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Corazón de hielo por Dynast

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Notas del fanfic:

Este fanfic tiene un comienzo algo curioso x,D (en realidad va a ser el resultado de dos historias que pensaba escribir por separado, pero al final he decidido unirlas).

Tendrá sus momentos de acción, pero se va a centrar muuucho en las relaciones de los personajes, siendo Loki alrededor del cual gira todo (prácticamente).

Espero que os guste, aunque ya aviso que el Loki que tengo en mi cabeza es un poco desfasado (pero eso no es malo, ¿verdad? ;D)

Disfrutadlo 8)

 

__________________________________________

 

Narración:

Blablablablablabla...

Diálogo:

- Blablablablablabla...

Pensamientos:

- Blablablablablabla...

Observó a Thor marchar con una sonrisa de satisfacción. Ahora estaba seguro de que no tendría rival para conseguir el trono de Asgard. Su "hermano" no era más que un iluso sentimentalista que sólo quería ayudar al universo, lo cual le causaba bastante gracia. Bien por él, así no supondría ningún estorbo. Ahora sólo necesitaba seguir actuando como todos deseaban que lo hiciera. Hacer ver que se sacrificaba por Thor sólo había sido el principio. Si no podía conseguir lo que quería por la fuerza, tendría que buscar nuevos métodos. Tal vez engañar a todos para que creyeran que realmente había cambiado no era tan mala idea. Tenía demasiado que pensar, demasiadas piezas que encajar. Cómo explicaría que realmente no había muerto, dónde se había encontrado todo ese tiempo, lo que realmente le había ocurrido con los Chitauri... En resumidas cuentas, demasiadas incógnitas.

 

La silueta del rubio desapareció en la lejanía, y no podía quedarse ahí mucho tiempo más.

 

- Me sigue pareciendo increíble que no se haya dado cuenta de que Odín aún no ha regresado ¿Acaso están todos tan ocupados intentando instaurar el orden de nuevo en los Nueve Reinos que no se percatan de que su actual rey llega tarde? Me he asegurado de que todos creyeran que era un soldado que venía con nuevas, y tras la marcha de Odín he esperado por Thor, ahora volveré a transformarme en un soldado... ¿No me he dejado ningún cabo suelto verdad? Sé que Thor ha quedado con sus amigos justo ahora para partir a otra batalla que durará un tiempo. Todos los reinos se han puesto muy nerviosos por el incidente de los elfos, y realmente me alegro por ello. Ahora tengo total libertad para hacer lo que quiera e ir a donde quiera. Sólo queda un pequeño detalle... que dudo pueda saltear eternamente...

 

Dirigió la mirada hacia el Bifrost. Sí, era consciente de que, aunque intentara ocultarse siempre, si alguien lo terminaba descubriendo, ese sería Heimdall. Tenía que hacer alguna especie de trato con él, ahora que quería tiempo para poner su cabeza en orden.

 

- Necesito unas vacaciones... Siento que ha pasado una eternidad desde que empezó todo esto, desde que descubrí que todo era una mentira. Qué aburrida debía de ser mi vida antes... - se dibujó una sonrisa rota en su rostro. - Me hago viejo...

 

Se levantó del trono y, meticulosamente, como siempre realizaba todos sus movimientos, creó otra ilusión y salió de la gran sala. Si alguien le descubría cuando sólo estaba realizando unos pequeños trucos de sombras, no merecería los títulos que se le habían atribuido. Deslizándose entre los pasillos y estancias de palacio cual serpiente, llegaron a sus oídos noticias de que Thor ya había partido pero que Odín tardaría en regresar por unos asuntos que intentaba arreglar diplomáticamente. Tenía pensado marcharse ya de todas formas, pero de pronto se le pasó una imagen por la cabeza. Aún no se había despedido de alguien.

 

Se encaminó hacia las estancias reales. Sentía que el corazón le temblaba cada vez más fuertemente a medida que se acercaba. Hasta que allí lo vio. Sobre una mesa de marfil tallada con decenas de engarces dorados con motivos florales y otros símbolos que la representaban, estaba el altar de Frigga, Madre de todos. Se acercó lentamente y posó su mano cerca de donde se encontraba una foto enmarcada, observándola unos instantes. No había tenido ocasión de volver a verla, ya que lo mantuvieron encerrado todo el tiempo. No tuvo ocasión de despedirse, de dedicarle unas últimas palabras con la esperanza de que fueran escuchadas en algún lugar del universo. Todos fueron tan crueles... Querría haber sostenido su mano una vez más, volver a abrazarla... Sintió cómo le quemaban los ojos, pero hizo un esfuerzo para interiorizar su llanto. Repasó los objetos que había en el altar. Algunos eran regalos que él le había hecho. Le empezó a doler demasiado el corazón así que decidió que era hora de despedirse. Ahora sí podría hacerlo. Volvió a mirar la foto y puso una expresión de inconfundible tristeza.

 

- Madre... Tú has sido la única persona que de verdad me ha querido, jamás te olvidaré. Gracias por todo lo que me has dado...

