Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sueño Eterno por cyma30828

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esto solo tendrá dos capitulos o puede que más, como surja, pero en principio no será largo xD. Espero os guste. Simplemente fue una idea que tuve guardada cierto tiempo

Me desperté empapada de sudor, de nuevo aquel estúpido sueño había venido a mí. Llevaba semanas con lo mismo, y ya me estaba planteando algún significado importante que mi subconsciente intentaba darme, pero como siempre lo dejaba pasar por esa caricia tranquilizadora que me calmaba en un abrir y cerrar de ojos.
 
-¿Otra vez el mismo sueño?- me preguntó medio dormida. Asentí con una pequeña sonrisa mientras la abrazaba.
 
-Solo espero que no signifique algo- vi su sonrisa, mientras negaba, dándome un dulce beso que me transportó al mismo paraíso.
 
-Sí, significa que te toca ir al trabajo, levántate que llegarás tarde- reí mientras hacía lo que me decía, dejando un casto beso en sus labios.
 
Rato después ya estaba en una reunión. Exponía mis ideas, todo con total tranquilidad, resolviendo dudas, muy calmada, sin embargo empecé a sentir un extraño mareo. Fruncí el ceño mientras me apoyaba en la pared, intentando ver al frente, pero al hacerlo no veía donde verdaderamente estaba. No tenía una larga mesa frente a mí, con mis compañeros de trabajo escuchándome, no, delante veía un lugar sin vida, la sala estaba destrozada, papeles tirados por el suelo, ratas pasando con rapidez por el lugar, paredes agrietadas, los cristales de las ventanas destrozados... ¿Qué estaba viendo? Cerré los ojos con fuerza, y cuando los volví abrir me encontré de nuevo en la reunión. Mis compañeros preocupados por mí.
 
-¿Quieres descansar?- preguntaba uno de ellos, ayudándome a sentarme en uno de los asientos.
 
-Sí, gracias, pero ya estoy bien- intenté sonar convincente, podría haber sido algo raro, un mareo simple, pero lo que había visto... era todo tan extraño. Y ahora que lo pensaba, era similar al sueño que había estado teniendo todo este tiempo.  
 
Minutos después, cuando ya me sentí mejor seguí con la reunión, hasta que finalizó. Por suerte no volvería a ocurrirme y seguiría como siempre.
 
De camino a casa me planteaba comprar un pequeño detalle para mi preciosa mujer. Podía permitirme muchas cosas para ella, no me importaba gastarme todo el dinero que tuviera para verla feliz, pero como siempre me decía, yo ya era suficiente para hacerla feliz. Sonreí al recordar esas palabras, cuando entonces vi una joyería. En ese momento se me ocurrió algo, por ello entré sin pensármelo dos veces. 
 
Días después mi detalle estaba hecho. Cuando llegué a casa fui directa al salón, encontrándomela en el sofá, leyendo un libro con sus gafas. Sonreí y me senté a su lado, recibiendo un beso de bienvenida. Como siempre hacía cuando me la encontraba de ese modo, empezó a explicarme qué estaba leyendo, por si algún día se me ocurría meterme en el mundo de las letras, sin embargo era algo que no me planteaba hacer. 
 
-Dejalo cariño. Lo último que haría es coger un libro y comenzar a leer, pero gracias por tu confianza- rodó los ojos mientras me daba con la portada del libro, haciéndome reír divertida.
 
-Insistiré las veces que haga falta- negué mientras sacaba una cajita de mi bolsillo, dejándosela en la mano con cierto nerviosismo.-¿Qué me has traído?
 
Como respuesta solo hice un movimiento con la cabeza, dándole a entender que quería que lo abriera. Cuando lo hizo me miró con una expresión confusa. Sonreí al ver como abría aquel relicario de oro, pero lo que más me hizo feliz, fue ver su sonrisa perfecta. 
 
-¿Te gusta?
 
