la zona baja de su abdomen ¿cuánto tiempo más podría ocultar aquello?
Kyungsoo se apartó del espejo en el cuarto de baño del instituto antes de chasquear la lengua realmente enfadado consigo mismo; sus padres pronto notarían de su entrado embarazo a los cortos dieciséis años y ni siquiera tenía una pareja estable…
Pero sí que sabía perfectamente quién era el padre de la bella criatura en su interior.
El morocho aún no comprendía cómo había pasado, ni siquiera el porqué; pero cuando el popular estudiante extranjero le acorraló contra las estanterías de la desierta biblioteca completamente desnudos, simplemente se dejó hacer ¿porqué negarse a perder su virginidad con uno de los deportistas más apuestos de la academia? Aunque sí debía admitir que fue una idiotez no haberse cuidado, ni exigirle tampoco a Yifan precaución ya que de seguro el chico de tierras vecinas sabía más del tema que él.
Se acomodó por última vez la chaqueta azul del uniforme y con mucho cuidado también su corbata, además de desprender el primer botón de su camisa y se dirigió a la biblioteca, sin poder evitar recordar los murmullos meses atrás con el mayor:
-¿Por qué finges ser tan buen alumno y pasas horas eternas aquí?- Un ‘alegre’ Kris se dejó caer a su lado en uno de los últimos escritorios de la biblioteca mientras se acomodaba la chaqueta de su uniforme deportivo.
-Yifan ssi… ¿A qué te refieres? ¿Acaso me has estado echando el ojo?- Bromeó en un tono bajo debido a su ubicación, pero negó cuando por su rostro un calorcito acarició en especial la zona de sus mejillas, pintándolas apenas de rojo.
-Tal vez… ¿No eres demasiado adorable para tener siempre un semblante tan serio?- El morocho estaba más que seguro que era un sueño ¿porqué el chico que tanto le gustaba ahora estaba coqueteándole?-Ah~ ¿no deseas divertirte un poco? Al menos así lograremos un cambio de expresión en ti…- El tono seductor del mayor por tan sólo un año le invitó a soltar su plumón y ladeó apenas su rostro.
-No sé si deba tomarlo como un cumplido o un insulto Yifan sunbae, pero ¿qué tiene en mente?...- Cuestionó el morocho antes de observar al chico con una pequeña cresta dorada en su cabello y suspiró sorprendido al sentir como un par de brazos se aferraban con fuerza a su cintura, besándole con fuerza sin darle siquiera tiempo a reaccionar cuando la lengua del deportista recorrió toda su cavidad pero algo llamó su atención: el amargo sabor del otro significaba algo bastante obvio entre las conversaciones con sus amigos adolescentes que sabían del tema: acababa de consumir cocaína…
Entonces sentir las manos de Kris desabrochar su camisa y apartar su uniforme con rapidez al sentarlo en la mesa era simplemente un impulso… Que le lanzara contra las estanterías al saborear con sus ásperos labios toda su piel también lo era…
El mayor tal vez siquiera se acordaría de lo que estaba pasando, ni los susurros de ‘te he visto por los corredores’ ‘El uniforme de deporte me tienta con tus delgadas piernas’ ‘me encantan tus carnosos labios’…
Pero Kyungsoo quería afirmar que todo aquello era por la poca parte consiente que Yifan sentía; aunque estuviese desnudando a ambos en el fondo de la biblioteca, después de todo un poco de adrenalina y una travesura a todos nos gustaba ¿verdad? Algo de emoción para su ‘seria’ vida.
Suspiró al pensar en los exámenes finales dentro de dos meses, pero pronto comenzarían los preliminares y debía prepararse o perdería los puntajes que tan orgullosos hacían a sus padres. Saludó con una corta venia a Tao, uno de los nuevos alumnos de intercambio que poseía una risueña sonrisa y unos ojos bastante curiosos, incluso más raros que los propios tal vez y el chico chino se sentó a su lado, centrándose en sus apuntes para, al parecer por las hojas que pudo notar de reojo Kyungsoo, mejorar su escritura coreana.
Se encerró todo el receso del almuerzo allí, en la biblioteca, un lugar especial para él, en especial luego de lo sucedido con su platónico y cuando su mejor amigo Jongin llegó a regañarlo por saltarse la comida otra vez, decidió que era momento de regresar al salón, saboreando el emparedado que el más alto le había obsequiado mientras continuaba con su discurso sobre una buena alimentación para que su mente funcionara al cien por ciento...
Realmente necesitaba decirle al contrario lo que le estaba pasando, ya que presentía que no podría solo con toda la carga, y su mejor amigo de seguro sería un buen pilar de apoyo, por lo que le indicó que luego de su clase extra de baile se dirigiera a su hogar, dónde también podría hablar con su hermano un par de años mayor.
Pero era una realidad, que con los tres meses pasados ya, era momento también de atreverse a decírselo a Yifan, por lo que al terminar su última clase se dirigió a los vestuarios, llamando tímidamente al chico de masculino porte, seria mirada y unos cuantos metros (bueno, decenas de centímetros) más alto que él; era cierto que le intimidaba, y más cuando los demás chicos populares del equipo bromearon con Kris sobre su ‘pequeño admirador’ antes de dejarles a solas y dirigirse a entrenar.
