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Pretty Times [Taoris-KrisTao] por LoveFujoshi

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1° PASADO

 

#Tao

Aún recordaba aquel paisaje, aquellos bancos y flores que rodeaban a la bella vista, hacía tiempo que no visitaba aquella casa, en medio de la nada, la última vez que la visitó fue con él.

Kris había sido su acompañante en aquel entonces, cuando aún no se alejaba, se sentía extraño, y la nostalgia le hizo hundirse en recuerdos, recuerdos que le llenaban aún el corazón de esperanza, esperanza de volverlo a encontrar, volver a ver sus ojos tan feroces y tocar sus labios. Esperanza de rehacer su amor alejando los malos entendidos y las situaciones por las que atravesaron en el pasado.

Recordaba haberlo llamado traidor y un sinfín de cosas más, no soportaba la idea de verlo partir, de ya no poder estar a su lado y no conversar día y noche como solían hacerlo, su presencia se hizo costumbre y necesidad, a veces tenía ganas de tomar un vuelo y dirigirse a China, abandonarlo todo y seguir su camino juntos, pero otras veces pensaba la situación y se preguntaba el porqué de tan apresurada decisión, dejándolo tranquilo, tal vez, por eso lo hizo, “quería estar solo”.

Cuando se marchó, el corazón de Tao se sintió de la misma forma a cuando el mayor le había hecho la peor broma de su vida, y fue por eso que no se contuvo al decirle todas las palabras que creía merecerse. Era una segunda vez, no se dejaría caer por una tercera.

………………….

Se conocieron años atrás, cuando había llegado a Corea, un intercambio escolar desde China por tres años, aprovecharía aquella oportunidad y saldría adelante, ser el orgullo de tantos en su nación y convertirse en un gran maestro de las artes marciales, tenía ya sus planes hechos, la lista de deseos estaba completa, solo faltaba realizarlos, pero ante todo eso, jamás creyó que el amor se cruzaría en su camino y cambiaría el rumbo.

La primera vez que lo vio, fue en un partido de baloncesto de su nueva escuela, era reconocido por todos, siendo el capitán del equipo por tercer año consecutivo y último éste, debido a que el año siguiente haría prácticas y todo eso para finalizar sus estudios y se enamoró, fue amor a primera vista, no lo pudo evitar, tal vez eso, fue uno de los errores más grandes que cometió, el enamorarse.

Pero jamás se arrepentiría de aquello.

Wu Yi Fan, veintitrés años, mitad canadiense, mitad chino, alto, guapo, serio, mandón, con estilo, hermoso, tierno, romántico, bipolar, eso era lo que sabía de él, era como su “amor platónico”, bueno, no solo de él, de toda la escuela, el ser más perfecto e increíble que jamás se haya conocido, deseado por muchos y envidiado por todos, no había nadie como él, pero había un detalle, era tan frío como el hielo que con sólo una mirada paralizaba a cualquiera, no había comparación; podría llamársele, cruel.

Pero además de eso, había un problema, Tao tenía la autoestima tan baja con respecto a su físico como para creer que algún día ese chico le haría caso,  que ni siquiera tenía un poco de valentía para acercársele y regalarle una botella de agua o para sentarse en una de las dos primeras filas de las gradas arriba de su lugar de descanso, irónico, pero así era, estaba tan enamorado que no podía siquiera mirarle estando de frente. Estaba solo, no tenía a nadie en Corea que le dijese por lo menos como inscribirse en el club de Artes Marciales, era tan tímido y cerrado que los primeros tres meses del curso se la pasó completamente solo, estudiando con diccionarios e internet el idioma coreano, al ser estudiante de intercambio lo colocaron en casa de una familia de la cual su hijo era el que estaba tomando su lugar en China y esas personas eran las únicas con las que congeniaba y no se cohibía, pero aun así, resultaba un tanto familiar el cariño que aquellos señores le brindaban, se sentía querido, incluso, hasta más que en su propia casa, aunque eso no era cierto, pero de alguna forma lo pensó.

