“Contractus”
Un contrato de magia es un documento legal y de suma importancia en el mundo mágico. Tan antiguo y peligroso como la existencia de la magia misma. Los participantes en dichos contratos deben someterse a las consecuencias de su incumplimiento, documentos de gran poder, firmados con sangre misma. La magia impresa en cada centímetro del papiro. Un documento letal y completamente mortal. Miles de magos y brujas arrastrados a la muerte. Oposición y apoyo en su elaboración en los años de 1887, cuando el caso de muertes por los contratos fueron incrementados considerablemente, por lo que el Ministerio de Magia presionado, detuvo su confección y fue prohibido la elaboración de estos, por lo que fue declarado como Magia Negra.
Sin embargo, las familias de renombre y antigüedad siguen su elaboración en secreto, para la conservación familiar.
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-¡Lo están rebajando!-bramo la mujer colérica.
-¡No intervengas! ¡Esta es su redención! ¡Si no hubieras sido desconsiderada y estúpida nada de esto estaría pasando!-la mujer de rostro severo miro a su hija.
-¡Pero será tratado como un elfo domestico! Se supone que es un Prince…-susurro la mujer de menor edad.
-Pues debiste de pensar eso antes de casarte con un muggle a nuestras espaldas-menciono con el ceño fruncido la mujer-ahora tu hijo, no, nuestro nieto y único heredero debe redimirse de los pecados de su madre para poder ser aceptado por la sociedad de nuevo, para poder aceptar el puesto que merece-la mujer relajo un poco el rostro-además he visto sus cicatrices, he visto las tuyas-la mujer más joven bajo la mirada-esto no lo hago por ti, lo hago por él, nadie lo ha tratado como lo que debe ser-menciono la mujer visiblemente enojada.
-Por eso hemos decidido firmar ese contrato mágico, además de la transferencia de Severus para su segundo año, debe ir a Dumstrang, ahí será formado para lo que debe hacer, solo será poco tiempo-hablo por primera vez el hombre de rostro imponente y serio.
Eileen suspiro por lo bajo-sé que en Hogwarts no le está yendo bien, los estúpidos de Gryffindor lo están marginando-la mirada de Snape se oscureció.
-Severus es fuerte, sé que podrá sacarle provecho a todo esto-concluyo el hombre mientras suavizaba el rostro-ahora, solo firma, eres su tutora legal, él no podrá deshacer esto hasta que cumpla la mayoría de edad, que también viene siendo el final del contrato.
Corto su brazo dejando que la sangre se mezclara con el tintero-está bien-tomo la pluma, remojándola en la tinta roja, su nombre fue escrito con precisión.
-El hilo está cambiando…-el susurro de Antonelle Malfoy llego a todos. La esposa de Abraxas Malfoy los miro con una leve sonrisa, en sus siempre delicadas facciones, la mujer tenía cierto rostro enfermizo y frágil; sin embargo, era una gran bruja, Eileen la recordaba de su tiempo en Hogwarts, compañera de habitación, por eso sabía que lo que había hecho estaba cambiando las cosas. Antonelle podía ver el hilo del destino.
-Esto es lo mejor-Walburga Black parecía aliviada.
-Lo es-aseguro Lilith Prince.
-Entonces esta dicho, cuando Severus cumpla con su parte del contrato, ustedes le brindaran el apoyo incondicional cuando tome la cabeza en la familia Prince-Augustus Prince, el jefe de la familia hablo. Los presentes asintieron a las palabras del hombre.
Eileen esperaba que Severus entendiera, esperaba que la pudiera perdonar, pero era lo mejor, ya nada podía hacer por la vida de miseria que lo había hecho vivir, pero, podría hacer algo por su futuro.
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-¿Qué?-Severus miro a su madre incrédulo.
-Serás transferido a Dumstrang para el inicio de tu segundo curso-soltó la mujer seriamente-cuando terminen las vacaciones iras ahí.
“Lily…” Snape endureció el rostro-no pienso ir-Eileen suspiro por lo bajo.
-Ya está decidido, Severus, soy tu madre, mi opinión es la que cuenta-la mujer le hablo seriamente.
-¡Pero!-“tiene que ser una maldita broma” .
-¡Nada de peros! Es por tu futuro, Hogwarts no te está formando como debe y no pienso dejar que dejes que te pisoteen por esa niña, ¿crees que no me doy cuenta de lo que te hacen los amiguitos de esa niña? ¡Soy tu madre!-Eileen bajo el rostro frustrada, ¿Por qué todo estaba siendo tan duro?
-¡No tienes derecho a decir que eres mi madre! ¡¿Desde cuándo te importa qué demonios me pasa?!-el rostro de la mujer se desencajo un poco.
