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Medicina Vongola por sukichoco

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Notas del fanfic:

Los personajes de este fic son del anime y manga Katekyo Hitman Reborn, sin finalidades de plagio o lucro hacemos un fic.

Notas del capitulo:

Holas de nuevo.

Si creían que estábamos muertas pues nop.

Lorepollo: lamentamos un montón la tardanza, decidimos hacer un one-shot en compensación a ello.

Sukichoco: La próxima semana actualizaremos todos los fics, Sangre Vongola, Mi adorable ángel y Tesoro Terre, por lo que tranquilas, ya sabrán lo que pasa con Tsuna embarazado, Mukuro pedófilo y Dino el árabe.

Lorepollo: sin más, pasen a leer ¡Disfruten!

Medicina Vongola.

 

1.- Medicina Vongola.

 

El aburrimiento era sofocante y el estrés me absorbe hasta el punto de casi volverme loco. Levanto mi cabeza hacia el techo y respiro profundamente.

Los días de trabajo por lo regular eran livianos, pero ahora gracias a que a Reborn se le ocurrió la grandiosa idea de implementar mayor trabajo a la rama científica, todos los días debo firmas docenas de pagarés por daños causados y solicitar permisos de pruebas. Todo es tan agotador.

- Ha pasado un tiempo Tsunayoshi-kun – la voz de un ex enemigo me sorprende en mi propia oficina.

- ¡Byakuran! – lo miro sorprendido y luego le muestro una sonrisa. – Has llegado por fin – le ofrezco sentarse en el pequeño sofá que está en la habitación.

- Luces cansado – sonríe y se sienta con las piernas cruzadas, saca unos malvaviscos de su bolsillo y comienza a comerlos.

- Han sido días bastante ajetreados – le comento mientras yo también me siento frente a él.

- No es bueno que Tsunayoshi-kun este tan cansado – me mira fijamente – alguien podría vencerte rápidamente en este estado  – sonríe maquiavélicamente

Le correspondo la sonrisa y asiento cansado.

- Ese sería el escenario del viejo yo – me mira un poco desmotivado

- ¿Desde cuando tienes esa actitud tan arrogante?

- ¿Ahora soy arrogante? Si no te decía eso hubiera saltado de inmediato a mi cuello ¿cierto?

- Sigues desconfiando en mi – hace una mueca de orgullo – si mi objetivo hubiera sido matarte, lo habría hecho desde hace un buen tiempo

- Si claro

- ¿Sabes cómo vencer a alguien más poderoso que tú? – lo miro atento – lo observas cada día, cada minuto y cada segundo; pones atención a cada una de las mínimas acciones que comete, vigilas sus gustos, sus disgustos, sus alergias, las personas a su alrededor  hasta que encuentras entre los múltiples caminos para matarle el más cercano al objetivo.

- Hmp… - me bufo – suena como si supieras cuales son mis debilidades – me sonríe y asiente contento

- No es mentira que lo más importante para ti es tu familia, tanto que has descuidado tu vida amorosa – una vena aparece en mi frente

- ¡Cállate! – comienza a reír  energéticamente. – Que vengas a burlarte de mi cuando tengo tanto trabajo es…

- Vamos Tsunayoshi-kun lo siento mucho – sonríe hipócritamente y luego saca del bolsillo de su saco una bolsita transparente con ¿caramelo?... dentro

- ¿Qué es eso?

- Es un regalo – lo saca de la bolsa y me lo entrega – te relajara, se que la has estado pasando muy mal, considéralo como parte de mi disculpa por burlarme de ti

- ¿Es una droga? – la miro curioso, es roja con líneas blancas, es muy parecida a un dulce de menta.

- Así lo pueden llamar – levanta los hombros y se sienta de nuevo a comer los dulces que saco del mismo bolso en el que traía la bola que tengo en la mano – lo cierto es que no solo funciona como un relajante, es una bola que llena de fuerza a un cuerpo cansado y herido.

- ¿Medicina Vongola?- ríe en voz baja

- Si – come de nuevo sus dulces

- ¿Es segura?

- no te la daría si no fuese así – dice divertido – te veo interesado ¿quieres probarla? – lo miro sospechosamente y luego huelo la dichosa medicina

- ¿Solo debo tragarla? – le pregunto con el dulce cerca de mis labios 

- Así es

- ¿Qué sería lo peor que me pasaría?