 

Mientras se giraba notó algo húmedo deslizarse sobre su pómulo hasta su barbilla. Exhaló aire y se secó con la mano mientras seguía haciendo un esfuerzo sobrehumano para mantener su cara de póker.  Cruzó una esquina y visualizó la puerta a los aposentos de su madre. Sabía que en el estado en el que se encontraba no debía entrar, pero su cuerpo se movió solo. Encontró estanterías repletas de los libros de magia que le había enseñado desde que era pequeño, jarrones con hermosas flores y cuadros con pinturas que ella misma hacía. En parte se sintió un poco mal cotilleando entre sus cosas, pero de alguna forma quería grabar en su mente todo lo que allí se encontraba. Además, terminó dando con algo que hizo que no se arrepintiera de haberse metido a hurtadillas en su habitación. Entre una pila de libros de lectura encontró un pequeño sobre sin cerrar, con una carta dentro. Su curiosidad le hizo abrirla y comenzó a leerla.

 

"Para mi querido hijo:"

 

Sintió que su respiración se aceleraba un poco.

 

"Sé que no te tienen permitido verme, ni comunicarte conmigo, pero es demasiado doloroso. También se que tu padre se enfadará si te envío esta carta, pero realmente estoy pensando en alguna forma de poder hablar contigo.(...) "

 

Su corazón dio un vuelco tras leer esas primeras líneas, ya que sabía que iba dirigida a él. La dobló de nuevo y tras guardarla en el sobre la metió en un bolsillo interno del traje. Se puso la mano en el pecho e intentó calmarse un poco. Ya la leería en otro momento con más tranquilidad.

 

- Nunca es tarde, madre. Tu carta ha encontrado a su destinatario...

 

Finalmente salió de la estancia y se dirigió hacia el Bifrost. Era mejor marcharse antes de que Odín llegara. Imitaba perfectamente los burdos y acompasados movimientos de los soldados de Asgard. Aún así, cuando se acercó lo suficiente, Heimdall giró la cabeza para contemplarlo durante unos instantes con un extraño brillo en su mirada. A continuación volvió a mirar al frente, escudriñando el universo.

 

- ... Ya era hora de que te mostraras. Nos debes a todos una buena explicación.

 

Loki esbozó una sonrisa burlona.

 

- ¿Así que sabías que estaba vivo?

 

- No estaba del todo seguro... pero lo sospechaba. Y ahora puedo verificar que no he cometido ningún error sobrestimándote. No es tarea fácil engañarme una segunda vez.

 

- Lo sé... y sabía que tarde o temprano me interceptarías. Por eso estoy aquí.

 

- ¿Qué quieres?

 

Esa pregunta la formuló con tono cansado y algo amenazante. No le hacía nada de gracia el pensar en llevar a cabo algún tipo de negociación con el dios de las mentiras. Loki dirigió la mirada hacia el paisaje estelar que se encontraba frente a él.

 

- Simplemente... tranquilidad.

 

El guardián de Asgard sintió sorpresa y algo de alivio al escuchar esas palabras. En esos momentos lo que más deseaba era eso mismo, tranquilidad, no otro problema añadido a los que ya tenían pendientes. Y sabía que ese gigante de hielo podría ocasionarle muchos dolores de cabeza. Revisó que ningún asgardiano necesitara que abriera el puente y siguió prestando atención al moreno.

 

- Continua.

 

- Mantén lo de que sigo vivo en secreto y no os causaré ninguna molestia.

 

Heimdall meditó durante unos segundos, pero le era imposible no pensar que algo tramaba.

 

- Si no vas a causar ninguna molestia, ¿no sería mejor que te quedaras aquí? Después de lo que has hecho a lo mejor hasta todos empiezan a verte con mejores ojos.

 

Loki soltó una carcajada nada más escuchar eso.

 

- ¿Y mantenerme aquí encerrado?

 

- No creo que te volvieran a meter en una celda.

 

- Igualmente, seguiría estando encerrado. Bajo todas sus miradas, todos sus cuchicheos... Eres bastante consciente de que permanecer en este lugar no me reconforta en absoluto.

 

Y sí, era consciente de que la situación era bastante incómoda para el chico, pero de alguna forma le hubiera gustado mantenerlo cerca por si volvía a hacer alguna tontería.

 

- Dejadme tranquilo y no amenazaré la tranquilidad de ningún mundo. Pero si haces que me descubran y vienen a molestarme, a lo mejor preparo un nuevo espectáculo para tu deleite.

 

- ¿Acaso piensas convencerme con amenazas? - alzó el tono mientras tensaba todo su cuerpo mostrando una ligera furia.

 

- No necesito convencerte, voy a irme de todas formas. Está en tus manos el seguir salvaguardando la paz o no - sonrió de forma burlona. - Espero que sepas elegir bien.

 

- No pienso abrirte ningún camino - comentó tajantemente.

 

- No lo necesito.