Iniciando curso en Junio, en Noviembre se preparaba para uno de sus exámenes de fin de semestre, absorto en los textos con tal de entender aquellas palabras no se dio cuenta que un mensaje llegó a su celular, ignorando por completo el sonido estridente continuó en sus estudios, minutos después la señora Choi, señora de la casa, tocó a su habitación, pensando en que el menor no estaba en su habitación como para no poner atención a su celular que no dejaba de sonar por las llamadas y mensajes que se escuchaban hasta el comedor y la cocina, después de anunciarle aquello y pidiendo que se despejara un poco de aquellos cuadernos, la señora se retiró.

Tao sonrió con melancolía, no pasaba ni medio año y ya extrañaba a su madre, observó su celular, brillaba con decisión y no se apagaba en ningún momento, era un número desconocido, nadie a parte de sus amigos de China, familia y los señores de la casa de intercambio lo tenían, desconocía los primeros números, pero era tan insistente que en el próximo sonido contestó.

-¿Hola?- Dudoso preguntó primero, aquel número ya le había marcado más de veinte veces y enviado como nueve mensajes, parecía acosador.

-¿Huang Zi Tao?- Preguntó apresurado el otro individuo.

-Mmm si… ¿Quién eres?- Tal vez no debió aceptar que ese era su nombre, y ¿si era un secuestrador? Aunque su voz le pareció un poco familiar, pero ignoró por completo tal hecho.

-Maldita sea, llevo marcándote tantas veces que pensé estabas muerto- Dios mío, ¿Quién era esa persona?, ignoró por completo su pregunta – Necesito que vengas al parque que se encuentra a dos cuadras de tu casa, ¿Puedes ahora mismo? Hace un frío que estoy a punto de tener una hipotermia – Estaba confundido, se asustó un poco que estaba a punto de colgar, pero la voz le interrumpió su acción. –No te preocupes, no te secuestraré, ni te haré daño, solo necesito que vengas, espero no te sorprendas.

-S..sí- fue lo único que logró articular en ese momento y colgó la llamada.

No sabía quién era, ni como había conseguido su número, pero aún y con todo el miedo incrustado hasta sus huesos pidió permiso para salir de casa, eran las nueve de la noche, fue sumamente extraño, aunque en un principio le negaron tal cosa, con tanta insistencia logró el permiso, se abrigó, colocó el número de seguridad como número de marcación rápida, un tenedor en su bolso (en caso de defenderse) y un gorro tejido por su madre que cubría su melena teñida de rubio.

El invierno hacía meses que había llegado al país, y con ella los árboles de ciruelo mostraban las bellas flores color rosado, salió de casa, despidiéndose en la puerta y se dirigió al lugar acordado, tenía razón aquella persona, el frío estaba que mataba y se metió las manos en los bolsillos de su abrigo, rozando el frío tenedor, sentía la nariz fría, y la piel como si se estuviese estirando de forma desconsiderada, sus ojeras ahora estaban más marcadas que de costumbre y como ya había tomado una ducha, sentía un poco húmedo su cabello aún.

Sus pies se hundían levemente en la nieve, y por primera vez desde que llegó a Corea, observó el cielo, se podían divisar levemente las estrellas, brillantes a pesar de que estaba nevando y las pequeñas piezas blancas cubrían prácticamente el cielo, sintió como aquellas cositas blancas quedaban en su rostro, y dirigió otra vez su vista al frente, era un jueves por la noche, muchos estaban en sus casas estudiando para los exámenes de mañana y la semanas siguientes, pero específicamente en ese momento, frente a él cruzaba una pareja de no más de veinte años, dos hombres, tomados de la mano y lanzándose besos de vez en cuando, sonriendo y carcajeándose de cosas triviales. Aquella escena provocó un sentimiento raro en él, y su corazón le mandó recuerdos a su mente de Kris, soñaba con estar así, los dos, tomados de la mano y paseando todos los días.