- lo peor en tu buen estado, quizás te duerma.

Sin más la meto en mi boca y comienzo a saborearla, es deliciosa para ser una medicina ¿Tutifruti? ¿Frambuesa? ¿Fresa?  Todos esos sabores llegaron a mí.

- Por aquí  - siento las manos de Byakuran sostenerme de los hombros y llevarme hasta el sofá – te dejare ahora – lo escucho a lo lejos

Mis ojos se llenan de extrañas visiones, el mundo se mueve a mí alrededor ahora. Me sostengo del asiento del sofá y continúo tragando. El sabor es más fuerte, sabor a menta. Luces extrañas llenan la habitación. Byakuran ha desaparecido. Trato de calmarme, me siento extraño, con sueño mucho sueño.

Mi cuerpo va inclinándose a un lado hasta que toco el sofá, mis ojos se cierran y todo se vuelve obscuro.

 

 

Abro los ojos repentinamente, una luz azul se refleja en la habitación y vuelvo a cerrarlos e automático. Mi posición es cómoda, estoy en un lugar cómodo y conocido.

Me reincorporo poco a poco y trato de ubicar el lugar en donde estoy. Paredes blancas, ropa y basura tirada, una mesita de estudio en el centro y una televisión. Abro los ojos sorprendido.

- ¿Pero… - estoy en mi ex habitación, en Japón.

Recuerdo el dulce que me dio Byakuran y me pregunto si esto es parte de las alucinaciones que me provocaron. Pero todo se ve tan real. 

- Uh – una voz se queja, miro hacia el lugar de donde provenía el sonido.

Una silueta se forma en la sabana, delicada y tranquila. Me levanto en seguida de la cama y camino hasta la puerta para salir del lugar. Pero antes de hacerlo, el espejo de mi closet refleja mi imagen y desorientado regreso a observarme.

La imagen frente a mí, era sin duda la de mi yo de hace diez años, de ese adolecente con quince años. ¿Por qué? ¿Por qué había cambiado de forma?  Me toco los cachetes y los pellizco para tratar de despertar.

- ¡Ah! – gritan a mis espaldas y volteo rápidamente.

- ¿Eh? – decimos los dos al mismo tiempo. Era mi imagen, mi reflejo, éramos dos gotas de agua.

Nos miramos perplejos por unos segundos, su rostro se vuelve azul al mismo tiempo que el mío. Trato de formular alguna palabra, pero no logro hacerlo.

- ¿Quién eres? – me pregunta atemorizado y se cubre con las sabanas como si estas fueran algun tipo de protección.

La única idea lógica a lo que está pasando es que no solo viaje en el tiempo, también logre viajar en el espacio. ¿Un mundo paralelo? No puede ser, quizás sea solo un sueño. O de lo contrario mi mundo hubiera sido destruido.

- Pregunte que quien eres – me grita asustado.

Trato de calmarme, si hago algo estúpido se asustará, me conozco o más bien me conocía.

- No te asustes Tsuna.. yoshi – me siento raro al hablarle – no sé lo  que está pasando pero déjame explicar lo que sucede

- Ex… Explícate – miro a los alrededores, por alguna razón no veo a Reborn que debería estar durmiendo en su hamaca.

- Escucha, yo soy tu… - mi explicación es vana y estúpida – no sé cómo hacértelo entender

- ¿Me estás diciendo estúpido? – parece ofendido pero también muy asustado.

- Esto debe ser un sueño – digo en medio de un suspiro – yo estaba en Italia y entonces me dieron a comer algo y luego…

- ¿Italia? ¿también eres un mafioso? – me pregunta preocupado y un poco desconfiado.

- Yo soy tu pero… esto es un sueño, no debo sentirme intimidado de ti – suspiro y trato de darme nuevos pellizcos para despertar pero no funciona.

Cierro los ojos para concentrarme y salir del sueño, pero algo más aparece. La ventana de la habitación se abre de par en par y un sujeto muy conocido para mi entra.

- ¿Hibari-san? – decimos los dos al mismo tiempo pero en diferente tono.

Veo como mi reflejo se abalanza hacia él y lo abraza por el cuello. Me encojo de miedo, si hiciera en realidad seguro me mordería hasta la muerte.

- ¿Amaneciste bien? – le pregunta amable, lo veo petrificado ¿Qué clase de sueño es este?

