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End of times. por Haru-Chan1294

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Notas del fanfic:

Aqui les dejo el link de la pagina de facebook, ahi podran ver como imagino a los personajes y ademas habra mas historias que no sera publicadas aqui.

https://www.facebook.com/pages/Historias-originales/448723025260799?ref=ts&fref=ts

Gracias :D

Notas del capitulo:

Los personajes son creacion mia al igual que la historia. Espero les guste.

 

 

Otro día más en el trabajo. No me malentiendan no es que me disguste mi trabajo o algo por el estilo solo que hay ocasiones en las que no hay pacientes. No hay clientes. No hay nada. Y agreguemos que a veces siento que mi vida se ha vuelto una rutina entre la casa y el trabajo. Si que me hace cuestionar que estoy haciendo de mi vida.   

Desde hace unos años me he dedicado solo a mi trabajo de veterinario sin salidas a fiestas, a reuniones, cenas, cine… nada. Me he vuelto aburrido. Solo los días en que tengo algún pequeño paciente me hace sentir vivo, útil y feliz de ayudar a seres irremediablemente lindos. Amo este trabajo.

Me llamo Axel. Soy un veterinario, actualmente vivo en Mountain View, California, EUA. Me gradué de la universidad Cornell en Ithaca en Nueva York, estado de donde soy originario, pero vivo en California porque el empleo de mi actual pareja está aquí en Mountain View. Mi pareja se llama Daniel se graduó de la universidad de Stanford en California. Él es nacido en Nueva York igual que yo, pero vino a California a estudiar medicina, al terminar enseguida le ofrecieron empleo en un hospital de Mountain View, sin embargo, no lo pudo aceptar. Tuvo que viajar a su ciudad de origen ya que su madre se encontraba muy enferma y debía ayudar a su padre con los gastos médicos y los cuidados.

Yo lo conocí cuando apenas iba en el sexto semestre de la carrera. La primera vez que nos vimos fue en un parque, yo estaba jugando con unos niños pequeños de no más de 6 u 8 años, pero por un descuido me resbalé con la arena mojada que estaba al borde del área de juegos fue tal el golpe que me hice un horrible raspón en la rodilla derecha, supongo que el presencio el momento en que caí porque enseguida fue en mi ayuda. Aún recuerdo que me puso un curita con un estampado de animalitos y dijo que todo estaría bien.

Desde ese momento supe que me había enamorado a primera vista. Intente ir al parque todos los días, en algunas ocasiones lo encontraba en otras no. Nos hicimos amigos. Cuando teníamos la oportunidad de charlar lo hacíamos por horas; desde cosas sin sentido hasta temas íntimos.

Me conto que ya había terminado de estudiar y que tenia un lugar reservando en el hospital de Mountain View, y en cuanto su madre se encontrara en mejor estado de salud el regresaría. También que durante su estancia con sus padres les confeso que su preferencia sexual se inclinaba hacia los hombres. Al principio ambos familiares no lo aceptaron en especial su padre. El hombre sufría del corazón y cuando supo que a su hijo no le gustaban las chicas termino en el hospital.

Todos los días eran gritos e insultos, pero Daniel no quería dejar sola a su madre enferma. Y aunque no quería irse, no soporto más la actitud de su padre era intolerable. Su mejor opción era irse de casa. Busco un empleo cerca y rento un departamento.

Nuestra relación era más cercana, incluso meses después de haber salido de casa el me ofreció irme a vivir con él. Sin pensarlo mucho acepte. Era increíble nuestra relación era apasionada, alegre, fogosa, y yo le quería tanto que moriría de amor por él.

Hasta que un día me cito en un restaurante. Se me hizo de lo más extraño aun así acepte ir. Me arregle de etiqueta, estaba tan guapo con mi traje negro que hasta yo me enamoraría de mi mismo. No espere más y me dirigí a lugar de la cita donde Daniel me esperaría. Al llegar al lugar, me sentía como en una película. El restaurante tenía un diseño muy colonial con un ambiente que te hacía sentir como si estuvieras en casa tomando una taza con un delicioso chocolate caliente. Todo fue mágico, me sostuvo la mano y me miro a los ojos mientras me pedía que fuéramos novios, yo acepte gustoso, casi con el corazón saliéndose de mi pecho por toda la alegría y emoción del momento.

