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Relación a distancia por marien98

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Notas del fanfic:

Los personajes le pertenecen a la creadora del juego Corazón de Melón: ChinoMiko

La alarma suena sacándome de mi extraño sueño, dejando solo con un incómodo problema típico de adolecente con las hormonas alborotadas

-Soñé con Castiel. Digo con asco y vergüenza. –Otra vez.

Pongo mis manos en mi cara e intento animarme pensando  que no es raro que un adolecente tenga este tipo de sueños, pero que un chico sueñe con otro se sale un poco de la norma, sobre todo cuando el día anterior  soñaba con golpearlo con su guitarra en la cara.

Suspiro resignado y me preparo para ir al instituto donde una larga mañana me espera.

Entro al baño e intento calmar las hormonas mientras me ducho. Salgo y me acerco al armario donde solo hay camisas blancas y corbatas azules. Definitivamente el mundo no se iba a acabar si conseguía algo de ropa nueva y diferente en su defecto.

Bajo las escaleras y me dirijo a la cocina. Como siempre está vacía y suspiro aliviado de no tener que aguantar a Amber o a mis padres en su típica dosis de criticar al hijo mayor. Me acerco a al comedor y agarro una manzana para luego dirigirme a la puerta con la intención de caminar hasta el instituto, no me despido, igual sé que no les importara si lo hago o no.

Camino lentamente recordando el sueño en donde Castiel actuaba como si en realidad no me odiara, acariciándome delicadamente, casi podía escuchar su voz susurrándome cosas que retumbaban en cada rincón de mi cerebro, todo parecía tan perfecto que casi olvido que él era hetero  y que yo no era más que un reprimido que nunca había siquiera tenido novia.

-Mierda. Digo en susurro mientras me golpeaba la frente. No podía darle tanta importancia a un simple sueño… o a los anteriores 26. –Mierda. Repito. Soy lamentable.

Llego al instituto luego de unos minutos más. Los pasillos están poco a poco llenándose de gente y yo rápidamente me dirijo a la sala de delegados. Me siento en mi escritorio y dejo caer mi cabeza sobre la dura y fría madera mirando fijamente el reloj de la pared, esperando que la primera hora comience lo más rápido posible.

-Buenos días. Escucho una voz proveniente de la puerta

-Buenos días. Respondo sentándome bien e intentando quitar la cara de preocupación, agradeciendo ligeramente que Melody haya llegado antes de que más pensamientos lamentables pasen por mi mente

-¿Estas bien? Me pregunta un tanto preocupada

Pero antes de poder responder, la campana sonó y Salí lo más rápido que pude para evitar decir alguna estupidez.

Entre al salón que aún estaba ligeramente vacío y me senté en mi puesto habitual junto a la ventana mientras esperaba que llegara el profesor, de todas formas no tenía la intención de poner atención así que simplemente me quede viendo fijamente el cielo, de vez en cuando poniendo cara de pensativo y asintiendo levemente cuando el profesor volteaba en mi dirección. Pero todo el tiempo pensando en el estúpido de Castiel que ni siquiera se había dignado a ir.

Al final la campana sonó y todos soltaron un gran suspiro de alivio. Salí del salón y me di cuenta que ese día no haría nada productivo por lo que fui al despacho de la directora y le pedí permiso para retirarme alegando que me sentía mal. Al final decidió dejarme ir no sin antes negarse varias veces, dejándome casi sin argumentos y al borde de decirle que si no me iba ahora iba a expulsar un pulmón en medio de la clase de álgebra.

Salí del instituto a paso lento sin intención de llegar pronto a casa. Últimamente mis padres había estado un poco más raros de lo usual y eso no era precisamente bueno.

Luego de caminar por casi 40 minutos a paso lento finalmente llegue a casa. Entre lentamente y pude escuchar claramente las voces de mis padres en la sala.

-¿Paso algo? Pregunte sin intenciones de esconderme y escuchar

-¿Por qué estás aquí? Pregunto mi padre con un tono más fuerte de lo normal

-Simplemente no me sentía bien. Respondí rogando porque mi fingido tono de enfermo lo convenciera

-No pasa nada. Intervino mi madre intentando aligerar el ambiente. –Pero si hay algo que queremos decirte.

Crucé los dedos rogando por que dijeran algo como: Vamos a poner en adopción a Amber. Pero lo que dijeron definitivamente no me lo esperaba

-Nos vamos a mudar. Dijo mi padre frio y cortante como siempre

Mis ojos se abrieron como platos esperando a que alguien saliera detrás de los sillones gritando: ¡Estás en cámara escondida! O que alguien tan solo dijera que todo esto era solo una broma y comenzaran a reírse de mi épica expresión de sorpresa.

Lamentablemente, esas palabras nunca llegaron.

Notas finales:

Este es el primer fanfic que publico aquí así que espero que les haya gustado, y cualquier comentario, duda o critica por favor no duden en decirme =)


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