- Si – responde Tsunayoshi – aunque no dormí tan calientito como cuando lo hago en tus brazos – me sonrojo de escucharme decir eso, yo no podía ser tan cursi ¿o sí?  

Los penetrantes ojos de mi guardián se posan en mí, lo veo sorprenderse un poco y luego abraza por la cintura a mi yo de este sueño.

- ¿Qué es eso? – pregunta al Tsunayoshi sonrojado que parece que se quiere meter a su pecho. Yo lo veo ofendido ¿eso?

- No lo sé – dice mi yo – cuando desperté aquí estaba

Se acerca a mí lentamente, con mi yo pegado a él. Me toma de la barbilla, levanta mi rostro. Por primera vez lo veo tan cerca, no me había dado cuenta de lo poderosos que son sus ojos que me hipnotizan.

Me observa toda la cara y después de mirarme por varios segundos me planta un beso. Mi cuerpo se petrifica nuevamente ¿Qué está ocurriendo?

Sus labios son suaves y duros al mismo tiempo. Siento como su lengua intenta colarse a mi cavidad. Intento separarlo de mí pero mis fuerzas son tan nulas como cuando tenía esta edad. Logra abrir mis labios y entonces, puedo sentir por primera vez, como es eso de ser comido.

- Hibari-san – habla triste mi reflejo que nos mira fijamente sin hacer nada.

Trato de hacerle una señal para que me ayude, pero no lo hace, en cambio nos observa triste.

Por fin me suelta, sus manos están aferradas a mi cintura, me suelta y entonces caigo rendido al suelo. Me tapo la boca avergonzado ¿Qué clase de sueño estoy teniendo?

- Hmp.. – se burla de mi – eres idéntico a mi Tsunayoshi – El mencionado sale corriendo a sus brazos y se aferra a él con total desesperación - ¿Quién eres?

- ¿Dónde está Reborn? – les pregunto con la cabeza baja, ese beso me puso de todos los colores

- ¿Él bebe? – asiento

- Necesito despertar de este sueño – siento sus miradas sobre mí y luego unas manos llenas de calor acarician mis cabellos con ternura. Levanto mi mirada y choco con la de Hibari-san.

- ¿No es mejor que te quedes aquí? – me pregunta con una sonrisa en su cara. Lo miro fascinado, no era la primera vez que lo veía sonreír, pero en esta ocasión su sonrisa no solo contenía orgullo, sino también comprensión y dulzura.

- ¿Eh? – no pude escucharlo de lo maravillado que estaba por su sonrisa.

- Levántate – me ofrece la mano para hacerlo – No sé lo que ha ocurrido ni porque estás aquí, pero sí sé que esto es muy conveniente para mí.

- ¿Hibari-san? – tomo su mano y de un momento a otro ya estoy aprisionado en sus brazos. - ¿Qué hace?

- Tsunayoshi – se dirige a mi reflejo – ¿quieres hacerme llegar a un nuevo nivel de placer? – ambos nos sonrojamos al escucharlo ¿Qué cosas dice?

- Si – asiente sonrojado y ligeramente excitado - ¿Qué debo hacer?

 

Quiero cubrirme los ojos pero no puedo, me han amarrado al picaporte de la puerta. La vergüenza aturde mi cabeza, es increíble lo que estoy presenciando. Quiero gritar a que se detengan, pero tampoco puedo. Aprieto mis piernas, la imagen frente a mí ha logrado que mi miembro se endurezca.

 - ¡Ah! Hibari-san – cierro los ojos, lo que están haciendo es….

Mi guardián de la nube, aquel que nunca en su vida haría algo como esto está penetrando con fuerza a mi reflejo. Lo hace en una posición en la que yo puedo ver todo, sentados frente a mí, dándome el frente. Veo como la cara de mi yo se sonroja y gime con fuerza. Trato de calmarme, si no lo hago todo se podría poner peor.

- Abre los ojos – una mano acaricia mis mejillas. Acato la orden pero trato de no mirarlos directamente.

La misma mano baja desde mi mejilla por mi cuello, pecho y estomago hasta mi erección. Lo miro fijamente, sus ojos se ven divertidos y llenos de perversión.

- ¿Qué… Que hace? – mis manos están sujetas hacia arriba, por lo que no puedo detenerlo.

