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Oscuro azul de medianoche por Gaaybriela

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Notas del fanfic:

 

 

 

Notas del capitulo:

Hola(: Gaby la novata al hablar! 

Doy por inicio a mi primer fanfic, disfruten!c: 

-Realmente que no es eso… Y-yo solo –De nuevo este idiota de Andrés -no, no el que viene cada mes- explicándome ya, por vigésima vez, el por qué de su rechazo.

Yo, un pobre chico travestido, confesando un amor que desde luego no era correspondido.

-Cállate –Le corté. Su cara de imbécil no tenia comparación, tomando en cuenta que era la primera vez que le contestaba. Normalmente solía corriendo antes de ponerme a llorar como todo un marica.

Aún si yo parecía la niña más linda y femenina a quien todos miraban de todo el instituto seguía siendo un chico…gay.

Claro, nadie más que mi primo Ioe -Maldito estúpido- con quien hice esta estúpida apuesta que sabía a lenguas que no iba a ganar y siendo así acepté, sabía de esto, por lo menos valió la pena que se tiñera el cabello a rosa.

Como se esperaba para lograr cumplir con esto que no quería llevar muy lejos y que fue muy lejos sufrí una transformación. Para todos era una chica de ojos increíblemente grandes azul ultramar con un especie de corte pulpo donde la mitad de arriba era castaña y la otra negra. Uke y tsundere.

La mata de cabello celeste mal teñido me seguía, cabrón…

Ese tipo es molesto, asegura que le gusta su amiga de la infancia, , aunque él se confiese cada vez que puede ella lo sigue viendo como un amigo y cambia de tema enseguida. Me pregunto si así funciona el karma…

-¡Casey! –Gritaban atrás mío. Lo sé, parece el primer nombre que leyeron buscando en internet.

Llegué a mi objetivo.

El baño.

-por lo menos aquí no me podrá seguir –susurré detrás de la puerta recién cerrada.

-¿Eh? ¿Cassy?

Al enfocar la mirada vi a la castaña de ojos violeta que más odiaba en todo el mundo sonreír, Perfecto.

-¡Paolaa! –Salude con emoción fingida, esta tía es por quien el mal teñido me rechazó.

-Estás llorando, ¿Qué paso?

-¿Ah? –Toqué mis mejillas. uhg. De lo peor- no es nada, tal vez solo una basura.

-¿Tal vez? –Frunció el seño- si sucede algo dímelo, mataré a quien sea.

Ah, entonces suicídate por que es tu culpa.

Reí sin ganas.

-no es nada, pero si te hace sentir mejor, puede soplarme el ojo –Aunque eso le hizo soltar una carcajada, asó lo hizo.

-Vale, nos vemos –y salió.

 

Cuando regresé al salón después de clase a recoger mis cosas porque me había saltado lo que faltaba desde el almuerzo y sabía que ninguno de los desgraciados de mis compañeros le prestarían atención a alguien que no están viendo, sin embargo, no había nada en mi asiento.

Di una vuelta para dar una rápida inspección al lugar.

-Joder.

 

¿Pasillo?

Nada.

¿Cosas perdidas?

Nada.

¿Baño?

Que soy imbécil, recién estaba ahí.

 

Respire hondo. Bien, hagamos un recuento, me rechazaron otra vez, mi enemiga me vio llorar y se perdieron, no, robaron mis cosas.

Salí del instituto media hora después, cuando lo pensé me sentí bastante idiota, solo tenía unas cuantas cosas de matemática y biología en la bolsa, ya para qué.

Derecha, izquierda, izquierda, derecha. El departamento quedaba lo bastante cerca para caminar, lo más feo que había en el trayecto era un callejón totalmente oscuro en el que a veces se alcanzaba a ver unos indigentes, pero casi nunca.

Justo iba pasando cuando sentí algo molesto en el zapato que punzaba, cuando me detuve en la pared dos brazos salieron de la nada rodeándome.

Mire hacia arriba rápidamente pensando en las clases de judo que me daban de pequeño.

-Calma, ni quien te quisiera violar.

Sonreí sin querer, wow. El mal teñido me miraba con rabia, ¿y este? Escupía las palabras. Nunca, nunca vi esta mirada antes –aunque estaba sonriendo- olía a alcohol.

Este es el momento de novela en que me devuelve mi bolso y me besa.

-Escuché algo de ti – ¿qué? ¿y este? ¿y mi beso?-

-Tal vez no es nada, inventan muchas cosas.

-Puede ser… -Se detuvo unos minutos eternos- no, no es nada. Olvídalo.

¡Dos pescados en una manzana! ¿Qué pasa? ¿De que se ha enterado ahora?

No hice nada más que parpadear. Nadie dijo nada. Ann dejó caer sus brazos. A los minutos se rió como un desquiciado.

-Me amas, ¿no?

Sus carcajadas retumbaron en las paredes de mis oídos. Se reía sin ganas pero a alto volumen.

-Hey –volvió a hablar aclarándose la garganta- acuéstate conmigo.

-¿Q-Qué? No –Balbuceé. Me agarro fuertemente por la cintura buscando mis labios. Luché, ¿qué clase de suerte tengo hoy? Joder…

Ardía la piel en donde se detenían sus manos. De algún modo, arañazos y golpes logre salir de ahí, aunque me caí a los dos pasos de andar…

Me dedico una última mirada, pero no una de “Acabo de perder a la persona que amaba” si no una de “Mi hijo acaba de reprobar el año, por quinta vez…” no la entendí.

Se fue diciendo cosas que no pude entender. Ahora gracias a esto no podía hacer nada que no fuese sentarme de brazos cruzados a llorar. Sí, podría haberlo hecho pero ¿qué pasara cuando descubra que tengo bolas? No sería nada agradable, más si ya se esta en la cama, caliente…

Tirada estaba una bolsa negra que pude identificar como mía, Ann la trajo, pero como paro en mi imaginación no me dijo que me amaba ni me besó.

 

Notas finales:

Espero que se logre entender la trama y que se queden conmigo hasta el final :D 

Un review para esta pobre alma en pena?uvu 


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