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Enamorado de la música: Resuenas en mí por yaoifujoshi4ever

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I

 

  

   Me estiro mientras que miro aquel hermoso paisaje desde la ventana de mi amplio y solitario apartamento, aquellas delgadas y redondas curvas al final de esos delgados trazos en el cielo, aunque sé que no son parte de él me gusta aquella ilusión, aquella simple y perfecta ilusión que me provoca el solo hecho de mirar un árbol. Miro mi pequeño y perfectamente redondo reloj que está colgado en la pared de mi habitación, siempre he pensado que ese marco negro hace un perfecto contraste con el blanco, color interno del reloj, y aquellas manecillas tan doradas que parecen hechas de oro, son las diez en punto, por suerte no tengo ningún concierto planeado para hoy, creo que será mi día de descanso. Entro a mi baño, creo que me impresiona la manera en que el color blanco y el negro se vean tan bien juntos siendo que son totalmente lo opuesto… los opuestos realmente se atraen ¿no? Bah, digo tonterías de nuevo… me miro al espejo, oh… olvidé ponerme las gafas, al principio pensé que estaban sucias o algo así, no pude contemplar aquel hermoso paisaje con toda la calidad posible, es una pena… bueno, no debo deprimirme. Mi cara es realmente muy blanca y así me gusta, cuando era pequeño muchos pensaban que estaba enfermo, por mis ojeras y mi pálida piel, pero no, yo me veía diferente al resto de los niños ya que nunca salía de mi casa, yo nunca jugaba a nada, de hecho, nunca he tomado un balón en mi vida. Recuerdo que me la pasaba todo el día en mi casa, tomaba clases particulares, no podía ir a la escuela, con tan solo entrar a aquel enorme lugar tan lleno de bullicio, suciedad y movimiento me mareaba, siempre terminaba el día, de una u otra forma, inconsciente… Además me enfermo muy seguido. Me peino el cabello un poco mientras que me miro en el espejo, es sorprendente la manera en la que mi imagen aparece en aquel vidrio, todo se refleja como una realidad virtual, es casi como si un mundo totalmente diferente estuviera presente al otro lado del espejo… Otra vez pienso en cosas extrañas… oh, mi cabello ha crecido demasiado, necesitaré un corte, aunque… es un poco incomodo para mí cuando Richard me comienza a decir cosas como “tu cabello es tan suave” “es una pena tener que cortarlo, déjatelo crecer un poco” o “el color anaranjado de tu cabello combina perfectamente con el azulado color de tus ojos”, nunca me ha gustado que elogien mi aspecto físico, es más, odio mi aspecto físico, me gustaría tener el cabello negro, negro como el carbón, y los ojos grises, pero bueno, que se le va a hacer…

 

   Camino hacia mi habitación y tomo mis lentes, los cuales están encima de mi mesa, de repente se me viene a la cabeza el recuerdo de Alexandre… mi bello y querido Alexandre… cómo lo extraño, dentro de mi corazón… hermosas melodías resuenan al recordarte… es incontrolable, él ha sido mi único gran amor… con solo verlo mis dedos bailaban, tacto… solo con eso yo era feliz… siempre le hablaba, lo trataba muy bien y lo cuidaba mucho, nunca lo dejaba solo, de a poco me comencé a hacer “famoso” por así decirlo, a los 14 años me tomaban ya como un prodigio y de a poco me comencé a alejar de Alexandre, a los 17 años me fui de mi hogar, necesitaba mi propio espacio, ¡no puedo creer como me pude olvidar completamente de Alexandre! ¡Soy un indolente! ¡Lo más bajo de esta sucia y perversa humanidad! Gracias a él despertaba todos los días con alguna sinfonía o melodía en mi cabeza, le debo toda mi fama… ays… no puedo creerlo… me tiro a mi cama mientras que pongo mis brazos debajo de mi cabeza… estoy hablando de aquel hermoso piano de madera como si fuera una persona ¿me estaré volviendo loco? ¿Estaré en mi sano juicio? Oh, dios, no puedo creerlo… aunque… esta nostalgia me asfixia… realmente necesito ver a Alexandre… suspiro, una pequeña visita a mis progenitores… no me hará mal…

 

 

II

 

 

   Me he puesto mi mejor atuendo… no puedo creerlo, con mis 22 años debería dejar de ser así, suspiro y me subo a mi auto, antes me miro en el espejo retrovisor para ver si mi aspecto está… ¡vamos Edgard! Santo dios… ¡pareces una chica que va a su primera cita! Realmente necesito ayuda… enciendo el motor y doy marcha atrás, salgo de mi amplio estacionamiento y comienzo el viaje hasta la casa de mis progenitores… no les he avisado, será una sorpresa…

 