- Tsunayoshi – susurra mi nombre en la oreja de mi reflejo y este se estremece por completo. Lo veo temblar. Doblo mi entrecejo angustiado ¿Por qué se deja hacer eso? Quiero que se detenga. – Bésalo

Los ojos del Tsuna de mi sueño se llenan de lágrimas, sus manos que se sostenían de la nuca de mi guardián bajan y se posicionan en mis hombros. Mi respiración se corta cuando lo veo tan cerca de mí. Es mi reflejo, soy yo, pero entonces…. ¿Por qué me estoy excitando?

Nuestros labios se juntan y nos movemos torpemente, no estoy feliz, no es el mejor beso que he tenido, seguro que el también piensa lo mismo después de probar los de su amante.

Abrimos la boca y jugamos con nuestras inexpertas y torpes lenguas. La mano de Hibari-san se mete por el pijama y saca mi miembro palpitante.

- Ah! – gimo y cierro los ojos avergonzado del sonido que hice. Tsunayoshi me besa desesperado, siento al contacto de nuestros labios las fuertes embestidas que Hibari-san le está dando.

Abro mis ojos un poco, veo que mi guardián disfruta la escena y siento como su mano aplica un vaivén a mi falo.

- ¡Ah! – mi reflejo gime desesperado, sus lágrimas mojan mi rostro, su lengua permanece quieta mientras Hibari-san lo penetra. – Hibar… i-san… ¡Aghh! – se viene hacia arriba manchando su cara y la mía.

Sale de su cuerpo y se acerca a mi amarre. Me suelta y de inmediato nos carga hasta la cama.

Nos atrapa con sus brazos, nunca me había dado cuenta de lo delgado que era que incluso Hibari-san puede acorralarnos el solo.

Me levanta y se acuesta en mi lugar.

- Prepárame – le ordena al otro Tsuna y este se levanta.

Los brazos de Hibari-san son tan fuertes. Me jala hacia su persona y me da una serie de besos llenos de lujuria. Mi cabeza está en la nada. No razono lo que hago, si lo hiciera obviamente dejaría de hacer todo esto, pero por lo mientras mi cuerpo me pide más.

Siento el cabello del otro Tsunayoshi en mi trasero, volteo por un segundo veo que traga el miembro de Hibari-san quien enseguida me atrae a su rostro para robarme el aliento una vez más.

Muevo mis caderas sobre su estómago, sus dedos me penetran con rapidez y fuerza, ya no lo soporto, mi pene quiere venirse, mis lágrimas salen y el otro yo las lame a petición de mi guardián. Es tan pervertido y cruel.

- ¡Estás listo! – saca sus dedos y se acomoda para alinear su miembro a mi entrada. Me remuevo, esto seguro será muy doloroso.

Logra clavarse dentro de mí. Mis carnes lo aprisionan y se desgarran al mismo tiempo. Clavo mis uñas en su pecho. Es tan doloroso.

- ¡Ahhh! – grito de dolor y aunque no lo reconozca también placer

Entra por completo, mis lágrimas no paran y no lo harán. No se mueve, me permite acostumbrarme. Muevo mi trasero en círculo, el movimiento es placentero y un poco doloroso.

Veo como Tsuanyoshi se posiciona en la cara de Hibari-san para que este lama su entrada seguramente manchada de su propio semen. No puedo, mi miembro quiere explotar con la imagen. Mi reflejo parece estar disfrutarlo demasiado.

No aguanto, me muevo por mí mismo, es doloroso, pero me llena de placer.

Arriba, abajo, arriba, abajo, me muevo cada vez con mayor rapidez, trato de hacerlo con cuidado pero es imposible.

Gimo con fuerza hacia el techo, esto le da un chance a mi reflejo de lamer mi cuello. No es posible que me excite conmigo mismo ¿Qué clase de pervertido soy?

- ¡Ah! ¡Ah! – fimo a cada embestida de Hibari-san, es un regocijo tan grande que empiezo a estimular mis pezones por mí mismo. ¡Dios! Soy un pervertido.

Mi clon se quita de encima de Hibari-san y se acuesta junto a él para besarlo. Me siento un poco molesto, de alguna manera yo también quiero otro de esos besos. Noto como su mirada se fija en mí y entonces sin ninguna explicación un fuerte latido sacude todo mi cuerpo.

Abro los ojos sorprendido, quiero, quiero su lengua, quiero que me vea a mí.