-Claro que sí, es precioso- me abrazó con fuerza sin soltar aquel pequeño detalle. Después me besó con amor, a lo que yo correspondí del mismo modo. Cuando nos separamos bajó la mirada, riendo divertida, seguramente, recordando el día que nos hicimos aquella foto.-
 
Y esa fotografía... es una de mis preferidas que tengo contigo, me conoces demasiado
La imagen que elegí para aquel collar siempre me había sacado una sonrisa, al igual que a ella. Estábamos juntas, yo estaba empapada por haberme caído en el lago, y ella de mientras se reía de mí por aquel motivo. Además fue el día en que le pedí que se casase conmigo, algo especial claro. 
 
Volví a echarle un vistazo a la foto, pero entonces me topé con algo extraño. Yo no estaba con ella. Habían roto la parte donde yo me encontraba y solo había quedado la suya. Negué, no era posible. Hacía segundos que la había visto, y estaba bien, no podría haber cambiado sin más.
 
-¿Estas bien?- alcé la vista al oír su voz, empezaba a sentirme mareada.
 
-Yo... sí, simplemente estaba pensando en una cosa, tranquila- suspiré al sentir su tipica caricia, me encantaba que hiciera eso. Iba a besarla, pero entonces me di cuenta de algo. Al fondo, lograba ver la cocina, y esta estaba destrozada, como si hubiera pasado un incendio. No podía ser, aquello lo hubiera notado antes, hasta ella se habría dado cuenta. 
 
-¿Cariño? Mírame ¿Qué te pasa?- volví a centrar mi atención en ella, pero mis ojos volvieron a mirar inconscientemente a la cocina, la cual estaba impoluta, no tenía ningún daño.
 
-N-no... nada. Creo que iré a descansar un rato, estoy cansada, solo eso- no pude evitar ver su expresión preocupada, pero lo sentía mucho, confiaba en que con un descanso estaría mejor.
 
Cuando estuve en la habitación me cambié de ropa y me estiré en la cama. Suspiré, preguntándome qué era lo que me estaba ocurriendo. No era normal. Negué mientras me  ponía cómoda y cerré los ojos, durmiéndome al instante.
 
Al abrí los ojos de golpe, de nuevo mi respiración era agitada, miraba a mi alrededor con cansancio, otra vez en aquel lugar. Fruncí el ceño mientras negaba, debía volver, tenía que despertarme, no me gustaba estar aquí, aunque fuera un sueño, lo detestaba, ella no estaba, lo más importante de mi vida. 
 
Otra vez aquí, todo se sentía tan solitario, cierto que mis ojos lograban ver a personas, pero estas tenían una mirada perdida, sin alegría, solo transmitían tristeza y soledad. A decir verdad yo me sentía de esa manera, me inundaba dichos sentimientos con gran intensidad.Y como siempre, de la nada, volvía a inundarme el terror. Ella no estaba, otra vez no. 
 
-Estaré junto a ti... solo esperame..
 
Abrí  los ojos como cada día, sentándome en la cama directamente, de nuevo sudorosa, con el corazón latiendo a gran velocidad. Miré la hora en mi móvil, eran las tres de la mañana.
 
Suspiré y miré a mi lado, me reconfortaría viendo su figura durmiendo plácidamente junto a mí. La persiana estaba subida, por ello en unos segundos lograría verla. Sin embargo tragué saliva aterrorizada al no poder divisarla a mi lado, incluso palpando, no había nada sólido.
 
-¿C-cariño, dónde estás... m-mi vida?- seguí llamándola con desesperación, alzándo la voz sin darme cuenta, cuando entonces sentí como alguien me rodeaba con sus brazos con fuerza, además de suaves caricias, las que siempre me calmaban.
 
-Estoy aquí, preciosa. Me has dado un susto de muerte, estaba a tu lado, tranquila- no pude hacer más que abrazarla con todas mis fuerzas, sintiendo un nudo en la garganta, avisándome que lloraría en cualquier momento, pero aguanté, y simplemente me acurruqué en su pecho.
 
¿Por qué me pasa esto? ¿Qué clase de sueño era este? ¿Y qué clase de cosas estaba viendo? Ni siquiera eran reales.
 
Volví a explicar mi sueño, ella me escuchaba con atención, no hacía nada más que recalcar el hecho de lo que más miedo tenía, era cuando decía esas palabras, como si de verdad no pudiéramos estar juntas.
 
-Solo es un sueño, estoy contigo
                                Ni siquiera en un sueño me gusta estar sin ti...
 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).