Suspiró, sacando se sus labios aquel vapor que se creaba dentro de su cuerpo, llegando al parque no pudo ver nada más que luces de colores, y recordó, que despistado era, eran los últimos días de noviembre y las personas comenzaban a adornar para Navidad, buscó por todo el lugar a alguna persona, pero no había rastro de nadie, esperó aproximadamente diez minutos, muriéndose de frío decidió darse la media vuelta para dirigirse de nuevo a la casa donde se hospedaba, pero una silueta frente a él hizo que sus pies se enredaran al tratar de retroceder a punto de caer, pero aquella persona logró tomarle el brazo impidiendo su caída.

-Lo lamento, fui a dar un paseo en lo que llegabas, no quería asustarte- Aquella voz, aquella sonrisa y esos ojos.

El corazón de Tao se detuvo, incapaz de pronunciar palabra alguna, bajando la cabeza apresuradamente, era imposible, no,  no, el frío debió provocarle delirios o algo así.

-AM…L..LO..si…siento…- No sabía qué hacer, si darse la vuelta o quedarse ahí, correr hasta cansarse o golpearle y hacer como si nada hubiera pasado, pero no, no hizo nada, ni siquiera alzó la mirada a aquella persona.

-Oh, de verdad disculpa, pero… ¿puedes alzar la cabeza?- Imposible, no lo creía, y con dificultad alzó el rostro, topándose con aquellos ojos tan bellos, la sangre le subió hasta las mejillas y aseguraba estar más pálido que gasparín, el de la caricatura.

Aquella sonrisa que tanto anhelaba fuera para él estaba mostrándose ahora frente a él.

Se quedó inmóvil, incapaz de realizar algún movimiento, deleitándose con tan hermosa vista, era él, no había duda.

…………….

 

Estaba seguro que aquella persona era lo mejor que pudo haber encontrado en medio de todo este jodido mundo y hasta en estos momentos cuando destapaba cada uno de los  muebles de la casa aún no se lo podía creer, era imposible que alguien como Kris se fijara en él, alguien tan insignificante para el mundo, a pesar de algunos errores que el mayor cometió en un principio de todo, de verdad lo amaba y sabía que siempre lo perdonaría.

 

……………..

Y sintió sus labios secos por el frío siendo rozados por otros totalmente hidratados y calientes, moviéndose lentamente esperando a que correspondiera, y en el momento de su ultra confusión lo hizo.

Con la poca experiencia comenzó a mover sus labios, dejándose llevar por la cálida sensación que le provocaba, la mano derecha de su acompañante tomó lugar detrás de su nuca y la mano izquierda en su cintura, juntando más sus cuerpos y haciendo de aquel dulce momento uno más maravilloso, se sentía en las nubes, incapaz de arruinar el momento, suspirando entre el beso tomaban aire para no romper aquella acción, lo estaban disfrutando y no querían que terminara,  los labios del más alto devoraban con paciencia los suyos propios, con lentitud y precisión.

El tiempo pasó, el frío se fue desvaneciendo poco a poco, absorbiéndolo y dejándolos en un mundo totalmente diferente, no se dejaban de besar, no era salvaje ni rudo, era tratado con suma delicadeza y afición como si de porcelana se tratase, estaban fascinados mutuamente con el sabor de cada uno, con la forma en que sus labios se unían, era como un rompecabezas, las piezas se unían perfectamente y no había marcha atrás, cerraron los ojos por completo, importándoles una mierda las personas de su alrededor, disfrutando el momento.

Pero Tao fue consciente de lo que estaba haciendo que se separó, logrando un bufido por parte del otro, estaba totalmente rojo y ahora, confundido.

¿Qué había sido eso?

-Loo…lo..siento.. yo… no… -El mayor lo cayó al tratar de besarle, pero ahora Tao logró dar un paso hacia atrás sin resbalar, impidiendo otro roce.

-Ah… lo siento… es que tus… dios… eres especial- Kris se rascó la cabeza con actitud de avergonzado, volteó su mirada a algún lugar que no fuera el rostro del de ojeras marcadas, también estaba colorado, los labios de los dos estaban un poco hinchados por el roce continuo y el corazón de Tao latió mucho más (si se podía) cuando vio aquel rostro de esa forma.