   Llego a la casa de mis padres, es mucho más grande de lo que recordaba, estaciono mi auto apropiadamente y tomo mi teléfono, hasta ahora solo los he visto cuando me van a ver a algunos recitales, la vida de un pianista es muy ajetreada a veces, presentaciones en escuelas, participación en orquestas, viajes a otros países, vueltas y vueltas por el mundo, escribir, escribir, practicar y practicar, pero el aplauso de mi público lo es todo, siempre, al terminar de tocar en un concierto, espero con los ojos cerrados hasta oír los aplausos, me levanto calmadamente y hago una elegante reverencia, nunca miro a mi público, es algo innecesario, se lo que veré… señores viejos y arrugados aplaudiendo con una expresión muy seria, con cara de “aplaudo por cortesía” y con una típica expresión casi señorial, personas con cara de “mírenme, aprecien esto, vine a oír una presentación de un pianista famoso, eso me hace una persona inteligente y culta ¿no?” y de seguro estuvieron durmiendo la mitad de la presentación, odio ese tipo de hipocresía, nunca faltan las mujeres que van a escucharme como toco el piano solo por mi aspecto físico, esas son las chicas que se me acercan cuando me voy del lugar y me tratan de pedir mi número telefónico con esa cara y voz patéticamente seductora, me toman del brazo con tanta naturalidad y tienen por seguro que yo me voy a derretir ante ellas y las desearé con todo mi ser ¡pero no! La música lo es todo para mí, lo demás es demasiado vacio para mí, no tengo tiempo para esa clase de trivialidades absurdas, cuando hago presentaciones para escolares sé lo que veré, adolescentes con cara de “¿Qué mierda fue esto?” y que se ríen de lo que escucharon, aunque saben que les gustó pero no lo aceptan, también están los típicos con problemas existenciales y que están callados en una esquina, los otros son los que se quedaron dormidos y solo fueron para perder clases y descansar. Si, no hay nada que valga la pena mirar, marco el número de mi madre y la llamo, ella me contesta casi en seguida con su típica amabilidad y cariño que me hace sentir bien ¡cómo quiero a esa mujer! Al igual que mi padre… no sería nada sin ellos, me siento culpable al dejarlos tan de lado por mis aficiones… agh…

 

-Edgard, cariño, hola – me dice con su tono maternal

 

-Hola ¿cómo están?

 

-bien, bien… ¿y tú? El miércoles no pudimos ir a tu recital, tu padre se sentía un poco mal…

 

-oh, no, no importa, no se preocupen, de todas maneras siento que esa presentación no estuvo muy buena, sentía mi cabeza en otro lado… - no sabía el porqué, sentía que algo me faltaba

 

-querido, todas tus presentaciones son fantásticas- dice mi madre mientras que se ríe

 

-gracias… oh, ¿sabes? Asómate por la ventana

 

-¿eh?- miro a la ventana de la casa de mis padres, mi madre se asoma por la ventana y sonríe alegremente, mueve su mano en son de saludo- te abriré la puerta, adiós- me corta, salgo del auto y lo cierro debidamente, atravieso la calle y voy a la puerta, mi madre sale en seguida y me abraza enérgicamente- que bueno que viniste cariño

 

-pensé que necesitaba hacerles una “visita sorpresa”- mi madre se separa de mí y me mira a los ojos- has crecido mucho…

 

-pero me viste hace poco, el Lunes creo… - le  digo un poco confundido

 

-sí, pero con todas esas personas alrededor queriendo felicitarte y esas pretendientes tratando de hablar contigo… no se te podía ver muy bien, ahora con calma… realmente has cambiado mucho… - me dice con los ojos llorosos y una sonrisa maternal en su rostro, sonrío

 

-oh, muchacho… - se restriega los ojos y sonríe burlonamente- ¿ves? Esa sonrisa la debes llevar siempre en tu rostro, te ves mucho más guapo que con tu típica cara de “estoy concentrado, no se me acerquen”- me dice mi madre mientras que me imita con una voz burlona y una fea mueca, me río a carcajadas, no me reía así desde hace mucho tiempo… - bueno, ¿entremos?- afirmo con la cabeza, entramos y… oh… santo cielo… todo está justo como lo recordaba…

 

-¿y mi padre?- mi madre me mira y sonríe

 

-fue a jugar golf con sus amigos, ese hombre no tiene remedio- me responde mientras sonríe

 

-oh, ya veo… -me río- ¿podría recorrer las habitaciones? Esto me trae mucha nostalgia… - mi madre afirma con la cabeza y se va a la cocina… Porque esa es la cocina ¿no? Cielos, ya olvidé todo…

 