Meses después yo había terminado ya mis estudios. Daniel dijo que su madre se encontraba mejor y que regresaría a California. Me sentí asustando en ese momento no quería perder a Daniel después de todo hermoso que hemos vivido. Daniel me dijo que si yo quería irme con el a California. Debo admitir que al principio no quería a pesar de mi miedo a perderlo, sin embargo, la juventud y el amor hablo por mí. Claro que acepte.

Desde entonces si hacemos cuentas tengo cerca de cuatro años de conocernos y tres de tener una relación formal y “estable”. Y lo digo entre comillas porque últimamente no nos entendemos bien, nos gritamos, nos enojamos, nos exigimos hasta pienso que la chispa que una vez estuvo encendida ahora se está extinguiendo. Ese amor que nos teníamos va desapareciendo.

Debo decir que Daniel es el mas culpable de esta situación. Hace unos meses lo encontré besando a otro chico. Le hice el drama de su vida hasta su jefe se entero de mi escena de celos, pero como no. El fue un completo patán. Después de eso, claro que me pidió disculpas hasta de rodillas, me decía que esto era la primera vez que lo hacía, que no volvería a pasar, que él me amaba, incluso lleva rosas todos los días y claro termine cediendo y perdonándolo. Aunque, algo en mi interior se rompió, sé que no somos esposos, pero el respeto a la otra persona es importante, el amor y confianza que la otra persona te tiene debe ser reciproco, incondicional y respetado. Daniel rompió todo eso, y no sé por qué. Ya no le gusto tanto como antes, los problemas que hemos tenido han influenciado en su decisión de engañarme con otro, no lo sé, aunque lo perdone me duele su traición.

-¡Axel! Despierta, tenemos cosas que hacer por ejemplo limpiar el lugar eso incluye las vitrinas, las mesas, el baño…- ese es mi amigo Brian. Lo conocí hace un año en una cafetería, de hecho, fue algo muy extraño. él iba en patines y accidentalmente resbalo con las hojas secas y mojadas de los árboles salió volando en mi dirección. Yo iba pasando por allí con un café de Starbucks el cual tire sobre mí cuando el joven choco y no solo eso caímos al piso. Aun lo recuerdo como si fuera ayer, no supe que me dolió más el golpe contra el piso o el café sobre mí. El muy apenado me pidió disculpas como mil veces y termino comprándome un postre y un café frio. Lo gracioso de esto es que hasta el momento he conocido a las mejores personas cuando tengo accidentes. Brian es un tipo muy raro, alegre, simpático, muy hablador y algo que lo distingue son sus chistes. Es una buena persona y también es mi amigo.

-Ya para, en un momento comenzamos con las labores, ¿sí? - segundos después entro Daniel. Después del incidente de infidelidad comenzó a venir a mi trabajo. Ya se que dije que lo perdone, pero aun me siento dolido y enojado conmigo mismo por no haberme dado cuenta de lo que estaba pasando con Daniel y con él por haber roto la confianza que le tenía.

-Hola chicos, ¿qué hacen? ¿discutiendo de nuevo? - decía mientras depositaba un dulce beso en mi mejilla, haciéndome sentir incómodo. Brian no sabe aun lo que Daniel me hizo, aunque sea mi amigo no quiero contarle y que piense que soy un tonto en aceptar perdonarlo.

-No señor, es solo que… - todos en el cuarto nos espantamos por el sonido tan fuerte que hubo, como si hubiera sido una explosión en algún lugar cerca de ahí.

-¿Qué fue eso? – dije un tanto extrañado.

-Esperen aquí- Daniel nos dijo. Se dirigió a la entrada para poder tener una mejor visión de lo que estaba ocurriendo afuera. Solo unos segundos fue lo que tardo para entrar muy agitado.

-¿Qué pasa?- le pregunte un poco preocupado. Su rostro estaba pálido.

-No lo sé, hay un caos ahí afuera, la gente corre…- de nuevo se escuchó otra explosión, pero esta ocasión fue más cerca, quizás algún coche choco contra algo. Mis pies los sentía pesados, con algo de esfuerzo logre moverme de mi lugar para poder ver lo que realmente pasaba.

Cuando salí lo pude ver claramente. Un coche se estrelló contra otro y terminaron dentro de una tienda de libros que se encontraba a tan solo una cuadra de donde yo estaba. Había muchas personas corriendo a todos lados como desesperadas gritando: ¡Ahí vienen!, ¡Ayuda! Había un helicóptero de noticias sobrevolando en la zona. No tardo mucho para que este comenzara a perder el control y estrellarse contra un edificio provocando una gran explosión.