Ninguno de los dos sabía qué hacer, cada uno estaba analizando en sus adentros lo que acababa de pasar, para cada uno aquel beso había sido el más especial de toda su vida, aunque no fue el primero para ninguno de los dos, sabían era como uno, único.

 

……..

Lamentablemente, las historias felices nunca son felices completamente, siempre hay algo ahí, interponiéndose, siempre, siempre. Eso es tan trágico, porque a muchas veces todo se derrumba si una persona comienza a perder la esperanza.

………

Tras la confusión, tomaron rumbo a algún lugar, iban caminando con una distancia de medio metro, porque no estaban juntos, pero tampoco separados, no sabían cómo iniciar una conversación.

Tras detenerse en unos bancos, el mayor le explicó cómo fue que encontró su número, y como le conoció, fue tal vez el mejor día en la vida de Tao y probablemente también en la de Kris, pero este último no estaba muy consciente de lo que había hecho.

Habían quedado algunas otras veces más, platicaban y reían juntos, aunque no como el menor lo hubiera querido, siempre era por las noches, en el parque o en una cafetería de cerca, se estaban conociendo, y creía ya no sentirse solo Tao, un deseo de su lista estaba a punto de desaparecer porque ya lo estaba cumpliendo, y desapareció tres semanas después del primer encuentro, cuando el mayor le dijo que le gustaba y si quería estar con él en el baile de fin de año, en ese instante fue la persona más feliz del mundo, sería la primera vez que estarían juntos sin esconderse y era un hecho que le emocionaba totalmente.

También, Tao había hecho tres amigos, por primera vez desde que llegó de China, Do Kyungsoo, Lu Han y Kim Min Seok, iban en su clase de literatura y compartían la mayoría de asignaturas juntos, aunque les creía grandes amigos, aún no era capaz de contarles lo de Kris, sabía que el mayor tenía fama de rompecorazones en la escuela, por lo que le advertirían reiteradas veces.

Aunque todo era confuso, se sentía bien, le gustaba la compañía del mayor y los pocos detalles que de vez en cuando éste le brindaba, comenzaba algo especial.

 

Pero… llegó el día, el día del baile, era un sábado por la noche, se había arreglado en casa de Kyungsoo donde sus otros dos amigos también se encontraban, y mientras se vestían sacó el tema de Kris y tal como lo predijo, sus amigos le advirtieron, rogándole porque no fuera al baile, que incluso ellos se quedaban con él en casa viendo películas y haciendo un sinfín de cosas, pero tras dudarlo, Tao dijo que pasara lo que pasara procuraría estar bien e intentaría pasarla muy bien en su primer baile en corea.

Kyungsoo, Luhan y Minseok le dijeron que fuera lo que sucediera siempre iban a estar a su lado apoyándole y que le advertían porque le querían, aunque si las cosas no salían como Tao imaginaba ellos estarían ahí, protegiéndole.

 

¿Por qué personas tratan de desmoronar a otras?

¿Por qué si las personas no son felices con sus vidas tienen que arruinar la de otros?

 

Es estúpido que si amas a alguien, dejes que de alguna manera u otra te dañen a su modo.

 

¿Por qué no hizo caso a las advertencias?

¿Por qué?

Notas finales:

Holaaa!! Eh vuelto!! Este sería mi segundo fic de Exo, el primero fue un KaiSoo, (bueno, fue un TS x)

Primero una disculpa a todos los que estén inconformes con lo de Kris respecto al grupo, pero entiendan, para mi el TaoRis es mi segunda couple favorita de exo y aunque Kris esté ausente yo lo amare con todo y sus acciones (el tendrá sus razones).

Así como el GTOP perdura en mi corazón y mente, las couples en general lo harán.

Segundo!! No me maten, mis fics son dramáticos así que les agradeceré su apoyo :D así que si deciden apoyarme aunque a veces sea trágico serán bienvenidas y bienvenidos.

Y tercero… lamento que mis inicios de fic sean tan cortos, pues en un futuro se los recompensaré!

Gracias por todo!! Y si les gusta el BangLo, lean mi fic Shy Love :D


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