   Camino hasta la sala principal, recuerdo esos días lluviosos junto a la chimenea, escribiendo en una hoja de papel llena de borrones alguna melodía que se me vino de repente a la cabeza, luego recuerdo ir corriendo a donde Alexandre y tocarla, darle retoques y sentir una sensación única de satisfacción al saber que estaba terminada… llego a la puerta de la habitación en la que recuerdo que estaba Alexandre, trago saliva, ¡estoy nervioso…! Otra vez con eso… ¿soy un ser tan extraño? Ays… giro la manija y abro la puerta, veo un lugar mucho más pequeño de lo que recordaba, un gran ventanal que deja entrar luz por montones y una gran manta blanca cubriendo “algo”, me acerco lentamente mientras mi corazón late rápidamente por la emoción, retiro la manta de un solo tirón y observo la grandeza de aquel piano de madera, tan majestuoso, tan magnífico, el que me acompañó por tanto tiempo… los ojos se me cristalizan, totalmente intacto, esas palabras resuenan en mi cabeza, me siento y lo comienzo a tocar con delicadeza, este sentimiento… el tacto… la calidez, todo es tan perfecto… incluso puedo afirmar que suena mejor de lo que recordaba, es como si Alexandre estuviera… feliz… bah… tonterías… toco y toco, dejo que mi corazón guíe mis dedos, siento la necesidad de volverme uno con Alexandre, es un sentimiento imparable, toco con un poco más de emoción, esta distancia que nos separa… no puedo evitar sentir las luces de un ayer sin retorno… termino de tocar y comienzo a respirar agitadamente… me emocioné tanto que perdí el aire, ni siquiera sé si estaba respirando mientras tocaba, siento el aplauso de alguien detrás de mí, me doy vuelta y veo a mi madre apoyada en el marco de la puerta mientras sonríe, me felicita y me dice que la acompañe a almorzar, me levanto, miro a Alexandre de reojo y me voy junto a ella.

 

 

 

   Luego de que mi padre llegara y me saludara cálidamente comenzamos a conversar, se me pasó la hora muy rápido, me di cuenta de que es de noche hace un rato porque desde la ventana de este salón se ve el cielo totalmente negro, me divierte hablar con mi padre, es muy inteligente y siempre podemos discutir amigablemente nuestros puntos de vista de algún tema mientras que nos reímos y tomamos una copa de vino, de repente noto la ausencia de algo… ¡oh!

 

-ahora que lo pienso… ¿y mi hermano?- si, ese pequeño, ahora debe tener… 16 años, no lo he visto hace mucho tiempo, nunca me va a ver a mis recitales, de seguro se aburre, tenemos 6 años de diferencia, cuando me fui de mi hogar él tenía 11 años, nunca fuimos muy unidos, yo siempre estaba ensimismado tocando y practicando, ahora me arrepiento de eso, de seguro me odia… o simplemente no le importo ¿si quiera me recordará?

 

-fue a la escuela, luego de eso dijo que se iba a quedar en la casa de unos amigos a estudiar hasta tarde- es verdad, se me olvidaba que hoy es viernes… miro la hora y son las ocho de la noche, creo que me tengo que ir…

 

-es bastante tarde… creo que es hora de irme…

 

-owww… - dice mi madre con un puchero

 

-¡p-pero volveré a venir la próxima semana! ¡Lo prometo!- mi madre sonríe- bueno… ¿saben? Necesito pedirles un favor un poco extraño… - me miran al mismo tiempo- ¿podría llevarme el piano a mi casa? Realmente me gusta mucho y normalmente no practico mucho en casa, el mío está un poco estropeado… - me quedan mirando fijamente- ¡n-no se preocupen! Yo me encargaría del traslado, un amigo mío tiene un camión y tal… - los dos sonríen al mismo tiempo.

 

 

 

III

 

 

 

   Por fin… Alexandre llegó a mi casa, mi amigo me ayudó a acomodarlo y ponerlo en una posición correcta, hoy es sábado, miro la hora… ¡son las seis de la tarde! Realmente gasté todo el día en el traslado de mi preciado Alexandre, pero ya está aquí… tengo un recital a las ocho, será mejor que me aliste y practique… ¡mi oportunidad perfecta para utilizar a Alexandre por primera vez aquí! Bueno, tomaré una ducha y luego… ¡practicaré! Este sentimiento de felicidad es placentero supongo.

 

 

   Ays, el recital fue mucho más cansador de lo que esperaba, ya son las… once de la noche, estoy cansado, muy, muy cansado… camino hacia mi habitación y entro, enciendo la luz y tomo el primer pijama que veo… aunque… estoy cansado… esta será una noche cálida, ¡no habrá problema en dormir en ropa interior! ¿No? Me saco la ropa y solo quedo con una camiseta y mi ropa interior, apago la luz, me acuesto y… y…

 

  

   ¡Ah! Sentí un ruido, estoy seguro que sentí un ruido… miro mi reloj, son las tres de la mañana… dicen que esta es la hora en la que pasan… cosas paranormales… ¡ya, Edgard! No debes ser tan supersticioso… ¿mmh?  Bueno, ya no se escucha nada, seguiré durmiend-…

 

  

   Mmmh… de repente comienzo a sentir calor… me cuesta respirar… me muevo y… ¡¿Pero qué…?! Siento algo sobre mí… mis ojos no se acostumbran aún a la oscuridad… ¡¡¡AHHH!!! ¡Ha-hay algo sobre mí! ¡¿Qué haré?! ¡¿Cómo enfrento una situación como esta?! ¡¡¡S-SE ESTÁ MOVIENDO!!!

 

 

 

Notas finales:

¡Gracias! ¡dejen reviews! ¡se los agradecería mucho! ^^


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