Estaba en total parálisis, no tenía ni idea de que pasaba. Mi mente se puso en blanco.

-¡Axel!- escuche que alguien gritaba mi nombre. Lo ignore y camine hasta donde se encontraba una mujer de vestido azul naval, muy pegado al cuerpo para mi gusto, tenía algo extraño en su comportamiento, pero lo tome como señal de shock por lo que estaba sucediendo. La tome del hombro y la llame – Discul…- no termine de hablar cuando ella se me aventó como una loca. Fue ahí donde note que sus ojos tenían un color sangre, su boca especial estaban llena de sangre, así como su cara. No sabía si era de ella o de alguien más la empuje con toda mi fuerza. Cayo rodando por la banqueta, me levante lo más aprisa que pude, y mire atrás por si me seguía, lo cual era verdad, me seguía. Entre al negocio como un loco y cerré la puerta rápidamente.

-¡Axel ¿Qué pasa?!- me demando Brian muy histérico.

-Todo es una locura…- no termine mi frase porque la mujer del vestido azul atravesó la puerta de vidrio y se aventó contra Brian, enterró sus dientes con muchísima fuerza en el cuello haciendo que me salpicara la ropa y la cara. Dejo a Brian y miro a Daniel y a mí.  Se abalanzo hacia Daniel, pero este la cogió de los hombros y la aventó en mi dirección. Rápidamente, olvido a Daniel y se fue contra mí.

Corrí y me resbale, ella aprovecho y se aventó por la mesa tirando todo y cayendo sobre mí. Me quería morder como lo hizo con Brian, tome su cara y grite:

- ¡Daniel! ¡Ayúdame! ¡Ayúdame! - Daniel me observo unos segundos.

-Lo siento, es mi oportunidad- y salió corriendo del lugar. Sentí un hueco en el estómago no de dolor si no de coraje por el hecho de que fue en mi auxilio. Maldito imbécil.

Acaso iba a morir así. Claro que no.

Aun sujetaba a la mujer con una mano en el hombro y otra en su cara para evitar que me mordiera. Miré de un lado a otro como desesperado intentando encontrar algo para golpearla, hasta que lo encontré un bisturí que se cayó de la mesa cuando la mujer se aventó. Quite una de mis manos y tome el artefacto lo más rápido posible. Sin pensarlo se lo clave en el ojo derecho salpicándome con su sangre. La mujer dejo de moverse, todo su peso cayó sobre mí. Con algo de dificultad la empuje a un lado. Me levanté como pude.

Todo a mi alrededor era un caos afuera y dentro de la veterinaria.

Miré a mi amigo que yacía inerte en el suelo o eso creí, pero comenzó a convulsionarse. Corrí hasta donde estaba, me agaché, iba a tomar su pulso, cuando abrió los ojos. Estos tenían el mismo color que el de la mujer de vestido azul, eran rojos. Retrocedí y corrí hasta la entrada del lugar.

Corrí por la calle sin ningún rumbo, estaba asustado, desorientado, no sabía qué hacer ¿Dónde estaba el estúpido de Daniel? ¿y que fue eso de es mi oportunidad? Oportunidad de que ¿para salvarse? o porque es la mejor forma de dejarme.

Me sentía tan mal. Le perdone, y al final me dejo. Si fui un tonto. Sin pareja, sin amigo. Estoy solo en este caos. Dejé de correr. Me detuve en un parque. Fue ahí donde me di cuenta de que algo anda mal muy mal.

Personas comiendo personas, sangre por todos lados, incendios en cualquier esquina de la ciudad, no sabía a donde ir o que hacer. A donde fuera parecía el infierno. Gire la cara hacia la izquierda y note que un hombre no más de unos 30 años, de estatura media, tez blanca; corría en mi dirección no me moví solo cerré los ojos esperando el momento… para morir.

Di un respingo. Escuche un disparo que hizo que abriera los ojos de golpe, intente voltear, pero me tomaron del brazo con mucha fuerza.

-¡No debes quedarte como estúpido frente a esas cosas!- grito un hombre mientras me arrastraba hasta no sé dónde, no dije nada simplemente deje que me guiara.

 

 

Notas finales:

 


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