Me acerco al punto de unión del beso, las embestidas siguen en mi parte baja por lo que me cuesta un poco de trabajo llegar hasta ese punto. Me meto entre los dos y beso a mi guardián. Quiero que me bese solo a mí. Lo deseo tanto.

Sus manos recorren todo mi cuerpo, su pene me atraviesa pero aun así me esfuerzo por seguir besándolo. Me siento lleno de calor, su pecho late tan frenéticamente como el mío. Me siento feliz, por primera vez en mucho tiempo, mi corazón late con tanta felicidad. Me ahogo en esos latidos.

Me voltea, la cama está en mi espalda, levanta mis tobillos hasta mi cabeza y me hace sujetarlos, ahora las penetraciones se vuelven tan profundas, no dejo de llorar. Quiero ver lo que hace, quiero ver sus ojos, su sonrisa, pero las lágrimas me lo impiden.

- ¡Ah! – abro los ojos y veo que al lado de mi guardián está mi reflejo, parado en sus rodillas, siendo penetrado por los dedos de Hibari-san.

Es demasiado excitante, odio que esto se haya convertido en todo esto, es un sueño demasiado real, puedo sentir el desgarre de mi entrada, pero ya no me importa quiero que lo haga hasta que me rompa.

- Más… - ruego

Lo miro, se ve tan divertido conmigo debajo de él y con mi clon a su lado con las mismas caras que seguramente yo estoy haciendo.

Lo hace más rápido, mis ojos salen de su órbita e inclino mi cabeza hacia atrás, estoy a punto de venirme pero yo también trato de moverme hacia su falo, ese deseo por sentirlo dentro es tan frustrante.

Mi clon gime y se viene, cae rendido a la cama y se acerca a mí para besarme nuevamente, seguro lo hace porque sabe que esto le agrada a nuestro guardián. Correspondo a su beso, quiero que Hibari-san este feliz por lo que nos besamos en un ángulo para que vea nuestras lenguas fusionarse.

Sujeta mis piernas y se mueve con mayor violencia. Aprieto las sabanas de la cama, es demasiado, demasiado.

- ¡AHH! – gimo al venirme y el enseguida lo hace con un pequeño gruñido.

Cae sobre mi rendido, y lo atrapo entre mis brazos. Nuestro corazón late al compás del otro. Quiero llorar, me entristece saber que esto es un sueño.

- Tsunayoshi – levanto mi mirada hacia Hibari-san quien me ve a mí y no al clon – Te amo… - su voz resuena miles de veces en mi cabeza, esas dos palabras me llenan de felicidad, cierro los ojos y le sonrió

 

 

- ¡Hey! – las manos de alguien me sacuden – despierta herbívoro

Abro los ojos y enseguida veo los de Hibari-san.

- También te amo – le digo medio adormilado.

- ¿Eh? – me da una cachetada para despertar.

Abro los ojos con violencia después del leve golpe que me dio. Ahí estaba, de nuevo en Italia. Trato de orientarme, las cosas están en su lugar, ya no estoy en ese sueño.

- Herbívoro – la voz de Hibari-san me despierta por completo.

-  Hibari-san – lo miro fijamente y poco a poco siento como mis mejillas y luego toda mi cara me comienza a quemar. – Ah – me levanto rápidamente hasta mi escritorio y remuevo los papeles.

Tengo unos mareos terribles, esa estúpida medicina me quito el estrés, pero ahora tengo un jodido remordimiento, no puedo ver Hibari-san a la cara.

- Viniste por la nueva misión ¿cierto? – remuevo mis papeles para encontrar rápidamente lo que debo entregarle.

- ¿Por qué estás tan nervioso? – me pregunta serio ¡Dios! si supiera lo que paso en mi sueño ahora mismo me estaría mordiendo hasta la muerte.

- No es nada, aquí tiene – le entrego los papeles con la cabeza baja

- Estás muy extraño – niego rápidamente y camino de nuevo a mi escritorio, pero tropiezo al hacerlo.

Escucho como se bufa de mí y volteo a mirarlo avergonzado. Abro los ojos sorprendido al ver su sonrisa, es exactamente igual a la de mi sueño.

Me levanto y sin dejar de mirarlo me acerco a él. Lo tomo del saco y sin pensarlo le digo:

- Te amo ¿Podrías salir conmigo?

 

CONTINUARA...

Notas finales:

Gracias por leer y esperamos actualizar los fics el viernes!

byeee

 

 


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