 

Y dicho esto se dio la vuelta dispuesto a cruzar de nuevo el puente. Heimdall siguió meditativo mientras visualizaba la situación de las batallas que se estaban llevando a cabo. Era consciente de que Odín le habría ordenado detenerlo, pero de esa forma a lo mejor volvía a intentar alguna tetra para traer el caos a Asgard. Además, no sabía exactamente en qué estado se encontraba. Lo había notado realmente cansado aún con esa apariencia de soldado asgardiano. ¿Tal vez su mente se estaba poniendo en orden por fin? ¿Se había hartado de divagar por ese tórpido camino de autodestrucción? ¿Ya no supondría una amenaza? Lo que realmente le importaba era eso último, y si dejarlo marchar era la mejor opción, la aceptaría. Y fuera donde fuera, lo estaría vigilando en secreto.

 

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El gigante de hielo se dedicó a visitar diversos mundos a los que podía tener acceso gracias a pasajes secretos que sólo él conocía. Daba las gracias a su curiosidad y a todos los libros que había ido consiguiendo y leyendo, algunos de ellos reliquias olvidadas a las que nadie les daba importancia, y que él había guardado como tesoros. Desde pequeño se había percatado de que la sabiduría y la inteligencia eran las mejores llaves para conseguir poder y, sobre todo, la virtud de sentirse libre.

 

Recordó aquellas veces en su no tan lejana adolescencia en las que se sentía dejado de lado, ensombrecido por la imagen de su hermano, y en arrebatos de rabia desaparecía durante semanas. Todas aquellas veces en las que perdía la razón y se aventuraba por esos caminos que había descubierto en los libros. Viajó, viajó por su cuenta mucho más de lo que nadie jamás podría haber imaginado. Visitó decenas de ciudades de diferentes mundos, a veces improvisando las vías de llegada, descubriendo nuevos pasajes, aprendiendo nuevas aptitudes, enriqueciendo su mente y alma. En alguna de sus aventuras incluso lo pasó mal o temió por su vida, pero nada malo de lo que ocurriera hubiera servido para arrepentirse de haber hecho todo aquello.

 

Había vivido su vida intensamente, con sus momentos de rebeldía, con todas aquellas horas dedicadas a estudiar cómo convertirse en un buen rey... todo ese tiempo invertido en ganarle el paso a su hermano mayor, mientras este sólo se preocupaba de vivir la vida y divertirse. Él jamás había tenido ese tipo de pensamiento. Incluso los viajes que realizaba terminó viéndolos como excursiones didácticas para conocer mejor el universo, ya que como futuro rey era algo que debía tener en mente. Siempre se impuso tareas que nadie le mandaba, siempre se adjudicó metas y estándares que nadie le obligaba a seguir, para que todos lo reconocieran, para que todos lo idolatraran, para ser siempre el primero. Aún así, siempre sintió como Thor era el favorito de todos, pese a sus esfuerzos. Y, aunque siguiera queriendo a su hermano, todo aquello poco a poco le fue ensombreciendo el corazón.

 

Tras terminar esa meditación hacia el pasado, volvió a centrarse en lo que haría ahora. Después de dedicar su vida en perseguir un sueño roto, ¿ahora qué le quedaba? ¿Realmente podría reinar algún día? ¿Alguien le aceptaría? ¿Tal vez encontraría en otro lugar a algún ser con sus mismos pesares? Alguien que le comprendiera...

 

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Mientras en uno de los mundos observaba en la lejanía una de las batallas que habían inspirado los elfos oscuros, terminó de poner su mente en orden. Recordó cómo se había encontrado en los últimos años. Detrás de toda la ira, frustración, impotencia y odio, en cierto modo se había sentido libre. Nadie en el universo le quitaría su deseo de gobernar si se le antojaba, pero ya no tenía la obligación de hacerlo. Esa obligación que él se había impuesto ya que quería estar por encima de su hermano. Ni siquiera él entendía muy bien esta idea pero de alguna forma se sentía aliviado. Y por una vez pensó en dejar de tomarse la vida como metas, obligaciones, propósitos o maquinaciones. Siempre le había divertido todo eso, y lograr lo que se proponía. Pero ya era hora de dejar de tomarse la diversión como un medio y empezar a verla como un fin en sí misma.

 

Hizo una especie de mapeado celeste en su cabeza y sonrió cuando se dio cuenta de que había un planeta en el que sólo había estado en una ocasión físicamente. Un lugar lleno de seres efímeros e ignorantes, lo que los hacía sumamente manipulables... y caóticos. ¿Y qué mejor forma había de desconectar que sumergiéndose en ese caos?

 

Sin pensárselo dos veces, comenzó a hacer memoria de las vías de que disponía para llegar a ese mundo... Midgard. O como sus habitantes lo llamaban, La Tierra.

Notas finales:

Este capítulo es introductorio, seguramente como el que venga a continuación, porque esta historia va a dar para bastante xD Espero que os haya entretenido y os hayan entrado ganas de mandarle muchos abrazos a esta pobre criatura, porque los necesita urgentemente.

Nos vemos en el siguiente capítulo, que no tardaré en subir ;)


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