-Sé que no tengo ese derecho, lo perdí hace mucho tiempo, por eso estoy haciendo esto-la mujer bajo el rostro-no puedo hacer nada por todo lo que te condene a vivir, pero si puedo hacer algo por tu futuro, así que cállate y obedece, en unos años veras que fue lo mejor, ahora ve y alista tus maletas, a partir de ahora te quedaras en la casa de tus abuelos-el niño subió colérico las escaleras después de dar un portazo, si no estuviera tan lleno de ira, se hubiera dado cuenta que nunca en su vida su madre le había dicho algo acerca de sus abuelos.
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Ese curso Severus Snape no asistió a Hogwarts; sin embargo, solo hubieron pocos estudiantes que se dieron cuenta de su ausencia, aunque con el transcurso del curso lectivo la memoria de todos lo fue olvidando dejando solo un cuerpo sin rostro, dejando a penas a cuatro alumnos que recordaban la ausencia del pelinegro, solo Remus Lupin, James Potter, Sirius Black y Lily Evans lo recordaban cuando regresaron de las vacaciones de navidad. Pero el tiempo siguió pasando, dejando a la pelirroja con un recuerdo borroso de un amigo que tenía cuando era más pequeña y que después de un tiempo no volvió a ver.
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Los pasos retumbaron en la estancia, con tranquilidad se acercó al Gran Comedor, todavía podía escuchar al director dar su perorata acerca del nuevo curso que estaba empezando de nuevo. Suspiro fastidiado, antes de acomodar su cabello, procurando que no se desatara del lazo verde con el que lo había amarrado. Aliso la gabardina negra que llevaba puesta en lugar de la túnica que se suponía debería llevar, suspiro levemente esperando que no le dijeran nada por eso, una sonrisa divertida se posó en sus labios al pensar en lo que McGonagall diría al ver el arete que tenía en la parte superior de la oreja izquierda, de color plateado.
-Este año regresa un estudiante a Hogwarts, alguien al que extrañamos mucho tiempo, pero ha decidido unirse de nuevo a esta gran familia que somos-torció la boca en una mueca sarcástica-pasa por favor-una sonrisa cortés y burlona se posó en sus labios cuando la puerta fue abierta de par en par, todas las miradas se posaron en él.
Entro con tranquilidad, aun con la sonrisa hipócrita en el rostro-es un gusto tenerte de nuevo aquí, Severus-el anciano bajo del podio en donde se encontraba para darle una palmadita amigable en el hombro.
La sonrisa revoleteo en sus labios al mirar los rostros impresionados de Potter, Lupin y Black, a los que les dio un asentimiento de cabeza a modo de saludo, Lily, al lado de Potter, abrió impresionada los ojos después de un rato, Severus le dio una de sus sonrisas a lo que la pelirroja se sonrojo, el solo desvió la mirada al anciano que volvía a hablar-como sabrás debemos seleccionarte de nuevo, así que por favor toma asiento- el pelinegro asintió antes de tomar asiento en el banco, igual a como lo había hecho años atrás.
“Tu mente ha cambiado bastante desde la última vez que estuviste aquí” menciono pensativo el Sombrero Seleccionador “te has vuelto todo un maestro de la manipulación, has superado varios miedos, te has vuelto persistente y tu intelecto ha incrementado considerablemente; sin embargo, aun a pesar de eso, sigues perteneciendo a la misma casa” -¡Slytherin!-grito firmemente el Sombrero después de unos momentos.
Se escucharon los aplausos flojos de la mesa de las serpientes mientras él se ponía de pie de nuevo-bueno ve con los tuyos muchacho, es hora de que descanses, el viaje que realizaste es bastante largo-con tranquilidad se dirigió a la mesa de Slytherin, sus ojos viajaban por todos los presentes hasta por fin dar con su objetivo. La gabardina negra que llevaba puesta, moviéndose detrás de él. Las miradas persistentes siguiendo cada uno de sus movimientos.
Le hizo una reverencia, arrodillándose en el piso, dejando una pierna como apoyo y posicionando su mano derecha en el pecho en signo de respeto-es un placer conocerlo, joven amo-alzo la mirada dándole una sonrisa fría y cortes, el silencio reino en el Gran Comedor.
Regulus Black parpadeo confundido, ¿Qué demonios estaba pasando?
Ese día, Severus ingresando a su sexto año, el contrato había tomado inicio. La vida de ambos empezaba a estar en juego. A partir de ese día, él sería el mayordomo y protector del heredero de la noble y ancestral casa de los Black, el momento de cambiar el hilo del destino que había visto Antonelle Malfoy hace cinco años atrás y dar inicio a su redención.
El contrato mágico de sangre había brillado anunciando el comienzo de todo. Los hilos del destino de los implicados se habían entrecruzado y tensado. El tiempo empezaba a correr.
Lorem litania…