-Me suenas… ¿No eres uno de los ayudantes en el presidente de mi clase?- Debía admitir que cada vez que cruzaba al mayor por el corredor, siempre soñaba con poder escuchar aquella voz otra vez, aunque no fuese en la misma condición seductora y privada.
-Así es… Soy Kyungsoo, creí que me recordarías por lo sucedido en la biblioteca…-
-¿Biblioteca?-El rubio chasqueó su lengua antes de negar, observándolo con ambas cejas arqueadas.-Jamás piso por allí…-
-Por eso me has sorprendido cuando tú y yo… Ya sabes…-
-No, no lo sé…- La severa mirada de Kris le hacía sentirse cada vez más y más pequeño, por lo que se apretó con fuerza el uniforme con ambas manos, intentando contener las ganas de huir de allí sin lograr su cometido.
-Nosotros… Me sedujiste en la biblioteca… Casi nos descubren en pleno acto hace un poco más de tres meses- Murmuró el morocho al contener las lágrimas de sus saltones ojos cuando el otro se recostó sobre los casilleros del vestuario, al parecer realmente intentando recordar.- ¿no lo recuerdas Yifan sunbae?-Cuestionó bastante dolido, pero el deportista se reincorporó de un salto.
-¡Ah! ¡Eras tú! Yifan sunbae… Creo que ha sido la única vez que un menor me ha llamado así… ¿Acaso te crees que iba a llamarte al día siguiente? Lo siento, no es mi estilo… Y más si dices que ha pasado tanto tiempo, iba tan drogado que siquiera recordaba tu rostro.-El frío tono del mayor hizo que toda su piel se erizara pero le permitió continuar, aunque meditaba tristemente que sus suposiciones de la cocaína no habían sido erróneas.-Entonces… ¿Qué es lo que quieres?-
-L… Lamento que recuerdes tan poco de un encuentro que ha sido tan importante para nosotros, pero como escuchas bien, hablo en plural ya que…- Con ambas manos se abrazó a sí mismo, acariciándose su hinchada barriguita a pesar del uniforme, y el chico chino pareció necesitar unos minutos para comprender.
-¿E…Estás diciendo que tú …-El balbuceo del rubio fue acompañado por un corto asentimiento por el más bajo.-¿Y que es mío?-
-Así es…-
-No, no puede ser . Mira comprendo si tú no te cuidas, pero yo lo hago… Vé a escoger a otro para culpar yo no… No, estás loco.-Ante la negación del mayor, Kyungsoo se sorprendió aunque cierto pánico le invadió al ver como si pesadilla era real desde el primer momento que supo de su estado.
-No lo he hecho con nadie más, no soy como tú y no, no nos cuidamos…-
-Sí lo hicimos.-Discutió el deportista con el ceño fruncido, parecía que dentro de Kris una ira se iba apoderando de él.
-No, no lo hicimos-
-Te digo que sí, jamás me he acostado con alguien sin protección.-
-Pues serán tus drogas que no te lo recuerdan si siquiera has sabido cuál era mi rostro…-
-Estás loco Kyun… Como te llames, lárgate de mi vista y vete a inventarle un hijo a alguien más.-El reclamo del deportista fue acompañado por un fuerte golpe en las casillas de metal, haciendo sobresaltar al menor antes de romper en llanto y obedecer, desapareciendo hacia la entrada del edificio escolar.
¿Y si Kai y Seungsoo en la charla dentro de unas horas también le trataban de mentiroso? ¿Qué haría?
Ya había abierto la caja de Pandora al decírselo al padre del niño, así que ahora no tenía forma de hacer marcha atrás… Además el siempre había dicho que debía ser el número uno, por lo que sería el mejor padre que su criatura podría tener, continuaría siendo el mejor estudiante antes de tener que trabajar para mantener a su niño, no le importaban los nuevos obstáculos…
Y con aquél pensamiento positivo aunque infantil y soñador, comenzó la gran conversación con su hermano mayor y su mejor amigo, y para su suerte la racha parecía cambiar al recibir el completo apoyo de ambos (aunque le regañaran, con mucha razón, el no haberse cuidado ya que podría haber contagiado alguna enfermedad de alguien promiscuo) y Seungsoo, a pesar de estar a un semestre de irse a la Universidad, le prometió que ayudaría en lo que pudiese con los apretados horarios que tendría ya que su hermano se había tomado dos años entre el academia y continuar con sus estudios ya que había trabajado lo suficiente para poder pagarse su carrera y el alquiler pequeño piso en el centro cerca de la institución en la cual estudiaría. Por su parte, Jongin afirmó estar a su lado para todo en cualquier momento, como mejor y leal amigo que era… Aunque en el fondo presentía que de verdad el otro estaba enamorado de él; sabía que era poco probable ya que era como un hermanito para el más alto y le agradaba el cariño fraternal que recibía por parte de Kai…
¿Estaba más sensible gracias al embarazo?
Lo que ninguno de los tres notó en el atardecer lleno de risas, galletas y búsquedas en Internet sobre enfermedades, dietas y cuidados para el embarazo, fue que su madre les había escuchado, pero pronto lo sabrían…
Luego de un mes de haber revelado a un puñado tan pequeño de personas sobre su embarazo, todo parecía volver a la normalidad, ya no sentía una presión oculta sobre su espalda menos cuando estaba con sus padres, pero mentalmente no estaba preparado para encontrarse dentro de su pupitre una nota amenazadora de alguna admiradora de Kris, afirmándole que dejase de ensuciar el nombre de su ‘amado oppa’. Al principio pensó que era casualidad y se referían a otra cosa, pero en su casilla también se vió saludado por diferentes notas con caligrafías realmente diferentes diciéndole que era un cretino, un cerdo, un sucio y, por supuesto, un mentiroso y difamador.
Sorprendido por aquello, decidió hablar nuevamente con Yifan, pero al entrar al vestuario las cosas fueron diferentes que un mes atrás, ya que ésta vez Kris siquiera se encontraba presente y los pocos miembros del equipo de baloncesto le encerraron allí, moliéndole a golpes, en especial cunado se abrazó su estómago para proteger a su bebé, advirtiéndole que dejase de decir aquello sobre la estrella del equipo cerca de las finales de temporada del torneo principal. Cuando los muchachos se cansaron de pegarle, suspiró sentándose en el suelo del vestuario; estaba seguro que su labio inferior estaba partido y que algunos huesos en su interior no se encontraban bien, pero para su suerte había protegido a su bebé sin sentir dolor alguno, ya que el desespero y el miedo se habían apoderado con él más fuerte que la sensibilidad sobre su piel… Pero ahora como un gran baldazo de agua fría el penetrante dolor le hacía temblar ligeramente en el suelo mientras sollozaba algo temeroso de porqué ahora todos sabrían aquello.
Una eternidad más tarde (lo que Kyungsoo luego supo fueron dos horas) el entrenador llegó a los vestuarios al final de la práctica conversando con los chicos de otro deporte (le parecían que fútbol al reconocer a Minho, el hijo del director) y algo sorprendido junto a un par de alumnos le llevaron a la enfermería además de notificar a sus padres porqué su hijo aún no había llegado a cosa una hora antes, como se suponía era todo los miércoles de su rutinaria vida.
Y allí supo que Kay y Seungsoo le habían estado buscando como locos, además de que sus padres se habían enterado de su estado gracias al principal Choi cuando fueron realmente preocupados a buscarlo…
Para su suerte, sus padres lo tomaron mejor de lo esperado, tal vez por el brutal ataque que había recibido y que ahora estaba todo vendado (en especial en su rostro) pero su padre afirmó que estaba orgulloso de que protegiese a su hijo en su interior cuando supo que no tenía escapatoria ni forma de defenderse. Aunque sí le habían dejado en claro que no le pagarían los estudios; debería ser un adulto que asumiera sus propias acciones… Y más aún cuando no quería decirles a sus primogénitos de quién era su bebé. Pero sus padres afirmaron ayudarlo con todos los gastos médicos y de vivienda hasta que fuese mayor de edad, deseaban colaborar en la vida de su hijo menor; incluso Seungsoo le anunció que podría mudarse con él cuando lo desease y entre los dos verían como apañárselas.
Una semana después, una sorpresa le esperaba en la entrada de su casa; y era nada más y nada menos que Yifan… Luego del abuso que recibió en el vestuario, sin decir que había sido a él, el instituto había tenido un llamado de atención por el nivel de agresión y los controles sobre los estudiantes habían duplicado y para su suerte el regresar a clases dos días después ya no recibió más notas… Pero regresando a Kris, se encontraba sentado en el primer escalón de la puerta principal de su hogar, fumando tranquilo un cigarrillo común y le dedicó una ligera sonrisa al verlo.
-Y..Yifan ¿qué haces aquí? ¿Cómo has…-El mayor posó con cuidado un dedo sobre sus labios para hacerle callar, y ligeramente sonrojado asintió.
-Me he enterado que los discursos del señor Choi han sido gracias a mis compañeros de equipo… Contra ti. Me he enterado que uno de los chicos salió de la ducha y se cambiaba del otro lado de los vestidores y por eso no lo hemos visto cuando me has contado… Y él un tiempo después me ha sobornado para ocultarlo diciéndome que cambiemos de posición en el equipo para darle un papel más principal y me negué… Por ello quiso arruinar mi imagen con ese rumor, lamento no haber pensado que era por ti ni que esto tendría tal magnitud…-Kyungsoo no podía creer lo que el deportista le decía de una manera tan casual y áspera, aunque estaba seguro de que sus disculpas eran sinceras
-¿Eso significa que me crees?-Cuestionó el morocho algo esperanzado, pero sus facciones se tensaron ante la respuesta que recibió del mayor cuando lanzó al cigarro al suelo y se volteó comenzando a caminar lejos de él.
-Claro que no, yo no estoy por tener ningún hijo.-
En realidad en una niña pero ¿de qué valía decirle sobre el ultrasonido que había tenido el día anterior?